Muchas veces es difícil dejar los problemas que tenemos con otras personas en las manos del Señor. A medida que conozcamos más al Señor y su Palabra nos será más fácil creer que la mejor decisión siempre será dejar las situaciones en sus manos.
En esta quinta semana veremos qué son los salmos imprecatorios, cómo se conectan con el estudio y cómo relacionarlo con nuestras vidas. La semana pasada terminamos nuestro nuestro estudio con la noticia de que Nabal acababa de caer muerto. ¿Te imaginas ser David y escuchar eso? Sin duda quería matar a Nabal e incluso lo había intentado antes de que Abigail intercediera por su esposo. ¿Cómo crees que responderá David al escuchar que el hombre que lo insultó mordazmente estaba muerto? ¿Cómo responderías tú? Y para responder estas preguntas, esta semana nos acompaña nuevamente Consuelo Catalán. ¡No te lo pierdas!
Frases resaltadas:
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Confiar en Dios para vengar el mal no significa que le pidamos a Dios que mate a los Nabales en nuestra vida. Nuestra solicitud principal debe ser que Dios los lleve al arrepentimiento.
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No le pidas a Dios que juzgue a otra persona por algo que tú misma mereces juicio. Ora muy cuidadosamente con la gloria de Dios en mente.
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Las seguidoras de Cristo pueden estar contentas en cada circunstancia porque sabemos que viene un verdadero final feliz.
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Aquellos que son justos vivirán «felices para siempre». Pero no aquí, no ahora. Es por eso que tenemos que tomar una perspectiva a largo plazo, que realmente no es tan larga cuando la vemos a la luz de la eternidad.
Profundiza más:
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¿Puedes recordar alguna situación difícil (conflicto) en la que dejaste la situación que estabas viviendo en manos de Dios y Él obró de una manera que nunca te hubieras imaginado?
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¿Recuerdas alguna situación específica en la cual alguna persona te haya afligido a tal punto de afectar tu paz, perder el gozo y no dejar de pensar en lo que te hicieron o te dijeron? ¿Cómo reaccionaste?
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Lee Lucas 6:27-28 ¿Alguna vez has puesto en práctica este mandamiento de Jesús? Si tu respuesta es “sí” ¿Puedes recordar qué resultado trajo a tu vida este acto de obediencia? Si tu respuesta es no, ora por arrepentimiento y pídele a Dios que te ayude a obedecerlo.
Semana cinco
Te invitamos a ver el video correspondiente a esta semana, aquí:
¡No te olvides de dejarnos tus preguntas sobre el estudio debajo en la sección de comentarios!
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