Como el Buen Pastor, día 1
Débora: Robert Wolgemuth dice. . .
Robert Wolgemuth: El Buen Pastor es nuestro ejemplo. Observamos lo que Él hace con nosotros, observamos cómo Él trata a Su pueblo. Vemos Su gentileza, Su liderazgo. Pero la belleza de esta imagen es que un pastor dirige y las ovejas lo siguen voluntariamente. Y cuando lideras ovejas, esas ovejas siempre tienen voluntad propia. Tu liderazgo tiene que ser persuasivo, amable y convincente; todas esas cosas que le dan a tu esposa el gozo de escoger seguir tu liderazgo.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 24 de junio de 2024.
Hace unos años atrás, en Aviva Nuestros Corazones escuchamos en una serie acerca del nombre de Cristo: «El Buen Pastor». Y ese ejemplo de Cristo es uno que los esposos están llamados a seguir: ellos deben ser los pastores de sus …
Débora: Robert Wolgemuth dice. . .
Robert Wolgemuth: El Buen Pastor es nuestro ejemplo. Observamos lo que Él hace con nosotros, observamos cómo Él trata a Su pueblo. Vemos Su gentileza, Su liderazgo. Pero la belleza de esta imagen es que un pastor dirige y las ovejas lo siguen voluntariamente. Y cuando lideras ovejas, esas ovejas siempre tienen voluntad propia. Tu liderazgo tiene que ser persuasivo, amable y convincente; todas esas cosas que le dan a tu esposa el gozo de escoger seguir tu liderazgo.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 24 de junio de 2024.
Hace unos años atrás, en Aviva Nuestros Corazones escuchamos en una serie acerca del nombre de Cristo: «El Buen Pastor». Y ese ejemplo de Cristo es uno que los esposos están llamados a seguir: ellos deben ser los pastores de sus hogares. Hace ya un tiempo, Robert Wolgemuth publicó un libro titulado: «Como el buen pastor: Lidera tu matrimonio con amor y gracia». En este, él anima a los esposos a asumir este rol.
Así que Nancy, todas estamos emocionadas de escuchar lo que tu esposo Robert compartirá con nosotras esta semana.
Nancy: Bueno, quiero decirle a nuestras oyentes que esta semana tendremos una conversación un poco inusual. Normalmente somos mujeres hablando temas para mujeres, llamándolas a encontrar libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Pero sabemos que tenemos algunos hombres que escuchan el programa, y muchas mujeres que escuchan tienen esposos, o padres, hijos o yernos, así que ocasionalmente hacemos una excepción y le pedimos a un hombre que venga y hable sobre temas que podrían ser de mayor interés para los hombres.
Aunque, cariño, cuando leí este libro, y al leer los comentarios de otras mujeres que lo han leído, es realmente un libro provechoso para las mujeres también. De hecho, quiero leer un par de comentarios que nos hicieron algunas mujeres en la página de Facebook del libro.
Algunas de las primeras que leyeron el libro escribieron: «Aunque este libro está principalmente dirigido a hombres y esposos, estoy totalmente inmersa en el libro y me resulta difícil dejarlo. Quiero seguir leyendo “solo un poco más”».
Otra mujer escribió: «Una vez que comencé a leer no pude detenerme, ¡sin darme cuenta lo terminé! La manera de escribir de Robert me hizo sentir como si estuviera sentada en su sala teniendo una conversación casual».
Y le preguntamos a algunas de esas mujeres: «¿Qué fue lo que te resultó útil de este libro que está dirigido a los esposos?». Durante los próximos dos o tres días leeré algunos de los comentarios. Uno de ellos es el siguiente, una mujer dijo:
«Me encantó leer Como el buen Pastor porque me ha abierto los ojos para ver como mi esposo de cincuenta y cuatro años me ha estado guiando. He podido decirle, específicamente, cuánto aprecio todas las formas en las que me guía».
Creo que aquí tenemos un esposo feliz que tal vez no haya leído el libro todavía. Pero su esposa vio el valor que tienen las palabras que dan ánimo en el matrimonio, al leer este libro principalmente para los esposos, ella fue animada a ser de aliento para su esposo.
Robert Wolgemuth: Y eso es muy motivador para un esposo, que su esposa lo encuentre haciendo algo bien y que te anime. Ahora, en ocasiones es necesario señalar lo que no está bien o dar un consejo, pero decirle a tu esposo lo que está haciendo y decirle: «Cariño, ¡fue increíble! ¡Así se hace! ¡Bien hecho!», es increíblemente motivador.
Y si hay hombres escuchando esto, confirmarán lo que acabo de decir, me estarían chocando esos cinco, y sé que están pensando: «¡Me encanta cuando mi esposa me anima!».
Nancy: Y como mujeres podemos entenderlo, porque a nosotras nos encanta que nos animen también. ¿A quién no? No es un asunto de género. Las palabras de aliento, las palabras de afirmación, el resaltar las cosas que son dignas de elogio.
Eso es bíblico, en Filipenses 4:8 dice: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten». Hablamos de aquellas cosas en las que pensamos.
Robert: Así es. Y la vida tiende a ser rutinaria, tenemos nuestros quehaceres, cada quien hace sus tareas, vamos al trabajo, regresamos; preguntamos: «¿Cómo te fue?», y respondemos: «Bien, cariño, ¿cómo estuvo tu día?».
Hay que llevar a los niños a sus actividades, ir al supermercado. . . seguir la rutina de la vida diaria. Pero tenemos que hacer un alto intencionalmente y decir: «¿Sabes?, aprecio mucho cuando…(no sé, hizo alguna cosa, puede ser sacar la basura). . .y eso tiene mucho valor especialmente viniendo de personas que amamos y por quienes nos preocupamos.
Si un extraño se te acerca y te dice algo alentador, eso es una cosa. Pero alguien que te conoce bien, que conoce todas tus fallas, tus miedos, tus inseguridades y temores, y te dice: «Aprecio mucho lo que hiciste», eso es increíblemente motivador. Y como dijiste, tienes razón, es en ambos sentidos. ¡No es solo para los esposos!
Nancy: Nosotros intentamos animarnos mutuamente. Sé que aún somos recién casados, realmente intentamos agradecernos el uno al otro, estar pendientes de las pequeñas cosas, apreciarlas, y expresarlo. Y tú, Robert, eres un ejemplo para mí en eso, y me pones el estándar bastante alto.
Y mientras hablamos estoy aquí pensando, ¿sacaste la basura esta mañana?
Robert: ¡Sí, lo hice!
Nancy: ¡No me di cuenta! Porque salimos tan rápido de la casa. Pero gracias, cariño, por hacerlo.
Robert: Por nada. Ya se la llevaron, y puse de nuevo el contenedor de basura en el garaje. . . Así que todo está bajo control.
Nancy: Bueno, tal vez por eso no me di cuenta de que estaba fuera.
Robert: Así es. Eso está resuelto. Es mi pasatiempo favorito, tener todo resuelto.
Nancy: Gracias. Y antes de eso, pasaste por todas las habitaciones y recogiste la basura de, ¿cuántos?, ¿como treinta y nueve botes de basura en nuestra casa? ¡Son muchos!
Así que, esas pequeñas cosas que hacemos en el día a día una y otra vez son las cosas que son fáciles de dar por sentado. Por eso es de gran importancia decirnos mutuamente: «Me di cuenta de eso que hiciste. Muchas gracias». No tiene que ser algo grande o exagerado.
Robert: Así es, no tiene que ser algo dramático. De hecho, es mejor si no lo es. Las cosas de rutina. Solo mostrar aprecio diciendo: «Me di cuenta. Lo aprecio. Bien hecho. Te amo». Esas son las cosas que hacen la diferencia.
Nancy: Bueno, muchas gracias por sacar la basura.
Robert: Es un placer.
Nancy: Como el Buen Pastor: Lidera tu matrimonio con amor y gracia. Creo que nuestras oyentes estarían interesadas en cómo nació este libro, cómo surgió esta idea. Y esto ha sido parte de tu vida y era una carga en tu corazón. Has escrito muchos libros. Pero, ¿qué fue lo que plantó la semilla para escribir este libro?
Robert: Bueno, fue una noche en Marzo de 2015 cuando salimos a cenar. Estábamos en Orlando, Florida (en ese tiempo tenía mi casa allí).
Nancy: Eso fue al inicio de nuestra relación.
Robert: Sí, al inicio de nuestra relación. Y por supuesto, te conocía profesionalmente y conocía tu ministerio, Aviva Nuestros Corazones. También te conocía como escritora, sabía que tu programa se transmitía en la radio todos los días y que miles (sí, decenas y cientos de miles) de mujeres te escuchan. Yo estaba muy familiarizado con tu enseñanza.
Estoy seguro de que hablaremos sobre esto más adelante. Admiro mucho tu enseñanza. Sé que cuando las mujeres asisten a una conferencia (quizá tú que nos escuchas has asistido a alguna de las conferencias y sabes exactamente a donde voy con esto) el mensaje de Nancy está basado en la Biblia y es claro: ¡Deja a tu esposo liderar!
«Bueno», le dije a Nancy, «las mujeres leen tus libros, escuchan el programa en la radio, van a las conferencias. Y tú abres la Palabra y les enseñas: ‘Esto no es solo la opinión de Nancy’. Les enseñas que las Escrituras son muy claras sobre los roles en el matrimonio. Y así las mujeres regresan a casa con todas esas enseñanzas. Tal vez sus esposos han estado cuidando a los niños mientras ellas estuvieron fuera. Digamos que ha estado viendo la TV, el béisbol, el fútbol, o las Grandes Ligas. Ellos no tienen idea de lo que sus esposas acaba de aprender. No lo saben».
Le estaba describiendo a Nancy ese escenario mientras cenábamos. Y luego le dije: «¿Quién le dirá a su esposo lo que ella acaba de aprender? Porque es algo muy bueno en muchas maneras». Es fantástico. De hecho, en ese momento dije (he estado en la industria editorial durante más de cuarenta años, así que ponerle título a los libros es parte de mi trabajo), le dije: «En realidad, creo que me gustaría titular el libro Eres un hombre afortunado».
Nancy: Un libro para los esposos cuyas esposas acababan de asistir a las conferencias.
Robert: Exactamente, gracias. En ese momento te miré y me di cuenta de que no era muy buena idea. Era solo una idea mía, ¡y no era tan buena! Pero el punto es que: esta esposa ha estado escuchando este poderoso mensaje de que los esposos son la autoridad de la casa, son los líderes de sus esposas, y eso debería ser una gran noticia. Pero, ¿y si ellos no lo saben? ¿Qué pasa si no saben nada de lo que sus esposas han escuchado en la conferencia?
Así que dije (en realidad no recuerdo si lo dijiste tú o lo dije yo): «Debería haber un libro que describiera esto para los hombres, de parte de otro hombre que haya experimentado y vivido todo esto, que les diga: “Mira, esto es lo que tu esposa acaba de aprender, y esto es lo que tú tienes que hacer”». ¡En realidad esto es algo bueno!
Nancy: Pero también puede ser algo atemorizante.
Robert: Bueno, claro que sí, da miedo. Me imagino (en fútbol americano) a un mariscal de campo sentado en la banca. . . y digamos que el otro mariscal de campo se ha lesionado, o que su equipo ha estado defendiendo y es hora de jugar la ofensiva.
Así que él corre hacia el campo, y ahora tiene la responsabilidad de elegir las jugadas y hacer que el equipo juegue. Conozco mariscales de campo de la NFL y conozco el gozo de ser realmente exitoso, pero también conozco los riesgos y retos de estar a cargo y escoger las jugadas, lanzar los pases y tratar de burlar la defensa.
¡Él está a cargo! Eso es algo bueno. La mala noticia es que, al final del partido, se revela públicamente las veces que el mariscal fue derribado. Y al observar las repeticiones del mariscal de campo siendo derribado, nos preguntamos cómo es posible que el hombre vuelva a levantarse. Es algo muy peligroso; es una combinación de gozo y de los peligros del liderazgo.
Él (el esposo) es el líder. Ese es su rol. Su esposa le puede decir: «Cariño, creo que Dios ha ordenado tu rol para que seas el líder en esta relación». ¡Pero es una gran responsabilidad!
Y Nancy, parte de nuestra naturaleza pecaminosa es que tendemos a culpar a otros, decimos: «Soy así porque (llena el espacio en blanco). . .“tuve un entrenador que fue poco amable conmigo, un padre ausente”. . .», lo que sea. Bueno, esa es una vivencia del tipo «no hay excusas».
Yo soy el líder; el Señor me ha dado esa responsabilidad. Y como mi esposa, tú has resaltado esa verdad de ese mandato para el hombre, y ese es mi rol. Estoy seguro de que hablaremos sobre esto más adelante, pero hay muchas maneras en las que se manifiesta.
Son buenas noticias, pero al mismo tiempo son noticias sobrias que deben llevarnos a meditar y reflexionar. «¡Tú eres el líder!», buenas noticias; «¡Tú eres el líder!», meditación y reflexión. Y en ese momento, en ese restaurante en Orlando, se plantó la semilla de este libro y comenzó a tomar forma.
Realmente no tenía una idea en mente. El título vino un par de meses después. El Señor usó esa metáfora en nuestra relación, nuestra amistad, nuestro amor mutuo, y de alguna manera preparó el camino para el tema de este libro: Como el Buen Pastor.
Nancy: En los próximos días hablaremos sobre algunas de las maneras en las que todo esto nos lleva a reflexionar y a meditar. Y puedo imaginar que algún esposo que ahora nos escucha estará pensando: Mi esposa es más espiritual que yo. Ella ha sido cristiana por más tiempo y ha estado en más estudios bíblicos de los que yo podría asistir, así que, ¿cómo podría yo ser líder? Abordaremos algunos de los retos que los esposos experimentan, pero quiero detenerme un momento con esta metáfora del pastor. Ese tema fue muy recurrente durante los primeros días de nuestra relación.
Robert: Así es.
Nancy: De hecho, «nuestra canción» nos recuerda eso.
Robert: Así es. Y esa noche cuando salimos a cenar, había un pianista en el restaurante que tocaba maravilloso, tocaba canciones de amor.
Nancy: ¡Y yo no conocía ninguna! ¡Pero tú te las sabías todas!
Robert: Bueno, no todas. Y mientras tú y yo hablábamos, escuché una estrofa de una de esas canciones de amor, y de repente interrumpí mi conversación contigo para cantar la estrofa. La mayoría de las parejas tienen «su canción», nosotros decidimos que no hay nada más romántico que los himnos. Antiguos himnos. Tú y yo conocemos varios himnos.
Nancy: Así es y estoy segura de que eso suena un poco anticuado.
Robert: «Suena anticuado» ¡Es anticuado! Y estamos felices de ser anticuados. Entonces, decidimos que nos encantan los himnos, y que pueden ser románticos. Nuestro himno favorito es «Cristo, cual pastor, oh guía. . .»
Nancy: «. . . nuestros pasos en tu amor».
Robert: ¡Eso es, eso es! Juntos estamos reconociendo que necesitamos un Pastor y que necesitamos Su tierno y amoroso cuidado. Esa se convirtió en nuestra canción, así que titulé el libro Como el Buen Pastor. No lo pensé dos veces, ¡era perfecto!
Nancy: Entonces, el Pastor es nuestro Gran Pastor, el Buen Pastor, Cristo Jesús, y ambos tenemos que seguir a ese Pastor; no solamente el esposo, sino que la esposa también debe hacerlo.
Pero en tu mente eso se convirtió en una especie de metáfora para el llamado del esposo en el matrimonio a representar al Buen Pastor, convirtiéndose él en un pastor en la vida de su esposa.
Robert: Así es. Durante casi cuarenta años enseñé en la escuela dominical, y el primer domingo de cada año, enseñé sobre Hebreos 12. El versículo dos dice: «. . .puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. . .». Bueno, esa es exactamente la imagen.
El Buen Pastor es nuestro ejemplo. Observamos lo que Él hace con nosotros, observamos cómo Él trata a Su pueblo. Vemos Su gentileza, Su liderazgo. De hecho, todo esto es muy interesante, aunque hay otras ilustraciones que para nosotros resultan más familiares.
Nancy: Sí, un pastor puede sonar como algo simple.
Robert: Es así, realmente puede sonar muy simple porque estamos acostumbrados a ver en las películas a un vaquero montado en su caballo arreando el ganado. Y ese hombre allí en pleno sol (¡realmente no puedo imaginarme no ducharse durante dos semanas arreando el ganado por todo el país!). . .
Nancy: ¡Tampoco las esposas!
Robert: Así que estamos más acostumbrados a esa imagen de arrear o guiar al ganado y no a las ovejas. Lo interesante de esto es que el ganado no tiene otra opción. Hay un montón de vaqueros con sus lazos y látigos, hay perros ladrándole al ganado, por lo que si una vaca o un novillo se sale de la fila, ¡lo traen de regreso!
Pero la belleza de esta imagen es que un pastor dirige y las ovejas lo siguen voluntariamente. Eso es muy diferente. Pensemos en esta ilustración por un momento: si me subo a un caballo y le digo «¡Arre!», el caballo puede decidir avanzar o tirarme al piso.
Puede causar más temor montar a caballo que montar una motocicleta. Te sientas en una motocicleta, la enciendes, giras el volante y ¡avanzas! La motocicleta no tiene voluntad propia.
Y cuando lideras ovejas, esas ovejas siempre tienen voluntad propia. Tu liderazgo tiene que ser persuasivo, amable y convincente; todas esas cosas que le dan a tu esposa el gozo de escoger seguir tu liderazgo. ¡Eso es mucho trabajo!
Si estás en el ejército y eres el general, las personas bajo tu cuidado no tienen otra opción. Tú gritas: «¡Rana!» Y ellos saltan. Pero en un matrimonio, donde tu eres el pastor y tu esposa es la oveja, tienes la oportunidad (digamos) de ser el tipo de persona que a ella le gustaría seguir. Si eso no llama tu atención, ¡entonces no sé qué lo hará!
Y Nancy, tú no sigues mi liderazgo porque te lo ordeno. Tú has decidido seguir mi liderazgo porque quieres ser como yo soy, es decir, quieres ser tratada como te estoy tratando. ¿Y dónde aprendo eso? De Cristo, cual pastor nos guía. Esa es realmente la idea de este libro.
Nancy: Bueno, retomaremos esta conversación mañana donde hablaremos sobre algunos de los aspectos desafiantes de ser el líder y de ser una seguidora, de vivir esta metáfora del pastor en el contexto del matrimonio.
El libro que Robert escribió se titula: «Como el buen Pastor: Lidera tu matrimonio con amor y gracia». Y como ya hemos dicho, creo que este es un libro que también será muy útil para las mujeres, aunque principalmente para los esposos.
Si crees que esto es algo que tu esposo o hijo, yerno o padre, estarían dispuestos a leer o les sería de aliento, te animamos a adquirirlo. Encuentra más información acerca de este libro y cómo lo puedes adquirir en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Débora: Robert Wolgemuth dice que él aprende a ser un mejor pastor siendo una oveja del Pastor celestial.
Robert: Uno de los conceptos más importantes en toda la vida es la idea de ser un aprendiz. Cuando estudiaba en la universidad trabajaba para un contratista, y aprendí cómo hacer muchos oficios, desde albañilería, el trabajo eléctrico, carpintería, todo, observando.
Podría haber leído un manual (en ese entonces no había YouTube), pero aprendí cómo hacerlo observando a alguien que era un experto haciéndolo. Así que la idea es: estoy aprendiendo a ser un pastor siendo una oveja, teniendo un Pastor. ¡Hablo mucho de eso en el libro!
Así que tengo una mayor capacidad de ser un buen pastor al observar a mi Buen Pastor y siendo una oveja obediente bajo Su liderazgo. Esa es la manera en que puedo saber cómo hacerlo. He visto a alguien hacerlo, lo he experimentado de parte del Buen Pastor, y ahora tengo una idea de cómo hacerlo en mi propia casa.
Débora: Robert nos hablará más acerca de esto en el episodio del día de mañana.
Te esperamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
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