Cuando la iglesia vuelve a la vida
Annamarie Sauter: Nancy DeMoss de Wolgemuth nos da una idea de cómo puede lucir un avivamiento.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Cuando Dios se mueve entre Su pueblo a través de un verdadero avivamiento, suceden cosas de las cuales no podrías haber escrito un guión, no podrías haber planificado ni tampoco podrían suceder de otra manera.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nos encontramos en la serie titulada, «El Manifiesto de la Mujer Verdadera: Declaraciones, parte 2». Es una de las series que hemos transmitido este año acerca del manifiesto. Hoy Nancy nos ayudará a entender la importancia del avivamiento.
Nancy: Al llegar a la última declaración del Manifiesto de la Mujer Verdadera (hemos pasado muchos meses caminando a través de este manifiesto), esta afirmación nos desafía a tener nada menos que una visión del tamaño de Dios. …
Annamarie Sauter: Nancy DeMoss de Wolgemuth nos da una idea de cómo puede lucir un avivamiento.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Cuando Dios se mueve entre Su pueblo a través de un verdadero avivamiento, suceden cosas de las cuales no podrías haber escrito un guión, no podrías haber planificado ni tampoco podrían suceder de otra manera.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nos encontramos en la serie titulada, «El Manifiesto de la Mujer Verdadera: Declaraciones, parte 2». Es una de las series que hemos transmitido este año acerca del manifiesto. Hoy Nancy nos ayudará a entender la importancia del avivamiento.
Nancy: Al llegar a la última declaración del Manifiesto de la Mujer Verdadera (hemos pasado muchos meses caminando a través de este manifiesto), esta afirmación nos desafía a tener nada menos que una visión del tamaño de Dios. Aquí está lo que dice el manifiesto,
«Oremos (como mujeres verdaderas de Dios) por un movimiento de avivamiento y reforma entre el pueblo de Dios, que resultará en el avance del reino y del evangelio de Cristo entre todas las naciones».
Ahora, la mayoría de nosotras, la mayoría de nosotras en esta época, nunca hemos visto y mucho menos experimentado un verdadero avivamiento. Así que tenemos muy poca idea de lo que realmente es un avivamiento. Encuentro que muchas personas hoy en día –tal vez la mayoría– tienen ideas equivocadas o falsas acerca de lo que es el avivamiento. También estoy descubriendo que para muchas mujeres jóvenes, y hombres también, hay una desconexión cuando se trata de todo este concepto del avivamiento.
Como alguien me estaba compartiendo recientemente, alguien que realmente ama al Señor, me dijo: «Este concepto yo no lo entiendo. No me parece que intersecte o tenga que ver con la realidad». Y para muchos que nunca han probado o vivido un verdadero avivamiento, tienen un concepto pequeño del mismo y por lo tanto no tienen hambre de él.
Algunas de las historias de las que hoy voy a compartir breves porciones, fueron historias que atraparon mi corazón. Y yo clamaba: «Señor, por favor, hazlo otra vez. Sé que Tú puedes».
¡Ese es el corazón de este ministerio, de Aviva Nuestros Corazones! Creemos en Dios, no solo para avivar nuestros corazones de forma individual, sino que creemos que Dios puede moverse de una manera sobrenatural y colectivamente en los corazones de su pueblo a través de este país, de tu país y en todo el mundo, para acelerar, despertar, renovar y avivar nuestros corazones, por la fama de Su nombre y para que se pueda propagar esa fama a través de este mundo.
Ahora, yo tengo un corazón para el avivamiento. Este ministerio lo tiene también y no hay manera de capturar en 25 minutos la esencia del avivamiento. Ese es el desafío de esta serie sobre el Manifiesto de la Mujer Verdadera, teniendo estos grandes temas y dedicando una sola sesión para cada uno de ellos. Pero creo que al menos puedo abrirte el apetito y generarte interés en conocer más sobre esto. Vamos a tener algunos enlaces disponibles, algunos recursos, cosas que puedes leer, mensajes que puedes escuchar, que te ayudarán a crecer en tu anhelo por un avivamiento.
El término avivamiento en sí, se utiliza en una gran cantidad de maneras distintas. Estaba en la salón de belleza el otro día y vi este anuncio, y me permitieron tomarlo. Decía: «Aviva tu color en cuestión de minutos. . . pregúntale a tu estilista cómo». Ese es un uso de la palabra avivar.
Una amiga me dijo recientemente: «Antes de que te conociera, cuando pensaba en avivamiento pensaba en reuniones, como en los viejos tiempos, en carpas y en mucho emocionalismo». Ese es otro concepto que muchas personas tienen del avivamiento.
Permítanme darles algunas palabras o términos descriptivos para tratar de capturar un poco de lo que en realidad significa un verdadero avivamiento espiritual. Brian Edwards en su maravilloso libro sobre el avivamiento dice: «Avivamiento es un pueblo saturado con Dios». Gente saturada de Dios. Tú los aprietas y lo que sale es Dios. «Un derramamiento del Espíritu». Tal vez has oído ese término; «una visita divina».
Richard Owen Roberts es escritor, autor, predicador e historiador del avivamiento. Recuerdo hace años oírle definir avivamiento como, «un movimiento extraordinario del Espíritu de Dios en los corazones de su pueblo, que produce resultados extraordinarios».
El avivamiento es algo sobrenatural. No está en el reino de lo común. Muchas cosas buenas suceden en nuestras iglesias en el transcurso normal de las cosas. Pero una temporada de avivamiento es una temporada en la que Dios está haciendo una obra extraordinaria en los corazones de su pueblo, que produce resultados extraordinarios que no se pueden explicar fuera de Dios. No son el resultado del esfuerzo humano.
Podemos llenar hoy un estadio para una conferencia. Eso no quiere decir que hayamos tenido un avivamiento. Eso es algo que la promoción humana y la mercadotecnia y la publicidad pueden hacer.
Pero cuando Dios entra y captura, atrapa los corazones de la gente en ese estadio o en esa pequeña iglesia, dondequiera que sea, y donde están llenos de Dios, saturados de Dios, hay resultados extraordinarios, algunos de los cuales vamos a hablar en un unos minutos. A eso podemos llamar un avivamiento.
Un autor ha dicho simplemente: «El avivamiento es Dios». Es Dios obrando. Es Dios derramando su Espíritu, y Dios haciendo lo que solo Dios puede hacer entre su pueblo. La misma palabra avivar significa «traer de vuelta a la vida». Asume que se ha producido una decadencia en la vida espiritual del pueblo de Dios.
Recibí una carta no hace mucho tiempo, de un grupo de mujeres que estaba expresando su preocupación por la condición espiritual de muchos creyentes en su ciudad, y esta ciudad está en el centro de lo que se conoce como el cinturón de la Biblia en los Estados Unidos. Así es como estas personas lo describieron. Ellas dijeron:
«Hay una iglesia en casi cada esquina. Casi todo el mundo va a la iglesia y dirían que son salvos, pero siguen viviendo como el mundo. La gente tiene un falso sentido de seguridad de que está siguiendo a Dios porque va a la iglesia. Creen en un evangelio "social," en lugar del "verdadero" evangelio de renunciar a su vida, de morir a uno mismo, de tomar su cruz y seguir a Jesús de todo corazón.
Es raro encontrar un predicador que enseñe del arrepentimiento para perdón de pecados o que le recuerde a la gente de las advertencias de Dios y de los juicios por el pecado. La gente está acostumbrada a los mensajes que los hacen “sentirse bien" que les dan seguridad en su pecado en lugar de enseñar que no se puede amar a Dios y al mundo. No hay temor de Dios. La mayoría está espiritualmente dormida, inconscientes de su verdadera condición espiritual. ¡Necesitamos un GRAN DESPERTAR!»
Aquí tengo un correo que recibí de una nueva creyente que vive en otro país, que no conoce a ningún otro cristiano en su país. Ella voló a los Estados Unidos para asistir a una conferencia de Aviva Nuestros Corazones. Aquí está lo que ella dijo. Ahora bien, esto es realmente honesto de su parte y puede molestarnos un poco, pero tenemos que escucharlo. Ella escribió:
«Comprendo que esto viene desde la perspectiva de una de esas "recién nacidas fastidiosas" (ya saben, mucho entusiasmo y ningún conocimiento). Pero una de las cosas por las cuales deseaba ir a la conferencia era para conocer a otras creyentes. Al interactuar y relacionarme con algunas y observarlas, yo estaba tan desanimada y decepcionada al ver que el evangelio o incluso el privilegio de la oración es en realidad un poco aburrido para ellas. No para todas, pero para muchas sí.
Quizás es debido a la gran variedad espiritual que disfrutan en los Estados Unidos –iglesias, convenciones, blogs, retiros, radio las 24 horas, un sinnúmero de recursos, libros, libertad relativa, etc. Tal vez cuando uno constantemente se alimenta de la gran variedad, la comida se vuelve insípida. No sé, pero si así es como la madurez espiritual luce (y esto lo dice esta nueva creyente), yo no la quiero. Dudo que la fe de ellos sea muy contagiosa. ¿Quién será realmente atraído a un Dios tan aburrido?»
Dije: «¡Auch!» a mí misma cuando leí esto. Pero creo que es verdad. Es verdaderamente cierto en muchos casos. Necesitamos un avivamiento. ¿Estás de acuerdo? Necesitamos que Dios nos avive, que vivifique nuestros corazones, que nos restaure al primer amor, vida nueva, un movimiento del Espíritu de Dios que haga a Cristo real en nosotras y a través de nosotras a los demás.
Quiero tomar unos momentos para destacar algunas de las marcas distintivas del avivamiento genuino y les pido que se imaginen si algunas de estas cosas sucedieran en nuestros días. Alguien me dijo hace poco, cuando estábamos hablando de esta sesión, ¿podrías dar ejemplos más modernos? Queremos saber que Dios está haciendo este tipo de cosas hoy en día.
Y fue una buena pregunta, fue una buena sugerencia. El problema es que no es fácil encontrar ilustraciones modernas. Hay algunos otros países y otras partes del mundo en las que Dios se está moviendo en algunas maneras asombrosas. Pero muchas de las ilustraciones con las que estamos más familiarizados ocurrieron en épocas pasadas. Creo que eso fue lo que hizo que el autor del Salmo 85 dijera: «¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo se regocije en ti?» (v. 6). Señor, necesitamos avivamiento nuevamente.
Una de las marcas del avivamiento genuino y avivamientos en diferentes momentos de la historia, diferentes despertares aunque tienen diferentes características, hay algunas cosas que encontrarás que son siempre las mismas. Una de ellas es un extraordinario sentido, un sentido inequívoco de la presencia de Dios. Lo que los puritanos solían llamar la presencia manifiesta de Dios. Es muy difícil de definir, pero cuando está ahí tú lo reconoces, lo sabes.
Permítanme leerles un par de frases. Duncan Campbell fue un instrumento que Dios usó en el Avivamiento de Lewis, en la isla de Lewis frente a la costa de las Hébridas exteriores, en Escocia, a finales de la década de 1940. Él dijo,
«Tan tremendo ha sido el sentido de la percepción de Dios, que he conocido a hombres en los campos, tan conmovidos que estaban postrados en el suelo. (Un sentido de la presencia de Dios).
Debido a la abrumadora sensación de la presencia de Dios (durante ese avivamiento), las iglesias estaban llenas durante todo el día hasta toda la noche hasta las cinco y las seis de la mañana».
No podían hacer que la gente regresara a su casa. Ellos solo querían estar en la presencia de Dios.
Aquí está otra marca del avivamiento: una urgencia, una intensidad sobre los asuntos espirituales. Esto fluye de la presencia de Dios. Cuando Dios está ahí, de repente, la gente no puede trivializar los asuntos espirituales.
Estoy sorprendida por algunas de las conversaciones que tenemos antes, después y a veces durante los cultos en la iglesia, por no hablar de lo que está pasando en nuestras propias mentes. Trivialidades, banalidades, cosas que no tienen nada que ver con las cosas serias o eternas. En tiempos de avivamiento hay una urgencia, hay una intensidad de los asuntos espirituales.
Brian Edwards en su libro sobre el avivamiento dice:
«Durante el avivamiento, las mentes de las personas se concentran en las cosas eternas y hay una conciencia de que nada importa tanto como estar bien con Dios».
Imagínate eso en nuestros días.
Pero volviendo al avivamiento de Lewis en 1949, Duncan Campbell dijo,
«En cuestión de días todo el vecindario fue poderosamente despertado a las realidades eternas. Dejaron el trabajo a un lado, en gran parte porque las personas comenzaron a preocuparse por su propia salvación, o la salvación de sus vecinos y amigos. En hogares, graneros, establos, al lado de los costales de turba, al lado de las carretera, se podían encontrar hombres clamando a Dios».
Había una urgencia, había una intensidad. Ellos no podían esperar hasta llegar a la iglesia. En sus lugares de trabajo, en sus casas, junto a la carretera clamaban a Dios.
Así que cuando oramos por avivamiento, le estamos pidiendo a Dios que nos dé una mayor intensidad sobre la eternidad y las cosas que verdaderamente importan. En tiempos de avivamiento, aquí va otra marca distintiva, hay una intensa convicción de pecado en la presencia de un Dios Santo. He leído muchos, muchos, muchos relatos de personas intensamente llenas de convicción que se habían estado escondiendo; que habían estado corriendo de Dios. Habían estado llevando vidas de apariencia. Aun habían sido fraudulentos y habían estado fingiendo. Y en la época de avivamiento, todo eso había salido a la superficie y tuvieron que ser honestos con Dios. Tuvieron que confesar.
En el avivamiento de Shantung a principios de los 1900 en China, se decía que los predicadores no podían terminar sus sermones antes de que la gente comenzara a llorar en agonía a causa de sus pecados. Ahora, quizás puedes estar pensando, pero, «¿quién quiere eso?» Toda esta urgencia, la intensidad, la confesión, la convicción de pecado. Eso no suena como algo muy feliz. El problema de hoy en día es que la gente está tratando de ser feliz con sus juegos, su comida, su diversión, sus juguetes, sus amistades, sin haber nunca experimentado verdadera vida en Cristo.
Es como si estuvieran viviendo en un algodón de azúcar. No es sustancioso. No es real. No es profundo. Pero cuando Dios trae a la superficie las cosas que necesitan ser tratadas, cuando esos pecados son llevados a la luz, entonces puede haber libertad y alegría. ¿No es eso lo que el Salmo 85, versículo 6, dice? «¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo (¿qué?) se regocije en ti». Ahí es cuando viene el gozo. Primero la cruz y luego la resurrección.
En el avivamiento escocés de 1850, se dijo que:
«Fue tan grande la convicción de pecado que muchas empresas tuvieron que cerrar ¡para que la gente pudiera arreglar sus cuentas con Dios!»
Lo que quiero decir es que cuando Dios se mueve entre su pueblo en un verdadero avivamiento, ocurren cosas que no se pueden escribir en un guión, que no las podrías planificar y no podrían suceder de otra manera.
Algunas de ustedes están viviendo en una situación con un compañero, con una hija o un hijo pródigo, donde sabes que hay pecado no confesado. Ellos han hecho una profesión de fe, pero su vida dice lo contrario, y tú ya has orado al respecto. ¿Te imaginas si los que te rodean, aquellos que conoces y amas, vinieran bajo una intensa convicción y dijeran: «Tengo que estar bien con Dios cueste lo que cueste»?
Hace poco entrevisté a una pareja, en el despertar de un avivamiento en su región, Dios trajo convicción a este hombre. Él lo sabía pero tuvo que sacarlo a la luz. Y decidió ser honesto. Él había sido un fugitivo de la ley durante años y volvió de su casa en Illinois, a Canadá, de dónde era, se entregó a la ley y en última instancia fue a prisión por un número de años, por algo que nunca se hubiera descubierto si él no lo hubiera confesado. Sin embargo, dijo: «Prefiero estar bien con Dios y encarcelado, que estar fuera de esta prisión y permanecer en cautiverio en mi corazón».
Cuando entrevisté a este hombre, él tenía cáncer. Él para este tiempo ya está con el Señor. Pero qué hermoso y poderoso testimonio tuvo sobre ese punto de convicción cuando Dios dijo: «Tienes que hacer esto bien. No puedes seguir así». Los últimos años de su vida fueron tan plenos, tan ricos, tan bendecidos por la presencia de Dios en el avivamiento.
En un avivamiento, vemos:
- Reconciliación en las relaciones
- Limpieza de las conciencias
- Corrección y resarcimiento de los errores del pasado
Las personas que no se soportaban entre sí, que se habían lastimado, que habían levantado muros, barreras entre ellos, en tiempos de avivamiento esas barreras caen.
- Los matrimonios son restaurados
- Las relaciones entre padres e hijos restauradas
- La gente se humilla y va y busca el perdón
- Las personas que se confiesan no solo a Dios sino los unos a los otros (diciendo, «así es como he pecado contra ti…»)
Entonces fluye un nuevo amor entre el pueblo de Dios, porque hay un nuevo amor, hay un dulce primer amor por Jesús, y entonces el amor influye en sus relaciones con los demás.
En épocas de avivamiento la iglesia es:
- Motivada
- Se moviliza
- Está llena de poder para servir
- Para el evangelismo
- Para dar
- Llena de poder para las misiones
- Llena de poder para una reforma moral
Piensa por un momento acerca del evangelismo. Hoy podemos hablar de las noticias, el clima y de deportes con extraños, pero muchas de nosotras encontramos muy difícil tener el valor de hablar de Jesús. Imagínate si Dios desatara nuestras lenguas y tuviéramos libertad porque nuestros corazones están tan llenos que no podríamos dejar de hablar de Jesús, compartiendo lo que Él ha hecho.
El Segundo Gran Avivamiento desató el movimiento contra la esclavitud, la reforma penitenciaria, el movimiento por la templanza, leyes de trabajo infantil, las misiones dentro de la ciudad.
En el Avivamiento de Gales se dijo que en dos condados la tasa de natalidad ilegítima se redujo en un 44% como consecuencia del avivamiento. A los jueces se les dieron guantes blancos porque no hubo casos para resolver porque el crimen se detuvo por un período de tiempo.
Cosas impensables son las que Dios hace para glorificarse a sí mismo en un avivamiento. A raíz del avivamiento hay un despertar entre los perdidos porque que se sienten irresistiblemente atraídos a Cristo.
¿Y no crea esto un hambre, una sed, un anhelo en tu corazón como lo hace en el mío de ver a Dios hacerlo de nuevo?
Habacuc capítulo 3, solo los primeros tres primeros versículos: «Oración del profeta Habacuc. Oh Señor, he oído lo que se dice de ti y temí» (v. 1).
Otra traducción dice: «Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado» (v. 2, NVI). «En medio de los años (en nuestros días) dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión» (v. 2, LBLA).
El profeta ora para que Dios muestre Su poder y Su fuerza y Su perdón y Su misericordia y que Sus propósitos redentores se cumplan. Y luego dice: «Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán» (v. 3). Esa es una región al sur de Judá, donde Dios había realizado muchas maravillas cuando Él sacó a su pueblo de Egipto a la tierra prometida, el lugar donde se encuentra el Monte Sinaí, donde Dios visitó a su pueblo y se les reveló a ellos en impresionante majestad, poder y gloria.
Así que Habacuc está diciendo en su oración, «Dios vino a estos lugares». Creo que esas dos palabras, «Dios vino», son una gran descripción de dos palabras del avivamiento. Dios vino. Dios vino.
¿No te gustaría que se dijera eso en tu iglesia el próximo domingo? Dios vino. Dios estuvo ahí. ¿No te gustaría que fuera verdad en tu casa que alguien te visitara y dijera: «Dios está aquí. Dios ha visitado este lugar»?
Habacuc continúa diciendo: «Su esplendor cubre los cielos...» La gloria Shekinah de Dios, «...y de su alabanza está llena la tierra» (v. 3). Para eso vivimos.
Escucha, todo este asunto de ser mujeres verdaderas, no es para nosotras mismas. No es algo que simplemente inventamos. No se trata solo de poner normas, reglamentos y listas en las vidas de las personas. No se trata de eso en lo absoluto. Ni siquiera es solo sobre ser contraculturales. Se trata de la gloria de Dios y que la fama de Su nombre sea extendida por toda la tierra.
Habacuc dice en el capítulo 2, en el versículo 14: «Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar». ¿Es eso lo que quieres? Si eres hija de Dios, en algún lugar en tu corazón está el deseo de que la gloria de Dios sea vista, conocida, sentida y experimentada. Solo podemos apenas vislumbrar un poco lo que todo eso significa, cómo se ve o lo que podría significar en nuestros días, pero podemos orar.
Señor, en nuestros días en nuestro tiempo, aviva Tu obra. En nuestros días, hazla conocer. Ven Señor. Que cubra Tu esplendor los cielos y la tierra pueda estar llena de Tu alabanza.
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth nos ha estado mostrando cómo luce un avivamiento. Este programa es parte de varias series acerca del Manifiesto de la Mujer Verdadera. El último punto de este documento describe la importancia de un avivamiento.
Nancy profundiza mucho más en este tema a través de series como, «Visión para un avivamiento» y «En busca de Dios». Está última está dividida por semanas, de modo que la puedes escuchar por partes, a tu propio paso.
Encuentra los accesos a estas series en la transcripción de este programa, en AvivaNuestrosCorazones.com.
Como hijas de Dios estamos llamadas, no simplemente a sobrevivir, sino a disfrutar de libertad, plenitud y abundancia en Cristo. Para lograrlo necesitamos un fundamento estable, un ancla. Una esperanza firme para nuestras almas, que resista los embates de las cambiantes filosofías de este mundo y los engaños de nuestro propio corazón.
Es por eso que queremos invitarte a nuestra próxima Conferencia Mujer Verdadera, titulada, «Arraigadas». Únete a Nancy DeMoss Wolgemuth, Mary Kassian, Dannah Gresh, Dámaris Carbaugh y Sugel Michelén, para la Conferencia Mujer Verdadera 2020. Jonathan y Sarah Jerez estarán con nosotros en las alabanzas. Esta conferencia tendrá lugar en Monterrey, México, los días 13 y 14 de marzo.
Y mañana en la continuación de esta serie, conoce el poder de la oración, aún para transformar toda una nación. Te esperamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Diciendo: «Sí, Señor» juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
Me Rindo a Ti, Jonathan & Sarah Jerez ℗ 2016 Aviva Nuestros Corazones
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Disponible ahora por una donación
Recursos del Episodio
PDF «Manifiesto de la Mujer Verdadera»
Serie «Fundamentos del Manifiesto de la mujer verdadera»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 1»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 2»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 3»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Declaraciones parte 1»
Únete a la conversación