Comprometida con el matrimonio
Annamarie Sauter: La mujer descrita en Proverbios 31 entiende lo que significa el compromiso dentro del matrimonio. Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth,
Nancy DeMoss de Wolgemuth: No dice que ella le hace bien y no mal siempre y cuando él le haga bien –siempre y cuando él sea gentil, mientras recuerde su cumpleaños y su aniversario; siempre y cuando llene sus necesidades. Ella le hace bien y no mal todos los días de su vida. ¿Por qué? Porque ella es una mujer que es fiel a los pactos que ha hecho.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones, con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
A lo largo de la semana pasada Nancy trajo luz—nos aclaró varias cosas—sobre Proverbios 31. Lo he leído antes, pero obtuve tanta información nueva durante esta enseñanza de Nancy. Hoy ella continuará con esta serie que hemos titulado, “La …
Annamarie Sauter: La mujer descrita en Proverbios 31 entiende lo que significa el compromiso dentro del matrimonio. Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth,
Nancy DeMoss de Wolgemuth: No dice que ella le hace bien y no mal siempre y cuando él le haga bien –siempre y cuando él sea gentil, mientras recuerde su cumpleaños y su aniversario; siempre y cuando llene sus necesidades. Ella le hace bien y no mal todos los días de su vida. ¿Por qué? Porque ella es una mujer que es fiel a los pactos que ha hecho.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones, con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
A lo largo de la semana pasada Nancy trajo luz—nos aclaró varias cosas—sobre Proverbios 31. Lo he leído antes, pero obtuve tanta información nueva durante esta enseñanza de Nancy. Hoy ella continuará con esta serie que hemos titulado, “La mujer contracultura: Una vista fresca a Proverbios 31”. Ella nos mostrará cómo la mujer de Proverbios 31 enfoca el matrimonio.
Nancy: A veces disfruto al leer sobre las vidas de grandes hombres y mujeres. Es increíble cuán a menudo, detrás de estos grandes hombres de Dios, realmente es cierto que hay una mujer que tenía un corazón para Dios, que estimulaba y animaba a su esposo en su trabajo, siendo una ayuda para él.
Una de las mujeres sobre las cuales he estado leyendo es Catherine Von Bora. Ahora bien, ese nombre quizás no te sea familiar, pero el nombre de Martín Lutero probablemente sí. Catherine era cariñosamente llamada por el Dr. Martín Lutero como “la fiel Kate”. Ella era la esposa del Dr. Martín Lutero.
Martín Lutero fue un hombre que, debido al entendimiento que tenía del corazón de Dios, de Su Palabra y de Sus caminos, era generalmente alegre en su disposición. Pero él batallaba con algunos episodios de depresión y con muchos achaques físicos que muy probablemente contribuyeron negativamente en su estado anímico a través de los años. Él era un hombre sumamente ocupado –por varias razones; una de ellas era probablemente por la gran presión bajo la que vivía, ya que era objeto de múltiples ataques y ridiculizaciones durante el nacimiento de la Reforma.
Así que hubo tiempos en los que verdaderamente luchaba contra la depresión física y emocional. Y Dios le dio la mujer perfecta en Kate, o Catherine. Cuando leemos sobre ella se nos dice que ella, en lugar de murmurar durante los tiempos en los que él se encontraba desanimado, ella hacía todo cuanto podía para consolarlo, para animarlo y alegrarlo.
Hubo una ocasión en particular cuando él estaba particularmente desanimado, y nada que Kate hacía parecía levantarle los ánimos. Así que Lutero dejó su casa por unos días para recobrar su jovialidad –se fue solo para tratar de restaurarse. Pero cuando regresó tenía su corazón sumamente cargado.
Cuenta la historia que cuando entró en su casa, allí encontró a Catherine, sentada en el medio de la habitación, vestida con un traje negro y un manto negro tirado encima; lucía sumamente triste. Tenía un pañuelo blanco en su mano, como mojado de lágrimas.
Cuando el Dr. Lutero la animó a que le contara lo que le sucedía ella estaba vacilante. Entonces dijo, “Oh, querido doctor. El Señor en los cielos ha muerto, y esta es la causa de mi dolor” –en cuyo momento él explotó de la risa, dándose cuenta de que ella estaba haciendo esto para que él se diera cuenta de cómo él estaba actuando.
Entonces, él le dijo, “Oh, querida Kate, es cierto. He estado actuando como si no hubiera un Dios en lo cielos.” Y la historia cuenta que a partir de ese momento su melancolía y desesperación se esfumaron. He aquí una mujer que sabía como hacerle bien a su esposo, cómo animarlo y cómo ser una ayuda idónea para él. 1
Ese es el corazón de lo estamos leyendo a continuación en este próximo verso de Proverbios 31. Estamos leyendo sobre una mujer virtuosa, una mujer excelente. Hemos visto en el verso 10 que ella es difícil de hallar; que es más valiosa que cualquier riqueza material que su esposo pudiera poseer.
Entonces el verso 11 nos dice, “En ella confía el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias.” El verso 12: “Ella le trae bien y no mal todos los días de su vida.” Me encantan estos dos versos porque nos describen algo verdadero sobre una mujer reverente hacia el Señor –y cómo esto afecta su relación con su esposo.
La traducción Nueva Versión Internacional dice: “Su esposo confía plenamente en ella; y no necesita de ganancias mal habidas.” Otras versiones dicen: “no carecerá de ganancias ”. El confía en ella y tiene en ella todo lo que necesita. Y luego el verso 12 dice: “Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida.”
Cuando leo estos versos, hay un par de palabras que vienen a mi mente. En primer lugar, la palabra obvia: confiable. He aquí una mujer que es confiable. Luego, la palabra lealtad. Ella es leal a su marido. Ella tiene un compromiso permanente, incondicional, de por vida, de actuar de manera acorde a los mejores intereses de su esposo –no para servirse ella misma, sino para servir a su marido.
Me gusta la forma como lo expresa la Biblia Ampliada: Escuchen como lo dice: “El corazón de su esposo confía en ella con seguridad y descansa en ella firmemente, por lo que él no tendrá carencias de ganancias [honestas] o necesidad de ganancias [mal habidas]. Ella lo consuela, anima y le hace bien mientras haya vida en ella.”
He aquí una mujer que es leal. Ella tiene una relación de pacto con su Dios que le permite mantener una relación de pacto con su esposo, independientemente de lo que él haga. Y no pienses ni por un momento que este esposo no comete errores, que nunca falla o que ella nunca lo tendrá que amar incondicionalmente –ejercitando fe en lugar de basarse en sus sentimientos.
Primera a los Corintios 7 dice que la mujer piadosa se preocupa de cómo ella agrada a su esposo (verso 34). Ella siempre está buscando formas de hacerle bien.
Ahora, las Escrituras contienen ilustraciones de algunas mujeres que le hicieron mal a sus esposos en lugar de bien. ¿Quién es la primera que te viene a la mente? La primera mujer –Eva. Esta mujer fue creada para ser ayuda y se convirtió en tentadora. Y también tenemos a las esposas de Salomón, quienes alejaron su corazón de Jehová, su Dios.
Y por supuesto, Jezabel – como que para nosotros ese nombre epitomiza a la mujer malvada… ¿no? Pero ella no es una mujer mala cualquiera. Ella fue una mala mujer que hizo maldad contra su esposo. Ella enchinchó a su esposo para que cometiera abominaciones. ¿Y recuerdas la mujer de Job, quien le dijo a su esposo que maldijera a Dios cuando él estaba sufriendo?
Los Proverbios hablan sobre mujeres que le hacen bien a sus esposos y no mal. Pero también hablan de mujeres peleonas, mujeres contenciosas que le hacen la vida miserable a sus esposos. Pienso que nosotras las mujeres sabemos lo que significa ser contenciosa –ser esa mujer quejona que es como una gotera y que hace que su esposo desee vivir en un rincón del tejado, o en algún desierto, una vez se canse de tener a su lado una mujer que no le hace bien. Ella solo le hace mal.
Ella le hace bien todos los días de su vida. Él confía en ella. Él no carece de ganancias. Ella le hace bien y no mal todos los días de su vida. ¿Cuánto tiempo es eso? Mientras ella tiene vida; mientras él este vivo.
No dice que ella le hace bien y no mal siempre y cuando él le haga bien –siempre y cuando él sea gentil, mientras recuerde su cumpleaños y aniversarios; siempre y cuando llene sus necesidades. Ella le hace bien y no mal todos los días de su vida. ¿Por qué? Porque ella es una mujer que guarda el pacto que ha hecho; es una mujer que ha hecho un pacto, y su pacto ha sido primero con Dios.
Así que ella dice, “Te seré fiel, sin importar lo que me hagas o me dejes de hacer”. Ella es leal. Ella es fiel en los asuntos financieros. Ella no gastará más allá de sus posibilidades. Ella le hará bien y no mal todos los días de su vida.
Tengo una amiga que recientemente me dijo cuan desconcertante era esto para ella… Ella me dijo: “Tenemos amigos que tienen hipotecas de millones de dólares, y sus esposos trabajan como locos para poder pagar las facturas de una esposa que no puede contentarse con vivir de acuerdo a sus posibilidades.”
Esta mujer es fiel. Ella es leal. Ella es una mujer que guarda su pacto al implementar el corazón de su esposo en el hogar con los niños. Cuando ella da instrucciones a los niños, está representando el corazón de su esposo, por lo que él confía en ella. Cuando él sale de la casa, ella estará transmitiendo su corazón en el hogar.
El puede confiar en que ella hablará bien sobre él y guardará sus confidencias, y que no irá por ahí cacareando sobre las cosas privadas de su matrimonio a otras mujeres. El puede confiar en la manera en que ella habla sobre él. El puede confiar en que ella guarda y protege su reputación.
Ahora bien, al decir esto, no necesariamente estoy diciendo que esto es un absoluto. Habrá ocasiones cuando hacerle bien a un esposo implique apelar a las autoridades apropiadas en la iglesia o a las autoridades civiles. Si un esposo está violando la ley, hacerle bien significará llevarlo a una posición en la cual pueda ser ayudado por la ley, o restringido por la ley o por las autoridades eclesiásticas.
Así que el concepto es que siempre hablarás palabras que le harán bien; que tu esposo puede confiar su reputación en tus manos. Me entristece mucho ver a mujeres hacer chistes negativos o sarcásticos, o menospreciar a sus esposos. Todos se ríen, pero no es correcto. Ella no está siendo confiable. Ella no está siendo leal.
Este hombre debe confiar en que su esposa llenará sus necesidades físicas. El no tiene necesidad de ganancias deshonestas. No tiene necesidad de buscar intimidad marital en otro lugar porque su esposa le es fiel. Ya sea que ella tenga deseos de hacerlo o no, ella está comprometida a ser una dadora en el aspecto físico de su relación de matrimonio, y así llenar sus necesidades sexuales.
Amigas, déjenme decirles algo aquí… Si ustedes no llenan las necesidades físicas y sexuales de sus esposos, habrá otras mujeres que estarán más que felices y dispuestas a hacerlo. Y tu terminarás poniéndolo a él en una posición donde –sin justificar o perdonar su pecado –quizás le hagas más vulnerable a la tentación y a la inmoralidad, si no eres fiel a él proveyéndole intimidad física y sexual.
Ella es fiel a su pacto de matrimonio. Yo leo y leo sobre mujeres –mujeres cristianas- que dejan a sus esposos y a sus hijos. Hace 20 años atrás esto hubiese sido impensable –o al menos muy fuera de lo común. Pero en el día de hoy no es tan inusual. Si una mujer desea hacer su propia vida –hacer lo suyo o seguir su propio camino- ella simplemente se va. Pero la manera de Dios es que esta mujer le haga bien y no mal a su esposo todos los días de su vida.
Así que este hombre no tendrá ninguna necesidad de sentir celos o sospechas. El no duda de su amor. El no está inseguro. El no tendrá que mirar hacia otro lado para llenar sus necesidades. El está confiado en que, mientras él no está, mientras está trabajando, o mientras está en casa, ella es de un mismo espíritu con él. Sus intereses están seguros bajo su cuidado.
Ella es consistente. Es una mujer que guarda su pacto. Ella tiene un compromiso incondicional, y esto es lo que gana la confianza de su esposo. Ella siempre, siempre, siempre tendrá su mejor interés en su corazón. Ella no está compitiendo con él. Ella está comprometida con su éxito.
Esto es lo que inspira al hombre a ser digno de su devoción. El se eleva a ese estado porque sabe que tiene una mujer que es muy valiosa, no un lastre –una mujer que lo apoya, lo anima y lo ayuda en todas las formas posibles.
Realmente no tienes que ser un científico o astronauta para ser ese tipo de mujer. No tienes que tener increíbles talentos para ser ese tipo de mujer. No tienes que ser físicamente hermosa para ser ese tipo de mujer. Solo tienes que tener un corazón reverente para el Señor. De este corazón para Dios provendrá ese tipo de compromiso y devoción para con tu esposo.
¿Tienes ese tipo de compromiso hacia tu esposo –un compromiso que, por la gracia de Dios, le hará bien a tu esposo y no mal todos los días de tu vida? Que, por la gracia de Dios, le serás fiel sin importar lo que él haga, sin importar que él llene o no tus expectativas, esperanzas o sueños? ¿Has eliminado totalmente de tu vocabulario esa palabra que empieza con “D” –divorcio? Si aun esta palabra permanece dentro del vocabulario de tu matrimonio, entonces no eres ese tipo de mujer.
Proponte en tu corazón: “Dios, por Tu gracia –y verdaderamente hace falta la gracia de Dios; ninguna mujer puede vivir esto sin la gracia del Señor –“por Tu gracia, le haré a mi esposo bien y no mal todos los días de mi vida.”
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth continuará este tópico en un minuto. Dos mujeres que en ocasiones le han hecho mal a sus esposos estarán compartiendo sus experiencias con nosotras. Ellas están en un proceso de aprendizaje, al igual que tú y yo.
Hacerle bien a tu esposo no siempre saldrá de manera natural o fácil. Bob Lepine, del programa Family Life Today (“Vida en familia hoy”), está aquí para darle seguimiento a la enseñanza de hoy, haciéndole a Nancy algunas preguntas de temas prácticos. También escucharás de parte de dos de nuestras radioescuchas, Kim Wagner y María Johnson.
Bob Lepine: Déjame preguntarte algo: Tú quieres que las mujeres que son fuertes, valientes; las mujeres que pueden ser líderes –¿tú quieres que se retraigan? ¿Es este el deseo de este ministerio?
Nancy: Creo que la clave es, ya seas hombre o mujer, la clave es vivir bajo el control del Espíritu. Desde el jardín del Edén hemos tenido la tendencia de tener hombres pasivos que no ejercen su liderazgo cuando lo deberían hacer, y mujeres que ejercen el liderazgo cuando sería mucho más apropiado que lo tomara el hombre.
Esto no significa que los hombres nunca deban escuchar, y no significa que las mujeres nunca deban hablar. Pero significa que al llegar a ser personas redimidas por el poder de la cruz y la presencia del Espíritu Santo, responderemos unos a otros en humildad, sabiduría y deferencia. No tenemos que lucir como que nos las sabemos todas o que tenemos las respuestas para arreglarlo todo.
He visto, en tantos matrimonios… he escuchado mujeres y he recibido cartas aun de esposos, a través de Aviva Nuestros Corazones. Algunas de estas mujeres están tan preocupadas de que sus esposos no sean líderes espirituales, pero algunos de estos hombres se sienten como… “es que no me dan la oportunidad” o, “es que para ser un líder espiritual tendría que ir al seminario,” o, “mi esposa sabe demasiado; ella siempre tiene todas las respuestas. Es demasiado rápida para mí.”
Cuando pienso en Kim y en su crecimiento y en el de su matrimonio… ella tiene una cabeza muy bien puesta, con muy buenas ideas y para mí es una bendición y doy gracias al ver como la usa, y ver como su esposo la aprecia. La iglesia que él pastorea lo aprecia también. Las mujeres que ella enseña lo aprecian. Pero ella ha aprendido a expresar estas ideas de manera humilde y considerada hacia los demás. Quizás tenga que ver finalmente con humildad y con rendición, con rendirse al Espíritu de Dios. A esto es que estamos retando a las mujeres.
Bob: ¿Qué tan difícil es esto para ti ahora?
Kim Wagner: Es un proceso que vivo momento a momento, pero ya no resulta tan retador como al principio –porque al principio ni me daba cuenta. A medida que me he ido adentrando en la Palabra me ha resultado mas fácil. También se ha convertido en un acto de adoración para mi hacia el Señor, porque reconozco que esto es algo que… sí, El me creó con ciertas características de personalidad o habilidades, pero cuando abuso estas cosas o cuando no soy como Cristo en mi forma de actuar, eso trae vergüenza a Su nombre.
Así que cuando le ofrezco estas cosas a Dios como un acto de adoración a Él –cuando traigo estas cosas bajo el control del Espíritu –siento un gran deleite al hacerlo. Y esto no significa que aun no trate de dirigir o liderar, o que no esté en posiciones en las que el Señor me permite hacerlo.
Nancy: Y eso no significa que no le ofrezcas sugerencias a tu esposo…
Kim: Exacto. Pero estoy aprendiendo que hay una manera piadosa de hacer eso y que hay una manera dura, carnal de hacerlo también.
María Johnson: La palabra que las personas usaban para describirme era dura. Yo no expresaba mis sentimientos fácilmente; no tenia un rango de emociones demasiado amplio para ese entonces. Pero eso me dolía porque pensaba “no soy dura. Solo tengo la razón”. Pero, lo único que eso hace es alimentar el orgullo con que nacemos. Sabía lo que la Biblia decía, así que entendía que debía hacerse de esa manera, y ya. Pero esa era la forma en que decía las cosas: “Eso es así; acéptalo”. Yo le decía eso a las personas. Era dura.
Bob: Entonces, ¿qué pasó?
María: Hace aproximadamente 11 años –en el 1995 –llevé a mis dos hijos más jóvenes a una conferencia sobre la familia y asuntos bíblicos. El Señor me empezó a mostrar sobre la autoridad y cómo El había dispuesto un orden con el objetivo de proteger, no castigar. Siempre había pensado que la autoridad servía para castigar. Ese siempre había sido el ejemplo que había vivido y así se lo había demostrado a los demás… Pero cosas sobre el diseño de Dios –y hasta la misma familia en la que naciste –La mano de Dios estuvo ahí.
Quiero decir, yo odiaba a mis padres. Odiaba a mi familia. Odiaba todo lo relativo a mi infancia. Así que Dios empezó a enseñarnos mucho de lo que nuestras vidas debían ser, pero no sabía cómo llegar allí…
Pero algo que sucedió al llegar a casa la primera noche, luego de la primera sesión, le pedí perdón a mi esposo. Digo… luego de que él se paró del piso del susto. Le dije que yo había sido la jefa y que yo era quien estaba manejándolo todo, y que no sabía que era a él a quien le correspondía. Le dije que iba a corregir esto pero no sabía cómo.
El se cerró completamente. El se decía: “Seguro. Claro que María va a cambiar”. Pero Dios realmente empezó a cambiarme.
Luego, un poco tiempo después de esto, el Señor trajo a Nancy a mi vida. A través de Nancy, el Señor me comenzó a mostrar cómo hacerlo –cómo hacerlo… no solo lo que la Biblia decía al respecto. Tu sabes, podemos enorgullecernos tanto de nuestro conocimiento Bíblico, y eso era exactamente lo que yo había hecho.
Sí, Nancy nos lleva a la Palabra, pero más que eso, ella nos lleva al Señor. ¿Cómo responde el Señor en esa situación? ¿Cómo le respondió el Señor a esas personas en esa situación? Y Dios ha usado a Nancy –quien es, creo yo, una mujer muy fuerte – para enseñarnos como a Cristo le gustaría que tratásemos a las personas. Estoy tan agradecida al ministerio Aviva Nuestros Corazones. Agradezco cada oportunidad en la que puedo venir a las sesiones de grabación.
Annamarie: ¿No es maravilloso darnos cuenta de que el cambio es posible—aun cuando los malos hábitos parecen estar tan arraigados?
Hoy escuchamos de Kim Wagner y María Johnson, quienes han estado hablando con nuestro co-presentador de hoy, Bob Lepine sobre lo que significa ser una mujer contracultura.
El programa de hoy, y muchos programas más que han sido producidos a lo largo de los años, han sido posibles gracias a un puñado de personas donaron para hacerlo posible. Su generosidad ha afectado las vidas de mujeres como María. Esas personas deseaban que sus contribuciones ayudaran a expandir la visión del Ministerio Aviva Nuestros Corazones y que otros fueran movidos a donar fondos también.
Aquellos primeros contribuyentes no pueden continuar ayudando de la misma manera para siempre, y por eso necesitamos tu aporte, para que estos programas continúen llegando a las vidas de tantas mujeres alrededor del mundo. Una de las maneras más efectivas de hacerlo es dando una ofrenda mensual o una donación de una sola vez. Si esto no es posible para ti, te animamos a que si estos programas han sido de bendición para ti, los compartas con otras mujeres en tu círculo de influencia, y más importante aún, apreciaríamos inmensamente tus oraciones.
Por una donación de cualquier monto te enviaremos el libro “Atrévete a ser una mujer conforme al plan de Dios”. En este leerás contribuciones de Nancy y de otras mujeres que tienen mucha sabiduría para compartir – como Carolyn Mahaney, Susan Hunt, y Mary Kassian. Obtén este libro que te será de gran bendición, y ayúdanos a continuar produciendo recursos en español para ti y muchas mujeres más.
Visita nuestra página web AvivaNuestrosCorazones.com para más detalles acerca de cómo nos puedes apoyar.
Cuando piensas en buenas obras… ¿qué te viene a la mente? Quizás algo como ayudar en un asilo de ancianos, en un orfanato o quizás en lugares de repartición de alimentos. ¿Has caído en cuenta de que puedes hacer buenas obras aun en lugares más familiares? Averigua más acerca de esto en tu próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
1Daughters of Destiny, compilado y editado por Noelle Wheeler. (Bulverde, TX: Mantle Ministries, 2000), 140-
Canciones utilizadas: Mujer Virtuosa, Nehemiah Guevara, Mujer Virtuosa - Single ℗ 2010 Nehemiah Guevara
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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