¿Cómo puedes orar sin cesar?
Annamarie Sauter: Cuando permaneces conectada a Dios por medio de la oración, te sensibilizas a lo que Él está haciendo a tu alrededor. Con nosotras Kim Wagner.
Kim Wagner: Yo creo que muchas veces nos perdemos las oportunidades en las que Dios desea usarnos —yo me pierdo oportunidades en las que Dios desea usarme— porque no estamos conectadas en conversación con Él; no estamos atentas a verlo en acción, no lo estamos escuchando, no estamos reconociendo Su mano obrando alrededor de nosotras o viendo a aquellos alrededor de nosotras que se encuentran en necesidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Muchas veces he dicho que si solo pudiera compartir un mensaje con las mujeres que nos escuchan sería un mensaje sobre la importancia de pasar tiempo con Dios cada día en Su Palabra y …
Annamarie Sauter: Cuando permaneces conectada a Dios por medio de la oración, te sensibilizas a lo que Él está haciendo a tu alrededor. Con nosotras Kim Wagner.
Kim Wagner: Yo creo que muchas veces nos perdemos las oportunidades en las que Dios desea usarnos —yo me pierdo oportunidades en las que Dios desea usarme— porque no estamos conectadas en conversación con Él; no estamos atentas a verlo en acción, no lo estamos escuchando, no estamos reconociendo Su mano obrando alrededor de nosotras o viendo a aquellos alrededor de nosotras que se encuentran en necesidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Muchas veces he dicho que si solo pudiera compartir un mensaje con las mujeres que nos escuchan sería un mensaje sobre la importancia de pasar tiempo con Dios cada día en Su Palabra y en oración. La semana pasada cubrimos ese tema en la serie del Manifiesto de la Mujer Verdadera.
Hemos estado explorando el manifiesto punto por punto en varias series durante este año, y la semana pasada vimos algunos puntos en el manifiesto que por cierto puedes leer o descargar en AvivaNuestrosCorazones.com.
Empezamos viendo la sección que llamamos la «declaración» del manifiesto. Aquí están dos de esas declaraciones que vimos la semana pasada.
«Seremos mujeres de la Palabra, buscando crecer en nuestro conocimiento de las Escrituras y vivir de acuerdo a la sana doctrina en cada área de nuestras vidas».
«Cultivaremos nuestra comunión e intimidad con Dios a través de la oración: en alabanza, acción de gracias, confesión, intercesión y súplica».
Si te perdiste alguno de los segmentos de enseñanza que van junto con estos puntos, puedes escucharlos o leerlos en AvivaNuestrosCorazones.com.
Después de haber enseñado estas declaraciones a un grupo de mujeres, quise explorar más lo que significa ser una mujer de la Palabra y cómo se ve esto en la vida cotidiana al igual que ver algunos aspectos prácticos de cómo se puede desarrollar una vida de oración vital.
Así que hablé con mi amiga Kim Wagner. Tú la has escuchado antes en Aviva Nuestros Corazones, o tal vez has leído algunos de sus artículos en el blog de Mujer Verdadera. El llevar una vida de comunión con Dios en Su Palabra y en oración ha sido el mensaje de vida para Kim. Al escuchar nuestra conversación, creo que obtendrás muchas ideas prácticas de cómo te puedes conectarte con Dios día tras día.
En otras ocasiones hemos comentado acerca de un material del siglo XVII, que ha llegado a ser un clásico. Es un libro que trata de cómo permanecer conectado con Dios aún al hacer las tareas cotidianas.
También nos vas a escuchar hablando del Valle de la Visión. Este es un libro de oraciones puritanas y este libro ha sido de mucha ayuda, y lo he regalado a muchas amigas a través de los años.
Kim comenzó a hablar sobre algunas preguntas que ella tenía cuando era niña.
Kim: Sí, me acuerdo que cuando estaba en el cuarto año de primaria le pregunté a mi maestra de escuela dominical, «¿qué significa orar sin cesar? ¿Qué significa ese versículo de 1 Tesalonicenses 5:17?»
Y recuerdo que mi maestra se veía un poco sorprendida y a la vez confundida, como si no estuviera segura de qué responderme. Entonces firmemente me dijo, «significa que tienes una actitud de oración».
Entonces regresé a casa y pensé en eso: «Una actitud de oración». Pero ¿qué significa eso, una actitud de oración?»
Es interesante que la oración se menciona en el contexto de una relación entre un padre y un hijo. Dios me mostró mucha gracia al llamarme desde muy temprana edad, a los cinco años a conocerlo. Claro que como niña yo no había memorizado las Escrituras entonces, yo no conocía los diferentes componentes de la oración para la oración efectiva, solamente conocía la comunicación con Dios que comenzó desde muy temprano en mi vida y me gozo en eso.
Pero en algún momento, Dios trajo ese pequeño libro que mencionaste Nancy, Dios lo trajo y fue de mucho impacto para mí.
Nancy: Y hablamos de que ese libro es del siglo XVII, o sea que no es un libro moderno, dinos un poco acerca de este libro.
Kim: Este libro fue escrito por un cristiano del siglo XVII y en este libro él enseña cómo mantener una conversación constante con Dios. Creo que es ahí donde debemos comenzar, reconociendo que es una conversación. No es un monólogo. Es un diálogo con nuestro Creador que debemos mantener en cada momento de nuestras vidas.
Él habla de cómo él lo hacía en la cocina pelando papas o lavando ollas o con sus cazuelas. Lo que me maravilla es que nosotras podemos hablar con Dios en cualquier momento; y podemos incorporar esa idea para nosotras. Sea que yo me encuentre en una conversación por teléfono con Sandy o contigo Nancy, o con cualquier otra mujer que necesite consejería, nosotras podemos estar hablando, pero por dentro, como dice en Romanos 8, tal vez no sabemos ni siquiera cómo orar, pero le estamos pidiendo al Espíritu Santo, sabiduría y discernimiento para poder ministrarles a estas mujeres con el fin de traerle gloria a Dios.
Yo no me sentaría aquí y diría, bueno….yo no soy una guerrera de oración, como tú dijiste cuando alguien te contactó y te pidió que oraras porque tú eras una guerrera de oración. Yo no soy una guerrera de oración, pero sí me deleito en conversar con mi Padre celestial. Yo he apartado un tiempo de oración por la mañana cuando me levanto.
Nancy: Cuéntanos un poco de ese tiempo que has establecido de oración. ¿Cómo lo estructuras? ¿Cómo lo practicas?
Kim: Cuando mis hijos estaban pequeños, si alguien me llamaba por teléfono muy temprano en la mañana ellos le respondían: «Mi mamá no puede hablar contigo todavía. Dios todavía está lidiando con ella». (Risas).
Nancy: Y nadie quiere hablar con ella hasta que Dios trate con ella, ¿verdad?
Kim: Así es, realmente es así y fue lo que les dije a mis hijos. Yo les decía, «tu mami primero necesita hablar con Dios, Él tiene que tratar primero con ella antes de que comience su día».
Eso es lo primero que hago cada mañana. Mencionaste en la sesión de oración cómo te arrodillas en oración en algún punto durante tu día, lo que yo hago cada mañana es arrodillarme y clamar a Dios por Su gracia. Muchas veces oro el Salmo 46, «Dios es nuestro refugio y fortaleza; nuestro pronto auxilio en las tribulaciones» (v. 1). Le agradezco que yo no tengo que estar temerosa este día porque Él es mi castillo fuerte y encuentro todo mi refugio en Él.
Yo comienzo mi tiempo de oración de esa manera, reflexionando y hablando con Dios de lo bueno que Él es y anticipando Su presencia. Al llegar a mi tiempo estructurado de oración, lo que hago primero diariamente y regularmente es orar por mi esposo.
Hay varias Escrituras que he usado para orar por él a través de los años, y estos pasajes pueden cambiar a través de las diferentes etapas de nuestras vidas. Un versículo que oro por él ahora, que ahora tiene más edad, es del Salmo 92, que dice, «florecerán en los atrios de nuestro Dios, aun en la vejez darán frutos» (ver versículos 13-14). Yo oro eso por él, mi oración es que ambos seamos fructíferos hasta el fin de nuestros días.
Pero también mis oraciones están por mis hijos y son igual de específicas. Ellas han cambiado también a través de los años dependiendo de lo que ellos estén atravesando.
Nancy, yo tengo Escrituras y oraciones que he anotado y orado por ti, y algunas de ellas han cambiado a través de los años.
Nancy: Gracias, amén.
Kim: Yo recuerdo que la noche antes de la primera grabación de Aviva Nuestros Corazones, nos encontrábamos en la casa de Tim Grissom. Una de las Escrituras que me acuerdo Nancy, que tú habías mencionado que Dios estaba usando en tu preparación para el primer programa… y si tienes tiempo escuchando a Nancy en Aviva Nuestros Corazones te podrás haber dado cuenta de que ella es una maestra fuerte y valiente. Y quizás tú nunca hubieras pensado que ella estuviera temerosa de enseñar la Palabra de Dios por la radio, pero ella dependía solo de la gracia de Dios.
Y yo recuerdo que el Salmo 18 fue lo que oramos, tú pediste en oración esa noche la Palabra de Dios…
«Tú enciendes mi lámpara, oh Señor; mi Dios que alumbra mis tinieblas. Pues contigo aplastaré ejércitos, y con mi Dios escalaré murallas. En cuanto a Dios, su camino es perfecto acrisolada es la palabra del Señor; Él es escudo a todos los que a Él se acogen. Pues, ¿quién es Dios, fuera del Señor? ¿Y quién es roca, sino nuestro Dios, Él es el que me ciñe de poder, el que ha hecho perfecto mi camino? Él hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas. Él adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce. Tú me has dado también el escudo de tu salvación; tu diestra me sostiene, y tu benevolencia me engrandece. Ensanchas mis pies debajo de mí, y mis pies no han resbalado».
Nancy: Así fue Kim, y entonces tú escribiste esos versículos. ¿Usas esas Escrituras como parte de tus oraciones cuando oras por otras personas?
Kim: Sí, los anoté pero yo no uso las mismas Escrituras todos los días. Yo tengo diferentes versículos que uso cuando oro por diferentes personas, pero sí hay un grupo de personas por las cuales oro diariamente, y hay algunas personas por las cuales oro cada semana.
Los lunes son los días que normalmente oro por mis amigas, quienes se encuentran por todas partes del país. Y durante la semana oro por diferentes personas, diferentes individuos, diferentes ministerios…como Life Action, Aviva Nuestros Corazones, y otros ministerios más…y por cosas específicas que ellos van atravesando, y oro por eso.
Mi diario de oración tiene pequeños bolsillos. Cuando yo recibo un boletín informativo, o un correo de Aviva Nuestros Corazones o de Life Action, leo cuáles son sus necesidades y entonces lo doblo, lo coloco en ese pequeño bolsillo en mi diario para luego poder sacarlo cuando oro.
Fue interesante esta semana al repasar mi diario de oración; medité en que muchos creyentes a veces dicen, «bueno, Dios realmente no contesta mis oraciones». Yo creo que tal vez Dios no contesta nuestras oraciones si no estamos orando de acuerdo a Su voluntad. Esa es una de las razones por las cuales me gusta orar usando las escrituras en mi tiempo de oración. Juan 15 nos enseña que si le pedimos a Dios cualquier cosa que está en Su voluntad y si permanecemos en Él y nuestra palabra permanece en Él, entonces nosotras podemos orar de acuerdo a Su voluntad.
Yo pienso que también es bueno al orar hacerle preguntas a Dios, y a mí me gusta hacerlo. Hazle preguntas sobre Él mismo. Hazle preguntas sobre algunos pasajes de la Escritura que estés leyendo. Pregunta, «¿por qué escribiste esto Señor? ¿Por qué está aquí este versículo en particular? ¿Qué significa todo esto? ¿Cómo quieres que aplique esto a mi vida?» Y después en diferentes puntos en nuestra vida, es necesario que nos evaluemos para saber dónde estamos espiritualmente.
Hace más o menos un año escribí lo siguiente: «Esta lista está compuesta de áreas en mi vida que no reflejan un retrato preciso del triunfo de Cristo en mi vida». En ese entonces yo tenía en mente 2 Corintios 2:14, donde habla de ser la fragancia de Cristo, y que Él nos lleva de triunfo en triunfo. Entonces yo medité: «¿Tengo áreas en mi vida que no reflejan al Cristo resucitado? ¿Cuáles son?»
Mi oración fue, «Padre, dame el discernimiento para reconocer la diferencia entre mis debilidades y los retos que has traído a mi vida para refinarme espiritualmente y por el bien de mi santificación, y también saber cuales son dardos de fuego o los ataques del enemigo enviados para inhabilitar, dañar, o entorpecer mi efectividad en Tu reino».
Entonces escribí en mi lista cuatro cosas de mi vida que pude ver en ese momento que no reflejaban a Cristo. Sabes, lo que fue interesante es que al repasar esa lista que escribí hace un año, me di cuenta que Dios había contestado tres de las cuatro cosas en una gran manera, y una de ellas en esta última semana.
Nancy: ¿Escribes muchas de tus oraciones?
Kim: Sí, escribo mis oraciones durante mi tiempo devocional. Me gusta escribirlas en mi diario de oración. Algo que yo encuentro muy útil y que me gusta usar, es como tú mencionaste, el libro, El valle de la visión. Yo empiezo mi día con las oraciones de los puritanos. No es que yo ore esas oraciones como un ritual religioso, pero siento que los puritanos tienen un buen entendimiento de nuestra conducta pecaminosa, de nuestra manera, quizás carnal de pensar, de nuestra manera mundana de ver las cosas, y también tienen buen entendimiento de la gloria y la grandeza de Dios. Entonces al leer esas oraciones me ayuda a formar mis propias oraciones para que sean más bíblicas y más allegadas a las Escrituras.
Una de las oraciones que oro por ti Nancy, de El Valle de la Visión, dice: «Santifícame en cada relación, en cada transacción de oficina, y condición en la vida, y que sí prospero, no me enaltezca; y si sufro no me lamente demasiado. Pon un balance en mi mente en cada circunstancia y ayúdame a cultivar una disposición que convierte cada labor en un privilegio espiritual y por consiguiente que yo sea satisfecha al traerte gloria a Ti y al ser un ejemplo hacia otros».
Nancy: Yo sé que tú eres una mujer que ama la Palabra de Dios. ¿Haces esto al mismo tiempo que estás en oración? ¿Combinas las dos cosas, vas primero a la Palabra de Dios y después oras? ¿Cómo haces todo esto de la Palabra de Dios y la oración en ese tiempo con el Señor?
Kim: Bueno, en mi tiempo con el Señor lo que hago primero es orar, después de este tiempo de oración entremezclo mi estudio con la Palabra de Dios con la oración misma y así sigo por el resto del día. Una vez me preguntaste, Nancy, si yo oro en voz alta o en voz baja. La mayoría del tiempo oro en voz alta y tal vez es porque ahora estoy sola la mayor parte del tiempo en la casa, me gusta orar en voz alta porque básicamente estoy conversando con el Señor, me gusta sentirlo así y también hago esto cuando voy manejando. Pero cuando mis hijos estaban todavía en casa, había varias veces que ellos entraban pensando que yo estaba conversando con alguien, y sí, realmente yo estaba platicando con el Señor.
Y aquí en este salón, mientras ustedes están aquí, yo me encuentro orando silenciosamente, como estoy segura de que muchas de ustedes también lo están haciendo. Nadie las escucha, solo el Señor, así que es es una combinación.
Nancy: Dijiste que comienzas cada día con el Señor. Pero sería bueno que nos dijeras, sobretodo para aquellas que son mamás con niños pequeños, ¿cómo hiciste cuando tú tenías los niños pequeños en la casa?
Kim: Esa es una época un poco agitada, así que yo me levantaba muy temprano. Muchas veces comenzaba cuando estaba amamantando a mis bebés, muy temprano en la mañana. En esa temporada yo tenía niños preescolares y no tenía mucho tiempo de oración como ahora. Una de las cosas que sí me ayudó mucho en ese momento –como yo no tenía el tiempo para sentarme y estar con el Señor– fue poder escribir antes unas tarjetitas con versículos que tenían significado para mí, o un versículo que yo necesitaba leer ese día, o una de mis oraciones. Y yo cargaba esa tarjetita en el bolsillo de mi bata, porque muchas veces no tenía tiempo ni de cambiarme cuando yo cuidaba a mis niños. Durante el día yo sacaba esa tarjetita y era un refugio espiritual para mí.
Jesús dice en Juan 4 que «el Padre busca adoradores, aquellos que le adoren en Espíritu y en verdad» (v. 24). Esa fue una de las primeras cosas que le pedí a Dios en oración, que me enseñara cómo adorarle a Él en espíritu y en verdad.
Luego, como mencionaste anteriormente, yo le pedí que me diera más amor por Él, y le pedí que me enseñara cómo orar. Y a Él le gusta que le hagamos preguntas, como mencioné anteriormente. A Él le gusta instruirnos en disciplinas espirituales, a Él le gusta enseñarnos cómo orar y entrenarnos en justicia. Ese es el deseo de Su corazón, por eso pienso que debemos hacerle este tipo de preguntas.
Pienso que debemos hacerle preguntas básicas, sobre nuestras decisiones diarias. Te puedo contar que en esta semana, y algunas pensarán que quizás esto suena extraño, yo regresaba a casa después de un día largo, largo de ministerio y esa misma noche me tocaba también dar una consejería. Yo solamente quería llegar a casa, descansar un rato antes de tener que salir de nuevo, pero el Señor puso un fuerte deseo en mi corazón de que yo debía ir al supermercado. Sabes, Él está vivo, Él vive, y Él no permanece callado. Él habla por medio de Su Palabra. Pero también Él guía nuestros pasos diariamente a lo que Él ya ha determinado para nosotras.
Entonces me fui al supermercado a comprar algo de comida. Bueno, en realidad fue unos días después en esa semana que yo me di cuenta por qué necesitaba comprar esas provisiones en particular. El jueves por la mañana cuando yo preparaba la cena de esa noche, el Señor trajo a mi corazón una familia en particular, y la necesidad de que ellos tenían de esta cena. Al principio yo no lo entendí pero Él continuaba trayéndolos a mi mente.
Entonces yo llamé a la mamá, y no sabía que ella había estado en el cuarto de emergencias con su hijo la noche anterior. En ese momento había mucha turbulencia en su casa; pero el Espíritu Santo sabía lo que estaba sucediendo en sus vidas. Yo no sabía pero Dios me guió de esa manera.
Yo creo que muchas veces nos perdemos las oportunidades en las que Dios desea usarnos—yo me pierdo oportunidades en las que Dios desea usarme—porque no estamos conectadas en conversación con Él; no estamos atentas a verlo en acción, no lo estamos escuchando, no estamos reconociendo Su mano obrando alrededor de nosotras o viendo a aquellos alrededor de nosotras que se encuentran en necesidad.
La gente derrama constantemente la carga de su corazón en nosotras. No puedes entrar en un supermercado o en una tienda de provisiones sin encontrar a alguien que está en necesidad. Tal vez tú ni siquiera conozcas a esa persona pero Dios pone en ti una carga especial para que intercedas por ella. Muy frecuentemente nos topamos con personas durante nuestras actividades diarias y ellas vienen y nos dicen lo que están pasando, lo que están atravesando; que están en necesidad, y yo creo que Dios desea que nosotras pausemos un momento. Tal vez tú crees que esta persona pudiera sentirse incómoda al orar en público, pero podrías preguntarle antes de orar, «¿me permites orar por ti en este momento?»
Nunca nadie me ha negado ese privilegio, sea en el pasillo del supermercado, en el estacionamiento o en cualquier lugar público. Dios les puede ministrar a estas personas en maneras que yo no puedo, pero por medio de la intercesión y la oración mientras el Espíritu Santo llena tu corazón y tu mente con las cosas que son necesarias por las cuales debes orar y las llevas a Cristo. Eso es lo que deseamos hacer y para lo cual fuimos creadas, para darle a Dios gloria.
Al pedirle al Señor que nos permita ser fructíferas para Él como lo dice en Juan 15, así es como el Padre es glorificado. Podemos ser fructíferas al orar por las personas, pero eso les ministra y las lleva a Cristo, entonces eso glorifica a Dios.
Nancy: Así es, pienso que Dios desea levantar una generación de mujeres que caminen en unión y en estrecha e íntima comunión con el Señor, que tomen en serio el desarrollo de su vida espiritual. Yo misma lucho con tener que decir «no», aun a cosas buenas, porque en realidad no hay tiempo para hacerlo todo.
Entonces debes tomar una decisión y preguntarte y decir:
¿Quiero ser una mujer de la Palabra de Dios?
¿Quiero ser una mujer que en realidad conoce a Dios?
¿Quiero llevar fruto, quiero ser una mujer fructífera?
¿Quiero ser yo una mujer verdadera de Dios?
Y si es así, entonces tendrás que tomar decisiones. Establecerás prioridades de orar por tu familia, de llenarte de la Palabra y de sabiduría de Dios, para que puedas llegar a ser una mujer madura, y para que puedas derramar todo eso en la vida de otras mujeres.
Todo esto es parte de lo que es ser una mujer verdadera de Dios. No es solamente hacer ciertas cosas o verte de cierta manera o alinearte a cierta imagen de lo que tú piensas que es ser una mujer verdadera. Esa mujer verdadera se puede ver muy diferente en las diferentes temporadas de la vida. Pero una característica que no se pierde es que ella es una mujer que siempre está en el proceso de conocer más a Dios. Ella busca a Dios con todo su corazón. Él la instruye y ella responde. Ella está siendo moldeada, transformada por la palabra de Dios y por lo tanto su vida será fructífera y tendrá influencia.
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth ha estado hablando con Kim Wagner acerca de lo importante que es el que desarrollemos un hábito consistente de oración y de estudio de la Biblia.
En una de nuestras conferencias Mujer Verdadera hablamos acerca de este tema. Escucha de una mujer que estuvo allí presente.
Mujer: Hermanas, quiero compartirles cómo Dios ha estado bendiciendo nuestras vidas y las vidas de las hermanas de la iglesia a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: Esta mujer nos cuenta cómo llegó a la conferencia y el impacto que esta tuvo en su vida y en las de otras mujeres.
Mujer: En el 2017 mis hijas me invitaron a ir al evento de Aviva Nuestros Corazones en Querétaro. Yo nunca había escuchado de Aviva pero ellas habían estado escuchando estas enseñanzas y Dios había estado bendiciendo sus corazones, de tal manera que me insistían a que fuera a ese evento.
Mientras yo no estaba dispuesta a ir porque tenía tantas actividades, tanto trabajo, y me negué a ir a ese evento. Pero ellas siguieron insistiendo que fuera. En ocasiones llegué a pensar cómo es que ellas no pensaban en mí, en que yo estaba con tantas actividades, cómo me pedían ellas que fuera a ese evento.
Pero al fin acepté ir a acompañarlas y la primera charla que escuché de Nancy, Dios habló a mi corazón. La enseñanza era sobre Martha y María. Dios confrontó mi corazón, me di cuenta que yo estaba afanada, y con muchas actividades que no eran malas, eran buenas en la misericordia, en el servicio a la iglesia, en mi casa con mi esposo, pero que no estaba dándole a Dios tiempo de calidad, en la oración y en la lectura.
Quería seguir ahí, quería que Dios siguiera tratando con mi corazón, hablando a mi corazón. Aún ahora esa enseñanza me persigue, está ahí para alentarme, que no me descuide, que no descuide mi comunión con Dios, que no descuide mi lectura. Llegamos aquí a Monterrey cuando terminó el evento, con ganas de que todas las hermanas supieran lo que habíamos escuchado.
Queríamos que todas las iglesias de Monterrey supieran de esas enseñanzas. Empezamos a pasar los videos de las conferencias en la iglesia y a invitar personas, y mi hija y yo empezamos a tener un deseo muy fuerte de que se pasaran en un auditorio muy grande esos videos de las enseñanzas; teníamos ese sueño en el corazón y platicábamos, pero no había recursos para conseguir un auditorio grande.
Así que empezamos a invitar personas al grupo de Whatsapp –al ver que era el recurso que teníamos en ese momento– empezamos a compartir las enseñanzas que Nancy da. Empezamos a ver que Dios estaba bendiciendo, una persona agregaba otra y otra, de tal manera que el grupo estaba lleno y abrimos otro grupo, y de esos grupos se abrieron otros grupos. No imaginábamos que Dios nos iba a bendecir tanto compartiendo esas enseñanzas, pero aún no era todo. Jamás imaginamos que Aviva Nuestros Corazones pudiera venir a Monterrey, que se pudiera hacer aquí el evento de Mujer Verdadera.
Estamos muy agradecidas con Dios, estamos muy felices de que todas las iglesias aquí tengan esa oportunidad de escuchar esas enseñanzas que han sido de tanta bendición para tantas mujeres.
Annamarie: Bueno, ¡nos vemos en Monterrey para la próxima conferencia Mujer Verdadera!
Seas de Chile, Perú, Colombia, Argentina, España, llena la línea en blanco, ¡si hablas español, te esperamos allí! Esta se llevará a cabo los días 13 y 14 de marzo del año 2020. Entérate de los detalles en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Mujer: Hermanas, Dios las bendiga y esperamos que Dios siga bendiciendo a muchísimas más mujeres a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: La feminidad es un regalo. Cada una de nosotras está llamada a confiar en el Dios que diseñó la feminidad y la masculinidad, y a aceptar con gratitud ese regalo. Bueno, pero ¿por qué? Sintoniza tu programa de mañana de Aviva Nuestros Corazones.
Abrazando el diseño de Dios para nuestras vidas juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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Recursos del Episodio
PDF «Manifiesto de la Mujer Verdadera»
Serie «Fundamentos del Manifiesto de la mujer verdadera»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 1»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 2»
Serie «El manifiesto de la mujer verdadera | Afirmaciones parte 3»
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