Desarrolla un carácter piadoso
Annamarie: Tom Elliff nos da una definición importante…
Tom Elliff: Aquello que es un asunto del corazón está relacionado al carácter. Alguien dijo que tu carácter es lo que eres en la oscuridad, lo que eres cuando nadie que conoces te está viendo o cuando crees que nadie te ve. Tu carácter es «tu verdadero yo», es quien eres cuando estás de rodillas ante Dios. Eso es realmente quien eres. Ese es tu carácter.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Patricia de Saladín: La lectura bíblica para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Apocalipsis capítulos 9 al 12.
Escucha lo que algunas mujeres que han estado siguiendo el reto escribieron. Una mujer dijo:
«Qué bendición es nutrirnos de la Escritura cada día. Le doy gracias a Dios por cada hermana que está en este reto de leer …
Annamarie: Tom Elliff nos da una definición importante…
Tom Elliff: Aquello que es un asunto del corazón está relacionado al carácter. Alguien dijo que tu carácter es lo que eres en la oscuridad, lo que eres cuando nadie que conoces te está viendo o cuando crees que nadie te ve. Tu carácter es «tu verdadero yo», es quien eres cuando estás de rodillas ante Dios. Eso es realmente quien eres. Ese es tu carácter.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Patricia de Saladín: La lectura bíblica para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Apocalipsis capítulos 9 al 12.
Escucha lo que algunas mujeres que han estado siguiendo el reto escribieron. Una mujer dijo:
«Qué bendición es nutrirnos de la Escritura cada día. Le doy gracias a Dios por cada hermana que está en este reto de leer la Biblia en un año. No nos desanimemos pues Dios habla a nuestras vidas todos los días».
Y otra mujer comentó:
«Saludos hermanas. Es de tanta bendición leer sus comentarios. Tengo 21 años y el Señor en Su providencia me ha dado una madre inconversa y muchas mujeres como ustedes que me han enseñado de Su Palabra y abren sus vidas para instruirnos a las más jóvenes… Yo siempre empecé planes de lectura y nunca los terminé. Hoy veo atrás en este año y doy gloria a Dios por todo lo que ha hecho en mi vida en estos días exponiéndome a Su Palabra. Ha sido de muchísima bendición».
Nos alegra leer cómo Dios ha estado bendiciendo a tantas mujeres a través de la lectura de su Palabra. Y en la medida en que nos acercamos al final de este año, queremos animarte en esta carrera y en la carrera de la fe.
Probablemente habrás escuchado que Josué tuvo un compañero de ministerio llamado Caleb. Caleb fue un hombre que terminó bien la carrera —él corrió fielmente. Y cada vez que pienso en estos dos personajes de la Escritura soy inspirada en mi propio caminar con el Señor.
Hoy quiero que tú también seas inspirada en tu caminar, a medida que escuchas una enseñanza del Dr. Tom Elliff titulada, Termina bien. Tom sirvió como pastor por unos 42 años y fue presidente de la Junta Internacional de Misiones de la Convención Bautista del Sur.
En la medida en que llegamos al final de este año 2020, es importante que reflexionemos acerca del año que ha transcurrido y seamos animadas a perseverar hasta llegar a la meta final. Creo que la enseñanza de Tom Elliff que estarás escuchando hoy y mañana será de aliento para ti. Esta se basa en la vida de Caleb.
Escucha el mensaje titulado, Termina bien por el Dr. Tom Elliff.
Dr. Tom Elliff: Lo que quiero hacer en este día es ir con ustedes a un relato que encontramos en la Escritura, en la medida en que pensamos acerca del tema del legado. Y me gustaría que pensaran conmigo qué significa terminar bien —¿qué significa terminar bien?
Ahora, hace poco leí un libro escrito por Bob Buford. Aunque muchas de las personas entrevistadas en el libro son cristianas, algunas de ellas no lo son. Sin embargo, podemos obtener algunas cosas muy buenas al leerlo porque tiene algunos principios bíblicos. Estas son entrevistas a hombres y mujeres que se encuentran en las últimas etapas de sus vidas, y estas representan lo que significa terminar bien, de acuerdo a Bob Buford.
Ahora, siempre nos quedamos con algo de cada libro que leemos. Y mientras leía estas historias algunas cosas vinieron a mi mente. Una de ellas es que tener 65 años no significa haber llegado al final de la carrera. La meta es cuando Dios te llama a casa.
La segunda cosa que Dios me recordó mientras leía este libro, y que me gustaría compartir con ustedes, es que nuestra utilidad para Dios incrementa hasta el día de nuestra muerte. Algunas personas tienden a pensar que cuando llegan a cierta edad o etapa de la vida es que comienzan los años placenteros y su utilidad disminuye, una especie de descenso en sus vidas.
Hace poco una mujer me dijo, «bueno, soy una mujer enfermiza y de edad avanzada. Hermano Tom, lo único que puedo hacer es orar». Bueno, en realidad, ella estaba comenzando sus mejores años en el ministerio, solamente que no se había dado cuenta. Así que nuestra utilidad para Dios incrementa hasta el momento en el que tomamos nuestro último aliento. Es importante que entendamos esto.
Algo más que me impactó fue que no se termina bien por casualidad. Es decir, no despiertas una mañana, te levantas de la cama y terminas bien. Hay muchas personas que creen que van a terminar bien, pero en realidad no están haciendo lo necesario en este momento para que eso sea una realidad en sus vidas.
Hay decisiones que debemos tomar. Y a veces, la decisión que parece más sencilla y simple, es la decisión sobre la cual depende la eternidad. Así que es importante saber cómo tomar buenas decisiones. Bien, después de leer este libro sobre 62 personas, pensé, «¿no sería grandioso pasar por la Biblia y de alguna forma entrevistar a hombres y mujeres que terminaron bien?»
Ahora, la Biblia tiene muchas historias de hombres y mujeres que terminaron bien, pero las hay aún más de personas que terminaron mal. Todo lo que tienes que hacer es echar un vistazo al libro de Reyes y te darás cuenta de que la mayoría de ellos terminaron mal, ¿no es así? Piensa en el pobre y viejo Saúl. Él había tenido una gran promesa, pero terminó diciendo: «He aquí, he actuado neciamente y he cometido un grave error», y así fue.
O piensa en Salomón. Salomón comenzó bien, Dios respondía a sus oraciones, le dio la sabiduría que quería y también le dio riquezas. Sin embargo, su final fue horrible, al igual que su legado.
Me encanta estudiar la vida de Asa. Asa es uno de mis personajes favoritos, pero en los últimos años de vida él terminó mal. A él iban dirigidas las palabras del profeta: «Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo» (2 Cron.16:9). Pero Asa no hizo caso, y como resultado, fue un hombre que terminó mal.
Pero, ¿qué hay acerca de los que terminaron bien? Bueno, hay muchos de ellos, pero me gustaría presentarles solamente a uno de estos en este día, su nombre es Caleb. Me encanta la historia de Caleb. Voy a pedirles que vayan al libro de Josué capítulo 14. Por cierto, el nombre «Caleb» es muy diferente de los nombres de los otros espías que fueron con él a la tierra de Canaán. Caleb significa algo relacionado a «perro». ¡Un nombre bastante apropiado para este hombre!
Antes de partir a la presencia del Señor, mi esposa Jean dijo en una ocasión: «Quiero un perro raza Beagle». Así que llamé a nuestra hija mayor, y le dije, «Beth, tu mamá quiere un perro raza Beagle, ¿puedes conseguirle uno?» Ella tardó un tiempo y finalmente encontró uno bastante caro. Ahora, cuando yo pienso en Beagle, pienso en un sabueso, en un perro de caza, pero cuando Jean pensaba en un Beagle, pensaba en un Poodle o caniche. Así que probablemente tuvimos uno de los pocos Beagles que no viven en el exterior sino dentro de una casa.
Era una hermosa, tierna y cariñosa Beagle —excepto cuando la llevabas a caminar porque entonces se convertía en un sabueso. Ella se lanzaba contra los camiones cuando pasaban. A veces tenía la tentación de soltarla y ver lo que haría cuando colgara de un neumático. Pero ella no sentía absolutamente ningún temor. Tampoco Caleb.
«Traigan a esos gigantes, porque no es el tamaño del gigante, sino el tamaño de nuestro Dios». Qué nombre tan perfectamente descriptivo para el hombre que iba a ser el compañero de Josué. Y por supuesto, encontramos este personaje en escena aquí en Josué capítulo 14.
Cada Escritura tiene un propósito. Creo que este pasaje está aquí para enseñarnos lo que significa terminar bien. Así que, ya que tienen sus biblias abiertas en Josué 14, permítanme comenzar a leer, pero primero, permítanme explicarles el contexto.
Fue cuando Moisés tenía 40 años que el Señor le dijo: «Tú mismo envía hombres a fin de que reconozcan la tierra de Canaán», y nota el tiempo verbal que se usa aquí, «que voy a dar a los hijos de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres» (Núm.13:2).
«Es suyo, solamente quiero ver lo que han conseguido, traigan evidencia». Y recuerda que los hombres regresaron pero con un informe dividido. Diez de los hombres dijeron: «Ciertamente mana leche y miel, no hay duda de eso, pero hay gigantes en la tierra» (lee Números 13:27-28, paráfrasis).
«Caleb y Josué», dice la Biblia y escucha cuidadosamente, esto es importante, «ha habido en ellos un espíritu distinto» (lee Números 14:24). Es interesante, Caleb y Josué dijeron, «no es el tamaño de los gigantes. Si el Señor se agrada de nosotros, fácilmente podremos derrotarlos. Ellos serán presa nuestra, no seremos presa suya» (lee Números 14:9).
Y por supuesto, recuerda que las personas comenzaron a debatir. El Señor se presentó y les dijo: «Ustedes han tomado su decisión aquí. Después de haber escuchado sus murmuraciones y quejas no hay duda de que quieren volver a Egipto. No les gustan sus líderes, no les gusta Mi plan. Así que lo que va a acontecer es que ustedes van a vagar en este desierto por cuarenta años, un año por cada día que los espías estuvieron en Israel. Y esta generación morirá, pero la siguiente generación entrará» (lee Números 14:26-35).
Así que la próxima generación, bajo el liderazgo de Josué, fue la que entró en la tierra prometida. Como ya sabes, Moisés no entró a la tierra prometida. Así que Josué lideró a los hijos de Israel a través del Jordán y ahora estaban en la tierra prometida.
Ellos habían estado peleando por 5 años sobre el territorio que les pertenecía. Y ahí está Caleb, participando en la batalla sin decir una palabra, porque en medio de la maldición sobre los hijos de Israel, Dios también había dicho, «excepto Josué y Caleb».
En realidad, él dijo, «Caleb tendrá el privilegio de poseer cualquier lugar que pisare la planta de su pie» (lee Josué 14:9 ). Wao. Así que Caleb había estado peleando a la edad de 80 ... 81 ... 82 ... 83 ... 84 años. Y ahora, a la edad de 85 años viene ante Josué. Entonces veamos lo que sucede. En Josué capítulo 14 versículo 6 dice: «Entonces los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal», como recordarás, este fue el primer campamento luego de cruzar el Jordán. Esto significa que hicieron a un lado el reproche. Quizás recuerdas lo que pasó ahí.
«Ellos se acercaron a Josué en Gilgal. Y Caleb, hijo de Jefone cenezeo le dijo: Tú sabes lo queel Señor dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de míen Cades-barnea.Yo tenía cuarenta años cuando Moisés, siervo del Señor, me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra, y le informé como yo lo sentía en mi corazón. Sin embargo, mis hermanos que subieron conmigo, hicieron atemorizar el corazón del pueblo; pero yo seguí plenamente al Señor mi Dios» (vv. 6-9).
Verás esta frase muchas veces aquí.
«Y aquel día Moisés juró, diciendo: “Ciertamente, la tierra que ha pisado tu pie será herencia tuya y de tus hijos para siempre, porque has seguido plenamente al Señor mi Dios”.Y ahora, he aquí, el Señor me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que el Señor habló estas palabras a Moisés, cuando Israel caminaba en el desierto; y he aquí, ahora tengo ochenta y cinco años...» Quiero mi regalo de cumpleaños.
«Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, para salir y para entrar.Ahora pues, dame esta región montañosa de la cual el Señor habló aquel día, porque tú oíste aquel día que allí había anaceos con grandes ciudades fortificadas; tal vez el Señor esté conmigo y los expulsaré como el Señor ha dicho» (vv. 9-12). Aquí está un hombre, que entre otros hombres en la Escritura, está terminando bien.
El otro día iba caminando y me detuve para observar una foto muy grande de mi familia, ¡mis hijos y nietos son hermosos! Pero, ese no es el legado, el legado no es su apariencia, no es el hecho de que todos se mantengan en línea recta por al menos unos segundos. Algunos de ellos podrían estar ahí en sillas de ruedas.
A medida que las familias crecen, en lugar de tener diferentes colores de playeras, podríamos tener diferentes colores de piel, diferentes rasgos en la cara. El legado no es el color o los rasgos. El legado está en el corazón.
Entonces, ¿cuál es la fórmula para terminar bien? Cada fórmula tiene elementos, y esta fórmula tiene tres, así que, ¿cuáles son estos elementos? Permíteme mencionarlos.
El primer elemento es el elemento del carácter. Aquello que es un asunto del corazón está relacionado al carácter. Alguien dijo que tu carácter es lo que eres en la oscuridad, lo que eres cuando nadie que conoces te está viendo o cuando crees que nadie te ve.
Tu carácter es «tu verdadero yo», es quien eres cuando estás de rodillas ante Dios. Eso es realmente quien eres. Ese es tu carácter. Así que pensemos por un momento acerca del tipo de persona que eres en tu corazón, acerca de tu carácter. En este pasaje de la Escritura vemos tres aspectos acerca del carácter, y espero que puedas recordarlos.
El primer aspecto es que tu carácter es, en realidad, forjado por tu conversión. Repito, tu carácter es forjado por tu conversión. Caleb es una persona de quien se dice en Números capítulo 14 versículo 24, «ha habido en él un espíritu distinto». Y es cuando una persona ha nacido de nuevo de una forma genuina —y espero que no nos perdamos este mensaje, porque me preocupa mucho que minimicemos el valor y el impacto de lo que realmente significa ser salvos.
Conozco personas que han venido de lo peor de la sociedad que tienen un carácter excelente, y podrían decir que es porque han sido salvados. La Biblia dice, «las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17). Y yo lucho en ocasiones cuando escucho a algunas personas decir, «bueno, sí, he sido salvado pero no sabes bajo qué circunstancias crecí» o «sí, soy salvo pero vivo con una especie de maldición constante».
Espera un minuto. Cuando fuiste salvado, también fuiste hecho libre. Tu carácter es forjado con tu conversión. Y es importante que tú y yo entendamos esto.
Hace muchos, cuando Oklahoma era aún territorio indio, había un hombre llamado Thomas Brittain Elliff. Él trajo a su esposa embarazada al final del ferrocarril, salió hacia el territorio indio y compró una granja por diecinueve dólares.
No pasó mucho tiempo antes de que su esposa se enfermara de lo que era conocido como fiebre del pantano, probablemente era cólera. Ella se dirige hacia su esposo, Thomas Brittain Elliff, y le dice, «no quiero morir en este salvaje territorio indio», esto lo tengo escrito en su propia letra. Mi abuelo lo leyó en una grabación que escuché, «no quiero morir en este salvaje territorio indio».
Así que él vendió la granja por otros diecinueve dólares, compró una carreta, regresó a Fort Smith, subió al tren con su esposa embarazada y muy enferma, y comenzaron su camino de regreso a Tennessee. No había pasado mucho tiempo desde que estaban en el tren cuando su mujer entró en labor de parto. El conductor se dirigió al frente, movió a un par de vaqueros de sus lugares, fue hacia Thomas Brittain Elliff y le dijo, «trae a tu esposa».
Cuando Thomas vio a su esposa acostada ahí, fue consciente de que ella podría morir cuando diera a luz. Ella le pidió que se arrodillara a su lado y le dijo, «prométeme dos cosas. Prométeme que le entregarás la vida del bebé a Dios, y prométeme que tú también le entregarás tu vida a Dios».
En ese tiempo él no era cristiano, pero se lo prometió. A la semana siguiente fue a una pequeña iglesia. Están en medio de un servicio, las puertas están abiertas y ahí está la silueta de un hombre alto con un bebé en brazos. Él dijo: «Hermanos, he venido para entregar mi vida, y la de mi bebé a Dios».
Ahora, hasta donde sé, desde aquel hombre hasta el que está aquí hoy dirigiéndose a ustedes, hay diecisiete predicadores en la familia. Pero todo comenzó con la conversión de un hombre—la conversión de un hombre en algún lugar. Y sabes, a veces estoy en algún lugar enseñando y algunas personas dicen: «No tengo una familia como la tuya, con todos esos predicadores, de la cual tantas personas están en el ministerio y ...»
Hey, este es el punto, ¿por qué no ser el primero en la línea? ¿Por qué no hacer lo que Thomas Brittain hizo? Por qué no decir, «de acuerdo. Voy a ser diferente. Por la gracia de Dios entregaré mi corazón a Cristo y comenzaré una nueva generación, una nueva herencia y un nuevo legado de personas que conozcan a Jesús, que le amen y le sirvan». De eso se trata la salvación. El carácter es forjado comenzando con la conversión.
Entonces, segundo aspecto del carácter. Tu carácter es formado por tus compañeros. ¿Qué sabemos sobre Caleb? Bien, él corrió con Josué. ¿Y qué sabemos sobre Josué y Caleb? Ellos corrieron con Moisés. Y él dice, «tú sabes lo que el Señor dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí». Dios y Moisés eran amigos.
Mi madre solía decir —y me vas a escuchar hacer referencia a mi mamá, mi papá y mis abuelos porque estamos hablando sobre el legado. Mi madre solía decir, «Tommy, escoge a tus amigos con mucho cuidado, porque ellos van a influir en gran medida en la persona que llegarás a ser».
Solía decirles a mis hijos que cada persona es producto de los libros que lee y los amigos que tiene —y ahora agrego— del Señor al que sirve y de la música que escucha. Creo que estas cuatro cosas son muy formativas en la vida de una persona.
La música tiene una increíble forma de llegar a todos los rincones de tu corazón. Es una especie de polvo. Uno se pregunta, «¿cómo llegó ese polvo ahí?» Bueno, simplemente se filtró. Y así es la música, llega a los pequeños rincones de tu corazón—lugares donde nadie más llega.
Entonces, tu carácter es el resultado de los amigos que tienes y los libros que lees. Nuestros hijos conseguían su mesada por un tiempo por medio de leer biografías. Tengo literalmente cientos de estas. Les decía, «te daré un dólar por libro, puedes ser rico o puedes ser pobre». Así es como ellos recibían su mesada, un dólar por biografía, porque quería que los libros fueran sus amigos, pero también quería que fueran impactados por las vidas de otras personas.
Por eso es que los chicos van a la escuela. No es tanto acerca de lo que están aprendiendo, sino acerca de quién se lo está enseñando—quién influye en sus vidas. Es el impacto de esa vida lo que permanece en el corazón del niño. Por eso es tan importante que escojamos buenos compañeros, ¿no es así?
Creo que a veces olvidamos cuán importante es tener buenos amigos. A veces me encuentro con personas que me dicen, «no tengo muchos buenos amigos» o «no tengo ninguno» o «no soy cercano a nadie». Y en verdad eso me entristece—me entristece. Yo tengo algunos buenos amigos y lo cierto es que esto requerirá que invirtamos en la vida de otras personas, de modo que podamos ser buenos amigos.
Ahora, no quieres tener demasiados buenos amigos. Hay un versículo que tendemos a malinterpretar que dice: «El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo». En realidad, lo que este versículo dice literalmente es, «un hombre con demasiados amigos constantemente tiene que ser su amigo» (lee Proverbios 18:24) y puedo garantizarles esto.
Así que se necesita hacer una inversión. Elige a tus amigos con cuidado y sé leal a ellos. Ahora, es importante que entendamos que nuestro carácter, además de ser forjado por nuestra conversión, es en gran medida formado por nuestros compañeros.
Una de las formas en las que sabemos que un joven y una señorita son aptos para casarse es a través de esta prueba: ¿están sacando lo mejor el uno del otro? ¿Es él un mejor hombre—más puro, más santo?
Sabes, algunas veces les pregunto a las parejas: «Bien, ¿cómo va todo?»
«Bueno pastor, necesitamos darnos prisa y casarnos»
«¿Por qué?»
«Bueno, usted sabe…»
«¿Están durmiendo juntos?»
«Bueno... nosotros, algunas veces... usted sabe…»
«Espera un momento. La persona que Dios tiene para ti te hará más santo, más puro, no lo contrario».
Tus amigos influyen en quién te convertirás, somos el producto de su influencia. Somos formados por aquellos con quienes caminamos.
Patricia: Acabas de escuchar la primera parte del mensaje titulado Termina bien del Dr. Tom Elliff. Él nos ha recordado que desarrollar un carácter piadoso es un elemento esencial para correr la carrera de la fe hasta llegar a la meta final. Espero que este mensaje te impacte como me impactó a mí y que puedas reflexionar en las cosas que están formando tu carácter.
Mañana retomaremos el mensaje del Dr Elliff donde nos quedamos, continuaremos viendo el tercer aspecto acerca del carácter y continuaremos viendo los elementos que nos ayudarán a terminar bien la carrera.
Tom Elliff: El segundo elemento: tendrás que ser una persona de confianza. Esto es lo que vemos a todo color aquí en la vida de Caleb. Él era una persona de fe, era una persona de confianza. Ya les leí los versículos 6 al 8, ahora leamos sobre su confianza.
«Y aquel día Moisés juró, diciendo: «Ciertamente, la tierra que ha pisado tu pie será herencia tuya y de tus hijos para siempre, porque has seguido plenamente al Señor mi Dios». Y ahora, he aquí, el Señor me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que el Señor habló estas palabras a Moisés, cuando Israel caminaba en el desierto; y he aquí, ahora tengo ochenta y cinco años.Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar» (Josué 14:9-11).
Cuando encuentres una persona de confianza encontrarás visión y también vitalidad. «Ahora soy tan fuerte como lo era entonces». ¿Quién mantuvo a Caleb en marcha? Bueno, fue su visión y su confianza en Dios. «Dios, dijiste que iba a ser mío, me vas a mantener con vida hasta que lo consiga, lo harás». Esa es la visión. Eso es lo que prometiste, eso es lo que has pintado en las paredes de mi corazón, soy joven, estoy listo para ir.
Ahora, vitalidad, mirar a largo plazo. Es lanzarte a algo que está tan lejos en el camino que no te atreves a detenerte y perder el tiempo en ese momento. Hay gran vitalidad cuando una persona tiene confianza.
Número tres: las elecciones. Aquí estaba Caleb a la edad de 85 años, escucha esto, haciendo una gran elección. «Dame esa montaña. Déjame tener esa tierra. Sé que hay gigantes allí, déjame tenerla; estoy listo. Ya he deambulado suficiente tiempo aquí, estoy listo para lo que me pertenece». Entonces, ¿qué tipo de legado piensas dejar? ¿Qué vas a hacer con lo que tienes? ¿Qué vas a hacer con el tiempo, el dinero, los recursos, la energía, el esfuerzo, la vida que te queda por vivir?
Tu vida es un parpadeo en la pantalla del radar de la eternidad, termina bien.
Patricia: Asegúrate de acompañarnos para este próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: Corriendo hacia la meta juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
Caminar hacia Ti, Iglesia Cristiana Oasis, El Misterio de Tu Amor, ℗ 2015 Iglesia Cristiana Oasis.
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