¿Por qué se necesitaba una reforma?
Annamarie Sauter: El doctor Erwin Lutzer dice que la Reforma abordó una pregunta que todas necesitamos considerar.
Dr. Erwin Lutzer: Lo más importante que hizo la Reforma fue recuperar el evangelio y contestar esta pregunta, «¿cómo es que un pecador queda justificado en la presencia de un Dios tan santo que no puedes aplacarlo?» Esta es en esencia la pregunta, y es a la estaremos regresando, el evangelio mismo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Imagino que recientemente habrás oído hablar acerca de algo llamado la Reforma protestante, que se llevó a cabo hace 500 años. Muchos historiadores estarían de acuerdo en que este es uno de los eventos más significativos en la historia de Occidente. Es un evento que contiene muchas lecciones importantes para nosotros y para la iglesia hoy en día. De …
Annamarie Sauter: El doctor Erwin Lutzer dice que la Reforma abordó una pregunta que todas necesitamos considerar.
Dr. Erwin Lutzer: Lo más importante que hizo la Reforma fue recuperar el evangelio y contestar esta pregunta, «¿cómo es que un pecador queda justificado en la presencia de un Dios tan santo que no puedes aplacarlo?» Esta es en esencia la pregunta, y es a la estaremos regresando, el evangelio mismo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Imagino que recientemente habrás oído hablar acerca de algo llamado la Reforma protestante, que se llevó a cabo hace 500 años. Muchos historiadores estarían de acuerdo en que este es uno de los eventos más significativos en la historia de Occidente. Es un evento que contiene muchas lecciones importantes para nosotros y para la iglesia hoy en día. De muchas maneras tenemos una gran deuda con las personas que estuvieron involucradas en la Reforma.
Nuestro invitado de hoy, y por los próximos días, va a estar presentándonos la vida, el ministerio y la teología de algunos de estos hombres y algunos de los problemas que enfrentaron en los tiempos en que ellos vivieron, y por qué todo esto es importante para nosotras hoy.
Primero, permítanme presentarles a mi amigo, el pastor Erwin Lutzer. El pastor Lutzer y su esposa Rebecca han sido buenos amigos míos por muchos años. Quizás lo conozcan a través de lo que ha escrito, de sus libros. Él ha escrito muchos libros que han sido de mucha ayuda en mis propios estudios.
Quizás algunas de ustedes habrán oído la transmisión radial de su programa Running to Win (Correr para ganar). Él fue pastor de la histórica Iglesia Moody en Chicago, y ahora está de lleno en un ministerio itinerante. Le van a ir conociendo un poco más durante los próximos días.
Estaremos hablando en particular acerca de su libro titulado «Rescuing the Gospel: The Story and Significance of the Resurrection» (Rescatando el evangelio: La historia y el significado de la Reforma,disponible en inglés).
Habiendo dicho esto, Dr Lutzer, bienvenido a Aviva Nuestros Corazones. ¿Es esta la primera vez que usted está con nosotros en Aviva Nuestros Corazones? Creo que sí.
Dr. Lutzer: Creo que sí, Nancy.
Nancy: ¡¿Por qué me habrá tomado tanto tiempo traerlo?!
Dr. Lutzer: No lo sé. Tendremos que averiguarlo, ¿verdad? Pero estoy muy emocionado por esto Nancy, porque creo que esta serie va a ser transformadora. Es mi deseo que durante el tiempo que pasemos juntos, apuntemos muy claramente a lo que Judas dijo: «…exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos» (Jud.1:3). Para cuando terminemos con esta serie, quiero que las personas estén emocionadas con el evangelio. Quiero que se sientan muy animadas al saber que los seguidores de Jesús siempre han estado del lado de la minoría.
«No temas, rebaño pequeño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino» (Luc. 12:32). Pero que también vean cómo es que estamos parados sobre los hombros de aquellos que nos han precedido y nos comprenden muy bien.
Veo la Reforma como algo parecido a encontrar a un pariente perdido. Una vez que le conoces, dices, «¡bueno, eso explica muchas cosas de nuestra familia!» Y muy pronto vamos a averiguarlo.
Hablaremos acerca del matrimonio de Lutero, de por qué vamos al altar a decir nuestros votos, o ¿por qué la boda de Martín Lutero y su matrimonio tuvo un impacto tan grande y continúa teniéndolo?
Y bueno, estas son solo algunas cosas. Ni hablar de todos los asuntos teológicos.
Nancy: Me encanta lo que vamos a estar viendo, y una de las cosas que me encanta también de este periodo de la historia, es que la Reforma no es en sí nuestro punto de referencia definitivo. Me encanta cómo las personas y los temas de la Reforma nos llevan de regreso a Cristo y al evangelio.
De manera que esto no se trata de elevar un periodo de la historia o algunos líderes humanos. Es acerca de Jesucristo, del evangelio de Jesucristo y de rescatar el evangelio; de cómo se hizo esto en aquellos días y cómo necesitamos hacerlo hoy.
Ahora, para algunas de las que nos escuchan, que no tienen ni idea de lo que estamos hablando, ¿podría decirnos en una sola frase a qué nos referimos cuando hablamos de la Reforma?
Dr. Lutzer: Se trata de exaltar a Cristo. Hablaremos mucho sobre Martín Lutero. Él fue un hombre con muchas debilidades, y en algún momento mencionaremos eso.
¿Acaso no nos anima saber que Dios usa personas imperfectas? ¡Yo he sido muy bendecido por esta realidad!
Entonces, tenemos una iglesia medieval con muchísima corrupción. Todos los historiadores están de acuerdo en que fue una iglesia con una necesidad desesperada de reformas. Por ejemplo, durante los años 1300, por un tiempo, hubo dos papas rigiendo simultáneamente.
Luego ellos fueron destituidos y se nombró o instauró uno nuevo. Por treinta y seis años tienen el Cisma Papal, donde se tiene más de un papa rigiendo simultáneamente. Cada uno llamando al otro «anticristo», cada uno tratando de destruir al otro.
Todos sabían que se necesitaba un cambio en la iglesia. Hablaremos acerca de alguien que vivió durante ese tiempo y murió como un mártir. ¡Apenas puedo esperar para contar esa historia!
¡Qué tremenda la necesidad de una reforma durante ese tiempo! Y no solo eso, el evangelio estaba escondido, cubierto por siglos de tradición. La razón por la que celebramos el 31 de octubre de 1517, es porque ese día Martín Lutero fue a la iglesia del Palacio (Castle Church) en Alemania y clavó sus 95 tesis en la puerta.
Él no sabía que estaba comenzando la reforma, solo tenía la intención de disertar al respecto. De hecho, las tesis estaban escritas en latín, pero fueron traducidas al Alemán (la imprenta había sido inventada el siglo anterior). De pronto, todo el mundo en Alemania las estaba leyendo, y diciendo, «¡Ja wohl!» (en otras palabras, «¡Ya era hora!»)
Hablaremos de todos esos eventos. Es muy significativo hablar de la Reforma protestante. Octubre de 1517 es una fecha significativa.
Nancy: Algunas podrían pensar, especialmente si no conocen tanto de historia, o si la consideran como tediosa o aburrida, «¿por qué tendríamos que estar hablando de algo que sucedió hace 500 años? Seguramente eso le interesa a los historiadores y eruditos, pero, ¿por qué tendría que importarnos hoy?»
Dr. Lutzer: Hay muchas razones. Por ejemplo, las semillas de la libertad de credo… Hablaremos respecto a Lutero en la Dieta de Worms. Aún me sobrecoge el solo pensar en lo que pasó ahí y lo diferente que habría sido la historia si él se hubiera retractado. Pero sucedió, ahí se plantó la semilla.
Tenemos las semillas de la libertad de credo. Algo importante es quetienes la idea completa del acceso directo a Dios. Esto es, el hecho de que ahora no tienes que ir a un sacerdote para confesar tus pecados o para orar, porque tienes un sacerdote delante de Dios, y todos venimos apoyados en la misma base.
Nancy: ¡Y eso fue revolucionario!
Dr. Lutzer: ¡Oh absolutamente! En aquellos días, si querías acercarte a Dios, ibas a un sacerdote que podía acudir a Dios en tu lugar. Y ahora, de pronto, tienes el sacerdocio del creyente.
También encontramos un gran énfasis en las Escrituras. Más adelante presentaremos las cinco «solas» que significa: «solamente», «solo», ¡solamente la Biblia! Esto se convierte en el punto divisor; esto se convierte en el rompimiento con la iglesia de esos días. Ahora, de pronto, la Biblia sola está por encima de los papas y todo lo demás.
Hubo todo un problema respecto a las relaciones iglesia-estado, lo cual se complica mucho. Pero diré esto: Lo más importante que hizo la Reforma fue recuperar el evangelio y contestar esta pregunta, «¿cómo es que un pecador queda justificado en la presencia de un Dios tan santo que no puedes aplacarlo?» Esta es en esencia la pregunta, y es a la que estaremos regresando, el evangelio mismo.
Nancy: Y esa es la pregunta que toda la gente en todo el mundo tiene que enfrentar y debe contestar.
Dr. Lutzer:Te da mucho que pensar. La Biblia no dice que haya una tercera posibilidad. O vas al cielo, porque eres bienvenido en el cielo como si fueras Jesús, o estás perdido. Esta línea divisoria está enseñada muy claramente en las Escrituras.
Así que, contestar esta pregunta es lo más importante, y esa era la pregunta de Lutero.
Nancy:Y creo que ayuda tener algo del trasfondo de aquella época. Usted ha mencionado esto, pero quisiera que abundara un poco más. ¿Qué fue aquello en la cultura, en esa era medieval, que hizo necesaria la Reforma? ¿Qué hizo que se levantara?
Dr. Lutzer: Para eso vamos a hablar acerca de Hus. Juan Hus y Wycliffe, cien años antes que Lutero. En ese tiempo existían las «indulgencias».
Una indulgencia era un medio por el cual podías pagar algún dinero, y eras remitido por las consecuencias temporales de tu pecado, no las consecuencias eternas, porque solo Dios podía hacer eso, pero sí las temporales.
Como resultado lo que tienes es un tremendo abuso por parte de la iglesia. Luego, durante el tiempo de Lutero, hay un giro. Ya no solamente compras indulgencias para ti mismo, sino también para los muertos.
También tenemos la «simonía». La simonía era rampante. Era la compra, con dinero, de privilegios eclesiásticos.
En medio de todo esto vemos a algunos reformadores. Cien años antes del tiempo de Lutero, tienes por ejemplo a John Wycliffe en Inglaterra. Él vivió antes de la imprenta de Gutenberg. Wycliffe reunía estudiantes a su alrededor y les enseñaba cómo morir por la fe, ¡porque eso era lo que les sucedía a muchos!
Wycliffe fue probablemente uno de los eruditos líderes de Oxford, y él reunió a estos estudiantes a su alrededor. Se les llegó a conocer como «Lollards», lo cual no era un término amable; era un término inglés o escocés que se usaba para ridiculizarlos. Wycliffe tenía a todos estos estudiantes copiando las Escrituras.
Les llevó cerca de diez meses copiar toda la Biblia, y estas biblias eran difundidas por toda Inglaterra. Las autoridades decían, «si los encuentran, tráiganlos a San Pablo y les daremos dinero». ¡Y ahí era donde los quemaban!
Hace un tiempo estuve en Londres, y al salir de la catedral de San Pablo, si te vas hacia la izquierda, hay una estatua de San Pablo (por eso se llama Catedral de San Pablo). Pero hay también un área de concreto donde estaba originalmente la estatua. Ahí es donde se quemaban las biblias.
Por supuesto, Wycliffe predicaba contra la simonía; predicaba contra las indulgencias; les decía que no tenían por qué obedecer una iglesia corrupta. Se supone que lo debían haber matado, pero murió de muerte natural.
Así es que ahí tienes a Wycliffe. Mientras tanto, en Praga, los estudiantes de Praga están yendo hacia Inglaterra. Están yendo para estudiar en Oxford. Están regresando con las ideas de Wycliffe con ellos. Y aquí, Nancy, estamos llegando a John Hus. ¡Qué historia!
Él estaba predicando el evangelio en Praga, y como resultado estaban llegando grandes multitudes (por cierto Hus vino a la salvación por fe como resultado de uno de los escritos de Wycliffe). El papa emite un veto que desde ese momento impide que haya sacramentos en Praga.
Bueno, en esos días, se creía que para ser salvo necesitabas los sacramentos. Por lo tanto, ¡esto significaba una sentencia para enviar a la gente al infierno! Se levantaron contra Hus, y él tuvo que irse de Praga, y se fue a un castillo. Ahí escribió un libro sobre la iglesia y un libro donde criticaba la simonía.
Luego tenemos el Concilio de Constanza. Este concilio es nombrado tras el nombre de un nuevo emperador, Segismundo. Segismundo pide al Concilio de Constanza que termine con el escándalo de los tres papas rigiendo simultáneamente. Lo llamó «Constanza Alemania». Los destituyeron a los tres, nombraron a otro, y finalmente así quedó resuelto el escándalo.
Pero había un asunto que todavía necesitaba atenderse. Lo que sucedió fue que llamaron a Hus al Concilio. Hus no quería ir, pero el emperador dijo, «te daré un salvoconducto si vienes al Concilio de Constanza para enfrentar los cargos de herejía».
Y Wenceslao, el hermano de Segismundo, dijo, «ve, y podrás regresar a Praga». Entonces Hus va al Concilio, y lo ponen en un castillo. Tratan de quebrantarlo por el hecho de que él se niega a retractarse. Solo le daban pan y agua.
Él dijo, «ni por una capilla llena de oro me volveré atrás de la verdad. Sé que la verdad prevalece, que su poder es para siempre y habita en la eternidad, con quien no hay distinción de personas».
En las cartas que escribió a sus amigos en Praga, él dice (él oraba en estas cartas), «oh, Cristo santísimo, así débil como soy, ¡atráeme a Ti! Porque si Tú no nos atraes, no podremos seguirte. ¡Fortalece mi espíritu!»
Tendemos a pensar que estas personas eran muy valientes y demás. Lo que vemos es una verdadera dependencia de Dios.
Nancy: Un sentido de debilidad.
Dr. Lutzer: Un verdadero sentido de debilidad. Espera a que lleguemos a Lutero, la noche antes del día en que él esperaba ser llevado a la muerte…pero continuemos esta historia. A Hus no se le da una oportunidad para defenderse. Le ponen una corona de papel sobre su cabeza con tres demonios que competían por su alma, y decían, «¡encomendamos tu alma al diablo!»
Por cierto, Segismundo decidió que no tenía que guardar su promesa a un hereje –la promesa del salvoconducto, como se la había prometido– así que se llevan a Hus. Quiero leerte solo un par de líneas…luego quiero decirte cómo terminó todo esto porque es significativo y muy importante para la Reforma.
Cito:
«Finalmente, cuando llegó al lugar donde sería llevado a la muerte, él se arrodilló y oró. Por última vez le preguntaron si se retractaría. Él dijo, "Dios es mi testigo de que la evidencia en contra mía es falsa. Nunca he pensado o predicado sino con la intención de ganar hombres, que si es posible sean salvos de sus pecados. Basado en la verdad del evangelio he escrito, enseñado, predicado, y hoy, con gusto muero"».
Así que él es sacado fuera. Sus libros están ahí; encienden fuego sobre estos, y él es quemado hasta morir.
Y antes de ser quemado…en el idioma checo la palabra «hus» significa «ganso». Y por cierto, Hus solía firmar sus cartas como «el ganso». Dijo estas palabras antes de morir: «Ustedes pueden cocinar este ganso, pero después de mí, en cien años, se levantará un cisne. Y a ese ustedes no podrán silenciar».
Ciento dos años después, Martín Lutero clavó sus noventa y cinco tesis en la puerta de la iglesia del Palacio, y esto es lo que Lutero dice: «Juan Hus profetizó acerca de mí, cuando escribió desde la prisión (creo que él dijo esto en su prisión antes de que lo llevaran a la muerte), que quizá ellos estaban rostizando un ganso (Hus), pero que en cien años, escucharían a un cisne cantar, al que no podrían silenciar. Y así es, si la voluntad de Dios lo permite». ¡Y así fue! El cisne se convirtió en el símbolo de la Reforma protestante.
Nancy: Esto es un recordatorio de que debemos tomar en cuenta el panorama completo de la providencia de Dios y la historia redentora que Él está desplegando. Aún cuando vemos cosas horrendas que se hacen en el nombre de la religión, no es el momento de temer o acobardarse o emprender la retirada. Es el momento de darse cuenta de que nuestro Dios está escribiendo la historia. Quizá tengan que pasar cien años a partir de ahora, antes de que podamos ver los propósitos de Dios desplegándose en todo esto, pero se verán.
Dr. Lutzer: Así es. Tú piensas, por ejemplo, en el hecho de que honramos a Hus. Si él se hubiera retractado no estaríamos hablando de él, ¿o sí? Permíteme darte aquí una lección teológica realmente importante. En las Escrituras vemos que se le dice a la iglesia en Esmirna: «No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida» (Apoc 2:10).
Regresemos a Hus. Él estaba parado sobre una mesa cuando le pusieron la corona de papel sobre su cabeza y se burlaron y dijeron: «¡Encomendamos tu alma al diablo!» Hus dijo: «¡Encomiendo mi alma a Dios!» La lección teológica aquí es que si eres un creyente en Jesucristo, aun cuando seas arrojado en las manos del diablo, sigues en las manos de Dios.
En Apocalipsis leemos que Jesús dice: «Sabes que el enemigo va a arrojar a algunos de ustedes en prisión. Van a estar en sus manos…pero ¡ustedes continúan en las manos de Dios!» ¿Y cuál es el mejor ejemplo de eso? ¡Jesús!
Nota que la Biblia dice que Jesucristo fue crucificado por manos de impíos (Hech.2:23). Las manos impías crucificaron a Jesús. ¿Cuáles son Sus últimas palabras en la cruz? «Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU» (Luc. 23:47).
Y Nancy, para regresar a lo que estábamos diciendo respecto al martirio: cuando las manos humanas han hecho todo lo que pueden, cuando han hecho lo peor ¡Dios aún está ahí! El creyente continúa en las manos de Dios.
Nancy: Así es.
Dr. Lutzer: Necesitamos creer eso. Jesús dice, «son diez días», ni todos los demonios del infierno trabajando juntos al mismo tiempo pueden hacer que sean once.
Nancy: Sí. Así es. ¡Amén!
Dr. Lutzer: Aunque haya persecución en el horno, al final del día ¡el termostato sigue en las manos de Jesús! Tenemos que creer eso. Ciertamente, eso es verdad con respecto a Jesús cuando dice estas palabras, «no temáis a los que matan el cuerpo» (Mat. 10:28).
Nancy: Y es justamente ese martirio, sea en esa era o en otras, en el pasado u hoy mismo, ¡generalmente se convierte en el combustible para que el evangelio sea difundido!
Díganos cómo fue que el cuerpo de Wycliffe fue exhumado…
Dr. Lutzer: Sí, olvidé mencionar eso. En el Concilio de Constanza, se tomó la decisión de exhumar el cuerpo de Wycliffe, sus huesos. Él llevaba muerto treinta años, pero lo odiaban tanto que los arrojaron al río. La creencia era que si quedaban en el río, tendría menos oportunidad de resurrección.
Los arrojaron en el río Swift, que fluye hacia el Avon, el cual fluye hacia el río Severn, el cual va hacia el canal británico, y este eventualmente hacia todo el mundo.
Hoy tenemos los «Wycliffe Bible Translators» (los traductores de la Biblia Wycliffe), y podemos continuar honrándolo. ¡Él nos da el maravilloso ejemplo de un hombre fiel!
Nancy: ¡Y esa persecución no pudo borrar la influencia del evangelio!
Dr. Lutzer: ¡Qué interesante que digas eso! El otro día estaba leyendo el libro de Mateo, y hubo algo que vi por primera vez (no sé si a ti te ha sucedido eso, Nancy, que lees algo y piensas, «creo que no he leído esto antes»), pero Jesús dijo, «pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar» (otra traducción dice que se les daría sabiduría para hablar) (Mat. 10:19).
Y más adelante, Él dijo esto: «Ustedes hacen esto como testimonio para ellos». Y entonces caí en cuenta de que, aún en el martirio (y es fácil para nosotros decirlo, mucho más difícil si nos estuviera sucediendo), la intención aquí es que el evangelio avance y ser un testigo a aquellos que te están matando.
Cuando los mártires eran llevados a la muerte, las autoridades, en algún momento, ¡contrataban a una banda que al tocar ahogara los cantos de los creyentes que iban camino a la muerte!
Nancy: Lo que habla de la asombrosa gracia para morir que Dios da a esas personas, en ese momento, en esa situación.
Dr. Lutzer: Y sabes, Nancy, por Su gracia, nosotros no morimos hasta que sea el tiempo de morir, ¿correcto? Recuerdo a Corrie Ten Boom…una hermosa ilustración. De pequeña, ella le temía a la muerte, y su papá le decía, «Corrie, cuando vamos hacia Amsterdam en tren, ¿cuándo te doy el boleto?»
Ella contestaba, «bueno papi, me lo das justo antes de subirme al tren». Él le dijo: «¿Por qué no te lo doy antes? Porque no lo necesitas antes». De la misma manera, le dijo, «cuando llegue el momento de morir, Dios te dará lo que necesites. No necesitas gracia para morir sino hasta que te llegue el tiempo de morir».
Así es como funciona. Es por eso que estos mártires podían caminar hacia su muerte con tal confianza y sin enojo. La mayoría de ellos murieron como Jesús, «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».
Es una historia maravillosa, y es una historia que hoy está sucediendo por todo el Medio Oriente y en diferentes partes del mundo. Hoy, creyentes, muchos de ellos han de morir por una razón, y es que ellos le pertenecen a Jesús.
Nancy: Y quizás igualmente, o más relevante para nosotros –que quizás no experimentemos ese tipo de martirio– esta gente tenía la gracia para vivir contra toda posibilidad y yendo contra la corriente de la cultura religiosa de esa época.
Ellos tenían valor, convicción, perseverancia, constancia, y no se quebraban bajo presión. ¿Verdad que necesitamos eso en nuestra cultura hoy? Ves la gracia que Dios dio a estos hombres y piensas: «Señor, Tú puedes capacitarnos para enfrentar la creciente oposición que estamos enfrentando en nuestros días».
Dr. Lutzer: Y podemos estar hablando a personas que hoy ni siquiera tienen el valor de dar testimonio a sus amigos. En otras palabras, nos hemos comprado tanto la idea de que «no quiero ser ofensivo con las personas. ¡No quiero ofenderlas!»
Bueno, no las ofendemos deliberadamente –y no seas ofensivo– pero a menos que estés dispuesto a ofender a alguien, probablemente no estés compartiendo el evangelio…¡porque la Biblia habla acerca de la ofensa de la cruz!
Y si los cristianos en América, o los cristianos en cualquier país no están dispuestos a recibir esa ofensa, ¿cómo podemos esperar ver el tipo de despertar que queremos ver en nuestros países?
Nancy: Y este realmente fue un volver a nacer espiritual. Escuchándole relatar estas historias, por allá de los años 1500, me doy cuenta de que estas no eran fuerzas impías, paganas (según se consideraba en esos días). Esta era persecución religiosa; era la iglesia de la época (la que estaba persiguiendo a los cristianos).
¿Pudiera darme, en nuestros días, algunos de estos mismos puntos de conflicto o confusión que necesitamos abordar? ¿Hay algún paralelo para nosotras?
Dr. Lutzer: Sí. Efectivamente, aquí hay algunos paralelos para nosotros, incluso dentro de nuestro pluralismo religioso. Lo que encuentras es mucha oposición de parte de la gente religiosa hacia los cristianos. Ciertamente lo estamos viendo.
Lo que tenemos que aprender es que, en cada época, el evangelio no ha sido popular. En otras palabras, siempre hay oposición hacia Cristo, más oposición hacia Cristo que quizás hacia cualquier otra religión.
Debemos esperar eso, porque Jesús nos dijo que sucedería: «Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros» (Juan 15:20). De manera que lo que necesitamos hacer es reconocer que cuando nos quejamos respecto a lo que está sucediendo en nuestros países (y sé que hay muchísimo de qué quejarse), en realidad somos muy afortunados…porque no estamos enfrentando los mismos problemas que enfrentaban entonces. No vemos que se estén llevando gente a las estacas para quemarlos por su fe. Pero necesitamos entender que esa fue parte de nuestra historia.
Nancy: Así es. Y en nuestros días, al mirar lo que está sucediendo en nuestra cultura, ayuda mirar hacia atrás en la historia, y en particular a esta época de la Reforma, y ver el valor, el apego a las Escrituras, el regreso a las Escrituras y el limpiar el desorden, de manera que el oro puro del evangelio de Cristo pueda brillar, y eso es lo que realmente estamos buscando que suceda.
Dr. Lutzer: He tenido el privilegio de liderar viajes a lugares relacionados a la Reforma, y si tú vinieras conmigo a la iglesia de Wittenberg (la iglesia del pueblo, no la iglesia del palacio, sino la iglesia del pueblo), verías una pintura de Cranach, y es una pintura de los reformadores desyerbando un jardín.
¡Esa es una buena ilustración de la Reforma! No es como si la verdad no estuviera ahí. La iglesia de esa época creía en la divinidad de Jesús, creía en la inspiración de las Escrituras…pero se había acumulado tanta hierba que las verdaderas plantas estaban dificultando el crecimiento, y en algunos casos, las plantas estaban siendo de hecho, ahogadas por la maleza.
Nancy: Y cuando los reformadores dentro de la iglesia hicieron su labor de desyerbado, y tuvieron el valor y la convicción para ello, el impacto se sintió en todo el sistema político en todo el sistema del mundo, ¡fue sísmico! Fue un terremoto, ¿verdad? ¡Eso hizo temblar todo desde los cimientos!
Dr. Lutzer: ¡Exactamente! De hecho, lo que tienes que entender es que Lutero no trajo solamente una reforma teológica. ¡Cambió el mapa de Europa! ¡Cambió la alineación de los países!
Ahora bien, la Reforma no solo era teológica, tenía mucho de nacionalismo. Había mucha gente, en Praga por ejemplo, así como en Alemania, que querían una reforma porque estaban cansados de pagarle dinero al papa, y de los impuestos, y todas esas cosas…así que tienes todo este nacionalismo y otros motivos, que acceden a la Reforma.
Pero para Lutero (de quien hablaremos más adelante), era un asunto de verdad muy personal y muy teológico… Pero una vez que comenzó la reforma, fue como un hombre sacando una piedra de una montaña. Él pensaba, «solamente voy a sacar esta piedra» ¡y comenzó una avalancha!
Nancy: Ahí podemos ver también el poder del Espíritu Santo. Esto no es algo que simples mortales pudieron haber logrado. Puedes ver el poder de Dios moldeando y dándole forma a la historia…nuestra historia…la historia de la iglesia…la historia de los gobiernos y del mundo…
Y al pensar en las situaciones en nuestro mundo que parecen tan desesperanzadoras, tan profundamente arraigadas, equivocadas, formas de pensar que no se basan en la Biblia, es tan fácil para nosotros sentarnos y pensar, «pues así es como son las cosas. ¡Vamos a sentarnos aquí y a resistir hasta el rapto!» ¿Correcto?
Pero ver el poder de Dios levantar instrumentos humanos, usarlos –imperfectos como son– y lograr cosas que son humanamente imposibles…¿no te da fe para creer que Dios hará algo glorioso y necesario en nuestros días?
Dr. Lutzer: Claro que sí, una vez que se deje que la Palabra corra, la gente la está leyendo y creyendo; y entonces comienzan a formarse ondas, como en el agua, que se vuelven más y más grandes ¡y el impacto se vuelve inmenso!
Nancy: Y esta es una de las cosas maravillosas acerca de la influencia de Wycliffe, regresando a cientos de años atrás, ¡llevar la Biblia al idioma de la gente para que pudieran leerla por ellos mismos!
¡Damos todo por sentado! Yo lo he hecho, tengo muchas biblias en mi casa, pero no era así en esos tiempos.
Dr. Lutzer: ¿Sabes qué? Esto casi merece que derramemos lágrimas, porque no era así. Pensamos, «sí, exacto; tenemos la Biblia en todos los diferentes idiomas». Eso es algo por lo que deberíamos caer de rodillas y dar gracias a Dios, ¡porque es único!
¿Podría mencionar un ejemplo, para mostrar la importancia de la traducción? La Vulgata básicamente dice esto: Cuando Jesús dijo: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado…» (Mat. 4:17), la Vulgata lo traduce: «Hagan penitencia, porque el reino de los cielos se ha acercado».
Nancy: ¿Y esa es la Biblia que los sacerdotes de la Iglesia Católica Romana estaban usando en esa época?
Dr. Lutzer: ¡Sí! Claramente lo que Jesús daba a entender (en el contexto) era el «arrepentirse». No le estaba pidiendo a la gente que hiciera algo, como si esa fuese la respuesta. Necesitaban un cambio del corazón, y eso ocurría por medio del arrepentimiento.
Y esa es la razón de la primera de las noventa y cinco tesis de Lutero…dice que toda la vida cristiana debe ser una de constante arrepentimiento. Lutero estaba hablando acerca del corazón arrepentido, no de hacer penitencia. Pero aquí puedes ver cómo la traducción es algo tan importante.
Nancy: Y poner la Biblia en las manos del pueblo, de la gente común, nos pinta una imagen de lo dramático que fue el impacto.
Dr. Lutzer: Bueno, primeramente, ¡la oposición era inmensa! Por eso era que se quemaban las biblias que llevaban a la catedral de San Pablo.
Eran quemadas por los líderes de la iglesia, la cristiandad oficial. ¡Absolutamente! Y las biblias eran quemadas porque se creía que si la gente laica tenía la Biblia, se les ocurrirían todo tipo de doctrinas equivocadas. Lutero estuvo dispuesto a tomar ese riesgo y Wycliffe estuvo dispuesto a tomarlo también.
Y bueno, hay algo de verdad en ello, ¿o no? Me refiero a que si le das a alguien la Biblia solamente, y está comenzando a construir su propia teología, puede equivocarse rápidamente…y es por eso que tenemos que mirar atrás y ver cómo fue interpretada por maestros pasados, y aprender de ellos.
Al mismo tiempo, lo que Lutero dijo, fue, «quiero que también el labrador pueda entender la Biblia. Quiero que la mujer que lava los pisos entienda la Biblia; quiero que ella tenga una copia». Y eso fue absolutamente revolucionario, y es por eso que había tanta oposición.
Pero con el tiempo, ganaron, y hoy lo damos todo por sentado, porque tenemos nuestras biblias en nuestras repisas…desafortunadamente no las abrimos con la frecuencia que deberíamos.
Nancy: Me imagino lo revolucionario que pudo ser, en el continente europeo, cuando la gente comenzó, por primera vez, a poder leer el evangelio. Y a aquellos que no podían leer, otros se lo leían en un lenguaje que pudieran entenderlo, un lenguaje común. ¡Esto fue lo que hizo temblar el continente y nuestras estructuras religiosas hasta sus cimientos!
Dr. Lutzer: Nos vamos a adelantar aquí con Lutero, pero siempre que se encontraba en un debate, este era el asunto más importante. Por ejemplo, Cajetan, quien fue enviado por el papa para debatir con Lutero, le decía: «¿Qué hay con respecto a cosas como el mérito de los santos?»
La creencia era que había algunos santos que habían hecho más de lo que necesitaban, para irse al cielo, y podías inspirarte en sus virtudes, en sus excedentes, especialmente si tocabas una reliquia o lo que fuese, pagando un donativo.
Y Lutero decía, «¿dónde encuentras eso en la Biblia?» Cajetan le decía, «no tiene que estar en la Biblia, es tradición de la iglesia y solo importa que el papa lo haya aprobado». Y así continuaban, el asunto siempre terminaba en este punto: ¿Cuál es la base de autoridad? Y Lutero regresaba continuamente a la Palabra de Dios, y nada más. Por eso hablamos de Sola Escritura; las Escrituras solamente como la base de autoridad.
Y eso, por supuesto, se convirtió en lo que abrió la Reforma, y en última instancia la separó de la iglesia tradicional.
Nancy: «La exposición de tus palabras imparte luz» (Sal.119:130). «Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:32).
Creo que necesitamos una reforma en muchas cosas. Tenemos las Escrituras en nuestro idioma, pero parece que necesitamos una reforma en creer verdaderamente en la autoridad de las Escrituras, la suficiencia de las Escrituras, el poder de las Escrituras en nuestra propia vida y en la vida de otros…
Y comenzar a sopesar todas estas cosas que se han adherido a la fe evangélica de hoy…y evaluarlas y preguntarnos, «¿eso está en la Biblia? ¿Qué es lo que la Biblia dice respecto a eso?» Y confiar en la autoridad de las Escrituras…y después, confiar en que las personas, niños, adultos, jóvenes, tengan en su vida la enseñanza de la Palabra; es por eso que en Aviva Nuestros Corazones hay muchos temas, muchas cosas sobre las cuales hablamos, tratando de llevar a las personas a las Escrituras.
Algunas de ustedes están involucradas en reuniones de estudio bíblico o en estudios bíblicos en las comunidades u otros medios de gracia de alcance. Ir a la Palabra y llevar a otras personas a la Palabra, cambia vidas. He hablado con personas que no conocían a Cristo en absoluto. Alguien las llevó a un estudio bíblico semanal, donde comenzaron a estudiar solamente la Palabra de Dios. Y con el tiempo, ¡se hizo la luz!
El Espíritu Santo da poder a la Palabra; ellos se convirtieron ¡vinieron a la fe! No subestimes el poder y la importancia de estudiar, de leer la Palabra de Dios…de habitar en ella y compartirla con otros.
Parece tan pasado de moda. Parece como algo irrelevante y sin esperanza el día de hoy… ¿Son las Escrituras realmente suficientes para lidiar con los asuntos tan complejos que enfrenta nuestro mundo, incluyendo los asuntos religiosos?
Creo que hemos sido intimidadas a pensar que necesitamos algo más que la Palabra de Dios para todos los problemas masivos…los problemas humanos, los problemas psicológicos, los problemas religiosos, los problemas teológicos. ¡La Palabra de Dios es poderosa! Todo está ahí.
¡Leer la historia de la Reforma aumenta mi fe en lo que la Palabra de Dios puede hacer cuando se deja correr en los corazones de las personas!
Dr. Lutzer: Y como lo dijo un hombre: «Todos mis argumentos eran como nubes de humo en la presencia del Salvador». ¡Llévalos a la Palabra, llévalos a Jesús tan pronto como puedas!
Nancy: Sí. ¡Él hace el resto!
Dr. Lutzer: Creo que ya debemos comenzar a hablar de Lutero, ¿verdad?
Nancy: Pronto, pronto, ¡pero será en otro programa!
Annamarie: ¿Quién fue Martín Lutero? ¿Cómo fue él rescatado por el evangelio? Escucha sobre esto en la continuación de esta edificante conversación entre Nancy DeMoss Wolgemuth y Erwin Lutzer. ¡Te esperamos!
Contemplando la belleza del evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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