Adiós a mí
Débora: Cuando Damaris Carbaugh era una adolescente, dice que no leía mucho la Biblia, pero especialmente evadía a un escritor bíblico....
Dámaris Carbaugh: No me gustaban las cartas de Pablo. No puedo creer que esté diciendo esto, pero no me gustaban porque yo simplemente sentía que había demasiada reprensión en ellas.
Débora: Estamos a punto de averiguar lo que Damaris aprendió a amar de estas epístolas.Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 3 de febrero de 2023.
Hoy Nancy estará hablando con nuestra invitada, Damaris Carbaugh. Para comenzar, escuchemos algo de su música:
Dámaris:
Abrázame al decir adiós a mí
Que mi alma descanse solo en Ti
Aquí estaré a Tus pies
Hasta decir sin vacilar, adiós a mí
Pues estoy desfalleciendo al dudar
Mi amor por Ti, mi amor por mí
Y aquello que quede de mí lo …
Débora: Cuando Damaris Carbaugh era una adolescente, dice que no leía mucho la Biblia, pero especialmente evadía a un escritor bíblico....
Dámaris Carbaugh: No me gustaban las cartas de Pablo. No puedo creer que esté diciendo esto, pero no me gustaban porque yo simplemente sentía que había demasiada reprensión en ellas.
Débora: Estamos a punto de averiguar lo que Damaris aprendió a amar de estas epístolas.Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 3 de febrero de 2023.
Hoy Nancy estará hablando con nuestra invitada, Damaris Carbaugh. Para comenzar, escuchemos algo de su música:
Dámaris:
Abrázame al decir adiós a mí
Que mi alma descanse solo en Ti
Aquí estaré a Tus pies
Hasta decir sin vacilar, adiós a mí
Pues estoy desfalleciendo al dudar
Mi amor por Ti, mi amor por mí
Y aquello que quede de mí lo sacrificaré a Tí
Adiós a mí, adiós, adiós a mí.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Esta semana continuamos nuestra conversación con mi amiga Damaris Carbaugh. Has estado escuchando a Damaris cantar esta hermosa canción grabada en el álbum Walk With Me, Camina conmigo. Damaris, el mensaje es tan poderoso.
Gracias por estar aquí para tratar lo que es un tema difícil, y es todo el asunto de las tribulaciones. Queremos hablar de eso hoy. Gracias por acompañarnos en este tercer episodio de esta serie hoy en Aviva Nuestros Corazones.
Dámaris: Es un placer para mí Nancy. Gracias por invitarme. Es maravilloso estar aquí.
Nancy: Si no has escuchado la conversación con Damaris en los últimos dos días, puedes entrar a avivanuestroscorazones.comy leer las transcripciones o escuchar el programa, para que puedas escuchar algunas otras canciones de este álbum.
Sé que la mayoría de nuestras oyentes conocen a Damaris por haberla escuchado cantar en diferentes lugares a lo largo de los años. Por haberla escuchado enseñar en nuestras conferencias, Mujer Verdadera, y también Damaris, tú estuviste en el coro del Tabernáculo de Brooklyn y cantaste con ellos bastante tiempo. Y estuviste en algunos de sus álbumes y luego también cantaste con Discovery House Music y produjiste muchos CD’s en la época de los CD’s.
Participaste también en programas de televisión y tienes una larga trayectoria en este campo. Sé que muchas de nuestras oyentes te conocen, y quizás te conocían de antes o te hayan escuchado antes, pero el punto ya no es ese, el punto es que Dios ha hecho una obra de gracia en tu vida y este último álbum refleja eso. De hecho, tu esposo Rod estaba comentando que tú llamas a este álbum, tu álbum adulta, porque hay un mensaje de morir a los deseos egoístas y ese ha sido realmente tu testimonio creciente y tu peregrinaje en tu propia vida.
Esto es algo que te brota, que sale de tu corazón. No solo está en un libro, no solamente es un álbum, no solamente es una teoría. Has visto cómo las cosas que a veces pensamos que debemos tener o que anhelamos desesperadamente –como eso de ser una artista famosa, ganar mucha fama y mucho dinero– las cosas que pensamos que son las grandes bendiciones que Dios podría darnos, no son necesariamente lo mejor para nosotros. Y has comprobado en tu propia vida que Él quiere darnos mucho más.
Dámaris: Realmente creo que algunas veces las cosas que hemos concebido en nuestra mente, lo que pensamos que realmente nos daría gozo, como, «si pudiera experimentar la alegría de la maternidad, de ser mamá», «la alegría de estar casada, porque estoy soltera» o «esta carrera o aquella carrera», esto es lo que pensamos que nos haría felices.
Nancy: Incluso el ministerio Damaris. Probablemente la gente piensa acerca de ti como muchas veces piensan acerca de mí. Dicen, «me gustaría hacer lo que tú haces, me gustaría tener un ministerio de enseñanza, o en tu caso un ministerio de canto, de conferencias, escribir libros…y te das cuenta de que cualquier cosa que tengas que tener –que tú pienses que tienes que tener– para ser feliz, aparte de Cristo, es algo menos de lo que Él realmente te quiere dar.
Dámaris: Absolutamente, esa es la verdad. Y no nos damos cuenta, pero estas cosas se convierten en ídolos.
Nancy: En ídolos o dioses con d minúscula.
Dámaris: Increíble, así sucede Nancy, y tú fuiste una gran bendición en mi vida hace algunos años. Quiero que los oyentes sepan esto. Pasé por algo muy muy difícil que no desaparecía. Así es como yo me sentía, esto no desaparece. Compartí eso contigo, era algo que realmente deseaba que Dios arreglara. «Arréglalo y hazlo ahora». Y me dijiste, «Damaris, necesitas tener cuidado de que este problema no se convierta en un ídolo». Lo que estés pasando: una enfermedad, un esposo descarriado o un querido que se te muere.
Cómo puede ser la tristeza que estás ahogándote en el dolor. Nunca pensé que eso podría ser un ídolo. Y algo que recuerdo también, que me explicaste, que a donde tú vas con ese problema, si tú vas continuamente al problema, a la situación, a tu hijo, a tu hija, a lo que ha pasado…eso horroroso que siempre tu conversación está en esa cosa. Y me dijiste, eso es un ídolo, es donde tú vas –y yo no estaba yendo al Señor. Creía que estaba y diciendo, «Señor ayúdame, rescátame», pero lo que estaba haciendo era obsesionándome con el problema.
Y cuando estás obsesionado con algo que no es el Señor, es un ídolo.
Nancy: Entonces cuando tenemos una obsesión con arreglar una situación y nuestra mente va ahí una y otra vez, eso se convierte en un ídolo, eso es un ídolo.
Dámaris: Porque no te está llevando a Dios. Recuerdas la historia de Josafat que dijo, «Señor Tú ves que este enemigo viene y nosotros no sabemos lo que debemos hacer, pero nuestros ojos están en Ti». Así se hace. Puedes ver el problema, puedes ver la rebelión de tu hijo o tu hija, puedes ver el cáncer y, «Señor esto se me hace imposible, pero mi mirada está en Ti». Así es como se brega con el problema y no se vuelve un ídolo.
Para mí, un ídolo es cualquier cosa que ocupe más tiempo de mi enfoque, en «Señor Tú eres lo único que necesito. Tú eres el único que necesito. Tú caminarás a través de esto conmigo. No es necesariamente que yo sea liberada sino que Tú caminarás conmigo a través de esta situación. Tuve que arrepentirme, esa es la verdad, tuve que decir, «perdóname, Señor, por obsesionarme con esta situación. Tengo que obsesionarme contigo». No puedes obsesionarte con el Señor, eso es lo maravilloso, no puedes exagerar. Puedes decir simplemente, «Tú eres lo que quiero». Y tristemente –y algunas personas no quieren aceptar esto– lo único que nos empieza a enseñar cosas más profundas, las cosas que realmente necesitamos saber para entender quién es Dios, es el sufrimiento. No queremos aceptarlo pero así es. Jesús aprendió la obediencia a través de lo que sufrió, lo que significa que Él practicó seguir la voluntad de Dios a través de las cosas que padeció. No fue que Él aprendió la obediencia siendo desobediente, no. Y el Señor dijo, «de acuerdo ahora voy a enseñarte una lección, no. Él estaba aprendiendo a obedecer al Padre a través de las cosas que sufrió.
He llegado a entender que cuando dice que Él aprendió, yo creo que lo entenderíamos mejor si entendemos que Él practicó esa obediencia. Él vivió esa obediencia, especialmente en lo que tuvo que soportar y lo que tuvo que sufrir. ¿Qué nos hace pensar que hay otra manera para nosotros? Si el Cordero de Dios perfecto, sin mancha y sin pecado, aprendió a seguir la voluntad de Dios a través de las cosas que sufrió, entonces ese es nuestro camino, así es como tiene que ser.
Nancy: Pero la verdad es que nosotros lo queremos de otra manera, y eso es muy cierto. Nunca hubiéramos querido escribir el guión de nuestra historia con sufrimiento.
Dámaris: Y sin embargo eso es lo que yo quiero tanto de esa canción Blessings, que se llama Bendiciones, que dice, «¿qué tal si tus bendiciones vienen a través de gotas de lluvia? ¿Qué tal si tu sanidad viene a través de lágrimas? ¿Qué tal si mil noches de desvelo son lo que se requiere para saber que Tú estás cerca? ¿Qué tal si las tribulaciones de esta vida es Tu misericordia disfrazada?
No queremos ni siquiera pensar que tal vez el Señor ha permitido esto para fortalecernos. Es realmente Su misericordia, es increíble. No lo vemos como algo bueno, pero lo es.
Nancy: Así es.
Dámaris: Amo Romanos 11:36, «porque de Él y por Él y para Él son todas las cosas». Me gusta decir que de Él son todas las cosas buenas: mis niños, mi esposo, mi familia, la iglesia, tú Nancy. Tú has venido de Él, pero por Él; para mí esto representa las cosas que Él ha permitido que sucedan. Por ejemplo la pandemia. Eso no tomó a Dios por sorpresa. Dios lo permitió. Y quiero decirle a la gente, ¿crees que tenemos las respuestas? ¿Sabemos por qué Dios lo permitió? Claro que no. Algún día todo estará claro pero ahora todo lo que sé es que Dios es bueno y por alguna razón Él lo ha permitido. Pero esto sí sé, Él será glorificado, aleluya. Todo al final funcionará de alguna manera tan poderosamente, tan maravillosamente. Son estas cosas difíciles que no queremos aceptar, por las que aprendemos y en las que crecemos. Eso es lo que amo de esta canción en particular. No hay nada malo en orar por las bendiciones de Dios, no hay nada malo en orar por paz y por alivio.
Amo esa frase que dice, «orar porque Tu mano poderosa alivie nuestro sufrimiento, y todo el tiempo Tú escuchas cada necesidad expresada, sin embargo, nos amas demasiado para darnos cosas mejores». Y he llegado a la conclusión de que algunas veces lo que queremos es salirnos de las cosas que no queremos.
Nancy: Y esa es realmente la perspectiva que tenía el apóstol Pablo. Y lo puedes ver a través de las epístolas. Estoy pensando, por ejemplo, en Romanos 8:18 donde dice, «pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada», y hay algo más grande que Dios tiene para nosotros, es parecernos a Su Hijo Jesucristo y darle la gloria a Dios.
Creemos que el sufrimiento es un obstáculo para todo esto, pero Él dice, «no, ese es el camino que te ayudará a llegar allí. Y todas esas situaciones difíciles, esa horrible situación que estás enfrentando ahora, no está saboteando Su plan o tu vida. Las cosas difíciles son cosas que son mínimas, menores, comparadas con la gloria que Dios está preparando para ti y en ti, a través de todo eso.
Dámaris: Amén. Y Pablo tuvo una revelación de Jesús tan sorprendente y lo anhelaba tanto… Pablo dice que todo lo que quiere es conocer a Jesús y el poder de Su resurrección. Mientras estaba acompañado de sufrimiento él lo aceptó. Deja que todo venga, si eso me permite conocer a Cristo más, eso es todo lo que yo quiero. A Pablo no le importa si eso significa morir. Él dice, «aunque sea derramado como una ofrenda, está bien. Quiero conocer a Dios de la manera en que muera o de la manera en que viva, solo lo quiero a Él. ¡Oh cielos! Que yo tuviera un corazón como ese, esa sigue siendo mi oración.
Cuando él dice, «quiero conocer al Señor y compartir en Sus sufrimientos. Cuando tú amas a alguien y esa persona está sufriendo…yo he tenido esos momentos con un hijito, con una hija, «ay Señor, dame la enfermedad a mí porque no quiero ver a esta persona sufriendo. Quieres sufrir en lugar de esa persona porque la amas tanto. Creo que el apóstol Pablo decía, «en lo que Tú sufras, Señor, yo también quiero sufrir. Te amo tanto que quiero compartir todo contigo. No solamente la vida eterna que me has dado, no solamente todo lo bueno, que lo que Tú sufras también lo quiero sufrir yo, así quiero amar al Señor.
Nancy: Y estás citando, Damaris, Filipenses, y vemos ahí el deseo del apóstol Pablo de que el evangelio avance. Esta mañana estaba leyendo Filipenses 1 donde Pablo, desde la prisión, dice: «Quiero que sepan, hermanos, que las circunstancias en que me visto (todas estas situaciones horribles), han redundado en el mayor progreso del evangelio». Eso era lo único que le importaba
Dámaris: Y todo el mundo sabe ahora que estoy aquí en prisión por el evangelio de Cristo, todos lo saben. Eso era lo único que le importaba, que conocieras a Cristo. Así es como tiene que ser, a través de situaciones difíciles. Hay una estrofa en esta canción que dice, «cuando los amigos nos traicionan, cuando las tinieblas parecen triunfar», (y sé que todos nosotros hemos tenido momentos así) cuando pensamos, «no puedo creer que esta persona hizo eso». Sientes, «esto es una injusticia, ¿cómo pudo suceder?»
Y mientras yo cantaba esto el otro día, Nancy, pensé inmediatamente en Jesús. Cuando los amigos nos traicionan, Él fue traicionado. Cuando parece que las tinieblas triunfan, cuando Él estaba en la cruz todo se oscureció. Estoy segura de que Sus discípulos estaban muy desanimados. «No puedo creer que esto termine así». Parecía que las tinieblas estaban triunfando, pero las tinieblas no triunfaron. Ese horrible, horrible escenario en ese momento, fue la definición de Su misericordia disfrazada.
Nancy:Y esa estrofa en la canción continúa diciendo, «sabemos que el dolor le recuerda al corazón que este no es nuestro hogar».
Dámaris: No, no lo es.
Nancy: Y no usa Dios esas situaciones difíciles para apartar nuestra alma de lo que es temporal, de las cosas de esta tierra, y nos permite estar más desprendidas de los valores terrenales y más apegadas a los valores eternos, donde está nuestro hogar definitivo.
Dámaris: Sí, y Pablo, de nuevo, a quien amo, cuando era adolescente y no leía mi Biblia –ocasionalmente leía– recuerdo pensar que no me gustaban las cartas de Pablo. No puedo creer que esté diciendo esto, pero me parecía que había mucha corrección en ellas. Él dice, «no puedo creer que esto esté sucediendo, esto no debe ser. Dejen de hacer eso». En Tesalónica él dice, «tengan por su ambición el llevar una vida tranquila y ocúpense en sus propios asuntos». A mí no me gustaba que me dijera que me metiera en mis propios asuntos, pero ya sabes, conforme me he convertido en una persona que ama la Palabra de Dios, tengo mucho amor por Pablo ahora, es verdad.
Recuerdo decirle al Señor un día, «Señor, dile a Pablo que siento mucho que no me caía bien». Lo amo tanto ahora, es muy especial para mí. Pero él dice, «Damaris, no fue escrito para mí sino que todo fue escrito para edificación. Fija tu mente en las cosas de arriba, donde Cristo está sentado. Ahí es en dónde Cristo está ahora, porque Él soportó la cruz. Él pasó por burlas y vergüenza y todas esas cosas, y Él va a darnos la gracia –por Su Espíritu y a través del conocimiento de Su Palabra– para pasar todas estas cosas, este sufrimiento.
Y escucha, la manera en que sufres le trae gloria a Dios, y puede ayudar a otros al ver lo que tienes en Cristo en los tiempos difíciles. Honestamente la gente no te va a admirar porque sepas cómo disfrutar una fiesta, la gente te admira –oremos que te admire– por lo que tienes en Cristo mientras pasas por el sufrimiento. Estoy segura de que ellos vendrán a ti y te dirán, ¿cómo estás viva? ¿Cómo puedes pasar por esto?
¡Oh! Que pudieras decir, «porque tengo a Cristo, Él es el único que me ha permitido entender que todas las cosas que había querido en el pasado, para que se quitara de en medio, es Su manera de saber que está cerca». Honestamente son los momentos difíciles los que realmente nos ponen de rodillas. Si yo les diera la bienvenida, si los aceptara, como la gran canción de Steve Green, Abraza la cruz: abraza la cruz, abrázala.
Nancy: La semana pasada visité unos amigos muy amados de este ministerio, una pareja de mi edad que tiene 5 hijos adultos, y el esposo fue recientemente diagnosticado con leucemia avanzada. Un día estaba sano –hasta donde él sabía– y al día siguiente en el hospital pasando por una quimioterapia. Fue un cambio increíble en sus vidas, y algunos amigos y yo fuimos a visitarlos a su casa. Él estaba débil por la quimio, aún no sabe el resultado o el diagnóstico, y tiene una debilidad agotadora ahora mismo. Pero fue algo increíble sentarnos en la cocina con esta pareja, con sus hijos ahí sentados alrededor, y escuchar esta pareja hablar de la misericordia de Dios, de la fidelidad de Dios, de los propósitos de Dios; con lágrimas.
Ellos no son marineros en tierra firme, están allá afuera en la tormenta ahora mismo. Y en medio de eso, sin saber el resultado, están eligiendo la gratitud. Y este padre llamó a sus hijos alrededor de él esa mañana, y les dijo, «podemos enfocarnos en todos los temores, en todo lo desconocido, en todas las cosas terribles que pudieran suceder a la vuelta de la esquina, las cuales no conocemos. O podemos elegir enfocarnos en lo que sí conocemos. Y ¿qué es lo que conocemos? Que Dios es bueno, que Dios es fiel, que Dios no comete errores. Y lo que estaba haciendo en ese momento era aconsejar su propio corazón y aconsejar los corazones de sus hijos, jóvenes adultos.
Tenemos que fijar nuestros ojos y arraigar nuestros corazones en lo que sabemos que es cierto y confiar en que Dios tiene propósito. Sea que viva o muera, como nos recuerda Pablo en la carta a los Filipenses, «si muero es ganancia y si vivo es para que pueda tener más tiempo para un ministerio fructífero», eso es lo que Pablo dijo, y eso es lo que este amigo estaba diciendo.
Y no sacas eso de los libros de texto, ni siquiera sé si puedes tener esa clase de corazón sin pasar por cosas que te reduzcan a debilidad, a lágrimas, a necesidad. No hay atajos para desarrollar esa clase de corazón.
Dámaris: Exactamente. Cuando Jesús se dio cuenta de que su amigo Lázaro estaba enfermo y él no fue, agradezco a Dios por Su Palabra que nos da un vistazo. No siempre tendremos respuestas, como sucedió con Marta y María, pero creo que la eternidad mostrará todas las veces, millones y millones, que las cosas parecían crueles. Las hermanas dijeron, «si hubieses estado aquí, esto no hubiese sucedido». Considero que ese es nuestro sentir muchas veces. «Señor, no puedo creer que Tú estés permitiendo que esto suceda. No puedo creer que no lo hayas detenido».
Las cosas que parecen crueles, la eternidad dirá que era Su misericordia disfrazada, que Dios está trabajando. Y otra cosa es que Él está trabajando en todas las cosas, incluso el juicio sobre aquellos que no se arrepienten y han hecho cosas crueles a la gente. Lo hermoso es que si te arrepientes Él te perdonará. Pero por todas esas atrocidades y cosas increíblemente crueles que han hecho las personas que le dan la espalda a Dios, la justicia viene. La justicia prevalecerá. Él hará lo que solo Dios puede hacer.
Algunas veces no parece justo, pero, oh, que el conocer a Cristo más y más, nos muestre que todo esto que consideramos tan cruel no es cruel en lo absoluto. Es Su amor. Dios nos amó de tal manera, que derramó toda Su ira en Su amado Hijo. ¿Por qué? Por mí, por ti, Nancy. Él nos ama, es tiempo de que maduremos y digamos, «Señor, permite que llegue lo que sea que Tú quieras, que si eso en cualquier forma puede mostrarle a alguien más lo grande que Tú eres, lo mucho que Tú les amas, entonces que venga.
Nancy: Es difícil decir eso, Damaris, sé que hay personas escuchando esta conversación y sienten que lo que está expresado en una de las estrofas de esta canción, Bendiciones, cuando dice: «Lloramos enojados cuando no te podemos sentir cerca, dudamos tu bondad, dudamos de Tu amor». Y me pregunto, mientras cerramos esta conversación, si tomarías un momento para orar por aquellas mujeres que tal vez se están sintiendo de esa manera ahora mismo acerca de alguna prueba por la que están pasando. Se sienten enojadas, no están seguras de que Dios es bueno, no están seguras de que Dios verdaderamente las ama, y han estado escuchando esta conversación pero está esa esa lucha por dentro de ellas.
Quiero que las llevemos al trono de la gracia, y que le pidamos a Dios que les dé Su perspectiva, que esas pruebas realmente son misericordias disfrazadas. ¿Podrías por favor orar por aquellas que están escuchando y que están en esa clase de situación ahora?
Dámaris: Padre celestial, yo te doy tantas gracias, Señor, por Tu amor profundo…que verdaderamente el apóstol Pablo dice que aunque él quería que pudiéramos entender la grandeza, la altura, la profundidad, lo ancho, todo eso, y sé que es casi imposible entenderlo. Pero Señor, Tú verdaderamente nos amas. Es difícil para nosotros pasar por dificultades, pero yo oro hoy Señor, que nos demos cuenta que lo que Tú permites siempre es para nuestro bien.
Tú obras de una manera que algunas veces se nos hace tan difícil entender; aún Tu Hijo clamó en la cruz «¿por qué me has desamparado?» Señor, humanamente Él se sintió así, y entiende cómo nosotros a veces nos sentimos de esa manera, nos sentimos abandonados; pero, Señor, Tú no lo abandonaste, Él resucitó y Él intercede ahora mismo por mí, Señor. Me ayuda a poder levantar mi voz y orar por estas mujeres que tal vez están escuchando, y yo les pido que se rindan completamente a Ti, y que te puedan decir sinceramente, «aunque no entiendo lo que estoy pasando, sí entiendo que Tú eres un Dios grande, bueno, poderoso, y voy a rendirme totalmente a Ti. Y voy a esperar en Ti, Señor. Ayúdame a entender lo difícil, pero más que nada entender que Tú eres bueno, que no dude de Tu justicia.
Tú eres un Dios justo y lo que permites, Señor, es bueno». Así que quédate con mis hermanas, Señor. Dales fuerzas para abrazar la cruz, abrazar lo difícil, y creer y poner toda su confianza en Ti Señor, porque Tú eres un Dios bueno y lo sufriste todo por nosotras, lo soportaste todo por nosotras, y nos has dado Tu Espíritu Santo para poder navegar por lo más difícil, y un día Señor, nos vamos a dar cuenta de que todo valió la pena: obedecerte, creer en Ti, confiar en Ti. Gracias por estos momentos que hemos tenido, Señor. Ayúdanos, te lo pedimos en el nombre de Tu precioso Hijo amado Jesucristo, amén.
Nancy: Amén.
Dámaris:
Jesucristo ven junto a mí, Jesucristo ven junto a mí
A lo largo del camino, mi Jesucristo, Jesucristo
Mi Jesucristo, ven junto a mí.
Débora: Esa es Damaris Carbaugh. Cuando canta esa canción, viene de un corazón que realmente ha lidiado con esas palabras. Está buscando realmente al Señor para que le ayude a vivir esa canción en su vida diaria. La canción es de su último CD, Camina Conmigo.
Tu donación permite a este ministerio continuar enseñando la verdad que hace libres a las mujeres. Aquí está Nancy con un ejemplo.
Nancy: En los inicios de este año, una oyente escribió después de haber escuchado un programa de Aviva Nuestros Corazones sobre la humildad. Hablamos ese día sobre una «prueba de orgullo». Dios habló al corazón de esta oyente, y ella dijo, «una carga de más de veinte años fue quitada de mis hombros. ¡Finalmente me siento libre!»
Estoy tan agradecida de que la Palabra de Dios sea tan poderosa para liberar a las mujeres del peso que han venido cargando. Estoy tan agradecida por oyentes que orando por nosotros y apoyando financieramente este ministerio nos ayudan a compartir cada día de la semana, la verdad que hace libres a las mujeres.
Cuando apoyas Aviva Nuestros Corazones eres parte de lo que Dios está haciendo en la vida de las mujeres alrededor del mundo. Así que si crees en este mensaje, y especialmente si el Señor ha usado Aviva Nuestros Corazones en tu propia vida, pero nunca antes habías apoyado financieramente el ministerio, ¿considerarías apoyarlo?
Débora: Gracias, Nancy.
Dámaris: Mis queridas hermanas, las quiero invitar a que vengan a Guadalajara; del 31 de marzo al 1 de abril vamos a estar juntas. Anímense, vengan. Para poder aprender, para poder amarnos, para poder compartir y tener un tiempo precioso.
Y no son unas cuantas, son miles inscritas. Anímate y ven. Anima a otras a que vengan contigo. Tendremos un tiempo glorioso y edificante.
Débora: Adornando el evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
1 «Bendiciones». Camina conmigo. Damaris Carbaugh. Damaris Music, 2013.
Adiós a Mí, Dámaris Carbaugh, Ven Adiós a Mí - Single ℗ 2018 Dámaris Music
Ven junto a Mí, Dámaris Carbaugh, Ven Junto a Mí - Single ℗ 2018 Dámaris Music
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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