Atravesando la densa oscuridad
Débora: El Salmo 23 nos compara con ovejas, siendo el Señor Todopoderoso nuestro Pastor. Es muy alentador saber que Él siempre nos está guiando y protegiendo.
Nos acompaña el pastor y autor Colin Smith.
Pastor Colin Smith: Por más oscuro que sea el valle que tengas que atravesar, ningún poder podrá arrebatarte de Su mano, y nada podrá separarte de Su amor.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 2 de octubre de 2024.
¿Alguna vez te has perdido en la oscuridad? Esto me sucedió a mí una vez, en África, cuando estaba buscando a un hipopótamo. No es algo que tú quieras hacer en la oscuridad. Es una larga historia, pero yo tenía mucho miedo. ¿Cómo te sientes cuando estás perdida? ¿Tienes miedo? ¿Te sientes vulnerable?
Piensa en la diferencia de tener a alguien que te está guiando, …
Débora: El Salmo 23 nos compara con ovejas, siendo el Señor Todopoderoso nuestro Pastor. Es muy alentador saber que Él siempre nos está guiando y protegiendo.
Nos acompaña el pastor y autor Colin Smith.
Pastor Colin Smith: Por más oscuro que sea el valle que tengas que atravesar, ningún poder podrá arrebatarte de Su mano, y nada podrá separarte de Su amor.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 2 de octubre de 2024.
¿Alguna vez te has perdido en la oscuridad? Esto me sucedió a mí una vez, en África, cuando estaba buscando a un hipopótamo. No es algo que tú quieras hacer en la oscuridad. Es una larga historia, pero yo tenía mucho miedo. ¿Cómo te sientes cuando estás perdida? ¿Tienes miedo? ¿Te sientes vulnerable?
Piensa en la diferencia de tener a alguien que te está guiando, que te está ayudando a evitar los peligros.
Esas fueron, seguramente, algunas de las emociones que el rey David estaba tratando de comunicar, cuando escribió el Salmo 23. Hablaremos más sobre esto en un momento. Primero, conozcamos un poco mejor a nuestro invitado. Aquí está Nancy con el pastor Colin Smith.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estamos de nuevo con el pastor Colin Smith. Colin cuéntanos un poco sobre tu familia, acerca de Karen, tu esposa.
Pastor Colin: Karen y yo nos conocimos cuando estudiábamos Teología en Londres. Tenemos 42 años de casados. Tenemos dos hijos adultos, y ahora tenemos cinco nietas. Sus edades van desde los cuatro hasta los diez años. Son absolutamente encantadoras y una bendición para nosotros.
Nancy: Yo creo que tu familia definitivamente necesita ser parte de Aviva Nuestros Corazones y de Mujer Verdadera, por tus nietas, pues ustedes han estado educando mujeres verdaderas.
Así que tienen cinco nietas. ¿Viven ellas en Chicago también?
Pastor Colin: Sí. Una parte de la familia está en el área de Chicago, y la otra parte está en Indianápolis. Así que estamos muy cerca de ambos, y espiritualmente estamos muy, muy cerca de ellos.
Nancy: Bueno, nos gustaría conocer un poco más sobre el ministerio que ha surgido de tu predicación: Abre la Biblia. ¿Es correcto?
Pastor Colin: Abre la Biblia, así es.
Nancy: Cuéntanos un poco de esto, de qué se trata.
Pastor Colin: Bueno, Abre la Biblia es un ministerio radial. Queremos alentar a la gente para que no solo abran la Biblia durante el programa, sino que también estudien la Biblia por sí mismos.
Algo importante que nosotros hacemos es llevar a la gente en viajes a través de la Biblia, viajes de diferente duración. Nosotros les damos un panorama bíblico desde Génesis hasta Apocalipsis y les ayudamos a ver que toda la Biblia es una historia que apunta al Señor Jesucristo.
Además, queremos hacer todo lo posible para motivar a los líderes, por lo que grabamos videos y otros recursos, que esperamos sean de gran utilidad para preparar a la gente para el liderazgo en varios aspectos del ministerio.
Débora: Él es nuestro invitado, el pastor Colin Smith, conversando con Nancy. Si no pudiste escuchar la primera parte del mensaje del pastor Colin: «Por el valle de la sombra de muerte», visita el enlace en la transcripción de este episodio para escucharlo.
El pastor Colin habló acerca del valle profundo, oscuro, que Jesús tuvo que experimentar; las tinieblas del juicio de Dios, no por Su propio pecado, sino por el nuestro. Como Colin mencionó, Jesús sufrió una muerte física: la cual él llamó, la primera muerte; y a la terrible ira de Dios la llamó, la segunda muerte. Él sufrió las dos al mismo tiempo en la cruz.
Continuemos con la segunda parte de este poderoso mensaje del Pastor Colin Smith, el cual compartió con el personal de Aviva Nuestros Corazones.
Pastor Colin: Recuerda que Jesús estuvo en la cruz por seis horas. Él fue crucificado a la hora tercera, eran las nueve de la mañana. Fue cuando Jesús dijo de manera maravillosa: «Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen».
Unas horas después, uno de los malhechores que estaba crucificado a su lado tuvo temor de Dios y le pidió a Jesús: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino», como vemos en Lucas 23:42.
Y Jesús le dijo esas hermosas palabras: «En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43).
Pero, después de tres horas en la luz, al medio día, Dios apagó la luz y densas tinieblas descendieron sobre toda la tierra. Lucas señala: «Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena», así vemos en Lucas 23:44.
Y lo que estaba sucediendo en esas tinieblas era que Dios mismo estaba sellando Su pacto con nosotros, Su pueblo. Jesús en las tinieblas cargó con nuestros pecados.
«Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz», así lo leemos en 1.ª Pedro 2:24. Dios hizo que Él, quien no conoció pecado, fuera pecado por nosotros. El Señor cargó sobre Él todas nuestras iniquidades (ver 2 Cor. 5:21).
Eso fue lo que sucedió en la oscuridad. Y por causa de nuestros pecados, Él sufrió el castigo que nosotros merecíamos. Él sufrió el infierno que nosotros merecíamos.
¿Qué experimentó Jesús en la cruz? Te lo voy a describir:
- Él sufrió emocionalmente.
- Él estaba rodeado de la más oscura tiniebla.
- Él estaba rodeado con la presencia de poderes demoníacos.
- Él estaba cargando nuestro pecado.
- Él estaba bajo juicio.
- Él dejó de sentir el amor reconfortante de Su propio Padre.
¿Cómo te suena eso? Yo describiría eso con una palabra. Es el infierno en toda la extensión de la palabra, ¿no es así?
Eso era lo que nosotros merecíamos.
El infierno es sufrir conscientemente en la más oscura tiniebla, rodeado de poderes demoníacos, cargando con la culpa, bajo el juicio de Dios y separado del amor reconfortante de Dios para siempre.
Dios estaba justo ahí en las tinieblas haciendo Su obra más extraordinaria. Justo ahí, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo en Jesucristo.
Jesús sufrió la primera muerte y la segunda muerte al mismo tiempo. Y por eso cuando Él oró en el jardín del Getsemaní, sintió agonía, porque Él sabía que iba a sufrir algo absolutamente horrendo. Pero, por supuesto, eso no terminó ahí. Él sufrió el infierno.
La ira divina, dice Ezequiel, fue aplacada. Fue aplacada en Él. La justicia de Dios, en cuanto a nuestros pecados se refiere, fue satisfecha en Él. El perfecto sacrificio fue hecho, se logró una total expiación.
Y por eso, en las tinieblas, Jesús, clamó a gran voz: «¡Consumado es!» (Jn. 19:30). Y luego: «Padre, en tus manos encomiendo Mi espíritu» (Lucas 23:46).
Verás, aquí están las buenas nuevas: la muerte de Jesús cambió la naturaleza de la muerte para todos y cada uno de nosotros. Cuando tú mueres, lo que tienes delante de ti no es la segunda muerte. Él murió la segunda muerte por ti, para que cuando ese día llegue, y tú entres en ese valle y tu Pastor esté contigo, esto será la entrada a la gloriosa presencia del Señor, quien te ha amado y te ha redimido.
Por eso es que Pablo puede decir en Corintios: «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está oh sepulcro tu aguijón?» (1 Corintios 15:55).
Los creyentes nunca verán la segunda muerte. Jesús sufrió el infierno para que tú nunca lo tengas que experimentar.
Ahora, yo quiero decirte algo a modo de aplicación en este punto: nunca te canses de proclamar lo que Jesús logró en la cruz. Nunca te canses. Este es mi consejo para ti hoy: nunca te canses de proclamar lo que Jesús logró, para ti, para mí en la cruz. Nunca te canses. Mantén esto siempre en el centro de tu ministerio.
Nunca te canses de proclamar lo que Jesús logró en la cruz.
Hace unos años, encontré un sermón que predicó un hombre que se llamaba James Denney. Algunos de ustedes tal vez conozcan este nombre. Él era un pastor escocés que escribió un libro muy conocido sobre la muerte de Cristo. Denney, fue invitado para hablar en la reunión anual de la Sociedad Misionera Bautista en Gran Bretaña en 1911. (Les prometo que yo no estaba ahí en esa ocasión en particular).
Ahora, si alguien ha sido invitado para dar el mensaje principal en una reuniónde una sociedad misionera, esa es una organización grande para misiones. Y sabemos que existe cierta expectativa hacia el invitado que va a compartir el mensaje. ¿Cuál es el mensaje principal para una sociedad misionera grande? Tres puntos: perímetro, Orar, segundo, Dar. ¿Y cuál es el tercer punto? Ir. Eso es lo que se espera escuchar.
Me hubiera gustado haber estado entre esa multitud en 1911, cuando Denney se levantó ante esa vasta multitud y anunció el título de su mensaje. El título era una sola palabra: «Propiciación». Y para los que no saben, esa, por supuesto, es la palabra en la Biblia que describe lo que acabamos de hablar… la ira de Dios derramada sobre Jesús y Él cargando con el pecado, Él sufrió el infierno por nosotros para que nosotros seamos salvos, por todo lo que Él sufrió. Este es el significado de la palabra «propiciación» en la Biblia.
¿Y por qué les estoy diciendo esto? Bueno, porque lo que más me fascinó acerca del mensaje de Denney fue que justo un año antes, como cualquier persona que ha estudiado la historia de las misiones mundiales sabe, hubo una conferencia mundial sobre misiones muy importante en la ciudad de Edimburgo, Escocia, donde yo nací y crecí.
Edimburgo en 1910 tuvo la más grande, la más significativa iniciativa misionera en toda la historia de la iglesia en 2,000 años. Mucha gente vino de todas partes del mundo. Gente de muchas denominaciones diferentes.
Y debido a esta increíble conferencia, la gente decía: «Nunca antes había sucedido algo así. Nosotros alcanzaremos a todo el mundo para Jesús. Nosotros tenemos las estrategias para hacerlo. Nosotros tenemos la gente y tenemos representación en todo el mundo».
Y allí estaba toda esa gente, todos ellos reunidos. Fue una vasta conferencia. Y de allí salieron grupos de estudio y análisis y estudios sobre la cultura, etc. Había muchas cosas importantes por hacer.
Y si algunas de ustedes están realmente interesadas en saber más sobre esa conferencia mundial de misiones que tuvo lugar en Edimburgo en 1910, lo pueden encontrar en la biblioteca Library of Union, Theological Seminary. en Nueva York.
Si alguien está interesado y quiere ir y verificar, encontrará que existen treinta y tres cajas que ocupan 15 pies y medio de espacio lineal en los estantes de esa biblioteca. ¿Entienden lo que les quiero decir?
Ahora bien, un año después de esa gran iniciativa en el 1911, Denney hace la siguiente observación: «En los últimos doce meses se ha hablado sobre las misiones en el exterior como nunca antes».
Luego, él describe la urgencia del llamado, la urgencia de la necesidad, la magnitud del desafío. Y él pregunta: «¿Cuál ha sido el resultado?».
Y entonces responde lo siguiente: «Hasta donde yo puedo ver, no es ni aquí ni allá. Una enorme proporción de la gente en nuestras iglesias no tienen ningún interés en el asunto».
Su punto es sencillamente este: «Después de todo el entusiasmo, después de toda esta actividad, no hay una diferencia notable en cuanto a un aumento en las donaciones. No hay evidencia de ningún movimiento espiritual significativo que esté sucediendo realmente. No hay evidencia de gente pasando adelante en grandes cantidades diciendo: “Me gustaría dedicar mi vida a la causa de las misiones en el mundo”».
Luego dijo lo siguiente: «No es interés en las misiones lo que nosotros queremos en nuestras iglesias en este momento, sino interés en el evangelio, porque aparte del evangelio, yo creo que nosotros buscaríamos en vano una respuesta a esos llamamientos misioneros».
Luego continuó con su mensaje citando lo siguiente: «Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero» (1 Juan 2:2).
A mí me encanta el corazón de este ministerio. Me encanta lo que ustedes hacen. Ustedes están haciendo lo correcto.
- En el corazón de este ministerio, queremos ver una renovación de la vida espiritual. ¿Amén?
- En el corazón de este ministerio, queremos ver a las personas salir de la apatía, el formalismo y la frialdad para descubrir paz, gozo y amor en Cristo. ¿Amén?
- Queremos ver a las personas dejar la pasividad para perseguir activa y energéticamente la santidad en el poder del Espíritu Santo. ¿Amén?
- Por primera vez en sus vidas, queremos ver que las personas se apasionen por ganar al mundo para Jesús.
¡Esa es nuestra meta! ¡Me encanta!
¿Y cómo va a suceder esto? ¡Proclamando siempre lo que Jesús logró en la cruz!
Si tú realmente crees hoy que la ira divina fue derramada en la cruz, y que Jesús sufrió en tu lugar, que Él sufrió el infierno que nosotros merecíamos, y lo hizo por amor a ti, para que tú nunca llegues a experimentarlo; cuando llegue el momento en el que tienes que pasar por el valle de sombra, vas a ser trasladado inmediatamente a la presencia del Señor.
Si tú realmente crees que Jesús ha hecho todo eso por ti, tú vas a decir: «Yo quiero entregarle toda mi vida a Él».
Y si tú realmente crees que Jesús murió en la cruz, no solo para redimirte a ti, sino que en la cruz Él sufrió todo esto para redimir a toda una multitud de personas de cada tribu, lengua y nación; si tú realmente crees esto, ¿sabes lo que vas a hacer?, tú vas a decir: «No solo me voy a entregar a Cristo, sino que también quiero hacer todo lo posible para participar en la proclamación del evangelio a todo el mundo».
Porque una vez que tú entiendes lo que es realmente el evangelio, hay algo dentro de ti que dice: «Esto lo tiene que saber todo el mundo». Es la fuerza motora, ¿ves? Nunca te canses de proclamar lo que Jesús logró en la cruz.
No quiero que mi vida sea conmemorada en un montón de papeles. Tú quieres que tu vida y tu ministerio lleven fruto porque has estado centrado en la cruz y en la resurrección de tu Señor y Salvador Jesucristo. Que así sea siempre.
Todos nosotros tenemos que pasar por el valle de sombra. Jesús pasó por el valle de sombra.
Y para terminar, brevemente, Jesús pasará por el valle de sombra contigo.
Regresemos a nuestro versículo:
«Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo;
Tú vara y Tu cayado me infunden aliento» (Sal. 23:4).
La muerte todavía es un valle oscuro, pero comparado con la doble muerte que Jesús murió, la primera muerte y la segunda muerte combinadas en una, lo que queda para nosotros es tan solo una sombra. ¿Y sabes qué? Tú no tienes por qué tener miedo de las sombras. ¿Alguna vez tus padres te dijeron eso cuando eras pequeña? «No tienes por qué temer a las sombras».
Matthew Henry lo dice de manera hermosa:
«La sombra de una serpiente no te puede morder. La sombra de una espada no te puede matar. Y la sombra de la muerte no te puede destruir».
«Aunque pase por el valle de la sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo».
Oh sí, cuando llegue la muerte, esta te separará de tu trabajo. Te separará de tus seres queridos. Te separará de tu propio cuerpo. Pero ciertamente, nunca te separará de tu Señor y Salvador Jesucristo.
Y David sabe bien esto. Él dice: «Tu vara y Tu cayado me infunden aliento».
La vara, por supuesto, era una pieza de madera parecida a un bate de béisbol, que el pastor llevaba para defender a sus ovejas de los animales salvajes. Y el cayado, era un bastón largo que el pastor usaba para recoger a una oveja pequeña y acercarla a sus brazos. La vara y el cayado aquí hablan de la fortaleza y el amor del Buen Pastor.
Por muy oscuro que sea el valle por el que tengas que pasar, ningún poder podrá arrebatarte de Su mano. Y nada podrá separarte de Su amor.
Termino con esto: ¿Cómo será cuando pases por el valle de sombra de muerte? Déjame darte una idea.
La primera vez que Karen y yo visitamos los Estados Unidos pasamos un tiempo con un amigo mío. Él era un pastor en California. Había dos hombres en su iglesia que tenían un avión pequeño y una tarde nos llevaron a dar un vuelo. Fue una tarde maravillosa.
Así que éramos cuatro parejas en dos aviones pequeños, Karen y yo, el pastor y su esposa y los dos pilotos con sus esposas. El piloto del primer avión tenía treinta años de experiencia volando. Nuestros amigos, el pastor y su esposa, se fueron con ellos.
Cuando nosotros subimos al avión con nuestro piloto y su esposa, Karen le preguntó cuántas horas tenía de vuelo, a lo que él respondió: «Solo unos pocos meses».
Bueno, nosotros disfrutamos de una tarde maravillosa volando sobre la costa Pacífica. Después de haber volado por un rato, aterrizamos en una pequeña península donde disfrutamos de una comida juntos. Pero cuando terminamos de comer, yo noté que el piloto guía se empezó a poner algo nervioso. En algún momento, él se levantó de la mesa y salió del restaurante. Luego poco después, él regresó corriendo y dijo: «¡Tenemos que irnos! ¡Tenemos que irnos!».
Yo pensé: Ay Dios mío. ¿Qué está sucediendo aquí?
Bueno, por supuesto, lo que estaba sucediendo era que había una niebla muy densa que venía del océano. Ahora, ¿te imaginas eso? Cuatro parejas corriendo por la pista hacia esa pequeña área de despegue. El piloto se subió primero con el pastor y su esposa. Yo nunca había visto un avión despegar tan rápido. Dios mío, eso fue increíble. El avión desapareció entre la niebla.
Nuestro piloto estaba muy agitado. Yo empecé a orar.
Bueno, aceleramos el motor y despegamos: difícilmente se podía ver. Y luego, escuchamos la voz del piloto por los audífonos: «Agárrense fuerte. Diez segundos más y atravesaremos la niebla».
Y nosotros contando: «Tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho…». Teníamos mucho miedo. Pero al llegar a diez, de repente, salimos de la niebla, a la más brillante luz del sol que yo jamás había visto.
¡Y óyeme bien!, Cristo JAMÁS te dejará en las tinieblas. Él te llevará a casa sana y salva.
… y como escribió Fanny Crosby;
Todo el camino, mi Salvador me guía,
Oh la plenitud de Su amor.
Descanso perfecto para mí promete
En la casa de mi Padre en las alturas.
Cuando mi espíritu, vestido de inmortal
Levante vuelo hacia los reinos del día,
Este es mi canto, a través del infinito,
Jesús me guía todo el camino.
Nancy: El pastor Colin Smith cita la letra de un himno muy conocido de Fanny Crosby. Ese avión atravesando la niebla es una hermosa descripción de cómo será cuando finalmente dejemos atrás el valle de sombra de muerte mientras nuestro Buen Pastor nos lleva a Su hogar. Wow, solo pensar en eso hace que vengan lágrimas de alegría a mis ojos.
El pastor Colin regresará en un momento para orar, pero primero yo quiero que conozcas acerca de su libro: El cielo, cómo llegué aquí. Es la historia del ladrón en la cruz. El pastor Colin escribió este libro desde el punto de vista de un hombre crucificado justo al lado de Jesús; el hombre a quien Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
Medita en esto: El ladrón vivió toda su vida buscando lo que él pensaba que lo podía salvar. Pero no fue sino hasta unas horas o tal vez unos minutos antes de su muerte violenta, que miró al Único que podía salvarlo. Este criminal culpable pasó a través de la niebla de la sombra de muerte hacia el paraíso.
Mañana en Aviva Nuestros Corazones escucharemos más sobre el Salmo 23 y al Pastor Colin Smith hablando sobre cómo habitar en la casa del Señor para siempre. No te lo pierdas. Ahora, oremos con el pastor Colin Smith.
Pastor Colin: Padre, cuán bendecidos somos porque Tú eres nuestro Pastor. Gracias por todo lo que tenemos en Cristo. Que el conocimiento de todo lo que tenemos en Él, sea la fuerza motora para nuestras vidas y nuestros ministerios todos los días de nuestra vida hasta ver nuestra fe realizada. Y nosotros, con muchos otros, recibiremos todo eso por lo que Tú moriste y por lo que nos redimiste. Te pedimos esto en el nombre de Jesús, amén.
Débora: ¡Amén!
Si quieres obtener el audiolibro gratuito del pastor Colin Smith El Cielo, Cómo llegué aquí puedes encontrar el enlace en la transcripción de este episodio.
Alentándote a atravesar la oscuridad hacia la libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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