Y ahora ¿qué? Unas semanas después de la Conferencia MV ‘17

Unas palabras de ánimo para ti, luego de la Conferencia:

  • ¿Qué habló Dios a tu vida durante los días de búsqueda intensa en la conferencia Mujer Verdadera ‘17?
  • ¿Están tus prioridades en orden o deberás hacer cambios radicales en tu vida cristiana?
  • ¿Qué es aquello a lo que deberás renunciar?
  • ¿En cuál disciplina espiritual debes ejercitarte?
  • ¿Qué compromisos hiciste con el Señor durante esos días?
  • ¿Cómo recordarás ser constante en tu vida devocional?
  • ¿A quién rendirás cuentas o pedirás mentoría?
  • ¿Con quienes compartirás lo aprendido?  

Oremos que ésas y otras preguntas relacionadas nos persigan en los días por venir.
A través de los años, he logrado observar un patrón recurrente después de algún evento cristiano relevante: Los asistentes son expuestos a gran cantidad de información, son tocados profundamente por las conferencias, retados por los temas, admiran la unción de cada ministro, de los conferencistas (quisieran llegar a ser como algunos de ellos), se proponen esforzarse en su vida cristiana, a mejorar en sus disciplinas espirituales, a crecer en la Palabra, en su vida de oración, fortalecer la comunión, sembrar en los demás, y ¡consagrarse más! Lamentablemente en algunas ocasiones, sus intenciones se mantienen... mientras dura el evento.

Bastantes asistentes se emocionan, hacen planes muy ambiciosos para cambiar su vida, ¡todo parece estupendo! Lo triste es que al terminar el evento y regresar a sus lugares de origen, vuelven a sus rutinas y se olvidan de todo aquello. Oremos pidiendo no ser parte de esas estadísticas.

En las Conferencias de Mujer Verdadera, de Aviva Nuestros Corazones, somos expuestas de una manera profunda a la Palabra, saturadas de oración, adoración, comunión.



Presencial o virtualmente nos damos cuenta de que hay miles de mujeres con el mismo objetivo: Buscar a Dios. ¡Y es de esperar que eso nos alegre, motive y entusiasme mucho! Solo pidamos que también PERDURE.

En un evento las ganas, la atención, la adrenalina, la alegría y la pasión al orar, cantar y aprender son sencillas y evidentes, porque haces un esfuerzo consciente de participar. Ahora considera seriamente esto: Al terminar todo, volvemos a nuestra realidad, a nuestros lugares de origen, a nuestros compromisos, luchas, pruebas, dificultades, tentaciones, responsabilidades y demás, ahí, en lo cotidiano, es donde tu fe será probada.

Meditemos en este pasaje de Santiago 1:22-27, en el cual añado énfasis en negritas en unas partes:

Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo”.

  • Escuchamos bastante en la Conferencia, ahora ¡seamos hacedoras!
  • Vimos nuestra condición real a la luz de la Palabra, ¡no olvidemos quiénes somos y cuánta gracia necesitamos cada día!
  • Oímos tanto, hicimos tantos planes, ¡que no se queden en teoría, vayamos a la acción!
  • Fuimos confrontadas en muchas áreas, ¡acudamos al Padre cada día en busca de Su favor y guía para tomar el camino que debemos seguir!

¡Aferrémonos a Su perfecta ley! Permanezcamos en Él.

Comencemos por lo pequeño, por lo sencillo, por lo que está tan claro en la Biblia, por lo evidente. Por cada cosa que aprendimos. No nos engañemos a nosotras mismas, busquemos amarle y serle fiel.

Guardarnos sin mancha del mundo requerirá TODO de nuestra parte: fe, compromiso, fidelidad e intencionalidad, y a su vez dependemos totalmente de Él.

Qué maravilla que tenemos un Dios fiel, quien comenzó en nosotras la buena obra y la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Él es bueno, constante y fiel.

Por favor, oremos que las semillas que fueron sembradas en nuestras vidas no se queden a la intemperie, sino que caigan en buena tierra, que no queden sin ser alimentadas diariamente con en la Fuente de Vida y expuestas al Sol de justicia.

Antes de olvidarlo todo, de rendirte, de volver a tus viejos hábitos, ponte sobre tus rodillas y clama, está consciente de que en el tiempo de la conferencia estuviste en una especie de “trinchera segura”, aprendiendo, equipándote y ahora vas a la guerra. Sé fuerte, valiente, pues el Señor tu Dios contigo está contigo, permanece alerta, entrenando, aprendiendo, obedeciendo las órdenes de tu Capitán.

La búsqueda de Dios es mucho más que el título de un libro, de un estudio o de una conferencia, es lo único que le dará sentido a la vida, Él es nuestra meta, propósito y destino, a lo que debemos enfocar cada una de nuestras acciones, intenciones y esfuerzos.

La conferencia terminó, pero la búsqueda de Dios jamás. Oremos unas por otras para poder vivir Su diseño, Su voluntad, Su plan.

¡Adelante con valor mujer verdadera!

Con amor, Reyna.

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Sobre el autor

Lucy Reyna Orozco Meraz

 

Reyna es esposa de Raúl Orozco, radica en Chihuahua, Chih., México. Juntos pastorean y educan a
 
su hijo (JR) e hija (RG) en casa, siendo su deseo formarlos e instruirlos para la gloria de Dios.
 
Ambos son Ing. Industriales y … leer más …

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