La calumnia es grave
Carmen Espaillat: Aquí está Nancy Leigh DeMoss.
Nancy Leigh DeMoss: No hay ningún grado que sea aceptable de malicia ni calumnia ni maledicencia entre las mujeres cristianas. No debemos tolerar esto en nuestras vidas.
A veces pienso que simplemente nos descuidamos. Pero es un área donde no podemos darnos el lujo de ser descuidadas, porque cuando se habla calumnia, estamos haciendo la obra del diablo.
Destruye matrimonios. Destruye a los niños. Destruye los lugares de trabajo. Destruye las iglesias. Destruye las relaciones. Nos destruye a todos nosotros. Ser calumniadora destruye nuestra relación con el Señor.
Carmen: Esto es Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy ha estado llevándonos a través de un rico estudio de Tito 2 llamado El hermoso diseño de Dios para la mujer. Dios tiene incluso un diseño para las palabras que hables antes de que tu cabeza descanse …
Carmen Espaillat: Aquí está Nancy Leigh DeMoss.
Nancy Leigh DeMoss: No hay ningún grado que sea aceptable de malicia ni calumnia ni maledicencia entre las mujeres cristianas. No debemos tolerar esto en nuestras vidas.
A veces pienso que simplemente nos descuidamos. Pero es un área donde no podemos darnos el lujo de ser descuidadas, porque cuando se habla calumnia, estamos haciendo la obra del diablo.
Destruye matrimonios. Destruye a los niños. Destruye los lugares de trabajo. Destruye las iglesias. Destruye las relaciones. Nos destruye a todos nosotros. Ser calumniadora destruye nuestra relación con el Señor.
Carmen: Esto es Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy ha estado llevándonos a través de un rico estudio de Tito 2 llamado El hermoso diseño de Dios para la mujer. Dios tiene incluso un diseño para las palabras que hables antes de que tu cabeza descanse en la almohada esta noche.
Nancy: Hemos venido hoy a lo que para mí ha sido uno de los puntos más retantes y de mayor convicción de este estudio. Ahora lo compartiré con ustedes para que sean retadas y tengan la misma convicción que yo.
Estamos revisando el capítulo 2 de Tito. El apóstol Pablo le dijo a Tito que tiene que "enseñar lo que está de acuerdo con la sana doctrina" (versículo 1). ¿Cómo luce esto en nosotras las mujeres?
Bueno, empieza con las mujeres mayores. Hemos dicho que estas cosas han de ser ciertas de las ancianas, pero eso significa que las mujeres más jóvenes tenemos que estar trabajando en estas cosas e ir cultivándolas, o no vamos a ser así cuando lleguemos a ser ancianas.
El versículo 3 dice: "Las mujeres mayores también deben ser reverentes en su conducta". Observamos eso en la última sesión.
Entonces dice: "No calumniadoras ni esclavas de mucho vino". "Las mujeres mayores. . . deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino "(versículo 3).
Hablamos de lo que significa ser reverentes en conducta. El apóstol Pablo hace dos aplicaciones prácticas y específicas de cómo luce el comportamiento reverente: Si eres reverente en tu conducta, esto afectará tu lengua y tu templanza.
La lengua—no calumniadora; un estilo de vida de templanza—no esclavas del vino. Las mujeres que son reverentes en su conducta no son calumniadoras, y son templadas en su comportamiento.
Aquí es donde la sana doctrina —que hemos estado viendo durante los últimos programas— se pone de manifiesto. Estas son las cosas que están de acuerdo con la sana doctrina.
No se puede decir que tienes sana doctrina, si no estás viviendo de esta manera. La sana doctrina siempre se traducirá en una correcta manera de hablar y de un cierto tipo de comportamiento en nuestras vidas.
Ahora bien, en cuanto a este tema de la calumnia, yo había planeado hacer una sola sesión sobre esto. Pero en la medida en que me adentraba en el tema, me di cuenta que Dios estaba trabajando con mi propio corazón en esto, y pensé: "Esto necesita más de una sesión".
Así que nos vamos a tomar algunos programas para discutir este tema de la calumnia. Es un problema grave para Dios, y lo veremos cuando abramos Su Palabra. Es un problema grave en la iglesia. Y es un problema grave, particularmente entre las mujeres.
Así que vamos a examinar un poco este tema de la calumnia, y luego pasaremos a la cuestión de no ser esclavos de mucho vino, y las cuestiones más amplias sobre la templanza y las adicciones y lo que la Palabra de Dios tiene que decir al respecto. Así que por aquí es por donde nos dirigiremos en los próximos días.
Las mujeres "deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras". Otra traducción dice que no deben ser "chismosas" (TLA). La Reina-Valera dice: acusadores falsos.
Son traducciones de la misma palabra. Un comentarista sugiere que la palabra significa "proveedores de intriga o escándalo."1 Me pareció que era bastante gráfico. Las mujeres no debemos ser proveedoras—o personas que producen—intriga o escándalo. No estamos simplemente pasando algunos pequeños y jugosos chismes de aquí para allá.
En la Biblia, la palabra que se traduce como "calumniadoras" o "chismosas” es la palabra griega diábolos. Es la palabra de la cual proviene la palabra diabólica. Viene de dos palabras: dia o dio, que significa "a través", y bolos, lo que significa "lanzar a través de".
Esto adquiere aun más significado cuando vemos este concepto de la calumnia. El término diábolos se utiliza 38 veces en el Nuevo Testamento. Treinta y cuatro de esas veces la palabra es un nombre para Satanás, el diablo.
Satanás es el padre de la mentira. Él es un calumniador. Se le llama diábolos. Treinta y cuatro veces (de esas 38) eso es lo que significa la palabra.
¿Cómo es Satanás calumniador? Lo ves de varias maneras. En primer lugar vemos que desde el inicio de las Escrituras, Satanás ha acusado y calumniado a Dios con el hombre.
Por ejemplo, Satanás se acercó al hombre y a la mujer en el Jardín del Edén, y él acusó y calumnió a Dios. En Génesis 3, dijo, en esencia, "Dios no ha dicho la verdad. ¿Dijo Dios, ciertamente morirás? No vas a morir. Dios no está diciendo la verdad". [Cf. versículos 1-5].
Mintió sobre las consecuencias de comer la fruta, y luego él calumnió a Dios por sugerir que las restricciones de Dios eran innecesarias o excesivas, e irracionales. Él estaba atacando la verdad, la veracidad de la Palabra de Dios. Él calumnió a Dios con el hombre.
No solo ocurrió en el Jardín del Edén. Satanás aún está difamando y acusando a Dios. Y lo hace con nosotros. Pensamientos como estos:
● ¿Dónde estaba Dios cuando lo necesitabas?
● No se puede confiar en Él.
● Su Palabra no es cierta.
● No lo necesitas.
● Puedes hacer esto por ti mismo.
● Dios no te ama verdaderamente.
● Si te amara, habría ___________ [o] no habría ____________.
¿Qué está Satanás haciendo? Calumnia a Dios con nosotros, haciendo que Dios luzca irrazonable, falso, desleal, poco sabio, poco bondadoso. Él está calumniando a Dios.
De manera que Satanás acusa y calumnia a Dios con el hombre. Pero Satanás también acusa y nos calumnia a nosotros con Dios. Él calumnia al pueblo de Dios. En Apocalipsis 12:10 se le llama "el acusador de nuestros hermanos". Continuamente hace acusaciones sobre el pueblo de Dios ante el trono de Dios.
Algunas de ustedes recordarán un ejemplo de esto en Job 1:7-11, donde Satanás se presentó ante Dios y le dijo: "Vamos a hablar de Job." En realidad, fue Dios quien mencionó a Job, y en ese contexto Satanás lo calumnió.
Él acusó a Job de estar comprometido con Dios solo por lo que podía obtener de esa relación. "Él es un amante pagado."
Satanás alegó que si Dios le quitara todas las cosas que eran preciosas para Job, este lo maldeciría en su cara. Él calumnió a Job.
Y nos calumnia a nosotros. Nos ataca. Acusa a los hermanos ante el trono de Dios.
Así que diábolos —34 veces en el Nuevo Testamento— se refiere a Satanás, quien es el calumniador, el acusador. En tres de las ocasiones que esta palabra se utiliza está haciendo referencia a una persona que difama o acusa falsamente a los demás.
Déjame darte un ejemplo. Busca en la Biblia 1 Timoteo 3, y verás estos dos usos en el mismo contexto. Comenzando en el versículo 6, hay tres usos de la palabra griega diábolos, en los versículos 6-11. Vamos a leer parte de ese pasaje.
En primer lugar él está hablando sobre aquellos que van a ser los líderes espirituales en la iglesia. El versículo 6:
No un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. [Esa es la palabra diábolos.]
El versículo 7:
Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo. [diábolos].
El versículo 8 y 11:
De la misma manera, también los diáconos deben ser dignos, de una sola palabra, no dados al mucho vino, ni amantes de ganancias deshonestas. De igual manera, las mujeres deben ser dignas, no calumniadoras [diábolos], sino sobrias, fieles en todo.
Así que aquí vemos dos veces en este pasaje que diábolos se refiere a Satanás. La tercera vez se está refiriendo a una mujer que habla de tal manera que luce parecida al diablo; es diabólica.
Ser calumniador, hacer falsas acusaciones, ser chismoso y malicioso es ser diabólico. Es parecerse al diablo. Es participar en las obras y el carácter del mismo Satanás. Cuando nosotros calumniamos a los otros, estamos haciendo la voluntad de Satanás y cumpliendo su plan.
Ahora, ¿puedes ver por qué digo que la calumnia no es poca cosa y por qué Dios toma esto tan en serio y por qué es tan mortal y destructivo para la iglesia de Jesucristo?
Es interesante que dos de las tres ocasiones donde diábolos se refiere a la calumnia, se está hablando específicamente a las mujeres. Creo que eso es porque, como mujeres, somos más propensas a caer en esta tentación; es una tentación en la que fácilmente nos vemos inclinadas a tropezar con nuestras lenguas.
¿Qué es exactamente la calumnia? Legalmente, la calumnia es una declaración falsa sobre una persona, que dañe o difame a su reputación. Es dar testimonio falso con la intención de dañar a otra persona o su reputación.
Hay una palabra relacionada en el Nuevo Testamento. En el griego es la palabra blasphemia, de la cual obtenemos nuestra palabra blasfemia . Esa es la palabra griega que más comúnmente es traducida "calumnias" o "maledicencias" en nuestras Biblias.
Esa palabra significa "injuriar, herir a la reputación o golpear con informes o con palabras, hablar mal de otra persona". Es una palabra muy relacionada con esta palabra diábolos.
Hay algunos pecados relacionados con la lengua que entran en juego aquí, y creo que todos están bajo la categoría de la calumnia.
● Difundir un informe falso sobre alguien.
● La difusión de información perjudicial sobre otro, lo que la Escritura llama "andar en chismes".
● Reportar la verdad con la intención de hacer daño.
¿Notas los diversos matices allí?
● Puede ser un falso informe, algo que no es cierto.
● Puede ser alguna información perjudicial sobre otro que difundimos—andar en chismes.
● Incluso puede ser decir la verdad con la intención de dañar o perjudicar la reputación de alguien.
Así que cuando Pablo dice que las mujeres mayores sean reverentes en su comportamiento y no calumniadoras, significa que deben rehusarse a escuchar o difundir informes o historias de otros que son falsos (que no son verdaderos) o que son perjudiciales—que podría ser perjudicial para esa persona.
La calumnia es un asunto serio para Dios. Es uno de los Diez Mandamientos. Éxodo 20:16 dice: "No darás falso testimonio contra tu prójimo".
Éxodo 23:1 nos dice, "No propagarás falso rumor; no te concertarás con el impío para ser testigo falso". No lo hagas. No vayas allí.
Proverbios 6:16 dice: "Hay seis cosas que el Señor aborrece, y siete que son una abominación para él", y luego en el versículo 19, justo en esa lista dice, "el testigo falso que respira mentiras". Es una abominación para Dios.
Por cierto, en esa misma lista está la persona que provoca discordia entre los hermanos. Los dos a menudo van de la mano—provocar la discordia y ser un testigo falso que respira mentiras.
La gente que calumnia a otros a menudo lo hace con la intención de dividir. Pero incluso, si esa no fuera su intención, es el efecto. Al final siembran la discordia, la división; crean brechas y barreras entre las personas mediante el uso de la lengua para calumniar.
Efesios 4:31 dice, "Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia". Pablo dice: "Deshazte de eso".
No hay ningún grado aceptable de malicia o calumnia o maledicencia entre las mujeres cristianas. Esto es algo que no debemos tolerar en nuestra vida.
Al estudiar y pensar en esto esta semana, parte de mí se pregunta cuánto diría yo si realmente tuviera niveles de cero tolerancia para esto en mi propia vida. Estoy segura de que no tendría mucho que decir.
Y la intención no siempre es maliciosa. A veces pienso que simplemente actuamos sin cuidado. Pero es un área en la que no podemos darnos el lujo de ser descuidadas, porque cuando se calumnia, estamos haciendo la obra del diablo.
● Destruye matrimonios.
● Destruye a los niños.
● Destruye los lugares de trabajo.
● Destruye las iglesias.
● Destruye las relaciones.
● Nos destruye a nosotros.
● Ser calumniador destruye nuestra relación con el Señor.
En Tito 2, que es el pasaje que estamos viendo, el versículo 3, dice que las mujeres piadosas, las mujeres ancianas, no deben ser difamadoras. Hay un contraste con esto en el próximo capítulo 3:1, donde Pablo dice: "Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes… que no injurien a nadie” (3:1-2).
La palabra aquí no es la palabra diábolos. Es la palabra blasphemeo—injuriar, blasfemar. Él dice que no debemos "injuariar" a nadie.
¿Qué significa eso, "nadie"? Significa no hablar mal de nadie.
Santiago 4:11 dice: "No habléis mal unos de otros, hermanos". La palabra es otra palabra griega [katalaleo], pero es una palabra similar. Significa "hablar en contra, permitir que salgan palabras que no han sido pensadas".
Como ya he dicho, a veces es inconsciente, es hablar con descuido. Santiago dice: "No lo hagas. No hablen mal el uno contra el otro. No permitas que salgan de tu boca palabras irreflexivas”.
Este es un verso que lo dice muy claramente: (Proverbios 10:18). "El que esparce calumnia es un necio".
¿Quién es el necio? Un necio no es alguien intelectualmente deficiente. Un necio es alguien que es moralmente deficiente. Un necio es alguien que ordena su vida como si Dios no existiera.
Proverbios dice que si esparces calumnia en contra o hacia los demás, eres un necio. Ordenas tu vida como si Dios no existiera y no tuvieras que rendir cuentas.
Pero el hecho es que hay un Dios, y serás responsable de todas las palabras vanas o vacías o inútiles o calumniosas. "El que esparce calumnias es un necio".
En el Antiguo Testamento el castigo fue bastante duro. Permítanme leerles un pasaje de Deuteronomio 19
Si un testigo falso se levanta contra un hombre para acusarle de transgresión, los dos litigantes se presentarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y de los jueces que haya en esos días. Y los jueces investigarán minuciosamente; y si el testigo es un testigo falso y ha acusado a su hermano falsamente, entonces le haréis a él lo que él intentaba hacer a su hermano. Así quitarás el mal de en medio de ti. Los demás oirán y temerán, y nunca más volverán hacer una maldad semejante en medio de ti. (Versículos 16-20).
¿Por qué crees que Dios lo toma tan en serio? Porque es tan parecido a Satanás el mentir, engañar, dar falso testimonio, acusar falsamente. Es tan divisivo. Es mortal. Es destructivo.
Dios sabe que esto destruye la comunidad de fe. Él sabe que destruye y divide las relaciones. Entonces Él dice, si vas a hacer acusaciones falsas, si vas a decir cosas que no son verdaderas, entonces vas a dar cuenta por tus palabras.
Ahora bien, me alegra saber que ya no implementan este sistema en la actualidad. Pero Dios dijo que vas a cosechar lo que siembras. Y cualquier daño que intentaste hacer a la otra persona, cualquiera que haya sido tu intención, eso es lo que te va a suceder a ti.
Eso es realmente lo que Jesús ha reiterado en el Nuevo Testamento. Es lo que vamos a experimentar. Vamos a experimentar la misericordia. Pero los que juzgan a otros, aquellos que tienen intenciones maliciosas o hablan mal de los demás, ellos cosecharán lo que sembraron.
Nuestras palabras nos perseguirán. No siempre recogeremos la cosecha inmediatamente. Pero vamos a recoger la cosecha. Así que Dios dice, "Esto es algo que tiene que ser purgado de ustedes. No debe tener lugar en la iglesia de Jesucristo".
Es algo que tenemos que examinar, que tenemos que evaluar y ponderar. Tenemos que decir: "¿Hay calumnia? ¿Hay rumores maliciosos? ¿Hay cosas verdaderas que se dicen con la intención de hacer daño, a espaldas de los demás, a otras personas, incluyendo otras personas en la conversación que no son parte del problema ni parte de la solución?"
Estamos diciendo cosas sobre otros que no son productivas. No son verdaderas. No son edificantes. No están edificando. Están destruyendo.
Dios dice que no debemos hacerlo. Saquen la maldad de en medio de ustedes. Y cuando los demás vean las consecuencias, temerán, y ellos "nunca más cometerán una maldad semejante".
La comunidad de la fe, el cuerpo de Cristo, se supone que sea un lugar seguro para los pecadores que están en proceso de ser redimidos. Pero cuando maliciosamente, con negligencia o descuidadamente decimos palabras que derriban, que difaman, que son engañosas o falsas o perjudiciales en su intención, estamos deshaciendo la obra que el Espíritu de Dios está tratando de hacer en Su pueblo.
"Muerte y vida están en poder de la lengua" (Proverbios 18:21). Podemos construir con nuestras lenguas. Podemos animar a la gente en ese proceso de la santificación, o podemos decir palabras que destruyen y derriban.
Entonces, ¿qué debemos hacer? El primer paso es ser honestos. Simplemente estar de acuerdo. Reconocer: "Señor, he sido calumniador. He difamado a los demás".
En el próximo par de sesiones, vamos a hablar más de lo que hace la calumnia y por qué es tan letal, y también lo que podemos hacer al respecto. Pero podemos empezar diciendo simplemente: "No es mi hermano, no es mi hermana, soy yo Señor, aquí que necesita oración", y reconociendo: "Señor, he pecado con mi lengua".
Ya seas una anciana o una mujer más joven, reconoce: "Yo no he sido reverente en mi conducta, en la forma en que hablo de los demás." Es posible que no hayas dicho estas cosas en lugares públicos, sino quizás a algunos individuos.
A veces enmascaramos esas cosas como peticiones de oración, como motivo de preocupación. A veces estas cosas se pasan de lo adecuado y si tienes alguna duda o pregunta, quizás no debas decirlo.
Quiero que inclinemos nuestro corazón delante del Señor por un momento. Permite que el Espíritu Santo te escudriñe. Quizás Dios esté trayendo a tu pensamiento conversaciones o situaciones o personas que has calumniado. Si el Espíritu de Dios ha traído convicción a tu corazón, ¿te pondrías de acuerdo con Dios?
Di: "He pecado contra Ti al calumniar con mi lengua. Me he dado cuenta hoy día, Señor, que Tú tomas esto muy en serio, y quiero tomarlo seriamente también".
Señor, Te pido que nos muestres a cada uno de nosotros la raíz de nuestros problemas y nuestros corazones; las cosas que pudieran producir este fruto horrible y diabólico de la calumnia y que nos ayudes a lidiar, no solo con los asuntos superficiales, sino a cortar de raíz aquello que pudiera estar en nuestros corazones que cause la calumnia.
Te pedimos que en los próximos días nos hables, nos traigas convicción y nos recuerdes de esto en la medida que salgamos de este lugar y nos enfrasquemos en conversaciones. Te ruego que al salir de aquí, Señor, llenes nuestras bocas con palabras que sean edificantes y provechosas y beneficiosas y valiosas; palabras que estimulen y fortalezcan y den vida a aquellos sobre quienes las hablamos.
Gracias, Señor. Ayúdanos a ser mujeres reverentes que Te honren y Te glorifiquen—que Te glorifiquemos con nuestras lenguas. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Carmen: Nunca había pensado en el chisme y la calumnia de la manera en que Nancy Leigh DeMoss lo ha estado describiendo hoy. Espero que pases más tiempo en Tito 2 por ti misma. Piensa en la posibilidad de la maldad y en tu lengua, y pídele a Dios que te ayude a hablar palabras de vida.
Si es la primera vez que escuchas este programa, se llama Aviva Nuestros Corazones, y es conducido por Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín. Nuestra serie actual se titula, El hermoso diseño de Dios para la mujer: Viviendo Tito 2:1-5 . Toda mujer necesita entender este pasaje. Gracias por conectarte con nosotros hoy.
Queremos escuchar de ti, el número es 1-800-569-5959. Puedes hacer tus donaciones en línea visitando www.AvivaNuestrosCorazones.com.
En nuestra próxima entrega, aprende sobre el homicidio verbal. ¿Qué quiere decir Nancy con esta frase? Regresa para saber de qué se trata, en el siguiente programa de Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Toda la Escritura es tomada de la versión Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
1 Thomas C. Oden, Interpretación: Un Comentario de la Biblia para enseñar y predicar. Primera y Segunda a Timoteo y a Tito (Louisville: John Knox Press, 1989).
2 Zodhiates NT.
3 Ibid.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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