Arraigadas y cimentadas en Cristo (parte 2)
Sugel Michelén: Mis hermanas, lo que necesitamos no es una segunda obra de gracia, es afianzarnos en la primera…
Annamarie Sauter: Con nosotras el pastor Sugel Michelen.
Sugel: ¡Predícate! ¡Predícate cada día este evangelio de la gloria de Cristo! Recuérdale constantemente a tu alma que en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y que nosotros estamos completos en Él. Todo Dios está en Cristo, todo Cristo está en ti, si eres cristiana.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Cantares, capítulos 1 al 4.
Patricia de Saladín: Ayer escuchaste la primera parte del mensaje titulado «Arraigadas y cimentadas en Cristo». Este mensaje fue enseñado por el pastor Sugel Michelén en la Conferencia Mujer Verdadera 2020, que se llevó a cabo el pasado mes de marzo, en …
Sugel Michelén: Mis hermanas, lo que necesitamos no es una segunda obra de gracia, es afianzarnos en la primera…
Annamarie Sauter: Con nosotras el pastor Sugel Michelen.
Sugel: ¡Predícate! ¡Predícate cada día este evangelio de la gloria de Cristo! Recuérdale constantemente a tu alma que en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y que nosotros estamos completos en Él. Todo Dios está en Cristo, todo Cristo está en ti, si eres cristiana.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Cantares, capítulos 1 al 4.
Patricia de Saladín: Ayer escuchaste la primera parte del mensaje titulado «Arraigadas y cimentadas en Cristo». Este mensaje fue enseñado por el pastor Sugel Michelén en la Conferencia Mujer Verdadera 2020, que se llevó a cabo el pasado mes de marzo, en la ciudad de Monterrey, México. Miles de mujeres nos dimos cita allí para juntas arraigar nuestras vidas en la verdad de la Palabra de Dios.
El pastor Michelén, fue una de las personas que participó en el proyecto de Aviva Nuestros Corazones de la Biblia Mujer Verdadera, con la cual muchas de ustedes ya están familiarizadas. Puedes informarte más acerca de esta Biblia en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Él escribió la introducción para cada libro, y antes de continuar con la segunda parte de su mensaje, escuchemos lo que él tiene que decirnos respecto a la importancia de anclar nuestras vidas en la Biblia. Esto fue algo acerca de lo que él compartió en una transmisión en vivo durante la conferencia junto a Yamell de Jaramillo.
Yamell de Jaramillo: ¿Cómo conectaríamos este proyecto con lo que usted está diciendo, de poder estar anclados en esta Palabra de Dios, para poder entonces vivir nuestra salinidad como debería ser?
Sugel: El tema de esta conferencia ha sido arraigadas, y estamos hablando de estar arraigados en Cristo. Pero estar arraigados en Cristo es estar arraigados en Su Palabra. No es un Cristo de nuestra imaginación el que nosotros seguimos, es el Cristo de la Biblia. Y en ese sentido nosotros necesitamos proveer a la mujer de habla hispana, buenos recursos a través de los cuales pueda conocer mejor su Biblia.
Entonces esta Biblia Mujer Verdadera, tiene varios elementos que pueden ser de ayuda. Tienen notas devocionales a través de textos clave de la Palabra de Dios –mi esposa también participó y me dio la oportunidad de ver las cosas que ella escribía– y luego he leído varios de los devocionales que otras hermanas escribieron. Pero también hay ciertos estudios de temas importantes en la Biblia, y en el caso particular de las introducciones, mi deseo –y yo, ya sí se logró o no, eso tendría que verse, las hermanas que están leyendo la Biblia.
Pero mi deseo era que a través de breves introducciones, porque eran 250 palabras, era un verdadero reto, mostrar cómo el evangelio de Jesucristo comienza a ser revelado desde el Génesis hasta Apocalipsis, y cómo se va desarrollando a través de cada libro de la Biblia. Porque cada libro de la Biblia tiene una contribución a esa gran historia de redención que se revela en toda la escritura.
Entonces en ese sentido el reto fue cómo mostrar a las mujeres que lean esta Biblia –en estas introducciones de dos 250 palabras, Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio hasta Apocalipsis –cómo todos te van llevando al mismo punto para armar el rompecabezas cuya foto principal es la imagen de Jesucristo y este crucificado.
Patricia: Estas palabras ciertamente nos animan a anclar nuestras vidas en la Palabra de Dios, permaneciendo así en Cristo. Ahora escuchemos la segunda parte del mensaje titulado, «Arraigadas y cimentadas en Cristo». Ayer lo dejamos en el momento en el que el pastor Sugel Michelén nos recordaba que no somos nosotras las que estamos agarradas de la mano de Jesús, sino que Él nos sostiene a nosotras. Nada nos puede separar de Su amor, sin embargo en algún momento podemos olvidar nuestra identidad y buscar en otras cosas lo que ya tenemos en Él.
Sugel: Decía el misionero Hudson Taylor, «nuestra unión con Cristo nunca se puede interrumpir, pero nuestro disfrute de ella sí». Nuestra unión con Cristo nunca se puede interrumpir, pero nuestro disfrute de ella sí. Así que el punto, mi amada, mi querida hermana, no es esforzarte por seguir arraigada, es seguir creyendo que ya fuiste plantada en Cristo y continuar nutriéndote de Su bendita Palabra. No para ganar puntos con Dios sino para seguir profundizando en nuestro entendimiento de lo que somos, y de lo que tenemos en Él; la clave está en la fe. La clave está en la fe.
Fue por medio de la fe que iniciaste tu vida cristiana. Ahora, sigue viviendo por fe. Por fe en el hecho de haber sido perdonada; por fe en el hecho de haber sido aceptada por Dios por causa de Cristo que ahora vive en ti por Su Espíritu, proveyéndote todos los recursos de Su gracia, para que puedas obedecer a Dios, no perfectamente pero sí sinceramente.
«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo mas vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí».
Por fe. Tú no puedes vivir tu vida cristiana, pero Él sí puede ayudarte a vivirla. Cristo vive en ti. ¿Tú crees eso? Cristo vive en ti. Mientras nuestras raíces permanezcan alimentándose de Cristo a través de nuestra comunión con Él en Su Palabra… ¿Saben lo que va a suceder? Vamos a seguir siendo edificados en Él; versículo 7: «arraigados y sobreedificados en Él».
Pablo describe este mismo proceso con otras palabras en 2 Corintios capítulo 3 versículo 18: «nosotros estamos siendo sobreedificados». Dios nos está edificando en Cristo, Dios nos está transformando para que tú seas cada vez menos tú, y cada vez más como Él. Y en 2 Corintios capítulo 3 versículo 18, Pablo explica cómo ocurre eso: «mirando todos nosotros a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen como por el Espíritu del Señor».
¿Dónde nosotros contemplamos la gloria de Jesús en este libro? Leemos este libro para poder conocer más a Jesús, porque conociendo más a Jesús admiramos más a Jesús, y admirando a Jesús somos transformados en Su imagen porque todos nosotros terminamos pareciéndonos al objeto de nuestra adoración.
Salmo 115: 8, hablando de los ídolos dice: «semejantes a ellos son todos los que los hacen». Tú terminas convirtiéndote en el objeto de adoración. Si tu adoración y admiración es Jesucristo, progresivamente te vas a parecer cada vez más a Él. «Contemplando Su gloria somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen como por el Espíritu del Señor», y todo eso trae como resultado que los creyentes sean fortalecidos en su fe, sigue diciendo Pablo en el versículo 7.
Es decir, en la convicción de aquellas cosas que hemos creído cuando fuimos enseñados por medio de la predicación del evangelio. Así que mi amada hermana, no son nuevas verdades aparte de las escrituras lo que necesitamos para continuar creciendo en nuestras vidas cristianas; eso es lo que enseñaban los falsos maestros de Colosas, es lo que enseñan los falsos maestros del día de hoy.
No, lo que tú necesitas, lo que yo necesito, es seguir profundizando en el fundamento del evangelio de Jesucristo que escuchamos al principio. Nos pasaremos la vida tratando de ver todas las aristas, todos los lados de este increíble diamante del evangelio. Pero Pablo nos dice también en el versículo 7, que andar en Cristo implica una vida abundante de gratitud. ¿Leyeron el texto? Dice: «arraigados y sobreedificados en Él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias».
Noten que Pablo no dice simplemente que debemos ser agradecidas. Lo que Pablo está diciendo es que debemos desbordar de gratitud hacia Dios por todo lo que ya somos y tenemos en Cristo. Miren mis hermanas, los creyentes que rebozan de gratitud por lo que ya tienen en Cristo no serán movidos fácilmente a buscar satisfacción fuera de Él. Abunda en gratitud. Mira mi hermana, el mundo quiere hacerte sentir insatisfecha.
«No pastor, mire, yo solo quiero un poco más. Es una casa un poquito más amplia, es un sueldo un poquito más holgado, es otro marido. Si yo tuviera esas pequeñas cosas mi vida sería más feliz». Sí, el mundo, el diablo y tu pecado, quieren hacerte creer eso. Ese es el problema. ¿Y saben para qué el mundo hace eso? ¿Por qué el diablo hace eso? Para que movamos algunas de nuestras raíces hacia otros terrenos fuera de Jesús.
El diablo se vale de las falsas enseñanzas o incluso de la publicidad para hacernos sentir insatisfechos. Y ningún antídoto es más poderoso para mantenernos a salvo de ese coronavirus espiritual, que la gratitud a Dios. Que la gratitud a Dios. Mantenernos aferrados a Cristo mis hermanas es una batalla. Es una batalla que debemos librar cada día porque el mundo, el diablo y la carne, tratarán de seducirnos para apartarnos de Él.
De ahí la segunda exhortación de Pablo en los versículos 8 al 10. La primera exhortación: «Manténganse aferradas a Cristo por la fe». Segunda exhortación: «cuidense de las seducciones del mundo que nos apartan de Cristo». Versículo 8: «mirad que nadie os engañe, (mirad que nadie os engañe) por medio de filosofías y huecas sutilezas según las tradiciones de los hombres conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo».
Ya Pablo había dicho en el versículo 4, «y esto lo digo para que nadie os engañe», otra vez, «con palabras persuasivas». Esa palabra en el versículo 4, significa ser extraviado por medio de razonamientos engañosos.
Yo tengo el privilegio de enseñar en el colegio que está conectado con nuestra iglesia al último año de bachillerato. Tengo el privilegio de enseñarles filosofía, y yo siempre les digo en la primera clase, les digo: «Miren mis hijos, esta clase pretende ser una vacuna contra la estupidez; porque ustedes van a escuchar muchas estupideces cuando lleguen a la universidad, y nosotros queremos entrenarlos para que ustedes puedan oler la estupidez a kilómetros de distancia. Por supuesto sean respetuosos, no le digan al profesor que es un estúpido, pero ustedes van a oír muchas estupideces.
Por ejemplo, este martes antes de salir para acá, estaba hablando con mis estudiantes y les hablaba del cientificismo. ¿Y qué es eso? Oh, son personas que dicen, «yo solo puedo creer aquello que puede ser probado científicamente». Eso suena muy alto de mente, ¿verdad? Muy intelectual ¡oh, wow! Yo les decía, «mis hijos, esa frase es como Misión Imposible». ¿Han visto esos mensajes de Misión Imposible? «Esta cinta se autodestruirá en 5 segundos, buena suerte Jim». Eso era la pasada no la de ahora.
Las que se rieron revelaron su edad; pero lo que estoy diciendo es que todas esas filosofías son huecas sutilezas, se autodestruyen el cinco segundos. Porque aun esa frase: «yo solo puedo creer aquello que puede ser probado científicamente», no puede ser probado científicamente. Es algo que yo tengo que aceptar por la fe exactamente como yo acepto por la fe que este libro es la infalible inerrante y todo suficiente Palabra de Dios.
Son huecas sutilezas, y Pablo dice, «cuídense, no se dejen engañar». Ahora, en el versículo 8, la palabra engaño es diferente. Es otra palabra. Esta palabra significa secuestrar, significa ser capturados como presa o botín de guerra, es lo que Pablo está diciendo. Los falsos maestros –y ahí incluyen a todos los predicadores de la prosperidad, a todos– son falsos, yo sé que no es políticamente correcto decir eso, son falsos maestros. Cuídense son depredadores. Los únicos que prosperan son ellos. Pablo está diciendo, «te van a secuestrar, te van a capturar». Los falsos maestros son como depredadores que capturan a sus víctimas para hacerles daño a través de falsas enseñanzas, mezclando la verdad con el error.
Es en ese sentido que Pablo usa aquí la palabra filosofía. Porque alguien puede decir, «ay, pastor, yo no tengo problema con ese texto porque mire, yo no le busco las cinco patas al gato. Yo nunca he leído a Platón, nunca he leído a Sócrates –bueno a Sócrates no lo vas a leer porque nunca escribió nada– nunca he leído a Aristóteles, nunca he leído a Sartre, nunca ha leído a Nietzsche, yo no tengo problema con eso». No, no, no mi hermana. La palabra filosofía aquí se refiere a cualquier sistema de pensamiento que intente enseñarte a vivir en este mundo, basada meramente en el raciocinio humano y no en lo que dice Dios en este libro. Y Pablo dice, «miren, por más inteligente que eso suene, son huecas sutilezas, son ilusiones insulsas».
Hay un periodista norteamericano muy cínico llamado Ambrose Bierce, y él define la filosofía como, «una ruta de muchos caminos que conducen desde ninguna parte hacia la nada». Bueno, eso es lo que produce el raciocinio humano cuando se aparta del cimiento inamovible de la Palabra de Dios. Esas perspectivas de la vida, el feminismo, la ideología de género, cualquier otra cosa mis hermanas, no puede compararse siquiera con los tesoros de la verdadera sabiduría que solo se encuentran escondidos en Cristo.
Versículos 2 y 3, Pablo dice: «para que sean consolados sus corazones unidos en amor, hasta alcanzar las riquezas, todas las riquezas, del pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento».
Pensemos en el feminismo por un momento. Miren hermanas, yo creo que el feminismo ha puesto el dedo sobre la llaga en problemas que son reales, yo creo que muchas feministas están levantando su voz en contra de cosas contra las cuales nosotros debemos protestar también. Pero la medicina ha sido mil veces peor que la enfermedad, mil veces peor.
Una de las ideólogas más importantes del feminismo fue la filósofa francesa Simone de Beauvoir. No tienen que aprenderse el nombre, no se preocupen. Pero, esta mujer quiso convencer a todas las mujeres de su generación, y a todas las que han venido después, de que a la mujer se le ha asignado un estatus de segunda clase en la sociedad que no le permite asumir completamente la responsabilidad de su propia vida. Este es un mundo, dice ella, definido y controlado por el hombre, donde las mujeres han sido forzadas a conformarse al molde que los hombres crearon para su propio placer y beneficio.
¿Cuál es la solución? Destruir la autoridad masculina y reusar amoldarse al papel tradicional que a la mujer se le ha asignado como esposa y como madre. Es por eso que Simone de Beauvoir, aboga por que el matrimonio sea una especie de relación voluntaria que se puede anular cuando quieras; aboga por la legalización del aborto, año 1947, y porque el estado críe a tus hijos. Porque ella dice, «mientras las mujeres se vean atadas a la maternidad, no van a poder progresar».
¿Les suena eso familiar? Pero mis hermanas, quién tiene derecho a decidir lo que es la verdadera feminidad, sino el Dios que nos creó varón y hembra, conforme a un propósito; no para que los hombres y las mujeres compitamos unos contra otros, sino para que nos complementemos unos con otros. Ustedes son supuestamente el sexo débil, pero déjenme decirles algo, cuando mi esposa por alguna razón sale de casa, yo no sé qué hacer. Nos necesitamos, nos complementamos.
Mis hermanas, todas esas son huecas sutilezas conformes a las tradiciones de los hombres dice Pablo, son rudimentos del mundo. Y esa es una palabra interesante, rudimento. Significa los principios fundamentales de una ciencia. Es como cuando nosotros decimos, eso es el a, b, c, de algo. Bueno lo que Pablo está diciendo, mis hermanas, es que desechar la verdad del evangelio por todas esas teorías humanas, es como regresar al preescolar después de haber estado en la universidad.
No se están haciendo más inteligentes, se están haciendo más ignorantes. Son rudimentos. Porque «ninguna de esas ideologías es según Cristo», dice Pablo, y no olviden que Él es el cofre en el que se encuentran escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Por lo tanto, versículo 9, «porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad y vosotros estáis completos en Él». Estáis completos en Él. Él es el Dios encarnado. Colosenses 1:15: «la imagen visible del Dios invisible». «Él es el creador y sustentador del universo», Colosenses capítulo 1 versículos 16 y 17: «Él es la cabeza de la iglesia». Colosenses capítulo 1 versículo 18: «Él es el reconciliador del cosmos». Colosenses capítulo 1 versículo 20: «Él es el reconciliador de los creyentes». Colosenses capítulo 1 versículos 21 al 23.
Mi amada hermana, si tú has ido injertada en Cristo ¿qué te puede faltar? ¿Qué te puede faltar? Todo lo que tú y yo necesitamos para nuestra salvación y para nuestra santificación está en Cristo.Todo lo que necesitamos para nuestra comprensión del mundo y del lugar que nosotros tenemos en él está en Cristo. Mira, piensa en esto por un momento… Uy ese reloj está en contra mía, pero bueno.
Dios el padre declara en Su Palabra, que Él tiene en el Hijo toda su complacencia. El rey del universo a quien el cielo de los cielos no puede contener, Él tiene toda, toda Su complacencia en el Hijo, ¿y no va a poder satisfacernos a nosotros, pequeños y limitados mortales? «Bástate mi gracia». «Bástate mi gracia». ¿De qué tamaño es la gracia de Dios? Es como decirle a un pececito: «¿Es suficiente el océano para ti o te falta agua?» «Bástate mi gracia que mi poder se perfecciona en tu debilidad».
Oh, mis hermanas, ahora yo te pregunto, ¿tú crees eso? ¿Tú crees que en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad? ¿Y que nosotros los creyentes estamos completos en Él? ¿Tú estás persuadida de que en Cristo están escondidos todos, todos, los tesoros? Pastor, ¿y qué significa todo en griego? Todo. Todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. ¿Tú crees eso o estás prestando atención a las huecas sutilezas de este mundo que están tratando de redefinir lo que significa ser mujer? ¿O cuál es el rol que tú tienes en la familia según el diseño de Dios? ¿O cómo lidiar con las frustraciones de esta vida presente?
Cuando los expertos de este mundo contradicen las escrituras, ¿se tambalean tus convicciones cristianas porque lo dijo un experto? O tú dices como Pablo en Romanos capítulo 4: No, «que sea Dios veraz y todo hombre mentiroso». ¿Cómo reaccionas? ¿Y qué de tu relación personal y experimental con Cristo? ¿Qué tan arraigada estás en el terreno de Su gracia, cuando te encuentras en medio de la lucha en contra del pecado que todavía mora en nosotros, o cuando te asalta el temor o la ansiedad? «Señor yo no puedo con esto pero tú vives en mí y tú sí puedes».
¿Qué tanto rebosas de gratitud por todo lo que el Padre ha hecho, hace y hará en tu vida, no por causa de tu desempeño en la vida cristiana sino por causa de Él? Mis hermanas, déjenme decirles algo, la salvación es por obras, pero no por las tuyas sino por la de Él. Por Su obra perfecta de obediencia al Padre, por Su muerte en la cruz. Mis hermanas, lo que necesitamos no es una segunda obra de gracia, es afianzarnos en la primera.
Predícate, predícate cada día este evangelio de la gloria de Cristo. Recuérdale constantemente a tu alma que en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y que nosotros estamos completos en Él. Todo Dios está en Cristo, todo Cristo está en ti, si eres cristiana. Cuida tu alma de esa amnesia funcional que momentáneamente nos lleva olvidar lo que somos en Cristo y lo que tenemos en Él. Mantente arraigada en la gracia inagotable de Cristo, porque hay más agua en ese terreno de la que podremos beber jamás. Gloria sea dada a nuestro bendito Señor y Salvador Jesucristo. Amén y amén.
Patricia: ¿Vives en gratitud por lo que tienes en Cristo, o has olvidado quién eres y lo que tienes en Él? Si estás en Cristo no te falta nada. El pastor Sugel Michelén nos ha recordado que aunque cada día tengamos batallas que librar y estemos rodeadas por las vanas filosofías de este mundo, debemos permanecer firmes en la Roca que es Jesucristo. En Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Si te perdiste la primera parte de este mensaje, encuéntrala en AvivaNuestrosCorazones.com. Y si no alcanzaste a tomar notas de algo que escuchaste, allí también encontrarás la transcripción de este mensaje. Este mensaje se titula, «Arraigadas y cimentadas en Cristo».
Una mujer que asistió a la conferencia comentó de la enseñanza que escuchamos lo siguiente,
«Dios me ha mostrado que Él me ve a través de Jesucristo. En ocasiones Satanás me señala y me acusa por mis pecados pasados—mi vida antes de Cristo. Me es de bendición la predicación de Sugel Michelén. En mi adolescencia escuché de Cristo en la iglesia, pero vivía en rebeldía como el hijo pródigo. Me fui por mi camino y entré en una vida de mucho pecado—de los más tremendos. Sin embargo Dios en Su misericordia me llamó a través de un embarazo fuera del matrimonio. Ahí caí de rodillas pidiendo perdón por mi vida de pecado, y consagré mi hijo al Señor Jesucristo».
Qué bueno poder ver cómo la Palabra de Dios predicada, inmediatamente tiene efectos en nuestras vidas como mujeres.
Y como el pastor Michelén dijo, permanecemos en Cristo permaneciendo en Su Palabra. Mañana escucharás el mensaje de otra charlista de quien escuchamos en Mujer Verdadera 2020.
Damaris Carbaugh: ¿Quieres estar arraigada? Deleitate en la Palabra de Dios. Pídele al Señor que te dé hambre de Su Palabra.
Patricia: Me imagino que ya sabes de quién estarás escuchando mañana. Asegúrate de acompañarnos para conocer cómo arraigar tu vida en la Palabra de Dios.
Annamarie: Arraigadas en la Palabra de Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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