Cuando las madres interceden
Carmen Espaillat: Aquello en lo que crees es más importante de lo que piensas.
Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Lo que tú crees acerca de Dios, determina si podrás vencer tus batallas contra el pecado. Determina si estarás dispuesta a estar firme por Dios, no solo cuando seas tentada, sino también cuando estar a favor de Dios, implique tomar riesgos dentro de la cultura.
Carmen: Hoy continuaremos escuchando la asombrosa historia de la gracia de Dios en la vida de una mujer, una prostituta. Nos encontramos en el tercer día de una serie titulada, «Rahab y el hilo de la redención».
Aquí está Nancy,
Nancy: Estamos estudiando la vida de una mujer santa del Antiguo Testamento que no comenzó siendo de esa manera. ¿Quién de nosotras empezó siendo santa? Nacemos siendo pecadoras y solo …
Carmen Espaillat: Aquello en lo que crees es más importante de lo que piensas.
Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Lo que tú crees acerca de Dios, determina si podrás vencer tus batallas contra el pecado. Determina si estarás dispuesta a estar firme por Dios, no solo cuando seas tentada, sino también cuando estar a favor de Dios, implique tomar riesgos dentro de la cultura.
Carmen: Hoy continuaremos escuchando la asombrosa historia de la gracia de Dios en la vida de una mujer, una prostituta. Nos encontramos en el tercer día de una serie titulada, «Rahab y el hilo de la redención».
Aquí está Nancy,
Nancy: Estamos estudiando la vida de una mujer santa del Antiguo Testamento que no comenzó siendo de esa manera. ¿Quién de nosotras empezó siendo santa? Nacemos siendo pecadoras y solo la gracia de Dios puede hacernos santas.
Solo pienso que es algo maravilloso que podamos ver la vida de Rahab, quien tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento, es referida como una prostituta, y cómo Dios por Su gracia, transformó la vida de esta mujer. Mientras continuamos con esta serie verán que es impresionante; Su gracia es asombrosa, la forma en que Dios la encontró, la escogió, puso fe en su corazón y la trajo a una comunidad de fe.
Estamos en medio de la historia, mientras esta se sigue desarrollando. Si tienen sus biblias estamos leyendo en Josué capítulo 2.
Recordarán a los dos espías que habían venido de Israel a esta tierra y que encontraron la casa de Rahab en las murallas de Jericó, y del rey que había escuchado acerca de unos espías que venían de Israel. El rey envío unos soldados a su casa pidiéndole que entregase a los espías. Ella despidió a los hombres del rey, y escondió a los dos espías en el techo debajo de un lino que se estaba secando allí arriba.
Ahora vamos a continuar en el versículo 8 de Josué capítulo 2. Quiero volver a leer el texto que expusimos anteriormente porque nos lleva a lo que vamos a tratar hoy.
Antes de que los hombres se acostaran, ella subió para decirles: «Yo sé que el Señor les ha dado la tierra, y el temor a ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes de la tierra tiemblan ante ustedes. Porque hemos escuchado como el Señor separó las aguas del Mar Rojo cuando salieron de Egipto».
Esto probablemente había sucedido cuando Rahab era aun una niña porque había sucedido 40 años antes; y sigue diciendo.
Y (hemos escuchado) lo que ustedes hicieron con los dos reyes amorreos que estaban mas allá del Jordán, a Sehon y a Og, los cuales dedicaron para destrucción. Y cuando escuchamos esto, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el Señor vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
Entonces ella hace esta increíble declaración, una declaración de fe. «Yo he escuchado y yo creo». «Yo no sé mucho, pero lo poco que conozco, creo que es verdad».
Entonces retomando el versículo 12, ella dice,
«Ahora pues, juradme por el Señor, ya que os he tratado con bondad…»
¿De qué forma había sido ella bondadosa con ellos? Ella los había tratado con bondad al no entregarlos a las autoridades, al esconderlos, al protegerlos y enviar lejos a aquellos que los estaban buscando.
Así como he sido bondadosa con ustedes (les salvé sus vidas; intercedí por ustedes), «...vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre, y dadme una promesa segura, que dejaréis vivir a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, con todos los suyos, y que libraréis nuestras vidas de la muerte.
Y los hombres le dijeron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no reveláis nuestro propósito; y sucederá que cuando el Señor nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad. Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana, porque su casa estaba en la muralla de la ciudad, y ella vivía en la muralla.» (vv. 12-15)
Ahora vamos a analizar ese último párrafo. Primero, déjenme decirles que por muchos años, los críticos bíblicos, aquellos que tratan de desmentir las Escrituras, afirmaban que no había evidencia de que la historia de Jericó realmente hubiera sucedido. Una de las razones era que ellos decían que no existían evidencias, hasta el 1907, de que en la muralla de la ciudad, en esta parte del mundo, hubiera casas construidas.
Dos arqueólogos alemanes excavaron porciones de la ciudad de Jericó y sus hallazgos confirmaron mucho de lo que el registo bíblico sostiene al día de hoy. Ellos confirmaron que esta era una ciudad fuertemente fortificada. Aprendimos de estos dos arqueólogos y algunos otros desde entonces, que Jericó fue construida en una montaña, llamada Tel en términos arqueológicos.
La ciudad de Jericó estaba rodeada de un gran terraplén, en una empinada colina. En la base de este terraplén había una muralla de piedra que era de doce a quince pies de altura en la base de la ciudad. Era un muro de contención. En el tope de este muro de contención había una pared de ladrillos de barro que tenia seis pies de ancho y de veinte a veintiséis pies de alto, encima de la muralla de contención que tenía también de doce a quince pies de altura.
Entonces en el tope del terraplén por encima de la muralla de contención y la pared de ladrillos de barro, había otra pared de ladrillos de barro que en su base tenía cerca de cuarenta y seis pies por encima de la base de la pared exterior del muro de contención. De manera que vemos aquí una ciudad construida con paredes dobles sobre este terraplén. Obviamente fue construida de esta forma para fortalecerla en contra de la entrada de intrusos.
Cuando estos arqueólogos alemanes hicieron sus excavaciones a principios de los 1900, encontraron estas paredes dobles y encontraron un pequeño segmento de la parte baja de la muralla de la ciudad que todavía estaba en pie. Todas las otras paredes se habían derrumbado, pero había un pequeño segmento en la parte norte de la ciudad que se mantenía en pie y que tenia paredes de hasta ocho pies de altura.
Había casas construidas sobre maderos que estaban esparcidas entre las dos paredes y estas casas fueron construidas contra la pared exterior y algunas de ellas estaban en pie todavía. Los arqueólogos encontraron esto durante estas excavaciones. Es posible que este sea el lugar exacto donde se encontraba la casa de Rahab.
Entonces en el versículo 16, Rahab les dijo a los hombres,
«Id a la región montañosa, no sea que los perseguidores os encuentren, y escondeos allá por tres días hasta que los perseguidores regresen. Entonces podéis seguir vuestro camino.»
Y vemos una mujer, que, aunque joven en la fe, Dios le da coraje, valor para levantarse sola, valor para ir en contra de la corriente de la cultura, para ir en contra de la corriente. Ella es una mujer contra cultura. Esto es lo que le hemos estado pidiendo a Dios que haga en nuestros corazones, en los corazones de las mujeres, a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones; que Dios nos llene de coraje para ir en contra de la corriente de nuestra cultura.
Fue algo de mucho coraje lo que ella hizo porque era una traición de su parte, esto de esconder a estos espías que representaban a Israel y que vendrían a conquistar Jericó. Se me ocurre que la única forma en que ella pudo tener el valor de ir en contra de la corriente de su cultura era por lo que les dijo a los espías: «Yo creo que su Dios es el Dios. Él es el Dios por encima de los cielos y debajo de la tierra». Como resultado de esa convicción ella estuvo dispuesta a arriesgar su vida por algo que ella conocía muy poco.
Hoy día conocemos tanto. Tenemos la Palabra completa de Dios. Tenemos historias y relatos de las formas de Dios y de Su obrar, cosas que Rahab ni siquiera soñó tener, cosas que ni siquiera han sucedido y sin embargo lo tenemos en las Escrituras.
Hay ocasiones en que tenemos que enfrentar la cultura y estar dispuestas a tomar riesgos para hacer lo correcto para defender a Dios y a Su pueblo, si realmente creemos que Dios es soberano sobre los cielos y la tierra, tal y como lo hizo Rahab. Esto nos dará el coraje para tomar estas difíciles decisiones por amor a Cristo y a Su reino.
Su valor se basaba en su visión de Dios. Quiero decirles, amigas, que su visión de Dios lo determina todo. Lo que ustedes crean acerca de Dios determina:
- Si podrán vencer en sus batallas contra el pecado
- Si estarán dispuestas a estar firmes por Dios, no solo cuando sean tentadas, sino también cuando levantarse por Dios implique tomar riesgos culturales.
Esta mujer, Rahab, sabe que Dios es soberano. Ella sabe que Dios le ha dado esta tierra a los israelitas. Ella sabe que está bajo una sentencia de muerte y está marcada para destrucción, así como todo el resto de las personas de Jericó. Ella dice: «Yo sé que Dios les ha puesto esta tierra en sus manos».
Ella sabe que ella merece morir. Hay algo en su consciencia que le dice esto. Ella sabe que la ciudad de Jericó será tomada y que ella merece morir, así como el resto de las personas que han vivido y vivirán alguna vez. La paga del pecado es muerte.
Yo creo que es por esto que la Escritura es clara al decirnos que ella era una mujer pecadora. Enfatiza una y otra vez que ella era una prostituta. ¿Cuál es el punto de decir esto? Dios quiere recordarnos que ella era una pecadora que merecía Su juicio.
Ya sea que el nombre o la palabra de prostituta se pueda aplicar a ti o no, el hecho es que todos hemos nacido pecadores bajo el juicio de Dios. Si Dios puede salvar a esta mujer y redimir su vida de la destrucción, ciertamente Él puede hacer esto con tu vida y la mía. Dios quiere usarla a ella como un ejemplo de Su increíble gracia.
Ella dice en el versículo 12: «Ahora pues, juradme por el Señor, ya que os he tratado con bondad, que vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre». Ella sabía que Jericó sería destruida. Ella sabía que el pueblo de Dios tomaría esta tierra. Ella sabía que ella merecía morir, así como todo el mundo en Jericó, pero ella estaba pidiendo misericordia.
¡No me des lo que merezco mas ten misericordia de mí! «Denme una señal segura de que ustedes salvarán la vida de mi padre y de mi madre, de mis hermanos, y todo lo que a ellos les pertenece, y librarán nuestras vidas de la muerte… ¡prométanmelo!»
¿Qué está haciendo ella? Ella está suplicando salvación de la ira que vendrá. Ella esta pidiendo que estos hombres que representan al Dios de Israel, le permitan vivir. Ella quiere encontrar salvación dentro de la comunidad judía del pacto.
Ella sabe que esto implicará dejar atrás a su pueblo. Ellos todos van a morir. Ellos están todos bajo juicio. Ella también está bajo juicio. Ella solo está pidiendo que la salven. Ella está pidiendo misericordia. Ella sabe que al pedir esto, ella será separada del pueblo en que ella creció toda su vida.
Ella tendrá que pasar a ser parte de la comunidad judía de pacto, y esto es lo que ella quiere. Ella sabe que esta es su única esperanza, echar su suerte con el Dios de Israel y el pueblo de este Dios.
Ellos son como un salvavidas para ella, un preservador de vida. Ella siente que el que estos hombres hayan venido a su casa es como si le estuvieran tirando una cuerda a un náufrago. Ella la toma. Ella sabe que aparte de este preservador de vida, ella no podrá vivir. De manera que ella ruega por misericordia. Ella pide porque que se le muestre bondad a su familia, así como ella ha mostrado bondad a estos dos hombres.
Esta palabra bondad o amabilidad es usada dos o tres veces en este pasaje. Se relaciona a la palabra hebrea hesed; se deletrea H-E-S-E-D. Esta es una palabra fabulosa en el hebreo. Es una palabra que es imposible traducir a otro idioma usando una sola palabra, es una de las palabras más ricas de toda la Escritura. Es una palabra que habla de lealtad, de amor firme. Amor fiel. Es el amor que está basado en una promesa o en un pacto.
Cuando hablamos del hesed de Dios, a veces se traduce como Su amor misericordioso. Esta palabra sola no transmite todos los significados. Habla de Dios como El que guarda el pacto, del amor fiel. El amor misericordioso de Dios, el hesed de Dios, este te encuentra cuando eres un pecador, te rescata y te redime, y te trae a Su comunidad de pacto y nunca, nunca te abandonará.
Ella está suplicando recibir este hesed, esta misericordia, este amor misericordioso. Ella les dice: «Yo les he tratado con bondad. Yo he hecho un pacto con ustedes de no entregarles. Yo voy a mantener este pacto. ¿Serían ustedes igual de bondadosos conmigo?»
En su comentario sobre este pasaje, Matthew Henry dice,
Aquellos que realmente creen en la revelación divina concerniente a la ruina de los pecadores y la concesión de la tierra santa al pueblo del Dios de Israel, serán diligentes en huir de la ira por venir y echar mano de la vida eterna al unirse a Dios y a Su pueblo.
Esto es exactamente lo que hizo esta mujer. Ella sabía que esta ira vendría y dijo, «mi única esperanza es unirme a Dios y a Su pueblo. Esto es lo que quiero hacer». Entonces ella pidió misericordia.
Ella estaba pensando en su propia vida. Ella quiere ser librada del juicio. Dios ha puesto fe en su corazón y le ha dado el coraje y la valentía de acercarse a Jehová Dios y pedirle ser salva de la destrucción.
Mas observa que ella no solo pide por ella. Así como ella pide ser librada del juicio, en la misma súplica ella se preocupa por su familia. Ella no sólo pide que ellos sean librados del juicio, sino también que sean salvos y preservados junto con ella. Ella quiere que su familia sea salva.
Ella tenía que darles esta noticia. Luego que estos hombres se fueran, tendría que buscar a sus familiares, decirles lo que había pasado y ¿quién sabe? ¿Tendría ella que rogarles para que vinieran a su casa en donde estarían a salvo? Nosotros no sabemos, pero hay un sentido de urgencia. Ella sabía que ellos estaban en peligro también. Ella sabía que esta era su única esperanza.
Una evidencia de la genuinidad de la fe de nuestros corazones, es que Dios nos dé preocupación por los demás, un deseo de que se conviertan también.
George Whitfield quien fue uno de los líderes del Primer Gran Avivamiento en los Estados Unidos, y un gran predicador, dijo,
Inmediatamente me convertí, yo quería ser el medio de conversión de todo el que yo había conocido. Había un grupo de hombres jóvenes con quienes había jugado cartas, con quienes había pecado y transgredido. Lo primero que hice fue ir a sus casas y ver qué podía hacer para su salvación. No podía descansar hasta que no tuviera el placer de ver a muchos de ellos venir ante el Salvador.
Esta es la descripción de alguien que se ha convertido genuinamente. Ellos están preocupados no solo por ellos mismos, sino también por su familia y por otros. Vemos el impacto que tiene Rahab en su familia. De alguna forma ella pudo transmitirles su fe al punto de que ellos, como veremos mientras se desarrolla la historia, vienen a la casa de ella para ser librados allí.
Charles Spurgeon, lo he citado varias veces en esta serie, tiene tres mensajes maravillosos sobre la vida de Rahab, que predicó durante el transcurso de su vida. Tres, hasta donde sabemos. En uno de estos mensajes él dice: «A menos que tengamos el deseo de que otros prueben los beneficios que hemos disfrutado, somos o monstruos inhumanos o hipócritas indignantes». Entonces él dice: «Pienso que la última es la más probable».
Cuando hemos probado los beneficios de la misericordia de Dios, y Su gracia, Su hesed, Su amor misericordioso, Su amor que guarda el pacto, ¿no quisiéramos nosotros que otros que están bajo la ira de Dios, como nosotros lo estábamos, que prueben y experimenten estos beneficios también?
Carmen: Nancy estará de regreso en un momento para concluir la enseñanza de hoy.
Me parece muy interesante el detalle arqueológico del que Nancy nos habló. Pero sobre todo, me asombra la valentía de Rahab para hacer algo que iba en contra de la corriente de su época; y cómo esta valentía era un resultado de su fe en Dios.
Aquel que había llevado a los israelitas a conquistar Jericó, era el mismo que estaba obrando en el corazón de Rahab la fe que la salvaría; que la libraría de la muerte, y la haría partícipe del hesed de Dios.
Recordemos las palabras de Rahab. Ella confesó con su boca: «Sé que el Señor… el Señor, vuestro Dios, Él es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.»
Si tienes preguntas sobre diversas pruebas o circunstancias en tu vida como mujer, te invitamos a visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com. Nuestro equipo de corresponsales bíblicas ha preparado un recurso que de seguro será útil para ti. Este contiene las preguntas más frecuentes sobre las diversas situaciones que atraviesan las mujeres en las diferentes etapas de la vida. Encuéntralo en AvivaNuestrosCorazones.com, en la sección de preguntas frecuentes.
Bien, aquí está Nancy de regreso con nosotras,
Nancy: Una señora se me acercó en la iglesia hace unas semanas. Dios ha hecho una gran obra de gracia en su corazón, ha redimido su vida de la destrucción y de algunas fuertes ataduras pecaminosas. Ahora ella está creciendo en su fe y está experimentando ese hesed, el amor misericordioso de Dios.
Ella se me acercó y me habló de una vecina, alguien que creo vive al lado de ella; una mujer que es muy religiosa, profundamente religiosa, pero no conoce a Cristo, no ha nacido de nuevo y no sabe que no tiene a Cristo.
Mi amiga dijo, «estoy tan cargada. Estoy orando por ella. Le he estado pidiendo a Dios que me muestre cómo puedo alcanzar a esta mujer? ¿Cómo puedo ayudarla a ver la verdad? ¿Qué tipo de estudio podemos hacer juntas? Ella está tomando clases, instrucción religiosa en su iglesia, pero está ciega. Ella no puede ver la verdad. ¿Cómo puedo enseñarle la verdad de la Palabra de Dios?» Este es el corazón de una Rahab que ha creído, que ha sido redimida, y ahora quiere que otros sean redimidos juntamente con ella.
Recibimos cartas y correos electrónicos de los oyentes de Aviva Nuestros Corazones; mamás que abren sus corazones y hablan acerca de la carga que tienen por sus hijos, por sus esposos, por sus padres, por sus amigos. Este es el corazón de un creyente redimido que quiere que otros vengan a la fe. Esta carga por tus hijos, esta carga por tu familia para que conozcan a Cristo, así como tú le has conocido, es una evidencia de que eres una hija de Dios.
¿Estás suplicando a Dios por las vidas espirituales, los corazones, el alma, la redención de los miembros de tu familia? Ahora bien, tú no puedes salvarles. Tú no puedes hacerles creer. Pero puedes clamar a Dios, así como lo hizo esta mujer con los espías, y pedir que por favor salve sus vidas también. ¿Quién está en tu círculo inmediato, miembros de tu familia, amigos cercanos que necesitan al Salvador? ¿Te has dado por vencida intercediendo por ellos?
Una mujer me dijo el otro día –me contó acerca de su hermana y su cuñado. El cuñado está muriendo de cáncer, y esta pareja ha estado por años, seria y ardientemente opuesta a Cristo, desde siempre y burlándose del evangelio. Ahora el esposo está muriendo.
Ella cuenta: «Yo solía orar fervientemente por ellos hasta que finalmente me di por vencida. Dije no hay forma. Ellos nunca van a creer. Entonces unos años después, Dios me dio convicción de orar por ellos otra vez, de rogar a Dios por su salvación». Hoy día, no hay evidencia de que sus corazones se hayan convertido, y él está muriendo. Pero ella dice, «estoy aferrada a Dios. Estoy intercediendo diariamente ante Dios, “por favor tráelos a la fe”».
Señor, no solo sálvame a mí. Salva a mi familia también. Muéstrales Tu hesed, Tu amor misericordioso a aquellos que amo.
Señor, mientras miro a mi alrededor, y veo los ojos llenos de lágrimas, sé que muchas de ellas están pensando ahora mismo en alguien que conocen y aman, que no tiene una relación con Jesucristo.
Señor, quiero unirme a ellas en su clamor a Ti y decirte, oh Señor, ¿tendrías Tú misericordia de estos seres que amamos? Podrías plantar semillas de fe y arrepentimiento en sus corazones? Que algún día ellos puedan decir que fueron las lágrimas, las oraciones de su mamá, de su hermana, de su amiga que los atrajo finalmente a tener fe en Jesucristo.
Gracias a Ti, Señor, por Tu increíble hesed, Tu amor misericordioso, Tu preservación del pacto y Tu amor fiel. Que no solo lo disfrutemos nosotros, sino que Tú también lo traigas a las vidas de aquellos que amamos. En el nombre de Jesús oramos, amén.
Carmen: Esta es Nancy DeMoss de Wolgemuth invitándote a vivir una vida contracultura.
Ciertamente hay poder en la oración. El Dios a quien le oramos tiene poder para hacer mucho más allá de lo que pedimos o entendemos.
Cuando Aviva Nuestros Corazones comenzó, Nancy se ocupó de involucrar a los oyentes en la necesidad de orar. Es por eso que hoy te queremos invitar a ti también.
En este ministerio tenemos personas que se han comprometido a orar por nosotros, y también comparten los recursos que tenemos en nuestra página web, AvivaNuestrosCorazones.com, con otras mujeres. Una de estas mujeres es Maggie de Michelén. Ella está aquí con nosotras para hablarnos un poco de la importancia de conocer a Dios, y para invitarte a unirte a nosotros en oración.
Maggie de Michelén: Aviva Nuestros Corazones ha crecido a través de los años y ha lanzado su ministerio a la mujer hispana.
La necesidad que tienen las mujeres por conocer a Dios como su creador, a Jesucristo como su Señor y Redentor, es enorme. Muchas mujeres buscan a tientas la satisfacción que solo se puede encontrar en Él.
Quiero animarlas a que nos acompañen en oración por este ministerio. Pidámosle a Dios que lleve este mensaje de avivamiento y de feminidad bíblica a los confines de la tierra y que sean muchos los corazones que puedan hallar libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Carmen: Maggie regresará para orar. Ella también es parte de aquellas que hacen posible este ministerio con su apoyo económico. Maggie y otras patrocinadoras están invirtiendo en la eternidad. Podemos ver los frutos de este apoyo cada día, al escuchar de mujeres que han sido grandemente bendecidas.
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Para concluir el programa de hoy, unámonos a la oración de Maggie. Clamemos juntas por un obrar de Dios en medio de nuestra generación.
Maggie de Michelén: Aviva, oh Señor la obra de Tus manos, en medio de estos tiempos hazla resplandecer. Mira que nuestros deseos son, que en todas las naciones y en cada corazón de cada mujer que oiga estos programas, Tu Nombre y Tu memoria sean exaltados. Satanás, cual león rugiente busca devorar a las mujeres, y si lo logra, dará un golpe mortal a la familia, a la sociedad y a la iglesia. Pero, ¡oh León de la tribu de Judá, Tú eres el que ha prevalecido y prevalecerá! En la cruz compraste todo lo que toda mujer necesita para vivir a plenitud esa feminidad que diseñaste para nosotras desde antes de la fundación del mundo. Haz que difundamos esas palabras de paz que Tú has hablado a tu pueblo para que no se vuelva a la locura. Esas palabras son vida, luz, verdad, libertad, sentido, salvación y propósito a quienes las escuchan y ponen por obra. Concédenos oídos dóciles, voluntad dispuesta y corazón tierno para que como Jesús podamos decir: «Así Padre, porque así agrada a Tu vista».
Danos buen sentido y sabiduría y que el conocimiento del Santo sea un conocimiento que sacie la sed de cada mujer sedienta, abra ríos en nuestras soledades, allane todas nuestras asperezas y haga florecer nuestros desiertos. Que en Latinoamérica se sepa que ha habido «visitación de lo Alto», y que a través de Aviva Nuestros Corazones, el mensaje de la cruz, hasta el regreso del Señor, sea proclamado a viva voz, y traiga frutos apacibles de justicia, para la honra y el honor de nuestro Creador y Salvador. Amén.
Carmen: Corriendo la carrera de la fe, juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
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