Cómo orar con las escrituras
Débora: ¿Alguna vez le has dicho a alguien, «voy a orar por ti»? Kim Butts nos dice que hacer esa promesa no es suficiente.
Kim Butts: Una cosa es decir, «estoy orando por ti». Otra cosa es realmente hacerlo. Y una de las cosas en que nos apoyamos es: Ora ahora mismo. No postergues.
No le digas a alguien que vas a orar porque ¿cuántas veces te olvidas y la cirugía pasó, y dijiste, «oh, se me olvidó»? Y luego más tarde te dicen, «¡gracias por orar!» Y tú piensas, «ay…» Todas hemos pasado por eso. Así que, si puedes, no lo dejes para después.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 1 de marzo de 2023.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Me emocioné mucho al saber que Kim y David Butts estaban en nuestra área el mismo día que …
Débora: ¿Alguna vez le has dicho a alguien, «voy a orar por ti»? Kim Butts nos dice que hacer esa promesa no es suficiente.
Kim Butts: Una cosa es decir, «estoy orando por ti». Otra cosa es realmente hacerlo. Y una de las cosas en que nos apoyamos es: Ora ahora mismo. No postergues.
No le digas a alguien que vas a orar porque ¿cuántas veces te olvidas y la cirugía pasó, y dijiste, «oh, se me olvidó»? Y luego más tarde te dicen, «¡gracias por orar!» Y tú piensas, «ay…» Todas hemos pasado por eso. Así que, si puedes, no lo dejes para después.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 1 de marzo de 2023.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Me emocioné mucho al saber que Kim y David Butts estaban en nuestra área el mismo día que estábamos grabando para Aviva Nuestros Corazones. Están tomando un año sabático y no se supone que deberían estar haciendo lo que están haciendo ahora mismo, así que no se lo digas a nadie.
Estaban con el director de nuestro ministerio, y le envié un mensaje de texto diciendo: «¿Podrían Kim y David, de alguna manera venir a hablar con nosotros sobre el tema de la oración?»
Estamos tratando de hacer un esfuerzo en este momento, durante este año… Bueno, queremos que sea un esfuerzo para cada año. Este ministerio nació en oración, está bañado en oración y saturado en oración. Nosotros no… Yo no estaría haciendo lo que estoy haciendo si no fuera por un grupo increíble de amigos que oran, que oran hoy, y que han estado orando por mí en estas últimas semanas mientras me preparo. creemos en la oración. Vivimos de la oración. Dependemos de muchas cosas que vienen de la mano del Señor a través de la oración.
Pero durante este año estamos haciendo un esfuerzo especial, un énfasis en la necesidad de la oración. Cuando pienso en este tema, Dave y Kim están en una lista corta de personas que conozco que realmente tienen un corazón por este tema.
Dave ha sido el presidente del Comité Nacional de Oración durante varios años y es autor y conferencista. ¿Dave, has sido pastor o eres pastor actualmente?
Dave Butts: Lo fui. He sido pastor, pero ahora he estado viajando, así que una iglesia no me querría.
Nancy: Sí, estás en muchos lugares.
Kim: Nunca estaría en casa.
Nancy: Y nos encontramos con ustedes en muchos lugares, en diferentes lugares, pero han sido amigos muy queridos de nuestro ministerio, personas que nos animan. Y me encanta el corazón que Dios les ha dado a ambos por la oración. Así que hoy vamos a tener esta conversación. Pero me encantaría saber, Dave y Kim, y tal vez cada uno de ustedes podría responder a esto: ¿Cómo y cuándo se interesaron por primera vez en el tema de la oración? ¿Crecieron con padres que oraban, o tuvieron una experiencia siendo niños? ¿Les tocó Dios en esa etapa? ¿Cuándo empezó a nacer un corazón para la oración en la vida de cada uno de ustedes?
Kim: Yo crecí en un hogar religioso, pero no un hogar cristiano. Mis primeros recuerdos de oración fueron la familia sentada alrededor de la mesa, y mi papá decía: «¿A quién le toca orar?» Y rápidamente todos levantábamos nuestro pulgar…porque el último en levantar el pulgar tenía que orar. Y entonces siempre decíamos la misma oración: «Gracias por esta comida».
No me convertí hasta los veinticinco años. Recuerdo que la primera vez que estuve realmente expuesta a la oración de manera significativa fue en un grupo de mujeres, como todas ustedes. Al final de un estudio bíblico todas formaron en círculo, y se tomaron de las manos, y yo empecé a sudar porque no tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Y la primera persona comenzó a orar, y siguieron dando la vuelta al círculo y pensé, ¡oh Dios mío, van a esperar que diga algo! Yo estaba paralizada. Entonces la persona a mi lado dijo: «No te preocupes, solo aprieta la mano de la persona a tu lado».
Nancy: ¿Si querías pasar el turno?
Kim: Sí, pasarlo a la próxima persona. Así que hice eso y solté un suspiro de alivio. Esa fue mi gran introducción a la oración. Pero en realidad, más adelante esas damas me enseñaron mucho sobre la oración. Estuve en otro grupo de mujeres que oraban de muchas maneras diferentes. Entendí la oración al estar en grupos de mujeres que oraban, y realmente aprendí a orar al estar allí.
Pero en realidad, no fue hasta la adultez que me sentí cómoda con la oración.
Dave: Bueno, cuando se trata de los inicios en la oración, mi historia es muy diferente a la de Kim.
No recuerdo alguna vez no haber orado. Algunos de mis primeros recuerdos son de cuando era niño, estar acostado en la cama diciendo oraciones torpes, oraciones infantiles, pero tenía padres que oraban y abuelos que oraban.
Le digo a la gente que creo que nací en la guardería de la iglesia. Simplemente tuve un hogar así. Mi padre no era predicador, pero era un anciano en la iglesia y mi mamá era maestra de escuela dominical. Vivíamos a una cuadra y media de la iglesia, así que estuve allí todo el tiempo.
La oración siempre fue importante. No siempre sabía por qué, pero eso es lo que haces: hablas con el Señor.
Es interesante para mí que lo que realmente me impactó fue cuando me convertí en pastor. La oración se vuelve cada vez más importante por la desesperación, y me sucedieron dos cosas que fueron significativas.
Una, y esto va a sonar extraño para algunas personas (aunque para otras no), pero crecí en una iglesia muy conservadora, ortodoxa con la Biblia, donde si querías oír a Dios, abrías la Biblia y la leías. Esa era la única manera en que pensaba que Dios podía o quería decir algo. Esa voz interior apacible y suave fue algo con lo que nunca crecí. A pesar de que las Escrituras hablan mucho sobre voz suave y apacible.
Así que, en mi caso, en algún momento a principios de los años 80, me di cuenta de que mi oración debía ser una conversación y no solo un monólogo, yo hablando. De hecho, probablemente era mejor si simplemente me callaba y escuchaba más. Y de repente, mi vida de oración creció.
Lo que la llevó a un nivel completamente nuevo, e incluso lo que nos lanzó al ministerio fue conectar la oración y las misiones. Me emocionaba mucho por las misiones mundiales. Estamos viviendo en una época donde es realmente posible ver completada la tarea de evangelización mundial, pero se necesitaba una iglesia que estuviese despierta y apasionada, avivada, y eso iba a depender de que nos conviriéramos en personas de oración.
A medida que comencé a estudiar y aprender, a crecer y a conectar cada vez más y más con la oración y las misiones, se hizo evidente para Kim y para mí que teníamos que hacer algo. Así que comenzamos un ministerio llamado Harvest Prayer Ministries. Y ha sido nombrado a propósito: Harvest Prayer (Cosecha de Oración). Se trata de la cosecha. Se trata de ver este mundo conquistado por y para Jesucristo.
Pero la clave para eso, en realidad, es aprender a comunicarse con Dios. Y cuando hacemos eso, todo lo demás comienza a caer en su lugar, incluyendo el avivamiento de la iglesia y el evangelio llegando a todas las naciones.
Es una respuesta larga y muy diferente, pero Dios nos unió en ese momento con historias muy diferentes. Pero realmente ha sido bueno porque la historia de Kim es muy frecuente en el mundo de hoy y en la iglesia –personas que están en la iglesia. Así que la mía puede ser un poco única, pero también es importante como un estímulo para lo que podría suceder si creces en la iglesia. Así que ambas historias hacen que nuestro ministerio sea más fuerte en conjunto.
Nancy: Y pensando en esta conexión entre la oración y las misiones, no hace mucho tiempo uno de nuestros pastores o ancianos en nuestra iglesia dijo, mientras orábamos por uno de los misioneros a quien nuestra iglesia apoya, él dijo: «Enviar misioneros al campo misionero sin apoyo en oración es como estar en una casa en llamas sin una manguera».
La idea de que ofrendemos dinero y enviemos a estas personas, pero que no las sostengamos con el apoyo de la oración, es aterradora.
Dave: Trabajo con muchas misiones diferentes porque soy muy apasionado por las misiones mundiales. Así que trabajar en consejos para misiones a menudo requiere establecer requisitos como: «Deben tener un 70% o 80% de su presupuesto recaudado antes de que les permitamos ir al extranjero». Y qué si también dijéramos: «Y también deben tener esta cantidad de intercesión recaudada antes de ir al extranjero».
Entendemos que en realidad no se trata solo de dinero, sino de intercesión. Se trata de la oración, si queremos ser eficaces.
Mira a Pablo. A Pablo le apasionaba que la gente orara por él. Conectó las oraciones de otras personas con la eficacia de su ministerio. Así que supongo que si Pablo necesitaba eso, nosotros también. Por eso nos apasiona eso y vemos lo crucial que es.
Nancy: Y para mí no es tan difícil, y sé que la gente tiene diferentes historias. Kim, tú dijiste que fue difícil para ti orar en grupo la primera vez.
Kim: Sí.
Nancy: Realmente es más fácil para mí orar con otras personas que orar sola. ¿Alguna vez luchas con esto? Tu mente divagando, ¿qué decir? ¿Cómo orar? Cuando se trata de nuestra vida personal de oración, ¿soy la única que alguna vez lucha con eso?
Hablas de que la oración es una conversación, mencionen algunas cosas que serían útiles cuando buscamos tener una vida personal de oración con el Señor.
Kim: Es interesante que digas que oras en grupos más fácilmente porque la mayoría de la gente dirá que es más fácil para ellos orar solos que en grupos. Así que es algo fascinante el que haya gente así.
Aquí es donde entra la parte de la creatividad. Una de las cosas que ahora me apasiona es enseñar, especialmente a las mujeres, cómo Dios nos ha creado a cada una de nosotras de manera única para encontrarnos con Él, y que no todas hemos sido creadas de la misma manera para hacerlo. Así que, la forma en que me enseñaron a orar no siempre correspondió con la manera en que Dios me creó para encontrarme con Él.
Con frecuencia la oración se convirtió en algo aburrido para mí hasta que descubrí que cada una de nosotras tiene diferentes personalidades, diferentes estilos de aprendizaje, diferentes dones espirituales, diferentes dones naturales, intereses diferentes. Todo lo que nos hace ser diferentes a los demás.
Y miras al Dios creativo que creó todo lo que existe. Miras en Génesis, y ves la creatividad de Dios, y luego te fijas en la creatividad de Jesús, quien no hizo nada dos veces de la misma manera. Nunca curó a la gente de la misma manera. Nunca dijo cosas a la gente de la misma manera. Contó diferentes historias para ilustrar cosas distintas.
Me doy cuenta de que todas tenemos este gran mundo de creatividad al cual recurrir en la oración. Para mí se ha convertido en un lugar para compartir con mujeres, hombres, familias (hacemos mucho entrenamiento de oración en familia), de cómo las diferentes maneras de conectarse con Dios pueden resultar bien para ti pero que pueden no resultar adecuadas para la persona sentada a tu lado.
Nancy: ¿Nos puedes dar un ejemplo de eso?
Kim: Sí, claro.
Dave: Bueno, tiene muchos ejemplos.
Kim: ¡Cuidado, podríamos durar horas!
Este es uno grande. He encontrado que esto probablemente supera a todos los demás. Algunas de ustedes probablemente ya oran de esta manera, pero pueden hacerlo de formas creativas adicionales, y es orar las Escrituras.
Como decía Dave, cuando pensaba que solo podía escuchar a Dios de una manera y que Dios no hablaba de otra forma. Bueno, Dios habla muy alto aquí.
Dave: En las Escrituras.
Kim: En las Escrituras. Y cuando sabes que este es el Dios que te creó, y que esta es la verdad, no hay nada aquí que puedas orar que esté fuera de Su voluntad. Así que la pregunta más grande que nos hacen en el ministerio de la oración es: «¿Cómo saben cuál es la voluntad de Dios?»
Al orar Su Palabra de regreso a Él, esto ayuda a la gente de muchas maneras:
Número 1: Te da vocabulario para la oración. Muchas veces te quedas sin palabras para alabar a Dios más que, «Señor, te alabo. Te adoro». Bueno, aquí hay muchas maneras.
«¿Cómo buscas el anhelo que tienes en tu alma y en tu espíritu y que quieres expresar a Dios?» Está aquí. Solo debes mirar los salmos de David, clamando al Señor.
Hay maneras de bendecir en la oración. Bendigo a la gente todo el tiempo. Tomo bendiciones de la Biblia y las oro por las personas, sobre ellas. Envío a las personas mensajes de correo electrónico con bendiciones.
Cuando nuestro hijo más joven tenía dos años, se convirtió en algo entre él y yo. Le puse la mano y oré una versión modificada de Números 6, una bendición simbólica. Dije: «David, el Señor te bendiga y te guarde, el Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti y te dé paz». Es muy sencillo. Un niño de dos años puede hacerlo. Cuando tenía cuatro años, él puso su mano sobre mí y me bendijo de vuelta.
Nancy: ¿Habían estado haciendo esto regularmente?
Kim: Lo habíamos hecho regularmente, sí.
Nancy: ¿Durante todo ese tiempo?
Kim: Sí. Incluso por teléfono, cuando estábamos fuera, separados.
Dave: Yo era ocasionalmente el sustituto.
Kim: La noche antes de casarse, él entró en el dormitorio, se arrodilló junto a la cama y me pidió esa bendición.
Nancy: Wow.
Kim: Ahora tiene una niña y un niño, dos pequeños, y ha sido algo muy especial saber que eso fue realmente importante para él, y que era algo que quería transmitir.
Así que usar la Escritura para bendecir es muy, muy importante. Y puedes tomar cualquier bendición, pones tu mano sobre alguien, o simplemente ora una bendición sobre ellos, el plan y la voluntad perfecta de Dios. ¿Y te imaginas a alguien haciendo eso por ti? Es algo realmente, realmente emocionante y precioso, un regalo para dar a alguien.
Dave: Sí.
Nancy: Kim, permíteme preguntarte, esto podría parecer un poco inusual, pero ¿podrías escoger un pasaje corto, un párrafo o un versículo y orar esa Escritura? Vamos a unir nuestros corazones y vamos a orar. Podría ser una alabanza o una intercesión.
Dave: Mientras ella lo busca, quiero decirte que ella y yo oramos de manera diferente, y aprendimos que es realmente bueno. Uno de nuestros objetivos es no tratar de orar como otra persona.
Nancy: ¿Qué quieres decir cuando dices que oran de forma diferente?
Dave: Por ejemplo: me encantan las listas. Soy un creador de listas.
Nancy: Y quienes nos escuchan no pueden oír esto, pero ella está sacudiendo su cabeza diciendo, «no hagas eso».
Dave: Así que, voy a sostener mi teléfono y tengo listas aquí. Los lunes oro por estas cosas. Y los martes oro por estas cosas. Y los miércoles oro por estas cosas. A mi esposa no le gustan las listas.
Kim: Yo pierdo las listas.
Dave: Sí, pierde las listas. Ella prefiere dibujar.
Kim: Yo oro a color. No puedo dibujar nada que valga la pena, pero puedo garabatear. Así que solo consigo un pedazo de papel, pongo alguna música de alabanza, y hago algunos garabatos. Empiezo a escribir los nombres de los miembros de mi familia, o una nación por la que estoy orando, o una decisión de la Corte Suprema, lo que sea por lo que estoy orando. Escribo Escrituras. Uso colores diferentes. Es muy creativo para mí, soy una persona visual. Es muy visual para mí.
Este es el tipo de lista, si la doblo y la meto en mi bolsa, si me detuve en un tren, puedo sacarla y «listo», tengo listas justo delante de mí.
Dave: Sí. Ella es una persona muy interesante. Yo soy una persona muy aburrida. Oramos de manera diferente.
Kim: Y he sido bendecida con cada uno de ustedes.
Nancy: Bueno, vamos a orar. ¿Podrías orar eso como una bendición?
Kim: Claro. Esto es a 1 Tesalonicenses. Iba a ir a 2 Tesalonicenses, pero hay uno bueno aquí también. Así que voy a orar por todas ustedes: «Que el mismo Dios y Padre nuestro, y Jesús nuestro Señor, dirijan nuestro camino a Él. Y que el Señor les haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, para que Él establezca sus corazones intachables en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos».
Dave: Amén.
Kim: Así que puedes orar cualquier pasaje por las personas, digamos, «este es un pasaje que mi hijo necesita hoy. Esto es algo que bendeciría tanto a mi amigo misionero». Saca un momento y escríbele un correo electrónico: «Hoy estoy orando esto por ti».
Una cosa es decir, «estoy orando por ti». Otra cosa es realmente hacerlo. Y una de las cosas en las que nos apoyamos es: Ora ahora.
No le digas a alguien que vas a orar porque, ¿cuántas veces te olvidas y la cirugía pasó, y dijiste, «oh, se me olvidó»? Y luego, más tarde te dicen, «¡gracias por orar!» Y piensas, «ay…» Todas hemos pasado por eso. Así que no esperes.
Eso es lo que estoy diciendo. Usa el poder de la Palabra para orar. Yo nunca oro sin mi Biblia. A menudo oro cosas, obviamente, que no están ahí, pero ayuda a impulsar tu vida de oración si hay algo, si tienes ese anhelo en tu corazón, y simplemente no sabes qué hacer: Ve a la Palabra y Dios te regalará palabras para orar.
Dave: Permítanme intervenir en eso también porque, para nosotros, no hay nada más que pueda decirles, que podamos decirles, que orar las Escrituras. Hay muchas otras cosas, pero esa es absolutamente la más importante.
Kim: Es importante.
Dave: Y cambia. Cuando dices que luchas al orar y la mayoría de la gente con quienes hablamos lucha al orar…y sí, a nosotros también nos pasa. Por supuesto que nos pasa. A veces pienso que necesito sentarme y escuchar mis propios audios, mis CDs, escuchar mi propia enseñanza.
Pero aquí está la verdad del asunto: Cuando tengo la Biblia conmigo, cuando tengo una copia de las Escrituras, y hoy en día, con mi teléfono, siempre tengo una copia de las Escrituras conmigo. Puedo seguir orando de formas que nunca antes pude orar, porque permito que la Palabra de Dios formule mis oraciones, como dijo Kim.
A veces simplemente lo lees. A veces tomas un pasaje de las Escrituras y empiezas a orar. Empiezas a hablar con Dios acerca de lo que estás leyendo.
Nancy: ¿Puedes demostrar eso? Quiero decir, con el Salmo 145 por ejemplo.
Kim: El Salmo 145 es uno bueno.
Dave: Absolutamente. Es bueno, pero ¿sabes lo que me encanta? Déjame contarte la historia. Mientras dirigía a un grupo de personas en nuestra iglesia, estábamos teniendo un tiempo de oración de veinticuatro horas, y yo tenía un segmento de dos horas. Me pidieron que dirigiera un segmento de dos horas. Así que me dirijo al Señor, «¿qué voy a hacer por dos horas con la gente que viene?»
Así que cuando entraron les dije: «Vamos a empezar a orar por Efesios». Y así comencé a dirigir y a animar a la gente a unirse, y así lo hicieron. Estuvimos allí por dos horas. Casi logramos terminar el segundo capítulo. Ahora, no toma tanto tiempo leer Efesios.
Solo para darles un ejemplo voy a comenzar aquí: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo».
Señor, ¡qué maravilla! Absolutamente todo lo que tienes para darnos, nos lo has dado en Jesucristo. Cada bendición que está en el reino celestial es nuestra a través de Ti, Señor Jesús. Nos regocijamos por el hecho de que Tú nos has dado todo. No es algo que estemos rogando. Es lo que ya nos has dado en Jesús.
Ayúdanos, Señor, ayúdame a comprender cada vez más las riquezas de lo que nos has dado en Cristo Jesús. «Tú nos elegiste en Él antes de la creación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha a Tus ojos».
Señor, gracias por la bendición de ser escogido. Señor, recuerdo que cuando era niño no era muy bueno en los deportes, y que era de los que esperaba que alguien finalmente me eligiera para poder estar en el equipo y jugar. Señor, gracias que no me siento así contigo. Tú me elegiste. Me elegiste antes de hacer el mundo. Sabías exactamente lo que ibas a hacer, y me elegiste para estar en Tu equipo.
Y me elegiste particularmente, Señor, para ser santo y sin mancha. Muéstrame más y más cómo vivir eso. Lo que Tú ya me has llamado a ser, muéstrame de manera práctica cómo hacerlo.
Y solo diré, «amén».
Kim: Y ahora ves cómo es que no pasaron del primer capítulo.
Dave: Voy a decir, «amén», pero como ves, cuando tenemos la Biblia frente a nosotros le digo a la gente: «Así es como se ora: ojos abiertos, la Biblia abierta». Ojos abiertos porque todavía no lo tengo todo memorizado. Así que, estás leyendo las Escrituras, y estás orando esto, y puedes orar durante horas.
Ahora, no soy un intercesor talentoso. Y sé que a la gente no siempre le gusta ese término y esas cosas, pero hay personas que son muy buenas en la oración. Puedes ponerlos en una habitación juntos y van a orar durante horas. Yo me tengo que esforzar mucho.
Siempre le digo a la gente que cuando estaba en la secundaria, el ministro de la juventud de mi grupo me dio el libro de Edward Bounds, El poder de la oración. Es un gran librito. Se trata de todas estas maravillosas personas, hombres y mujeres de Dios que oraron durante horas y horas. Es un libro pequeño. No toma mucho tiempo leerlo. Lo leí, y dije, «wow, esto es genial, voy a orar durante una hora».
Bien, estoy en la escuela secundaria. Lo recuerdo tan vívidamente… Cerré la puerta de mi habitación y me arrodillé junto a mi cama, me quité el reloj, lo puse en mi cama, cerré los ojos y empecé a orar. Oré, y oré, y oré. Oré por todos y por todo lo que pude pensar. Y luego abrí los ojos y miré mi reloj. Habían pasado cinco minutos. ¡Cinco minutos!
Me levanté de mis rodillas y dije: «¡No sé lo que estas personas hacían durante horas!»
Bueno, ahora lo sé. Sé lo que hicieron. Y no porque haya mejorado en la oración, sino porque estoy leyendo la Biblia. Estoy orando las Escrituras. Y tú puedes orar. Cada persona que está escuchando puede orar durante horas con su Biblia.
La gente se enreda un poco aquí. Dicen, «¿cómo hiciste eso? Recuérdame cómo». No importa porque no hay manera correcta o incorrecta de hacerlo. Simplemente permite que la Palabra de Dios forme y coloque los pensamientos de Dios en tu mente y comiences a orarle a Él. Y eso es lo emocionante. Todos pueden hacer eso.
Nancy: Hemos estado escuchando la primera parte de una conversación que grabé con Kim y Dave Butts. Y nos han estado enseñando cómo orar más eficazmente usando las Escrituras para guiar nuestras oraciones.
Muchas gracias por apoyar Aviva Nuestros Corazones mientras vemos juntas lo que Dios está haciendo en estos tiempos emocionantes. Las necesidades de nuestro mundo son grandes, y el mundo se encuentra en un estado de desesperación, pero conocemos a un Dios que escucha y responde a la oración. Queremos unirnos a ustedes para orar, compartir y esperar en el Señor para un tiempo como este.
Débora: Gracias, Nancy.
Nuestros invitados, Kim y Dave Butts regresarán mañana.
Dave: Algo que ocurre especialmente aquí en nuestro país, aunque creo que es cierto en muchas, muchas otras naciones, es que básicamente tenemos un montón de gente, cristianos que creen en la oración, y saben que es importante, pero no saben por qué.
Débora: Mañana en Aviva Nuestros Corazones ellos van a comenzar a explorar por qué la oración es tan importante.
Llamándote a orar por un derramamiento del Espíritu de Dios en tu familia, en tu iglesia y en el mundo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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