Cultiva un corazón puro en tus hijos, día 1
Annamarie Sauter: ¿Cómo educas a los jóvenes en un mundo donde el acceso a la tentación es tan fácil? Con nosotras Josh McDowell.
Josh McDowell: Las reglas sin una buena relación llevan a la rebelión. Pero las reglas con una buena relación llevan a la obediencia. Así que tienes que cultivar esa relación.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La batalla por la pureza ha ido cambiando a lo largo de los años. ¿Cómo puedes, en un mundo de redes sociales y fácil acceso al internet, cultivar un corazón puro en tus hijos o en los jóvenes que te rodean? Hoy Josh McDowell nos hablará acerca de esto. Él es autor de más de 100 libros, de los cuales varios fueron escritos para enseñarles a los adolescentes el valor de la pureza.
Antes de comenzar, te recomendamos que si …
Annamarie Sauter: ¿Cómo educas a los jóvenes en un mundo donde el acceso a la tentación es tan fácil? Con nosotras Josh McDowell.
Josh McDowell: Las reglas sin una buena relación llevan a la rebelión. Pero las reglas con una buena relación llevan a la obediencia. Así que tienes que cultivar esa relación.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La batalla por la pureza ha ido cambiando a lo largo de los años. ¿Cómo puedes, en un mundo de redes sociales y fácil acceso al internet, cultivar un corazón puro en tus hijos o en los jóvenes que te rodean? Hoy Josh McDowell nos hablará acerca de esto. Él es autor de más de 100 libros, de los cuales varios fueron escritos para enseñarles a los adolescentes el valor de la pureza.
Antes de comenzar, te recomendamos que si tienes niños pequeños a tu alrededor te asegures de ocupar su atención en otra cosa o te pongas audífonos. Aquí están Nancy DeMoss Wolgemuth y Josh McDowell en la serie titulada, Cultiva un corazón puro en tus hijos.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Hola Josh, bienvenido a Aviva Nuestros Corazones. Dentro de todos los libros que has escrito, sé que escribiste uno junto a Erin Davis, quien es muy conocida para nuestra audiencia. Ella es la directora de contenido para Revive Our Hearts y una de las anfitrionas de nuestro programa semanal llamado, Grounded. Cuéntanos acerca de este libro que tú y Erin escribieron.
Josh: Cómo me alegra que Erin haya dicho que sí a ese proyecto, porque ha hecho que el libro sea mejor y más efectivo. Creo que ahora más que nunca el tema de la sexualidad se ha convertido en algo muy dominante debido al internet. Hay mucha ignorancia y también temor de hablar sobre el tema.
Decidí escribir un libro acerca de la sexualidad que fuera verdaderamente franco y directo, tratando el tema con reverencia y basándome en principios bíblicos, pero también usando conceptos médicos modernos y demás, con el entendimiento que ahora tenemos acerca de nuestros cuerpos y cómo esto se aplica a la sexualidad.
El título del libro es «La verdad desnuda: 39 preguntas que tus padres esperan que nunca hagas acerca del sexo». Lo escribí para los padres, porque si ellos no están informados con un conocimiento saludable acerca del tema, entonces tendrán temor de hablar con sus hijos. El libro les ayuda a tener un mejor entendimiento y también valor para hablar con sus hijos acerca de la sexualidad. Y ayuda a los jóvenes a entender la sexualidad a la luz del internet, de las películas y de los videos a los que se exponen.
Nancy: Muy útil.También escribiste un libro con tu esposa titulado «Habla claro con tus hijos sobre el sexo». Todos estos libros están disponibles en español. Veo que es un tema que preocupa mucho.
Josh: Así es. Ese es mi libro número 137, y creo que es uno de los más significativos. La razón por la cual escribimos Habla claro con tus hijos sobre el sexo, es por la rapidez con la que se mueve el internet. Es algo asombroso. Por ejemplo: YouTube es solo uno de millones de sitios en la web, y en el 2011, ese sitio subió un promedio de 25 horas de videos cada minuto, y cada uno de estos busca influenciar a nuestros jóvenes. Al menos la mitad de estos videos promocionan principios que van en contra de todo lo que nosotros creemos acerca de Jesucristo y de la vida cristiana.
Hacia el final del 2011, estaban subiendo un promedio de 47 horas de video por minuto... Es decir, cada 60 segundos se subía a YouTube esa cantidad de horas de video. A principios del 2012, llegó hasta sesenta horas por minuto. Esto es más de 3,500 horas de video para sesenta minutos.
Nancy: ¿Qué implicaciones tiene esto para las familias?
Josh: Esto implica que para la mayoría de los niños, sus padres ya no son la principal fuente de información. No la obtienen en el colegio ni en la televisión, la obtienen de los blogs y las publicaciones y los videos que ven en el internet.
Nancy: Entonces cuando tú educaste a tus hijos, el tema era la televisión; había que tener cuidado de la influencia que esta tenía en la vida de los niños.
Josh: Y la televisión no es nada comparada con el internet. Por ejemplo, un niño, en promedio –y estoy hablando del promedio, Nancy– recibe treinta y cuatro gigabytes de información cada veinticuatro horas. Ahora bien, ¿qué representa esto?
Nancy: Sí. Dime qué significan esos números...
Josh: Esto es el equivalente a la data que tienes en unas 8,178 canciones; esto es lo que entra a la mente de un niño promedio cada veinticuatro horas.
Nancy: ¡Guau!
Josh: La mayoría de las cosas que encuentran allí van en contra de casi todo lo que les enseñamos a nuestros hijos. Pero, claro, ellos van a usar el internet. Pero el internet ha hecho de esto algo intrusivo y penetrante, y no solo estoy hablando de sexo sino de contenido pornografico. Nancy, la pornografía en el internet es el peligro número uno para la causa de Cristo… cinco veces más peligrosa que cualquier otra cosa en los últimos 2.000 años de historia. Esta pornografía invasiva del internet es el mayor peligro para los jóvenes, el mayor peligro para los matrimonios, el mayor peligro para la familia, el mayor peligro para los pastores, el mayor peligro para los líderes de jóvenes. Y la mayoría no se ha percatado de que es cinco veces más peligrosa que cualquier otra cosa que la iglesia haya enfrentado en la historia, y ahora mismo está destruyendo a los niños.
Por ejemplo, las finanzas han sido la causa número uno de muchos divorcios. Ahora, en este momento el 60% de los divorcios entre los cristianos evangélicos se debe a la pornografía. Existen más de cinco millones de sitios web pornográficos. Con mi teléfono celular y en menos de tres segundos, puedo tener acceso a 1.2 billones de páginas pornográficas con tan solo un click.
Nancy: Así que ahora está más accesible que nunca.
Josh: Es increíble. ¿Sabes cuántos correos electrónicos pornográficos van a circular hoy entre el 60% de los jóvenes? 2.5 billones. ¿Sabes cuántas películas pornográficas se descargan sin ser detectadas (aunque los padres tengan filtros), porque son enviados de persona a persona...? La mayoría de la gente no entiende cómo funciona esto, ¡pero los niños sí saben!
Nancy: Okay, espera un momento. Tú estás diciendo que los padres que están escuchando este programa y que dicen: «Pero nosotros tenemos un filtro en nuestro internet»... ¿los hijos de ellos pueden tener acceso a eso o pesar de los filtros?
Josh: Se puede hacer sin que pase por la mayoría de filtros porque es de persona a persona. No proviene de un sitio web. Ellos pueden descargar una pelicula pornografica completa en la computadora de sus padres sin que ellos lo detecten. ¿Sabes cuántas películas se descargan a diario? 1.5 billones de películas pornográficas. No son detectadas porque es de persona a persona—no a través de un sitio web. Es increíble.
Nancy: Pienso en niños y jóvenes en hogares cristianos, en grupos de jóvenes cristianos, en colegios cristianos, en familias que los educan en casa… ¿Sucede también allí?
Josh: Oh, por supuesto. Es una de las cosas en la historia donde vemos poca diferencia en las estadísticas entre no creyentes y creyentes; entre hogares no cristianos y hogares cristianos; entre colegios seculares y colegios cristianos.
Nancy: ¿Y qué es lo que está llevando a estos niños de hogares cristianos a ese tipo de cosas?
Josh: Bueno, primero que nada, del porcentaje que lucha con la pornografia, el 68% son jóvenes cristianos evangélicos fundamentales, nacidos de nuevo. Y de estos, el 91% nunca salió a buscarla. Ellos no estaban buscando esto. Los niños en realidad no están buscando pornografía inicialmente. La pornografía los está buscando a ellos.
Nancy: Entonces, ¿ellos solo tropiezan con esto?
Josh: Así es. Haciendo un trabajo, o una tarea—lo que sea. Y te voy a decir algo. Tu hijo va a ver pornografía. Es una realidad.
Nancy: Cuando dices, «tu hijo», ¿quieres decir que está sucediendo con los niños pequeños también?
Josh: Yo diría que desde los cuatro años en adelante un niño podría estar viendo pornografía. No puedes proteger a tu hijo de la pornografía. Ya sea que lo estés educando en casa y permanezca allí o donde sea. Tú no puedes evitar que tu hijo vea pornografía... punto.
Nancy: Bueno, algunos padres ahora pueden estar diciendo: «Okay, nosotros vamos a deshacernos del computador. ¡Ayúdennos!»
Josh: Eso es absurdo. Ellos dirían: «Entonces no vamos a tener computador en la casa», ¿y qué pasa con el computador del amigo de tu hijo? Además, ahora el 50% del acceso a la pornografía por internet es por medio de un aparato móvil—un teléfono inteligente. «Bueno, entonces mi hijo no va a tener un teléfono». ¿Y qué pasa con el teléfono del amigo? Ves, no se puede. Ellos serán expuestos a esto de una forma u otra.
Esto es lo que tienes que entender. Aquellos que tienen trece años o menos son lo que yo llamo «la generación digital». No sé cómo los llaman otras personas, pero esta es la primera generación que ha crecido aprendiendo todo desde una pantalla. Esto es lo que tienes que entender. No importa lo mucho que sepas de filtros y todo lo demás. Ellos son nativos. Nosotros somos extranjeros en estas cuestiones.
Nancy: Sí, es así.
Josh: Muchos, muchos niños pueden burlar los filtros a los seis, siete u ocho años de edad. Ellos saben cómo evadir los filtros. Pero aun si tienen un filtro, ¿qué pasa con el aparato del amigo? ¿Qué pasa con el celular del amigo? Antes sucedía en el patio durante el recreo –fuera un colegio cristiano o no. Alguien sacaba una página de una revista Playboy que el papá tenía en la casa o en alguna otra parte, y decían: «Oye, mira lo que tenemos. Mira esto». Ahora, es solamente hacer un click, y ya. Ahora todo está en video. De esta manera, el impacto es diez veces mayor.
Pero, esto es lo triste... de todos los jóvenes que ven pornografía en los Estados Unidos—y todos los jóvenes van a ver pornografía—el 80% han visto pornografía XXX, que es la peor. ¿Oíste eso, Nancy? El 80%. La gran mayoría de ellos no la estaba buscando. Hay que entender que es la pornografía la que los está buscando a ellos, y va a encontrar a nuestros hijos. Y la clave, Nancy, no es decir: «Bueno, yo voy a proteger a mi hijo. Yo voy a evitar eso». Eso no soluciona el problema.
Nancy: Creo que estás asustando a los padres que nos están escuchando ahora mismo.
Josh: Bueno, eso espero, por el bien de sus hijos. Mi hija, Katie, tiene dos niños, y hace nueve días, tuvo el tercero. Ella me envió un email que decía: «Papi, ahora entiendo lo que decías». Ella les ha estado hablando a sus amigas y a todos aquellos que tienen hijos pequeños que han sido expuestos a la pornografía...en colegios cristianos, en guarderías y demás.
Ella me dijo: «Papi, ahora me doy cuenta de que yo no puedo proteger a mis hijos por completo de la pornografía». Esa es la clave. «Yo necesito prepararlos para la primera vez que sean expuestos». ¿Ves? Esta es la mamá que va a vencer. Esta es la mamá que no va a perder a su hijo, porque ha descubierto la clave, y esta es una de las razones por las cuales escribí este libro. Y yo soy dogmático en esto.
Según las estadísticas, los niños se exponen a la pornografia por primera vez alrededor de los 9 años. Pero si alguien me preguntara, «de los últimos seis meses para acá, ¿cuál dirías que es la edad promedio entre las familias cristianas evangélicas, familias pastorales, etc?» Yo les diría: «Entre los cuatro y los seis años de edad».
Nancy: Así que cada vez inician más temprano.
Josh: Oh, sí, sí.
Nancy: ¿Entonces cómo los preparas para eso?
Josh: Desde la primera vez que ellos dan el primer click, tu necesitas haber establecido una relación tan increíble con tu hijo, que ellos no tengan ningún temor de acercarse a ti respecto a cualquier cosa. Es un ambiente seguro. Ningún tema debe ser tabú; nada debe quedar excluido—empezando aún desde los cuatro, cinco, seis, siete, ocho años de edad. Aquí hay un principio: Las reglas sin una buena relación llevan a la rebelión. Las reglas con una buena relación llevan a la obediencia. Así que tú tienes que cultivar esa relación.
En segundo lugar: Desde el primer momento en que ellos vean pornografía, ellos necesitan tener cierto entendimiento sobre la sexualidad, sobre sus propios cuerpos, etc. Por eso es que digo: «Empieza desde que nacen». Una mamá se acercó a mí (una de muchas mamás cristianas), y ella me había escuchado hablar sobre uno de mis libros «Habla claro con tus hijos sobre el sexo», y sobre el internet y la pornografía. Ella me dijo: «Tengo que decirle a mi esposo que tenga una charla de padre a hijo».
Yo le pregunté: «¿Cuántos años tiene tu hijo?»
Ella dijo: «Doce».
Yo estaba ahí sentado pensando: «Oh, señora, eso no funciona. Los hijos no siempre recuerdan esas charlas.
Nancy: Te refieres a que es más importante un estilo de vida y que haya esa relación, ese sentido de comunidad.
Josh: Así es. Ves, no se trata de la conversación. Para entonces, para cuando des la charla, será demasiado tarde. Si tus hijos pueden recordar la primera vez que les hablaste de sexo, ya es demasiado tarde. Ellos no deberían recordar la primera vez, porque ellos deberían estar tan pequeños, que no pueden recordar cuando fue.
Nancy: Entonces, descríbenos cómo debe ser.
Josh: Bueno, es de esta manera. No se trata de una conversación, son pequeñas conversaciones—conversaciones cortas desde que están muy pequeños acerca de la belleza de su cuerpo, y cosas asi. Les hablas sobre el tema quizás en uno o dos minutos, hasta que tengan unos nueve, diez u once años de edad. Porque hasta esa edad el sexo no es un problema.
Algunas mamás dicen: «Por eso es que yo no les hablo a mi hijos de eso, ellos se van a poner a pensar en eso y lo van a hacer». No, no, no, si tú no les hablas sobre eso, lo van a escuchar por el internet. Tú debes hablarles sobre eso. No puedes actuar sorprendida. No puedes reírte. No puedes. Debes lidiar con la situación sin importar lo que diga tu hijo. Después te puedes reír cuando estés sola. Yo creo que como padres, debemos ser muy sensibles para intervenir y responder aunque sea brevemente a esa curiosidad.
Y la razón es esta: la forma como tú respondas a la curiosidad del niño, desde que nace hasta los doce o trece años de edad, va a determinar cómo es que ellos van a vivir su sexualidad entre los trece y los veinte años. ¿Cuántos padres pierden la oportunidad de satisfacer esa curiosidad en sus hijos? Esto me parte el corazón. Esta es una gran oportunidad de tocar el tema y explicarlo desde la perspectiva de Dios. Pero solo tienes un minuto, un minuto y medio máximo, y luego, de ahí en adelante sigues hablándole cada vez que haya una oportunidad. Así es como nosotros nos acercamos a nuestros hijos. Debes empezar cuando están pequeños.
Nancy: Así que no queremos que ellos piensen que el sexo es algo vergonzoso o sucio.
Josh: Exacto, porque no lo es. No hay un solo versículo en la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, que diga que el sexo es sucio. Ni uno. No hay ni un solo verso en la Biblia que diga que el sexo es pecaminoso. Y aún asi, cuando les hablo a las personas acerca de esto, muchos dicen que la Biblia enseña que el sexo es pecaminoso, que Dios enseña eso. Yo les digo a los pastores: «Muéstrenme un versículo en la Biblia donde diga que el sexo es pecaminoso». No pueden. No hay ninguno.
En una ocasión estaba dando una charla a 500 padres de familia sobre el libro «Habla claro con tus hijos sobre el sexo». En la primera sesión hice la aclaracion de que no hay un solo versículo en la Biblia que diga que el sexo es pecaminoso. Un poco antes del receso, una mujer que estaba en la parte de atrás saltó de su silla y pasó al frente de manera abrupta. Llegó hasta la tercera fila, y me gritó frente a las 500 personas que estaban allí: «Usted me repugna». Ella se acercó y me tiró una hoja de papel sobre la mesa que uso para colocar mis cosas, y me dijo: «Esto es lo que Dios dice acerca del sexo». Y salió enfurecida de la iglesia.
Todos quedaron aterrados. Yo pensé, «debo resolver esto antes del receso». Así que les dije: «Antes de que tomen el receso, permítanme leerles este papel».
El grupo dijo: «¿¡Qué!?»
Yo sabía exactamente, letra por letra, lo que decía en esa hoja de papel. Sabes, he recibido probablemente 100 hojas de papel como esa—por lo menos 50 son de pastores—que han salido de la iglesia enfadados.
Así que volteé el papel para leerlo. En la parte de arriba decía: «Usted debería estar avergonzado de usted mismo». En letras grandes y negras decía: «Esto es lo que la Biblia dice acerca de sexo». Ella había escrito unos diez versículos bíblicos y ninguno de ellos tenía nada que ver con el sexo. En cincuenta y un años; ni un solo pastor, ni una madre cristiana, ni un padre cristiano—de los cientos de versículos que me han mostrado— ni un solo versículo ha tenido algo que ver con lo que la Biblia dice acerca de sexo.
Tú dirás, «eso es imposible».
No... sucede todo el tiempo. ¿Sabes qué sucedió?
Todos los textos que ella había escrito (al igual que los que me han mencionado otras personas) no tienen nada que ver con el tema. No tienen nada que ver con la razón por la cual Dios creó el sexo. Todos los pasajes tenían que ver con el mal uso del sexo. Lo que hemos hecho durante años—las madres, los padres, los predicadores y otras personas— es que hemos tomado lo que la Biblia dice acerca del mal uso del sexo y lo aplicamos al sexo. Nunca nadie ha escrito un verso del Cantar de Los Cantares. Ni en una sola ocasión. Nadie ha escrito un verso de Proverbios 5. Jamás un pastor o madre cristiana ha escrito algún verso de la Biblia que sí hable de sexo.
Nancy: Yo creo que muchos padres ven lo que está sucediendo con el mal uso y la perversión del sexo, y ellos no quieren que sus hijos experimenten eso. Ellos no quieren que sus hijos prueben del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Josh: Pero Nancy, la mejor manera de tratar con esto no es tratando con lo negativo, sino con lo positivo. ¿Qué dice Dios acerca del sexo? ¿Qué dice Dios acerca de tu cuerpo? ¿Quién creó tu cuerpo? Si ellos no ven esto dentro de ese contexto, vas a fracasar en el intento.
Te voy a decir por qué. Cuando yo escribí este libro, mandé un camarógrafo a los hogares de mis cuatro hijos para que los entrevistara acerca de cómo fue su experiencia cuando les hablé sobre sexo. Por ejemplo, a cada uno le preguntaron: «¿Cuándo fue la primera vez que tu papá te habló de sexo?» Cada uno de ellos respondió: «No sé, nosotros siempre hablamos de eso. Era parte de nuestra conversación familiar».
En segundo lugar, ellos le preguntaron a cada uno de mis hijos: «¿Cuál fue tu mayor motivación para esperar hasta el matrimonio?» Cada uno de ellos dijo: «Porque yo siempre quise lo que mi padre tenía con mi madre, y valió la pena esperar». ¿Ves? Ellos vieron que se trataba de algo bello. Ellos vieron que Dios había creado esto.
Luego Nancy, cuando has establecido eso, entonces dices: «Pero mira, esto puede ser distorsionado. Esto es lo Dios quiere decir cuando dice: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”». Esto no es sobre sexo, es sobre el mal uso del sexo. Ese es el fundamento que creen mis hijos, y les explico esto último a la luz de la verdad de las Escrituras.
Así que debemos empezar con lo positivo, y entonces tendrás el fundamento para demostrar cómo es que se distorsiona o corrompe por medio de la promiscuidad sexual, la pornografía y demás. Si no haces esto, no vas a construir una base con la cual tu hijo pueda decir, «no». Y por eso es que escribí este libro.
Nancy: ¿Crees que muchos padres están educando con temor?
Josh: Creo que sí. Están educando con temor porque sus padres los educaron a ellos con temor—por la televisión o lo que fuera. En Habla claro con tus hijos acerca del sexo, hablo acerca de veintisiete principios. Con respecto a la mayoría de estos principios; algunos padres seguro pensarán: «¡Whoa! Eso no puede ser cierto». Pero después de leer una página y media o dos dirán: «Ah, yo nunca pensé que esto fuera tan importante. Quiero cambiar mi actitud para educar a mis hijos». Y debemos hacerlo. No podemos educar a nuestros hijos como nuestros padres nos educaron a nosotros—no a la luz del internet. No podemos hacerlo así.
Tenemos que empezar desde que son muy pequeños, lo cual es triste, pero así es. Yo empecé con mis hijos desde que nacieron. Les decía cosas como: «Dios creó ese pequeño y maravilloso cuerpo que tienes». Y así, construyendo conceptos hermosos y positivos, sobre sus cuerpos. Porque si ellos te oyen hablar acerca de que Dios los creó, empezarán a creer que Dios los creó, y que son algo maravilloso y que vale la pena valorar sus cuerpos. Pero si ellos no saben cuán hermosos son y quién los creó, saben poco acerca de la sexualidad, entonces ¿dónde está la motivación para esperar, y decir «no» y vivir una vida pura? No la hay. No la hay.
Nancy: Creo que hay algo muy importante y que mencionas en tu libro, y es la importancia de las relaciones—el contexto de las relaciones. ¿De qué forma están los padres cristianos errando en cuanto a este concepto de relacionarse con sus hijos? ¿Cómo podrías ayudarlos a establecer una relación saludable?
Josh: Gracias a Dios no todos son así, pero muy a menudo sus relaciones están basadas en el legalismo.
Nancy: ¿Qué quieres decir con eso?
Josh: Yo trato de educar a partir del carácter de Dios.
«¿Papi, por qué no puedo hacer eso?»
«Bueno, porque la Biblia aquí nos explica que Dios es verdad. Y porque Dios es verdad, mis hijos, todo lo que es contrario a Su naturaleza está mal. ¿Por qué? Porque es contrario a la persona, al carácter y a la naturaleza de Dios».
Ves…Yo quiero educar a mis hijos con una relación con su Creador, no con un libro. Mira, el libro no es nuestra guía, nuestro guía es Dios. ¿Cómo sé esto? Bueno, Él nos guía a través de Su Palabra. ¿Cómo sé que Dios es amor? Por la Escritura. Ahora, yo no quiero que mis hijos adoren la Escritura, yo quiero que adoren a Dios. Podrías decir: «Ah, pero debes poner la Escritura en muy alta estima». Muchos cristianos adoran la Escritura, pero no debe ser así. Debemos adorar a Dios.
Jesús les dijo a los herejes religiosos que estaban diciendo que ellos eran mejores que los gentiles y todo lo demás... Jesús les dijo: «Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna». Como muchos cristianos que hoy dicen: «La Biblia es vida». Los líderes religiosos dijeron: «Seguro». Jesús dijo: «Ustedes tienen vida en Mí».
Entonces, la fuente de vida es Dios mismo. Y, ¿cómo sabemos eso? Estudiando la Escritura. ¿Cómo aprendemos a adorar a Dios? Estudiando la Escritura. Pero no adoramos la Escritura; adoramos al Dios de la Escritura. Yo eduqué a mis hijos de esta manera. Oh Nancy, qué gran motivación. Ellos no están respondiendo por legalismo, están respondiendo porque tienen una relación. Entonces así es mucho más fácil enseñarles a los hijos a amar la Palabra de Dios, a caminar con Cristo y todo lo demás.
Si les preguntas a mis hijos cuál es su mayor motivación, te dirán que no es la Escritura. Es la persona, el carácter, y la naturaleza de Dios. Y ¿cómo conocemos estas cosas? Estudiando la Escritura. Esta es como un mapa. Tú no adoras el mapa, el mapa no es la meta. Tú quieres llegar al destino que te indica el mapa. Bueno, igual ocurre con la Biblia. La Biblia es nuestra guía para conocer a Dios.
Annamarie: Josh McDowell ha estado hablando con Nancy DeMoss Wolgemuth acerca de los desafíos y las oportunidades que hoy enfrentan los padres, maestros y pastores. Josh ha escrito sobre esto en algunos de sus libros. Entre estos están disponibles en español:
- Libro «Las Tres Caras del Amor: Respuestas Francas y Directas en Cuanto al Plan de Dios Para el Amor y la Sexualidad», por Josh McDowell
- Libro «La verdad desnuda: 39 preguntas que tus padres esperan que nunca hagas acerca del sexo», por Josh McDowell
- Libro «Habla claro con tus hijos sobre el sexo», por Josh McDowell
Las consecuencias del pecado pueden ser desastrosas, pero tomar decisiones correctas te traerá verdadero gozo. También es importante que recuerdes que Dios puede redimir tus mayores tropiezos de modo que seas un canal de bendición para tus hijos y para los que te rodean.
Mañana, Josh McDowell continuará mostrándote cómo desarrollar relaciones significativas con tus hijos o jóvenes a tu alrededor—la clase de relación que es necesaria para poder hablar sobre la tentación y la pureza con ellos. Te esperamos para este próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Invitándote a vivir una vida contracultural, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
La lectura para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Éxodo capítulos 19 al 21.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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Recursos del Episodio
Libro «Las Tres Caras del Amor: Respuestas Francas y Directas en Cuanto al Plan de Dios Para el Amor y la Sexualidad», por Josh McDowell
Libro «La verdad desnuda: 39 preguntas que tus padres esperan que nunca hagas acerca del sexo», por Josh McDowell
Libro «Habla claro con tus hijos sobre el sexo», por Josh McDowell
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