Diez marcas del ministerio, día 2
Annamarie Sauter: ¿De qué bendiciones nos estamos perdiendo porque descuidamos hablar con nuestro Padre celestial?
Patricia de Saladín: Odiaría llegar al cielo, y que Él tuviera que decir: «Habría hecho todo eso si me hubieras pedido». Entonces, ¡quiero, quiero pedirle!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Esta semana celebramos cinco años desde que Aviva Nuestros Corazones está en el aire con cinco programas a la semana; y ayer inició una breve serie que salió al aire cuando el ministerio Revive Our Hearts (en inglés) cumplía quince años de aniversario. En septiembre del 2001 salieron al aire por primera vez.
Patricia: Leí algunos relatos sobre el Gran Despertar en la historia de nuestra nación, de cómo ¡el temor y el poder de Dios había llegado de manera grandiosa sobre Su pueblo, y afectó a toda una cultura!
Annamarie: Hemos …
Annamarie Sauter: ¿De qué bendiciones nos estamos perdiendo porque descuidamos hablar con nuestro Padre celestial?
Patricia de Saladín: Odiaría llegar al cielo, y que Él tuviera que decir: «Habría hecho todo eso si me hubieras pedido». Entonces, ¡quiero, quiero pedirle!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Esta semana celebramos cinco años desde que Aviva Nuestros Corazones está en el aire con cinco programas a la semana; y ayer inició una breve serie que salió al aire cuando el ministerio Revive Our Hearts (en inglés) cumplía quince años de aniversario. En septiembre del 2001 salieron al aire por primera vez.
Patricia: Leí algunos relatos sobre el Gran Despertar en la historia de nuestra nación, de cómo ¡el temor y el poder de Dios había llegado de manera grandiosa sobre Su pueblo, y afectó a toda una cultura!
Annamarie: Hemos hecho una pausa esta semana para celebrar y recordar las bondades de Dios. Si no escuchaste la serie, «Ebenezer», escucha los programas o lee las transcripciones a través de nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Ayer vimos cinco marcas que Nancy quiere que caractericen este ministerio y tu servicio al Señor, y hoy veremos cinco más.
A través de los años, el Señor ha estado usando el programa para animar a mujeres de muchas partes del mundo y guiarlas a libertad, plenitud y abundancia en Cristo. Una de nuestras oyentes latinas nos escribió,
«Aviva Nuestros Corazones ha sido de gran bendición. Dios habló a mi vida por medio de las conferencias y las meditaciones diarias, me ayudó a ser libre de muchas mentiras, a sanar situaciones en mi matrimonio, a estar contenta y restaurar mi relación con Dios, mi esposo e iglesia. Ahora disfruto y me deleito en el tiempo que paso buscando a Dios, disfruto de mi esposo y mi iglesia, y ahora comparto a las mujeres que Dios trae a mi vida, Sus verdades. Gracias a Dios por el ministerio Aviva Nuestros Corazones y sigo orando por ustedes».
Patricia: Estoy tan agradecida de poder oír de mujeres que están siendo transformadas por la verdad de la Palabra de Dios. Y le agradezco tanto al Señor por mostrarme Su gran fidelidad para con nosotras durante estos años de ministerio. ¡Parece increíble! Pero qué alegría poder celebrar todo lo que El Señor ha hecho durante estos años.
Un poco más adelante durante el programa, vamos a oír a Bob Lepine hablando sobre los primeros días de Aviva Nuestros Corazones; y voy a contarte sobre cómo tuve que aprender a ser más moldeable y humilde, en aquellos primeros días.
Pero primero, vamos a regresar al mensaje que empezamos ayer titulado: «Diez marcas del ministerio». Estas son diez características que yo quiero que sean una realidad en Aviva Nuestros Corazones. Y son diez marcas que yo quiero que sean una realidad en tu vida, y en cada una de nuestras vidas, a medida que caminamos con el Señor y le servimos a Él donde Él nos ha colocado.
Las primeras cinco marcas de ministerio que vimos ayer, fueron que tenía que ser un ministerio:
- Dirigido por la Palabra
- Centrado en Cristo
- Saturado del evangelio
- En el poder del Espíritu
- Modelado personalmente
Compartí las siguientes cinco marcas con algunos amigos de Aviva Nuestro Corazones, así que vamos a escuchar:
La sexta marca del ministerio es:
- Motivado por el amor
Me llamó la atención de nuevo, leyendo los evangelios en estas últimas semanas, la compasión de Cristo. Tengo una confesión que hacer. Básicamente no me gusta la gente. Y hay más verdad en eso de lo que me gustaría admitir. Soy una mujer muy egoísta, muy privada e introvertida.
Mi entorno ideal para servir al Señor seria en una de las regiones deshabitadas del mundo. Me encantaría servirlo allí. ¡Siento que el ministerio sería mucho más fácil si no fuera por las personas!
Esto es, como mi humanidad básica. Cuando veo multitudes, no pienso en la compasión. Pienso en el estrés, en la tensión, en el cansancio, en el arduo trabajo, en el esfuerzo, y en tener que dar cuando quieres que te den, cuando quieres recibir.
Estar en este tipo de ministerio constantemente prueba mi corazón y mis motivaciones. Entonces, cuando voy a un pasaje como 1 Corintios 13, me doy cuenta de que, aunque pudiera hablar lenguas angélicas y aunque tuviera dones increíbles y grandes habilidades, oportunidades, pero si no tengo amor, sería un fracaso, un gran cero. A veces me pregunto, ¿en ese día (el Gran Día) cuando todo salga a la luz, cuando se revelen los corazones, cuánto de mi ministerio se convertirá en humo, madera, heno, hojarasca?
Quizás porque estaba compartiendo la verdad con personas a las que realmente no amaba. A veces me encuentro (solo te estoy diciendo la verdad). . . He desarrollado algunos mecanismos de escape cuando me siento agotada. No estoy orgullosa de eso; Solo estoy siendo honesta.
Y también sé, sinceramente, qué significa estar con algunas de esas mujeres y pensar en otras seiscientas cosas mientras las miro a los ojos y digo: «Mmm-hmm, mmm-hmm ¿En serio?» Fingiendo mayor interés y compasión de la que realmente hay en mi corazón.
Ahora, Dios me está haciendo crecer, y parte de la forma en la que Él lo está haciendo es poniéndome en contacto con la gente y obligándome a salir de mi «cueva» y de mí misma. Y luego descubro que soy muy bendecida, ¡porque Dios me ministra gracia a través de las personas!
Dios está haciendo una obra de gracia en mi corazón, y digo, «Señor, no tengo la clase de amor que Tú tienes por estas mujeres. Pero Tú tienes amor. Así que ven y lléname, y ámalas a través de mi».
Y por cierto, esa es la única manera en que un matrimonio puede funcionar; esa es la única forma en que la crianza de los hijos puede funcionar. Así que. . . amor. Eso es lo que quiero para mi vida y para nuestro ministerio.
- Corazón de servicio
Pablo dice: «Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios» (1 Cor. 4: 1). Servir de corazón, ser servidores de Cristo, tener un corazón de servicio.
- Saturado de Oración
Simplemente expresar siempre una humilde dependencia de Dios, y reconocer que apartadas de Él, nosotras. . .nada. . . podemos. . . hacer. Te diré que de estas diez, esta es probablemente para mí personalmente la más difícil. Es el área más débil de mi vida.
Pero también diré que, de las diez marcas, esta es una de las más sólidas del equipo Aviva Nuestros Corazones. Tenemos un equipo de oración, y he sido muy retada por sus vidas. Solo sé que a medida que avancemos en este movimiento, una de las cosas que estaré pidiendo al Señor será: «Señor, hazme una mujer de oración».
Empecé a pensar, ¿qué podría querer hacer Dios en los días venideros? Odiaría llegar al cielo y que Él tuviera que decir: «Habría hecho todo esto si me hubieras pedido». Entonces, ¡quiero pedir!
«Te estás acercando a un Rey, trae contigo grandes peticiones contigo; pues Su gracia y Su poder son tales que nadie puede jamás pedir demasiado». John Newton.
- Basado en la fe
No quiero un ministerio o una vida que se pueda explicar en términos de recursos, personal, esfuerzo u oportunidades.
¿Sabes? Cuando empezamos en la radio. . . en primer lugar, yo no era una usuaria de medios. Crecimos en un hogar sin televisión. Creo que teníamos un radio. Estoy muy segura de que lo teníamos, pero en realidad nunca lo escuchamos. Yo no era una radioyente cristiana. No era una radioyente secular. Simplemente no era en absoluto una radioyente. Pero sabía que había muchos programas de radio.
Y pensaba: si las personas obedecieran solo una fracción de la verdad que ya conocen, probablemente estaríamos en medio de un avivamiento. No necesitamos un programa más; no necesitamos más libros. El mundo no necesita mis libros o mi programa de radio.
Lo sabía, y no quería añadir más «ruido» al que ya había. Así que una de las cosas por las que oré cuando empezó nuestro ministerio fue: «Señor, si me estás llamando a hacer esto, márcalo Tú de manera sobrenatural».
«¿Podrías detener a las personas mientras están escuchando? Detenlas». Todas las cartas que hemos recibido a lo largo de todos estos años de personas que tienen que aparcar su automóvil al lado del camino porque han estado llorando con fuerza arrepentidas. Una mujer que cae de rodillas en la cocina mientras escucha el programa, porque estoy hablando de la lengua y de cómo derribamos a las personas con ella, y esa mañana ella había sido desagradable con su marido. Ella se arrepiente. Toma el teléfono lo llama y le dice: «¡Lo siento tanto!» Sabes, el solo hecho de ver al Espíritu Santo de Dios activar la verdad en los corazones de las personas, me hace decir: «¡Señor, eso es lo que quiero!»
En 1 Samuel 3:19, se dijo de Samuel que él creció, y el Señor estaba con él; y no dejó sin cumplimiento ninguna de sus palabras. Otra versión dice que no dejó que ninguna de sus palabras cayera a tierra.
Oramos desde el principio, «Señor, si vamos a tener que hacer doscientos sesenta programas y escribir un libro cada año, por favor no dejes que ninguna palabra caiga a tierra, permite que se hagan vida en los corazones y logren el propósito por el cual Tú las estás enviando». Porque, realmente, si no va a ser un ministerio que se explique solo en términos de Dios (y no quiero sonar mal al decir esto), no estoy segura de poder decir que valió la pena todo lo que hicimos para hacer que esto ocurriera.
Realmente no me importa ser una autora o una persona pública. Nunca quise ser una persona pública. Soy una persona privada. No quiero ser una persona pública. Ni quiero el costo de algunas de estas cosas sobre mí. . .
No se trata simplemente de venir y presentar un contenido, hay trabajo sobre eso. Ahora, tengo que reconocer que me santifica. No me estoy quejando de eso; es algo que ha sido realmente bueno para mi vida. Pero si Dios no va estar en medio de todo, entonces. . . «¿Tengo que pasar por esto?». . . ¿Sabes? Quiero una vida y un ministerio basados en la fe, uno que complazca a Dios.
En Lucas 1, en ese el intercambio completo que María tiene con el ángel, (esta joven, esta adolescente de catorce años) el ángel le dice: «Vas a tener un bebé. Él será el Hijo de Dios». Todo esto es absolutamente imposible, ¿verdad? Y María le dice: «¿Cómo puede ser esto?»
Personalmente he tenido esta conversación con El Señor muchas veces. «Señor, ¿cómo puede ser esto? ¡No puedo hacer esto! No tengo estas habilidades».
El ángel le dice a María: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra». Y María le cree a Dios. Y cuando habla con Elizabet, que había pasado ya sus años de fertilidad y aun así esperaba a Juan el Bautista (un milagro), Elizabet saluda a María y le dice: «Bendita la que cree que lo que el Señor le ha dicho se cumplirá» (Luc. 1: 35 y 45). Ese es el tipo de fe que quiero tener en mi propia vida y en nuestro ministerio.
- Rebozar gozo
Servir al Señor con alegría. El otro día vi una publicación del blog de John Piper. No puedo citarla exactamente, pero en esencia era que en la raíz de casi todos los pecados que lo dominan, estaba el abatimiento. Y luego pasó a explicar cómo Dios lo ayudó a lidiar con eso.
Leí solo esa frase y dije: «Esa soy yo». Tengo una inclinación natural hacia el desánimo, no quiero decir una depresión total. Solo digo que tiendo más a ser negativa que optimista.
Mi primera respuesta natural a casi cualquier cosa es, por qué no puede funcionar. Ahora, Dios me ha hecho crecer mucho en esta área, pero el gozo no es mi reacción natural a la vida. Es parte del fruto del Espíritu.
Es por eso que tenemos que llenarnos del Espíritu y darnos cuenta de que si no servimos al Señor con alegría, tal vez nuestro servicio ni siquiera sea agradable a Él.
Hace unos seis años, Bob me envió un correo electrónico que voy a citar en un momento, (me enviaba también una cita de otra persona). Me he enviado yo misma ese correo electrónico muchas veces en los últimos seis años.
De hecho, me lo envío cada vez que sé que tendré un fin de semana como este, hablando, o algo con lo que sé que voy a estar presionada y que hay muchas cosas en juego; para recordarme que debo servir al Señor con alegría.
¡Ese correo electrónico ha recorrido un montón de millas y todavía está rodando! Es de C. J. Mahaney del Ministerio Gracia Soberana. Él dijo,
Acabo de echarle un vistazo a una cita de Spurgeon que tengo en mi escritorio. Es un recordatorio diario sobre la importancia y la prioridad del gozo.
Aquí está la cita de Charles Spurgeon: «El trabajo es fácil para los de espíritu alegre. El éxito espera en la alegría. Los que trabajan mientras se regocijan en Dios y creen con todo su corazón tienen el éxito garantizado». Y luego, el pastor Mahaney pasa a decir sobre ese concepto:
Mi desafío cada día no es tanto trabajar duro, sino trabajar alegremente. Si entiendo las Escrituras con precisión, no glorificaré a Dios simplemente trabajando duro. Para verdaderamente darle honor, debo trabajar con un espíritu alegre. Por lo tanto, no solo debo servir a mi familia todos los días, sino que debo servirles con alegría. No solo debo preparar un sermón, debo hacerlo alegremente. No solo debo trabajar fielmente en la iglesia, debo hacerlo felizmente.
Y podría simplemente decir que esta convicción se extiende un poco más allá que solo a aquellos que proclamamos la Palabra. Podrían decir: «No solo debo ser madre de estos niños o hacer escuela en el hogar con estos niños, o ir a este trabajo que no es mi trabajo favorito (o lo que sea) y hacerlo fielmente. Debo hacerlo con alegría, sirviendo al Señor con alegría». Mahaney dice:
Trabajar duro simplemente no es suficiente; debe hacerse con alegría. Es para mi bien y para Su gloria que Dios nos ha dado este dulce mandamiento: ¡Sirvan al Señor con alegría!
Eso es algo que me lleva a reflexionar, y Dios continúa llamándome a esto. No quiero que las mujeres miren mi vida (y tú no quieres que miren la tuya) y digan: «Servir al Señor es realmente difícil. No creo que yo quiera hacerlo. Miren toda esta presión, miren todos estos problemas, miren todos los desafíos. «Creo que si las personas estuvieran algunas veces conmigo cuando estudio y supieran lo que está pasando en mi corazón, pensarían: no estoy tan segura de querer servir al Señor».
Quiero servir al Señor de tal manera que aquellos que vengan después digan, (que tú digas y que otros digan), «¡No hay mayor privilegio, no hay un llamado más elevado, no hay mayor gozo que ser una sierva del Señor, una esclava del Señor!»
Hay llanto involucrado; el llanto a veces dura una noche, y esa noche puede ser larga y oscura. . . pero el gozo viene por la mañana. La Palabra de Dios promete en los salmos que aquellos que salen llorando a sembrar la preciosa semilla, vendrán de nuevo con regocijo, trayendo el fruto y la cosecha con ellos.
Oh Padre, cómo oro por eso en estos momentos. . . has hablado a mi corazón. En momentos como este, me estoy predicando principalmente a mí. Así que gracias por el privilegio de poder repasar los valores centrales que anhelo que sean una realidad en mi propia vida y en nuestro ministerio. Pero oro por mis hermanos y hermanas, por aquellos que nos escuchan, que estas también sean las marcas de sus vidas y que reflejemos el evangelio, el corazón, el espíritu, la gracia, el poder, el amor, la alegría de Cristo nuestro Salvador. En Su nombre oramos, amén.
Annamarie: Amén. Esta es Nancy DeMoss de Wolgemuth, orando que las diez características que hemos visto sean una realidad en Aviva Nuestros Corazones. Esta serie se titula, «Diez marcas del ministerio», y creo que esta lista será de gran ayuda para cualquiera que quiera ser efectivo en su servicio en el reino de Dios.
Para leer la lista completa visítanos en AvivaNuestrosCorazones.com. La puedes encontrar en la transcripción del programa de hoy. Hemos estado viendo, «Diez marcas del ministerio» como un recordatorio de los años que Dios nos ha permitido estar en el aire con cinco programas semanales, tanto en español hace cinco años, como en inglés hace ya casi 17 años.
Dios ha sido fiel durante todo este tiempo, pero no siempre ha sido fácil para Nancy. Ha sido un tiempo de pruebas para aprender a ser enseñable. Ella nos hablará acerca de esto en un momento. Pero primero, vamos a oír a Bob Lepine (a quien Nancy mencionó hace unos minutos), del ministerio Vida en familia hoy. Escuchaste de él hace poco en la serie, «Comida, belleza y control». Bob desempeñó un papel clave para el lanzamiento de los programas de Revive Our Hearts.
Bob Lepine: Yo estaba en la multitud en el gimnasio de Mobey en el campus de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, en 1995, con el personal de Cruzada del campus para Cristo, cuando Nancy vino y habló con nuestro personal. Ella empezó a hablar sobre el tema del quebrantamiento. Muchas de ustedes saben que Dios, en ese momento, provocó un movimiento allí entre el personal de Cruzada del campus; un movimiento de quebrantamiento, confesión y arrepentimiento. Se descartó lo programado por un par de días, y el gimnasio de Mobey permaneció abierto las veinticuatro horas mientras la gente seguía respondiendo a lo que Dios hizo a través del mensaje de Nancy esa mañana.
Regresé con Dennis Rainey y le dije: «Necesitamos tenerla en la radio. En realidad, deberíamos reproducir ese mensaje en Vida en familia hoy». Y así lo hicimos. El día de Acción de Gracias ese año, pasamos ese mensaje de «Quebrantamiento».
Y luego, Nancy habló dos años después en la misma reunión del personal de Cruzada en el campus, e hicimos algunas entrevistas con ella allí. Cuando le haces una entrevista a alguien, encuentras que algunas personas tienen un mensaje que pueden transmitir, y algunas otras tienen un mensaje que está en su corazón. En una entrevista, realmente descubres cuál es cuál. Empiezas a hacerles preguntas, y si las sacas algo del guión, descubres si este es un mensaje de vida o si es algo sobre lo que escribieron algunas notas y no fueron mucho más allá. Nos encontramos con ambos tipos.
Bueno, lo que descubrimos en nuestra entrevista con Nancy fue que este era un pozo profundo y completo. Podrías sumergir el cubo en cualquier lugar y extraerías un cubo de agua que era agua buena.
Nos dijimos el uno al otro, y luego a Nancy, «deberías estar en la radio». Y, de hecho, tuvimos esta conversación: «Estamos orando para que Dios levante a alguien que pueda ocupar el lugar de Elisabeth Elliot cuando llegue el momento. Sabemos que todavía no ha llegado, pero está por llegar».
Nancy dijo: «También he estado orando por eso»
Y dijimos: «Bueno, creemos que podrías ser tú»
Y ella dijo: «¡No he estado orando en absoluto!»
Exactamente tres años después, Nancy estaba en Little Rock.
Estuve en la primera sesión de grabación en enero de 2001. Grabamos en esa sesión «El Desierto», y una sesión de Proverbios 7, la Mujer de Proverbios 7 que algunas de ustedes escucharon en Aviva Nuestros Corazones.
Le dije a Nancy al final de nuestra primera sesión de grabación: «Vas a mejorar, pero si nunca mejoras más de lo que hiciste hoy, ya eres mejor que la mayoría de lo que hay en la radio cristiana».
Patricia: Sabes, gran parte del ministerio se trata de permitir que Dios trabaje en ti primero, de modo que lo que les estás dando a otros pueda ser realmente lo que desborda de la obra de Dios en tu propio corazón.
Hubo un par de áreas en las que Bob realmente me desafió en términos de lo que compartí. Él me estaba llevando a comunicarme de maneras en las que no había tenido que hacerlo antes y eso me sacaba de mi zona de confort. . . porque la radio es un medio mucho más personal.
Solía presentarme en plataformas, en grandes conferencias, y disfrutaba mucho el poder compartir con precisión, con seriedad la Palabra. Pero él siguió animándome y me recordaba que aquella persona que está escuchando la radio, tal vez está en una camioneta con tres niños, o en la mesa de la cocina, o haciendo otras cosas. Tú no quieres gritarles todo el tiempo. Deseas mantener la intensidad, pero de una manera mucho más conversacional y relacional.
¡Este fue un gran esfuerzo para mí! En algunos momentos me sentí así como: «Esta no soy yo. No puedo hacer esto. Siento que puedo hacerlo bien, pero no es así como me sale naturalmente. Y déjame decirte que me sentí muy animada, y sabía que me estaban ayudando de verdad, pero en algunos momentos, sentía como: «Estás intentando convertirme en alguien que no soy yo, y no creo que pueda hacerlo».
Recuerdo haber ido a la iglesia un domingo, el día antes de grabar al día siguiente, el lunes. Nuestro pastor allí en Little Rock estaba predicando sobre el libro de Proverbios. Preparó el sermón para llevar un mensaje temático de Proverbios sobre la humildad de la sabiduría. Él simplemente fue versículo por versículo a través del libro de Proverbios y el mensaje fue sobre que una persona sabia tiene un espíritu enseñable, el corazón de alguien enseñable, de un aprendiz. Es humilde para la reprensión y para la corrección. Y Dios puso la convicción en mi corazón esa mañana de que esto no era realmente un asunto de si podía hacer estas cosas o debía hacer estas cosas. Solo recuerdo, claramente, que el Señor me habló a través de Su Palabra y fue como si el Señor me hubiera dicho: «Dios te ha dado a Bob y a otros para que te desarrollen y te entrenen. Son un regalo para ti. Debes recibir las instrucciones y dejar de luchar con eso».
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth ha estado reflexionando sobre los primeros días de grabación para el lanzamiento de los programas en inglés.
Nancy, sé que muchas oyentes serán animadas con la historia sobre cómo Dios ha sido tu Maestro estos ya casi 17 años.
Patricia: Estoy muy agradecida, Anna, por la forma en que El Señor ha sido mi fortaleza momento a momento, en estos últimos años, ¡cuando me he sentido tan débil! También estoy agradecida por el equipo que nos ha dado para ayudarnos a llevar la carga, y por los oyentes que apoyan este ministerio con sus fieles oraciones y generosas donaciones. Este ministerio simplemente no habría sido posible sin ese tipo de colaboradores.
Si aprecias cómo el Señor ha usado Aviva Nuestros Corazones en tu vida, ¿orarías por nosotros ahora que estamos creciendo en el ministerio? ¿Y considerarías apoyarnos financieramente? El Señor nos ha estado abriendo algunas oportunidades increíbles para los próximos meses, y tu apoyo ayudará a que podamos llegar incluso a más mujeres con este mensaje de avivamiento y feminidad bíblica.
Además, este mes de mayo es el cierre de nuestro año fiscal. Eso quiere decir que cerramos nuestra contabilidad y establecemos el presupuesto para el siguiente año de ministerio. Tus contribuciones este mes marcarán una gran diferencia en nuestra efectividad para los próximos meses.
Puedes dar tu donación a través de nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com o llamando (desde Estados Unidos o Canadá) al 1-800-569-5959. Cuando llames, asegúrate de especificar que tu donación es para el ministerio de alcance hispano.
Como agradecimiento por tu donación hoy, te enviaremos el libro, «Mujer verdadera: El maravilloso diseño de Dios para ti». Este te lo podemos hacer llegar si vives en Estados Unidos o Canadá. Este libro tiene el objetivo de animar y retar a las mujeres de todas las edades a abrazar el diseño de Dios, siendo este el único camino que nos puede llevar a la libertad, plenitud, abundancia y gozo que tanto anhelamos. No se trata de una lista de conductas ni de imposiciones legalistas. Solo con Cristo y en Su poder podemos correr esta carrera tan contracultura, poniendo la mira en las cosas de arriba y anticipando las recompensas eternas.
Visítanos en AvivaNuestrosCorazones.com, apóyanos en este tiempo crucial, y si vives en Estados Unidos o Canadá, indica que quieres recibir, «Mujer verdadera: El maravilloso diseño de Dios para ti», como agradecimiento por tu ofrenda. ¡Gracias por unirte a la misión de traer libertad, plenitud y abundancia en Cristo a miles de mujeres alrededor del mundo!
Annamarie: ¿Qué debe hacer una mujer cuando los hombres son reacios a liderar? La historia bíblica acerca de Débora que encontramos en el libro de los Jueces, nos da un modelo a seguir. Serás animada por medio de la historia de esta mujer quien ejerció una fuerte influencia al animar a los hombres a su alrededor a ser los hombres que Dios los llamó a ser. Te esperamos para esta próxima serie, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Llamándote a un avivamiento genuino, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
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