Criando hijos fuertes
Débora: ¿Estás lista para cualquier sufrimiento que pueda venir? Con nosotras, Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si no podemos manejar las circunstancias difíciles y limitadas que llegan a nuestras vidas, ¿cómo nos mantendremos fuertes cuando llegue la batalla real? Necesitamos amarrar nuestros corazones a la Palabra de Dios, a Su gracia. Necesitamos conocer la Palabra de Dios. Conocer a Dios y pedirle que desarrolle en nosotros esas disciplinas que nos van a preparar. Me asusta que si la iglesia tuviera una verdadera persecución hoy en día, tendríamos millones y millones de creyentes desviándose.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 23 de mayo de 2023.
El sufrimiento es inevitable. Nancy nos ha estado preparando para esto a través de la serie titulada Fidelidad y la corona de vida. En esta serie hemos visto a la iglesia …
Débora: ¿Estás lista para cualquier sufrimiento que pueda venir? Con nosotras, Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si no podemos manejar las circunstancias difíciles y limitadas que llegan a nuestras vidas, ¿cómo nos mantendremos fuertes cuando llegue la batalla real? Necesitamos amarrar nuestros corazones a la Palabra de Dios, a Su gracia. Necesitamos conocer la Palabra de Dios. Conocer a Dios y pedirle que desarrolle en nosotros esas disciplinas que nos van a preparar. Me asusta que si la iglesia tuviera una verdadera persecución hoy en día, tendríamos millones y millones de creyentes desviándose.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 23 de mayo de 2023.
El sufrimiento es inevitable. Nancy nos ha estado preparando para esto a través de la serie titulada Fidelidad y la corona de vida. En esta serie hemos visto a la iglesia ser perseguida en Esmirna y el mensaje de Jesús entregado a ellos en los primeros capítulos del libro de Apocalipsis.
Ayer, nuestras amigas Kim Wagner y Holly Elliff meditaron en esta enseñanza, mostrando cómo aplica esto a nuestras vidas hoy. Aquí te compartimos un breve repaso de su conversación hasta ahora.
Holly: Algunas familias en las festividades navideñas escogen dejar de lado su propia celebración para ir a ministrar a los necesitados de su ciudad. Esa es una manera de ayudar a sus niños a entender que siempre hay personas a nuestro alrededor que están en circunstancias muy distintas a las nuestras. Y creo que es algo muy saludable para nuestros hijos y es un equilibrio para nuestra vida normal en América.
Kim: Podrían surgir preguntas en la mente de nuestros niños o quizás en las nuestras de que si Dios es tan bueno, ¿por qué Él está permitiendo que todo esto suceda? ¿Por qué permite que las personas puedan sufrir muertes tan brutales? Y creo que necesitamos estar preparados para dar una respuesta a eso, para resaltar y enseñarles a nuestros hijos, sobre la oportunidad y el privilegio que es dado cuando uno abraza el costo total del discipulado, de renunciar a nuestras vidas.
Cuando escuchas las declaraciones de los mártires te das cuenta de que ellos no estaban quejándose contra Dios.
Nancy: Y eso es algo increíble para mí.
Kim: Sí, tú ves que ellos no decían que Dios era injusto o que no era equitativo porque ellos sufrían, su corazón se volvió más dulce, en cambio, su amor hacia Dios se volvió mucho más profundo.
Nancy: E increíblemente había gozo.
Kim: Sí, sí, había gozo.
Holly: Y creo que eso es lo que queremos que nuestros hijos reconozcan, que yo quiero reconocer, y es que su perspectiva de la vida era eterna. Entendieron que el momento que estaban atravesando era breve y la eternidad larga.
Nancy: Si no tengo la audacia y el coraje de testificar de Cristo en mi país, donde al menos tenemos la libertad legal para hacerlo, si dejo que la pereza o el temor a lo que la gente pueda pensar me impida hablar de Cristo, cualquier cosa que me haga actuar así, entonces en una situación donde los riesgos sean mayores, ¿tendré la audacia y la fe en ese caso? Así que tenemos que estar cultivando ahora nuestra fidelidad al dar testimonio de Cristo, ser testigos de Cristo.
Kim: Es muy bueno para nosotras mantenernos constantemente regresando a algo que dices frecuentemente, Nancy, ver la mano de la providencia de Dios e incluso Su tierna misericordia en los momentos de mayor sufrimiento.
Holly: Y no es que ese lugar profundo no sea duro ni apretado ni consumidor, sino que Dios está produciendo en nosotras, como dice Pablo, algo que es eterno, algo que le trae gloria a Dios, si podemos entender que hay propósito en ello.
Kim: Pedro cuando estaba escribiendo su carta a los cristianos del primer siglo, que sabía que estaban enfrentando el martirio…es como que uno quisiera que alguien lo acompañe y que le diga yo sé que es muy difícil. Tú quieres a alguien acompañándote y dándote palmadas en la espalda y que te diga, «oh es tan difícil no sé cómo lo haces».
Pero Pedro nos dijo: «Amados no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo». Hablamos de atravesar una prueba de fuego y quizás solo sea un neumático vacío o un mal día por el que estés pasando.
Cuando él les hablaba a ellos de pruebas de fuego, le hablaba a gente que había sido testigo de cómo Nerón había colocado a los cristianos en estacas, cómo los había cubierto con alquitrán y los había puesto al fuego para usarlos como luces en sus fiestas.
Las pruebas de fuego de las que él está hablando, él dice que no las pensemos como alguna cosa extraña, son mucho más que cualquier cosa que yo haya podido jamás enfrentar, yo no he derramado aún sangre en la lucha contra el pecado, eso no quiere decir que no sea difícil, que no sea duro tomar decisiones correctas, pero cuando leemos cosas como esas, nos ayuda en verdad a tener una perspectiva de las cosas eternas…y del hecho de que lo que Dios pone en nuestras vidas es para nuestro bien, y que en última instancia Dios va a ser glorificado.
Débora: Ahora, continuemos con esta conversación.
Nancy: Una de las cargas de mi corazón es que de algún modo necesitamos equipar a esta generación que viene, para que no sean «cristianos débiles» con una teología débil.
La generación en que nosotros vivimos es una generación inclinada fuertemente ala comodidad, la conveniencia, la afluencia, el éxito, la seguridad.
Pero creo que Dios está levantando una generación más joven que debería estar dispuesta y lista para rendir y gastar sus vidas de muchas formas por el avance de Cristo y de Su evangelio. Pero hay algunos padres que quizás no están listos para esto.
Holly, sé que tienes un hijo, y algunas sobrinas y sobrinos que han tomado la decisión de servir al Señor en países difíciles. Como madre, como tía, al ver estas cosas, ¿cómo lo procesas y te preguntas: «estoy dispuesta a permitir que este hijo o esta hija, vaya a este lugar difícil y sirva al Señor»?
Holly Elliff: Bueno, en mi vida ha sido mucho más fácil. Yo le he dicho a mi esposo que yo podría recibir niños todo el día, sin embargo dejarlos ir es mucho más difícil para mí. Pero también sé que ellos no van a entender por ellos mismos aquellas verdades que yo hoy conozco, si no permito que Dios los guíe por los caminos por los cuales Él me enseñó a mí. Es como la ilustración de vivir en un garaje. Eso no te convierte en un carro. Tú solo naciste en un garaje.
Yo deseo que mis hijos entiendan la verdad de la Palabra de Dios, quién es Él y que Él es suficiente para nuestro peregrinar en la tierra. Yo puedo darles las bases, pero no puedo aplicarlas por ellos.
- A medida que ellos maduran deben aprender cómo acercarse a Dios
- Deben escucharlo
- Deben darse cuenta de que Él es suficiente cuando ellos caminan a través de la tempestad, justo como en la Biblia, que Él hará lo mismo en sus vidas y en sus circunstancias.
Nancy: Pero entonces, ¿cómo te sentiste cuando tu hijo se acercó y te dijo, «mamá, creo que el Señor me está llamando a servir en este país donde (no voy a mencionar el nombre), puede ser que tenga que pagar un precio muy alto por llamarme cristiano»?
Holly: Bueno Nancy, yo al principio como que solo lo ignoré y pensé: «Bueno, quizá se le va a pasar». Pero no se le pasó. Fue un llamado de Dios en su corazón.
Entonces mi responsabilidad ahora es hacer lo mismo que deseo que Él haga, pues quiero que obedezca al Señor a medida que Dios lo guía. Mi responsabilidad es obedecer al Señor al permitir que Él haga eso.
Eso significa que cuando el temor aparece o las preguntas de «¿qué pasaría si…?» Cuando esas preguntas aparecen, o aquellas incertidumbres que sé que llegarán a su vida, estoy llamada ahora a confiar en el Señor del mismo modo en que confié en Él, el día que él nació. Solo que ahora, es un poco más costoso para mí entregar esto en las manos de Dios, y darme cuenta de que esto es parte de su historia, es parte de aquello en lo que Dios desea que él se convierta.
Algún día, cuando tenga 50 años, espero que él pueda mirar hacia atrás y tener el mismo testimonio. «Dios me enseñó, me crió, me transformó, y ahora voy a darle el turno (como dijiste hace solo un minuto, Nancy) a la generación detrás de mí».
Él tiene un corazón para los jóvenes de ese país y estará trabajando con jóvenes de edades de secundaria y universidad. Su deseo es verlos volverse a Cristo, para que un día ellos estén de pie a su lado en el cielo, con el mismo testimonio de la bondad de Dios que él ha podido experimentar.
Nancy: Porque no hay cristianismo si no hay cruz. No hay evangelio si no hay cruz. No hay vida si no hay muerte.
De algún modo hemos desarrollado esta mentalidad acerca de un cristianismo que es débil, pasivo, como un juego, una conveniencia, un entretenimiento. Definitivamente en el cristianismo hay gozo, pero también hay dificultades. Hay un aspecto del cristianismo que es doloroso y duro, pues el pecado requiere muerte.
A través de Su muerte en la cruz, Cristo venció al enemigo y al pecado, y la maldición del pecador, pero Él tuvo que ir a la cruz. Él tuvo que sacrificar su vida antes de que pudiéramos ver su esplendor, la maravilla y la gloria de la resurrección y de la nueva vida.
Aun así, nosotros deseamos este cristianismo vibrante, sin dolor, sin meternos en los asuntos difíciles. Pero sin embargo Dios nos dice: «No», si el evangelio va a ser esparcido, si Dios va a ser santificado, y si después seré un instrumento de redención en la vida de otros, yo debo estar dispuesta a tomar mi cruz y a seguir a Jesús.
Holly: La belleza de la vida cristiana es que jamás termina en la cruz. Sí, hay una cruz, pero la Escritura dice que Jesús soportó la cruz por el gozo puesto delante de Él (ver Heb. 12:2). Él sabía lo que vendría del otro lado.
De nuevo, volvemos a enfocarnos en el aspecto de que esta vida es temporal, y aquella vida es eterna. Jesús entendió eso, y como creyentes nosotras debemos crecer en ese conocimiento también.
Nancy: Estoy pensando Holly, en Filipenses capítulo 1. Pablo tenía un corazón de pastor hacia estas personas; él deseaba verlos continuar y crecer y dar frutos en su fe, pero en el asunto del sufrimiento invariablemente entra en juego todo este tema de la cruz.
Él dice, cuando yo vuelva, deseo saber que ustedes siguen perseverando firmes, que ustedes están progresando en la fe. Pero después les dice:
«Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio» (v. 27).
Después dice: «porque a vosotros os es concedido», la palabra concedido es «dotado», es un privilegio, es un llamado. Él les dice:
«A vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él» (v. 29). Ahora, es más sencillo pensar que podemos creer en Cristo. Eso es un regalo de Dios, es un privilegio, una oportunidad. Se nos ha concedido la posibilidad de creer en Cristo.
Pero Pablo tenía una perspectiva que decía que cuando Dios nos llama a tribulación, pobreza o adversidad, o a ser calumniadas por la causa de Cristo, o a ser mal interpretadas o abusadas por nuestra fe –no por nuestra necedad ni por representar mal a Cristo...
Kim Wagner: No, porque Pedro nos advierte sobre eso. No permitas que tu sufrimiento sea por lo que tú mereces (ver 1 Ped. 2:19-20).
Nancy: Sino que cuando sufres por hacer el bien…
Kim: Cuando pierdes tu empleo por tomar una decisión correcta…
Nancy: Pablo dice que es un regalo. Esto se te ha concedido, es como un privilegio, no solamente creer en Cristo, sino también sufrir por Su causa.
Holly: Es por esta razón que Santiago 1 puede decir:
«Cuando todo tipo de pruebas y tentaciones vengan a tu vida, no los trates como intrusos sino como amigos, pues estos prueban tu perseverancia y producen en ti el carácter y la naturaleza de Cristo. Entonces permite que el proceso siga en tu vida para que puedas madurar y ser completada, sin que te falte nada» (vv. 2-4 parafraseados). Esto es lo que honra al Señor.
Kim: Sí, así es y no solo eso, sino que hay un compañerismo cuando sufres. Hay un compañerismo con Cristo que se nos ha prometido, que no lo recibiremos de otro modo.
Es algo que ocurre cuando sufres por la causa de Cristo –un sufrimiento por hacer lo justo– no por haber tomado decisiones incorrectas, decisiones poco inteligentes o pecaminosas, sino que en realidad sufres puramente, solamente por obedecer a Cristo, y eso es lo que te ha causado ese sufrimiento. Así que allí hay un dulce compañerismo con Él.
Si en medio de ese proceso te humillas, en respuesta a tu gratitud por Dios, si te aferras a Él, hay un compañerismo que pienso que no podrías experimentar a menos que pases por esos períodos de sufrimiento. Entonces eso es un regalo.
Nancy: Yo he visto a algunas esposas cristianas hacer eso en su matrimonio específicamente con no creyentes, con incrédulos; donde ellas han abrazado la thlipsis, la tribulación, el sufrimiento de no ser comprendidas, de ser irrespetadas.
Algunas mujeres han sido fieles en perseverar cuando no es sencillo, en un matrimonio con un hombre no creyente, y he visto desarrollada en algunas de estas mujeres esta belleza, esta mirra, esta fragancia, esta vida de Cristo, pues han entrado con Cristo en el compañerismo de sus sufrimientos.
Holly: Y ahora estoy pensando en una amiga con la que hablé esta semana, que le ha estado pidiendo al Señor durante años, que obre en su esposo para que ella pueda quedarse en casa con su hija ya que él nunca había accedido a esto. Pero justo esta semana, el Señor de repente revirtió sus circunstancias.
Básicamente, su compañía redujo su tamaño y perdió su empleo. Yo dije: «¿qué pasó ese día? ¿Cómo respondió tu esposo?»
Ella me dijo: «Holly, él se dirigió a mí, puso su mano en mi mejilla y me dijo: “Yo me encargaré de esto”».
Ella había estado pidiéndole al Señor por años hacer de su esposo un líder en su hogar. Y Dios de repente concedió su petición –no del modo que ella le había pedido que lo hiciera, sino en medio de una circunstancia inesperada. Dios de pronto le dio lo que ella siempre le había pedido, de un modo en el que ella jamás hubiese sido capaz de planear.
Hay un reconocimiento del hecho de que he escogido permitir a Dios ser exhibido en mi vida a medida que cedo a esa presión, y habla a la vida de esa persona que ha tomado la misma decisión, pues si te identificas con ellos, sabes cómo orar por ellos. Esa profundidad en la que se encuentran, también has estado allí –quizás no en la misma circunstancia, pero has tenido exactamente la misma presión en tu vida.
Nancy: Así es y he tenido el privilegio de viajar a algunas partes del mundo donde es extremadamente difícil para las personas ser creyentes. He estado en servicios con algunos de estos creyentes y su cristianismo significa algo. Hay una plenitud, hay algo radiante, una dulzura que conocemos muy poco aquí en Occidente.
Y a medida que me adentro en pasajes como estos de Apocalipsis, pienso que somos cristianas muy débiles. Conocemos tan poco de la perseverancia, la fidelidad, la lucha; aun así, estoy convencida en mi corazón de que llegará el día en que en nuestros países, será costoso ser cristiano, ser un cristiano que viva para Cristo y que sea fiel a Cristo.
En algunas esferas de nuestros países, ya estamos viendo que los cristianos están siendo marginados y son motivo de burla. Decimos que hay crisis económica, pero todo eso es muy relativo porque aún salimos a comer, aún podemos cubrir nuestras necesidades básicas.
¿Cómo piensan ustedes que como creyentes podemos prepararnos para que cuando lleguen esos días estemos espiritualmente firmes, hayamos ejercitado los músculos espirituales para cuando esos tiempos vengan, y no nos cansemos y podamos mantenernos firmes en la prueba? ¿Cómo nos preparamos para eso?
Kim: Bueno a la luz de lo que el futuro pueda deparar para nuestra nación o para nuestros países, esta es la razón por la cual mi esposo, en su mensaje la semana pasada, motivó a nuestra iglesia a leer libros acerca de los mártires, no solo del pasado, sino también de algunos de nuestra actualidad, y a pasar esto a nuestros niños, que les hablemos de estos temas, acerca de lo poco que esto ocurre en nuestras vidas diarias.
Hablar acerca de esto en la mesa familiar, instruir a nuestros niños a vivir disciplinadamente, una vida con dominio propio, con sencillez financiera, prepararnos para un tiempo en el que quizás no tengamos tiendas por departamentos en cada esquina.
La familia de mi esposo aún tiene su jardín de hortalizas, tiene un huerto. Aun ellos viven de eso y él no bromeaba del todo la semana pasada cuando nos dijo, «nosotros quizás deberíamos buscar tener nuestros propios jardines con hortalizas, o tener alguna preparación práctica y me dijo: ¿Tú sabes cómo funcionar sin todos los lujos tecnológicos y financieros que hoy poseemos?»
Nancy: Yo creo que hay una preparación práctica y financiera, pero también hay una preparación espiritual, volvernos fuertes en la gracia de Jesucristo. ¿Si no podemos manejar las circunstancias limitadas que vienen contra nosotros, cómo nos mantendremos fuertes cuando venga la batalla real?
Necesitamos amarrar nuestros corazones a la Palabra de Dios, a Su gracia. Necesitamos conocer la Palabra de Dios, conocer a Dios y pedirle que desarrolle en nosotras esas disciplinas que nos van a preparar. Me asusta que si la iglesia tuviera una verdadera persecución hoy en día, tendríamos millones y millones de creyentes desviándose –aquellos que se llaman a sí mismos creyentes.
Kim: Sí, así sería, pero sería la mejor cosa que nos podría ocurrir como iglesia. Cada una de nosotras aquí las tres hemos orado por años para que Dios traiga un avivamiento.
Hubo algo que pasó recientemente en nuestra nación, y mi hijo me llamó ese día y me dijo, «mamá, creo que el avivamiento por el que llevas años orando, quizás ya está llegando, pues creo que nos estamos preparando para un tiempo de juicio».
Holly: Yo creo que es importante para nosotras, mientras tratamos con nuestros hijos en su día a día, tomar esas circunstancias, ya sea lo que enfrentan en la escuela, lo que hay en las noticias de ese día…
Bueno, yo quiero que mi hija de 12 años entienda por qué el aborto importa. Yo deseo que ella comprenda lo que Dios dice acerca de eso, pues deseo que sea capaz de verbalizar la verdad.
No es que ella vaya a golpear a alguien en la cabeza con eso, pero si surge una pregunta acerca de lo que la Palabra de Dios dice y lo que el mundo dice, yo quiero que incluso mis hijos menores sean capaces de dar una respuesta que esté centrada en la Palabra de Dios, que sea veraz, porque ellos podrán dar cuenta de lo que creen, y podrán compartir a Cristo. Es por eso que hoy vivo así.
Justo la semana pasada, Jessica, mi hija menor, fue invitada (una de estas invitaciones a sitios en la web que recibes, esta era de una amiga suya) a unirse a este sitio. Nosotros pudimos ver a esta amiga suya, que se vestía de un modo muy inmodesto y dijimos: «Bueno, pensemos si es adecuado o no que formes parte de ese sitio».
Y Jessica dijo: «Bueno, esto es bastante ofensivo». Ella se dio cuenta por ella misma de que este no era un buen sitio para visitar, así que ella dulcemente rechazó la invitación.
Nuestros niños ya están enfrentando presiones que, a su edad, nosotras no experimentamos. Así que nosotras necesitamos criar hijos que tengan discernimiento, que puedan mirar el asunto basándose en la Palabra de Dios en lugar de la cultura actual. Si ellos no pueden diferenciar entre esas dos cosas, van a verse en aguas profundas pronto.
Kim: Sí, así es. Yo pienso que eso es bueno porque ellos necesitan aprender discernimiento. También pienso que hay modos prácticos en los que ellos pueden renunciar parcialmente a la abundancia que poseen.
Holly: Para que entiendan la diferencia entre aquello que necesitan y aquello que ellos quieren en su vida.
Nancy: Estoy pensando también en ese libro de los gemelos Harris que se titula: Haz cosas difíciles.
Kim: Oh sí, Haz cosas difíciles (Do Hard Things, en inglés) mi hijo ama ese libro. Está retando a los estudiantes a vivir más allá de lo que se espera que los adolescentes hagan según su cultura, les motiva a hacer cosas difíciles y ver los resultados, las consecuencias, los beneficios de hacer estas cosas difíciles.
Hace pocos minutos hablábamos de cuántos regalos reciben los niños en Navidad, cumpleaños o cualquier otra celebración. Y nosotros teníamos un sistema pequeño pero simple cuando mis hijos eran más pequeños.
Ellos recibirían todos esos regalos de sus tíos y tías –porque no puedes decirle a la gente que no les dé un regalo para su cumpleaños. Pero mis hijos sabían que una parte de esos regalos serían donados a los niños que no tenían ninguno. Ellos no tenían un problema con eso, pues comenzamos a hacerlo cuando todavía eran muy pequeños.
De eso es de lo que hablo; solo cosas simples en las que podemos instruir a nuestros niños: «No todos tienen tanto, y vamos a darles a aquellos que no tienen tanto», para prepararlos para que vivan con menos, para que ellos puedan funcionar con menos en la vida.
Holly: Realmente es quitar el enfoque de quién soy yo o quiénes somos nosotros. Es quitar el enfoque de nosotros mismos, pues como cultura, así es que somos. Lo que realmente queremos decir es: «¿Dios, dónde deseas que esté nuestro enfoque, como individuos, como familia? ¿Qué es lo que realmente importa? Para ayudar a nuestros hijos a discernir lo que importa en la eternidad.
Nancy: Sí y también una disposición a vivir intencionalmente a la luz de eso, y decir: «Mira, la vida no se trata de esperar sin hacer nada y navegar en este mundo como una pieza de madera que flota en el mar».
La vida se trata de decir: «Dios me puso aquí en esta tierra para un tiempo como este. ¿Cómo puedo invertir mi vida en salud y enfermedad, en dificultad o en abundancia, en pobreza o en riqueza, en lo que venga, cómo puedo invertir mi vida para contribuir al evangelio de Dios y para traerle gloria a Dios aquí en esta tierra?»
Para eso es para lo que estamos aquí verdaderamente: para contribuir al reino de Dios, para esparcir el evangelio de Jesucristo. Y a veces sabemos que eso requerirá lo que requirió para la iglesia en Esmirna, y es pasar por tribulación, pobreza, y afrenta.
Pero es por la gloria de Cristo, y no es para siempre, es solo por un tiempo limitado, por un tiempo definido, que es temporal, es para un más excelente y eterno peso de gloria (ver 2 Cor. 4:17). Y creo que nuestros jóvenes se levantarán para un cambio.
Me encantaría ver a esta generación joven decir: «Mira, nosotros no vamos a desperdiciar nuestras vidas. No vamos a ir por ahí lentamente. No vamos a gastar nuestras vidas jugando cartas o recorriendo el país en nuestro vehículo». Vamos a ser intencionales en vivir nuestras vidas para la gloria de Dios y para la expansión de Su reino.
Creo que hay una generación más joven que viene detrás de nosotras y que seguirá ese ejemplo, ese tipo de llamado y va a decir: «Queremos rendir nuestras vidas a Jesucristo».
Holly: Amén, estoy de acuerdo contigo.
Kim: Yo también.
Débora: A medida que les das a tus hijos una educación de calidad, no olvides prepararlos para el sufrimiento. Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado hablando con Kim Wagner y Holly Elliff acerca de los hijos, de los padres, del sufrimiento y de la persecución. Estos son algunos de los temas prácticos que hemos estudiado en las cartas a las iglesias en Apocalipsis.
Cuando estás pasando por una situación difícil, otros están mirándote. ¿Qué están aprendiendo de Dios por el modo en el que tú manejas la presión? Exploraremos eso mañana. Espero que nos puedas acompañar de nuevo aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Fijando nuestros ojos en Cristo juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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