Consuelo en la viudez, con Holly Brewton
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth dice que existe una clave para sufrir bien como cristianos.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Puedo aprender a decir: «Señor, si esto te agrada, me agrada a mí también. Si Tu Palabra dice que «Tú eres el Señor sobre la vida y la muerte», entonces esto no es un accidente».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 25 de septiembre de 2023.
¿Tú o alguien cercano a ti ha perdido a su cónyuge? Puede que haya sido recientemente o hace algún tiempo, pero el dolor que sientes cuando tu mejor amigo pasa a la eternidad puede ser insoportable.
Hoy escucharemos a una viuda. Ella ha encontrado consuelo en las verdades que Nancy nos enseñó la semana pasada. Estamos concluyendo esta serie llamada Cristo, nuestro único consuelo en la vida y en la muerte.
La semana pasada Nancy …
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth dice que existe una clave para sufrir bien como cristianos.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Puedo aprender a decir: «Señor, si esto te agrada, me agrada a mí también. Si Tu Palabra dice que «Tú eres el Señor sobre la vida y la muerte», entonces esto no es un accidente».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 25 de septiembre de 2023.
¿Tú o alguien cercano a ti ha perdido a su cónyuge? Puede que haya sido recientemente o hace algún tiempo, pero el dolor que sientes cuando tu mejor amigo pasa a la eternidad puede ser insoportable.
Hoy escucharemos a una viuda. Ella ha encontrado consuelo en las verdades que Nancy nos enseñó la semana pasada. Estamos concluyendo esta serie llamada Cristo, nuestro único consuelo en la vida y en la muerte.
La semana pasada Nancy nos enseñó frase por frase la primera pregunta y la respuesta del Catecismo de Heidelberg, escrito en 1563. La pregunta es esta: «¿Cuál es nuestro único consuelo en la vida y en la muerte?»
Y la respuesta se basa en una serie de verdades bíblicas entrelazadas. Permíteme leerla para ti, y mientras lo hago, deja que llene tu mente y tus pensamientos. Nuestros editores de audio incluyen algunos de los comentarios de Nancy y de pasajes de las Escrituras que van con estas frases.
«¿Cuál es tu único consuelo en la vida y en la muerte?»
«Que yo, en cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo, sino a mi fiel Salvador Jesucristo»
Nancy:
«Sepan que Él, el Señor, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de Su prado» (Sal. 100:3 c).
«Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: “No temas, porque Yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; Mío eres tú”» (Isa. 43:1).
Débora: «…quien con Su preciosa sangre ha hecho una satisfacción completa por todos mis pecados»
Nancy: ¿Cuántos pecados? Todos mis pecados.
¿Cuánta deuda pagó? «…quien ha hecho una satisfacción completa por todos mis pecados». No algunos, sino todos. Tu pecado, mi pecado, ha sido cargado a la cuenta de Jesús.
Débora: «…y me ha librado de todo el poder del diablo».
Nancy: 1 Juan 1:7 dice: «…y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado».
1 Juan 2:2 dice: «Él mismo es la propiciación por nuestros pecados».
Débora: «Además, Él me preserva de tal forma, que sin la voluntad de mi Padre celestial, no puede caer ni un cabello de mi cabeza: sí, todas las cosas deben servir para mi salvación».
Nancy: 1 Pedro 1 habla sobre esto:
«Mediante la fe ustedes son protegidos por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. En lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas» (vv. 5-6).
Débora: «Por lo tanto, mediante Su Espíritu Santo, también me asegura que tengo vida eterna y me prepara y dispone de corazón para que viva para Él, de aquí en adelante».
Si escuchaste los programas anteriores, este puede ser un buen resumen. Si no los escuchaste, puedes escucharlos en avivanuestroscorazones.com o en la app de Aviva Nuestros Corazones.
El viernes, los compositores de himnos Keith Getty, Matt Boswell y Jordan Kauflin nos dieron algunos destellos de lo que hubo detrás del himno, «Cristo, nuestra esperanza en la vida y en la muerte». Aquí está Nancy con una poderosa conclusión a esta serie, Cristo, nuestro único consuelo en vida y en la muerte.
Nancy: El Dr. Greg Brewton fue un profesor de música sacra. Sirvió en la Universidad Boyce y en el Seminario Teológico Bautista del Sur, en Louisville, durante casi 20 años. En septiembre de 2021, Greg contrajo COVID (escucharemos sobre esto más adelante). Dos semanas después pasó a estar con el Señor.
Su esposa Holly es una amiga de muchos años. Ha sido amiga y colaboradora del ministerio durante años. Y mientras preparaba esta sesión, pensé en ella. Le pedí si podía estar con nosotras el día de hoy para compartir un poco sobre el trayecto que vivió durante esos duros meses, después de la partida de su esposo, para encontrar consuelo y esperanza tanto en la vida como en la muerte.
Holly Brewton está con nosotras a través de una videollamada desde su hogar en Louisville. Gracias, amiga. Y sé que quisieras estar aquí con nosotras, pero gracias por tu disposición de unirte a nosotras a través de este medio.
Holly Brewton: Es un privilegio.
Nancy: Todos quedamos conmocionados al recibir las noticias de la muerte de Greg, quien, por supuesto, era un hombre muy amado por ti y tus hijos, pero también por muchas otras personas a las cuales ustedes sirvieron juntos a lo largo de los años.
Cuéntanos, desde el diagnóstico de COVID, sé que existían algunas condiciones que hacían a Greg más vulnerable. Pero te doy la palabra, dinos cómo fueron esos días para ti.
Holly: Bueno, básicamente, fueron inimaginables. No puedes planear nada. Ni con toda la organización del mundo puedes hacerlo.
Greg se sintió mal un martes y fue diagnosticado el miércoles. Como enfermera, lo estuve observando cuidadosamente por algunos días y estuve cerca de sus doctores. Lo llevé al hospital el sábado por la noche. No sabía que esa sería la última vez que lo tocaría físicamente.
Lo llevaron directamente a cuidados intensivos. Tenía una bacteria y neumonía por COVID. Le dieron todo lo que pudieron. Pudimos comunicarnos. Estaba detrás de una puerta de vidrio, y no me era permitido entrar. No tenía permitido tocarlo. Él quería desesperadamente que ignorara el reglamento y entrara, pero estuve ahí lo mejor que pude. Tuve la oportunidad de hacer algo que tal vez otras familias que sufrieron bajo el COVID no tuvieron el privilegio de hacer, y fue el estar ahí.
Él comenzó a divagar. Los medicamentos estaban funcionando, pero su cuerpo decidió no responder y continuó decayendo. El sábado por la noche, tuvo que ser intubado. Y el lunes por la mañana, partió con el Señor. No estuve con él cuando murió.
Nancy: Había mucha gente pasando por la misma situación, pero nada puede prepararte. Nada puede hacerte decir, «¿cómo esperas esto? ¿Cómo planeas esto?» Sin embargo, ahí estabas, planeando un funeral. ¿Greg y tú estuvieron casados durante cuarenta años? ¿Estoy en lo correcto?
Holly: Sí, cuarenta.
Nancy: Así que es una gran pérdida. No somos íntimas amigas, pero sé de ti por las redes. Te he seguido… Sé que estás arraigada en la verdad, en el evangelio, que conoces al Señor y Su Palabra. Greg fue mentor de la Palabra para muchos estudiantes universitarios y del seminario. Ambos han ministrado a mucha gente.
Pero tuviste que enfrentar la muerte de Greg y ahora tu vida sin él. Y para ese momento necesitabas consuelo en la vida y en la muerte. Al mirar hacia atrás, ¿cómo fue ese proceso de encontrar consuelo y fortaleza en la muerte y en la vida durante esos meses?
Holly: Bueno, los primeros meses son borrosos en mi mente, muy densos y oscuros. Y siento mucho…todavía hay días en los que me siento «caminando en el valle de sombra de muerte». Hay muchas cosas de la vida que han muerto para mí. Escuchar el sonido de su vehículo en la entrada –cosas simples. Al principio mi descripción era, «estaba sangrando, pero no se veía una sola gota». Básicamente tenía una hemorragia.
Siento que tuve momentos muy oscuros en mi alma y desesperación, hasta el punto en que, en dos ocasiones, pensé que moría. Literalmente sentí que estaba muriendo –solo respiraba y le rogaba al Señor que me llevara. Pero también sabía que cuando las olas de un tsunami de dolor y destrucción parecen venir directo hacia ti, mentalmente, emocionalmente, físicamente, como sea, es importante traer luz a la situación.
No sé si esto asustó a mi familia, pero les dije, «bueno, anoche sentí que estaba muriendo». No fue para preocuparlos o inquietarlos, pero ¿cómo sabes lo que una persona está pasando, si está rodeada de personas…en confianza, y no comparte lo que siente?
También en Efesios 5:11 se nos dice que se necesita desenmascarar las tinieblas con la luz para traer sanidad. He pensado en esto muchas veces cuando ha habido pecado escondido.
Aunque no se trata únicamente del pecado. También es un asunto de oscuridad profunda.
El Salmo 139:11 dice:
«Si digo: “Ciertamente las tinieblas me envolverán, y la luz a mi alrededor será noche”; ni aun las tinieblas son oscuras para Ti, y la noche brilla como el día» (vv. 11-12).
He leído el Salmo 139 y muchos otros salmos. Por el lamento que hay en ellos, realmente han cobrado vida a una profundidad que nunca antes había conocido. Y cada día tengo que recordar que Dios es Dios y yo no. Y cuando dijiste eso, pensé, «bueno, sí, eso lo sé, yo no soy Dios, y ciertamente, solo Dios tiene lo mejor para mí».
Los días de Greg estaban completos. Él no vivió una vida incompleta, y no murió pronto. No murió joven, él vivió una vida completa. Si estás en el Señor, tu primer y último aliento están bajo Su cuidado. Y cuando Greg expiró, eso era lo que tenía que pasar.
Así que siento que he llegado a comprender que Greg murió. No está desaparecido. No está fuera en algún lugar donde yo no sepa dónde está. Él está con el Señor. Y yo estoy viva. Así que, ¿qué es lo que realmente significa eso para mí?
Es difícil de decir, pero creo que el Señor me ha estado preparando desde finales del año 2020 y luego todo el 2021. Tuve mucha convicción de aceptar lo que viene de la mano del Señor.
Y mirando hacia atrás, cuando empecé a ser parte del ministerio de Aviva Nuestros Corazones en el 2010, mi espíritu estaba destrozado. Yo estaba emocionalmente destrozada y rota en mi caminar espiritual. Pude comprender que estaba en un punto donde sentía que el Señor…realmente necesitaba arraigar más Su Palabra en mí para poder permanecer en Su Palabra a un nivel completamente diferente porque estaba anémica, eso pasó en el 2010.
Y el Señor ha trabajado en mí a través de estos años. Ha trabajado a través del pódcast de Grounded (Arraigadas). Los recursos son increíbles. Si alguien está buscando y buscando, creo que este ministerio llega al corazón de lo que es ser un seguidor de Cristo. Cada moneda, cada oración, cada persona que apoya en todo esto, ayuda en aquellas situaciones devastadoras o incluso en los buenos eventos de la vida.
Hay dos cosas que quiero compartir con ustedes. Uno de los versículos que realmente me llevó por el 2020 fue 1 Tesalonicenses 5:18: «Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús».
No pienses en este versículo si realmente no estás preparada para ello, porque la vida sigue, puede que el Señor diga, «ese versículo que estoy entretejiendo en tu corazón, en tus emociones, en tu voluntad y en tu obediencia, ¿qué harás con él?»
En marzo del 2021, Greg tuvo la oportunidad de ir a Israel por primera vez. Y yo quería decir «¿puedo ir también?» Yo en verdad quería ir. Pero no me tocaba. Y el Señor me dió la capacidad para apoyarlo totalmente. Creo que yo lo apoyaba aún más cuando él decía, «probablemente no iré por el COVID» y todo eso.
Así que ya me iba preparando, cuando él se fue a ese viaje en julio 11, nos despedimos. A él realmente le costó mucho separarse. Me abrazaba y me besaba, me abrazaba y luego me volvía a besar intentando despedirnos. Hasta que finalmente lo miré y le dije, «Greg, ya debes irte. Yo estaré bien». Yo le dije eso, le dije «estaré bien».
Durante ese viaje tuvo la oportunidad de conocer el Acueducto. No sé decirte en qué parte de Israel está, pero puedes atravesarlo caminando por el agua. El agua llega a la cintura. Tienes que usar el celular para poder atravesarlo. Greg me dijo que era angosto como un canal. Aparentemente, en ocasiones se tenían que apretar porque hay muy poco espacio para pasar. Esto te lleva como veinte minutos, y cuando llegas al final, hay un gran resplandor y vuelves a la luz otra vez.
Así que cuando Greg estaba en cama enfermo, el Señor trajo eso a su mente. Yo le recordé a Greg, «no sabemos por qué estás siendo apretado ahora».
Greg me preguntó en un punto cuál era su pronóstico. Yo le respondí, «no sabemos. Pero cualquiera que sea, vas a estar bien. Tú estarás bien. Aún no sabemos qué pasará».
No pude despedirme de Greg, pero siento que el Señor utilizó eso. Yo sé que al decirle que yo estaría bien, estaría siguiendo a Cristo. Yo sé que al decirle «sí» le estaría dejando el trabajo a Él. Cristo es nuestra esperanza en la vida y en la muerte.
Nancy: ¡Wow! Muchas gracias, Holly. No es algo que se logra inmediatamente. Es un proceso y un trayecto. Hace un tiempo me contabas sobre algunas áreas que estás practicando al cuidar tu casa, decisiones que has tenido que tomar sobre tu futuro; decisiones que tú y Greg tomaban juntos. Encontrar consuelo en Cristo en la vida y en la muerte, es algo continuo por el tiempo que Dios nos preste la vida aquí en la tierra.
Greg dirigía un coro en el Seminario del Sur llamado, «Doxología». Después de su muerte, en memoria de Greg, este grupo hizo un arreglo del himno llamado, «Cristo, nuestra esperanza en la vida y en la muerte». Está basado en la sección del Catecismo de Heidelberg que hemos estado viendo en esta serie. Y dado que esta versión es en inglés, quisiera compartirles una versión en español que se encuentra en internet, una versión contemporánea del himno, que nos puede proveer el contexto de lo que estamos hablando aquí sobre el catecismo.
Escuchemos «Cristo, nuestra esperanza en la vida y en la muerte».
Canción:
Nuestra esperanza en vida y muerte, Cristo es, Cristo es
¿En quién confía nuestro ser? Pues nuestras almas son de Él
¿Quién nos sostiene con poder? Todo decreto suyo es
¿Quién nos sustenta hasta el final?
En Su amor firme estaré
¡Oh, canta aleluya, esperanza eterna!
¡Oh, canta aleluya, en vida y muerte digan que
Nuestra esperanza Cristo es!
¿Qué gran verdad paz nos dará? Bueno es Dios, bueno es Dios
¿Dónde Su gracia se hallará? En la sangre del Gran Redentor
¿Quién nos da fe cuando hay temor?
¿Quién tiene todo en Su control?
¿Quién nos acerca hacia Él?
Cristo nuestra Roca Fiel
¡Oh, canta aleluya, esperanza eterna!
¡Oh, canta aleluya, en vida y muerte digan que
Nuestra esperanza Cristo es!
Y al morir yo cantaré: ¡vive Él, vive Él!
Y en recompensa le veré, vida eterna hay en Él
Y levantado yo seré, ya sin pecado estaré
El gozo no terminará, con Cristo siempre estaré.
¡Oh, canta, aleluya, esperanza eterna!
¡Oh, canta aleluya, en vida y muerte digan que
Nuestra esperanza Cristo es!
Nancy: Señor, gracias por esta verdad. No tenemos otra esperanza, ni consuelo, ni fuerza, ni paz en la vida o en la muerte lejos de Cristo. En Él tenemos esperanza eterna, vida eterna, y consuelo eterno.
Gracias Señor, por animar y fortalecer nuestras almas con Tu Palabra, con los testimonios de otros en la Escritura, y con Nanci Alcorn y Holly Brewton. Que nuestras vidas puedan escribir una historia y puedan dar un testimonio que apunte a otros a encontrar consuelo en el evangelio de Cristo. Oramos en el nombre de Cristo, con acción de gracias, amén.
Débora: ¡Wow!, qué manera tan conmovedora de terminar nuestra serie. Aunque aún no terminamos. Nancy y Holly compartirán con nosotras una última conclusión en un momento.
Pero antes, escuchemos a Becky, una mujer de nuestra audiencia, y una vez más a Holly y a Nancy.
Becky: La primera grabación de Nancy a la que asistí fue en Little Rock. Ella enseñó de Proverbios 31 acerca de «Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro». Y al estar ahí, estaba a punto de pasar por algo duro. Mi hijo estaba conmigo y me dijo, «mamá, creo que esto es para ti».
Solo quiero decir «gracias» a Holly por la valentía que tiene al dar este mensaje y testimonio. Se necesita mucha valentía para hablar sobre tus miedos. Solo quiero decir que este mensaje fue muy poderoso porque el mes pasado fue devastador, muy devastador –y esa es la única palabra que puede describirlo.
Pero acepté lo que el Señor me enseñó en ese momento difícil. Acepté el ser aplastada. Ella utilizó la misma palabra.
El poder de escuchar a alguien compartir un mensaje que realmente ha vivido puede resonar en nuestros corazones y es un gran regalo del Señor poder decir, «te entiendo, y conozco tu mensaje». Y ella lo está viviendo también. Así que solo quiero decir, gracias Nancy por hacer esto el día de hoy. Gracias».
Holly: Quiero agradecer a cada una de ustedes por escuchar. Lo más importante que quiero compartirles es que no puedes poner tu esperanza en ninguna otra cosa que no sea en la Palabra de Dios. Guardarla en tu corazón. Vivirla. No puedo tener ninguna esperanza en mí misma. Esto ha sido muy evidente para mí desde hace mucho tiempo. No existe nada en mí que pueda generar esperanza. Y en medio de la desesperación, lo único que tenemos es el Espíritu viviendo en nosotras.
Y me atrevo a decir que este ha sido el mensaje de Nancy a lo largo de su ministerio: busquen sus biblias, léanlas, busquen al Señor y tengan una mentalidad para el Señor.
Nancy: Necesitas estar en la Palabra, pero también necesitamos decir «sí, Señor» a lo que sea que el Señor diga en esa Palabra. Reconocer, «mis sentimientos, mis circunstancias no parecen alinearse con la Palabra de Dios». Una mujer escribió en una publicación en mi Instagram, «no ha sido así en mi vida».
Regresé y volví a leer mi publicación y pensé, ¿escribí esto de una manera insensible para las personas que han sufrido más de lo que yo he sufrido? Después de todo mi esposo está mejor ahora. Y el esposo de Holly, está bien en cierta manera, pero no está aquí. Ella perdió a su esposo. Dios me regresó al mío –al menos por un tiempo. Todo es por un tiempo. La vida y la muerte son por un tiempo, pero puedo aprender a decir, «Señor, si a Ti te agrada, a mí también. Si Tu Palabra dice que Tú eres el Señor sobre la vida y la muerte, que cada día de nuestra vida está escrito en Tu Libro desde antes de la fundación del mundo (Sal. 139:16), entonces nada de lo que sucede es un accidente».
Tuve un hermano que murió en un accidente automovilístico a la edad de veintidós años. Mucha gente conoce la historia. Muchas veces lo he llamado un accidente. Hoy no lo llamo así porque para Dios no hay accidentes. Ahora, humanamente hablando, sí fue un accidente. Entiendo eso. Y ciertamente fue un accidente de auto. Pero no fue un accidente. Él tenía veintidós años de edad y amaba al Señor. No siempre amó al Señor, pero Dios había capturado su corazón los últimos dos años. Él quería servir al Señor como pastor o misionero. Estaba comenzando la universidad cristiana. Y ahora, ya no está.
Y pude ver cómo el Señor se llevó al fundador de nuestro ministerio a la edad de cuarenta y tres años de un tumor cerebral. Algo inexplicable, humanamente, no tiene sentido. Pero Dios es bueno. Él es un fiel Salvador. Él nos asegura vida eterna, gozo y consuelo. Algunas personas lo dicen de esta forma, y pienso que en algunas ocasiones yo misma lo he dicho de una manera muy simple o superficial, porque no he pasado por estas situaciones yo misma. Mientras más vivo y experimento el dolor y veo a otros experimentar dolor, más segura estoy de que no tenemos otra esperanza ni en la vida ni en la muerte, no tenemos otro consuelo, otra fortaleza, más que en Cristo, solo en Cristo.
Débora: Antes de terminar quisiera animarte a que adquieras la guía de estudio del libro «El Cielo gobierna». Está disponible en nuestra tienda virtual. Visita nuestra página avivanuestroscorazones.com, y adquiérela hoy.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth te invita a tener libertad, plenitud y abundancia en Cristo, quien es nuestro único consuelo en la vida y en la muerte.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
1"Christ Our Hope in Life and Death, "Doxology, Christ Our Hope, EP ℗ 2021 Doxology. I’ll
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación