Yo me rindo a ti. ¿Canción o adoración?
Yo me rindo a Él
Yo me rindo a Él
Todo a Cristo yo me entrego
¡Quiero serle fiel!
Cantar letras en la iglesia parece tan fácil, por un momento llega a ser conmovedor y las lágrimas te pueden correr por la cara, pero sabes, cuando cantas también oras. Tus labios profieren palabras que hacen promesas y compromiso delante de Dios. Haces una oración con música. Por lo tanto, no debe ser ligero lo que dices.
Rendición, es una entrega, un acatamiento, una sumisión ante alguien que tiene mayor autoridad que yo. Por lo tanto mi vida queda ahora entregada a Su voluntad.
Pues eso es lo que hacemos al rendir nuestra vida a Dios. Al entregar nuestros planes, nuestra agenda y decir toma lo que he decidido hasta ahora y acepto lo que has planeado para mí desde la eternidad. Abro mi mano y dejo ir mis deseos entendiendo que tus planes son de bien y no de mal, para darme un futuro y una esperanza (Jer.29:11). Entrego mis sueños para comenzar a caminar en tu visión para mí vida. Muéstrame tus sendas para mí. (Sal. 25).
No sé trata solo de rendir si no también de tomar. Es entregar para abrazar, aferrarme, sujetarme a aquello para lo cual fui abrazado por Cristo. ( Fil. 3:12). De eso se trata la rendición y no es algo de un momento o un evento único en nuestra vida de fe. Estamos llamados a vivir rindiendo cosas, a vivir en rendición constante durante nuestro caminar.
En mi vida he tenido que dejar lugares que amaba porque el Señor en sus planes me llevo de un sitio a otro como a Moisés o a José para mí crecimiento, tuve que dejar relaciones que no deseaba porque al moverme quedan atrás muchas veces personas que ya no ves con igual frecuencia. O Dios va llevando algunas con dolor y debes rendirlas ( ya sea con enfermedades o muerte, pero a veces nos aferramos y no queremos dejar ir algunas de ellas). He tenido que rendir cosas materiales que eran amadas por mi, pero en un momento Dios quito para mí crecimiento y ahora veo que bueno fue ser afligido y entender sus estatutos. Muchas el las restituyó pero él no está obligado a hacerlo.
Finalmente, sin rendición no hay crecimiento. No hay mejor forma de imitar al Hijo de Dios que rindiendo lo que somos como Cristo lo hizo por nosotros. Eso trae gozo al Padre.
¿Qué significa para ti rendir tu vida al Señor, la próxima vez, será un acto de entrega y adoración o sólo una canción? Nos gustaría escuchar de ti.
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