Reflexión
por Débora de Rivera
«Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito». –Josué 1:7 y 8
Dios encomendó a Josué a guiar al pueblo para conquistar la tierra prometida (Josué 1). Al recibir este llamado, él es animado a ser fuerte y valiente, a cuidar de cumplir diligente y cuidadosamente toda la ley que Moisés les había dejado; al hacerlo, él tendría éxito en todo (1:6–8). Al Josué ser llamado a liderar al pueblo en fuerza y valentía, era exhortado a hacerlo de 4 …
«Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito». –Josué 1:7 y 8
Dios encomendó a Josué a guiar al pueblo para conquistar la tierra prometida (Josué 1). Al recibir este llamado, él es animado a ser fuerte y valiente, a cuidar de cumplir diligente y cuidadosamente toda la ley que Moisés les había dejado; al hacerlo, él tendría éxito en todo (1:6–8). Al Josué ser llamado a liderar al pueblo en fuerza y valentía, era exhortado a hacerlo de 4 maneras:
- Conociendo la Palabra de Dios: «Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda…» (1:7).
- Hablando la Palabra de Dios: «Este libro de la ley no se apartará de tu boca…» (1:8).
- Meditando en la Palabra de Dios: «…sino que meditarás en él día y noche…» (1:8).
- Obedeciendo la Palabra de Dios: «…para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito» (1:8).
Estos versículos han sido de ánimo y exhortación para mí en los últimos meses, pues el llamado que Dios hizo a Josué es igual para nosotras hoy. Debemos ser intencionales en conocer, hablar, meditar y obedecer lo que el Señor nos manda en Su Palabra. Así como Josué tenía un pueblo por dirigir, Dios ha puesto personas a tu alrededor que reciben influencia directa tuya, personas para quienes eres de ejemplo o de tropiezo.
¡Conozcamos al Señor a través de Su Palabra y seamos así fieles en mostrar a Cristo en palabra y acción!
«No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor». –Romanos 12:11