De vez en cuando, conozco a alguien cuya vida casi me deja sin aliento con su belleza. Mi amiga Debra Fehsenfeld es una seguidora apasionada de Jesús, esposa y mamá de cuatro, amante de las personas y una mujer de oración. (¡Ella también es fantastica!) Le pregunté si podía contestar mis preguntas sobre la oración y aquí está lo que ella tenía para compartir.
Si tuvieras que describir la oración a un nuevo creyente, ¿qué dirías?
Es el regalo que nos ha sido dado por Dios, para actuar delante de Dios y para participar con Él en todo lo que Él está haciendo en el mundo.
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Habla con Dios: Él está escuchando. Hazle preguntas, dile en que estás pensando, lo que te importa, maravíllate ante El en las cosas que a Él le importan, asómbrate con lo que estás viendo a tu alrededor, lo bueno y lo malo-no hay límites de las cosas que puedes hablar con Él.
- Actúa: Vemos cosas, escuchamos cosas, nos preguntamos cosas, creemos cosas, comprendemos cosas… pero no siempre sabemos que hacer en respuesta a todas estas cosas. Orar es lo que hacemos.
- Participa con Él: A través de interactuar con Dios y buscar Su reino en todo lo que vemos, escuchamos, preguntamos, creemos y entendemos, realmente entramos en el increíble privilegio de trabajar con Dios para hacer que todo lo que está equivocado este correcto. (¡No hay límites geográficos, raciales o religiosas que nos impida este trabajo!)
¿Qué motiva tu oración?
Además del hecho de que en realidad quiero obedecer a Jesús quien nos ha dicho que oremos (Lucas 18:1, etc.),creo que me siento motivada por dos cosas: (1) una conciencia de necesidad y (2) mi experiencia de las formas perfectamente divinas en las que Dios hace las cosas- experiencia con el Dios quien únicamente es la cabeza perfecta de sabiduría, el corazón perfecto de amor y el poseedor de manos perfectamente omnipotentes. Oro porque tengo grandes necesidades y al igual que el mundo que me rodea. Oro porque creo que Dios pretende hacer algo sobre esas necesidades y quiero verlo a Él obrar y ser parte de lo que El hace.
¿Cuándo y dónde oras?
La mayor cantidad de tiempo concentrado de oración la hago en las mañanas y tardes mientras corro en la máquina de caminar, especialmente mientras ando en bici (recostada). Ambas piezas de equipo están en nuestro sótano, y usualmente hay muy poca distracción.
Si oro en otros momentos y lugares, pero estos ciertamente son tiempos menos intencionales de oración anqué no menos reales o significativos; usualmente son oraciones responsivas- respondiendo inmediatamente a circunstancias inmediatas o pensamientos.
Pero mi cuándo y dónde no es relevante en ningún sentido útil para alguien más que para mí ya que se basa diferente según el contexto y temporada de vida de uno. Lo más relevante para todas nosotras, creo, es que debe haber un tiempo regular donde acomodemos nuestros días (y vidas) para estar solas con el Único a quien amamos y de quien estamos buscando aprender. Tenemos el ejemplo de Jesús confirmando la importancia de tal tiempo. Si Jesús necesitaba separar tiempos de solitud con el Padre, también nosotras lo necesitamos.
Cuando mi esposo, Del, y yo salimos en una cita, tenemos la oportunidad de realmente ponernos al corriente el uno con el otro y hacer una conexión profunda de corazón-a-corazón. Obviamente nos conectamos y tocamos base durante el día, pero estos tiempos apartados son para conectarnos a un nivel más profundo. De la misma manera, es vital para mí crear un espacio de solitud para poder desarrollarme realmente en un nivel más profundo con mi Padre.
Estoy asumiendo que no siempre oraste como lo haces ahora. ¿Qué incrementó tu compromiso – y hambre por- la oración?
Comencé a realmente orar intencionalmente cuando comencé a darme cuenta que mis hijos iban a necesitar tomar sus propias decisiones en la vida algún día. No puedo hacer que la fe esté viva en ellos; soy completamente dependiente del poder del Espíritu de Dios que cambia corazones e infunde amor.
Ahora estoy motivada por más que solo la necesidad. Deseosamente anticipo esos espacios diarios de solitud con mi Padre. Estamos tan juntos en esos espacios de solitud. Pierdo la noción del tiempo; no quiero que se termine. Es tan personal.
¿Qué crees es lo más importante que debemos comprender sobre la oración?
El enfoque de la oración no es lo que digas o no digas, cuanto tiempo oras o cómo te sientes mientras oras. La oración es hacer vida con Dios; estar consciente de Él siempre, interactuar con y buscarlo a Él en todo.
¿Cuánto tiempo pasas hablando con Dios; cuánto tiempo pasas escuchando?
Permíteme referirme de nuevo a esas citas con Del. Algunas veces Del habla más. Algunas veces yo. Pero ese no es el punto. El propósito de la cita es conectarse, guiarnos a la unidad restaurada y más completa.
El punto de la oración es exactamente el mismo. La meta es conexión con Dios, guiando a la unidad con Dios- donde lo que a Él le importa llegue a ser lo que a mí me importa, donde la forma en la que Él ve las cosas comienza a infundir la forma en la que yo veo las cosas, Sus buenos impulsos en conjunto generan en mi buenos impulsos como los de Él.
¿Cuál es la cosa más grande que jamás le hayas pedido a Dios?
Nacer de nuevo.
¿Qué es la cosa más grande que jamás hayas visto a Dios obrar en respuesta a tus oraciones?
Lo que visto a Él hacer una y otra vez es lo que aún me deja maravillada. ¡Él participa conmigo, con todas nosotras quienes estamos caminando en vida con Él! DIOS, la Fuente y Sustentador de toda vida, sabiduría, gloria, autoridad, poder, amor y bien está contento-no, más que contento, ¡Él está completamente lleno hasta el borde de pasar tiempo conmigo todo el tiempo!
Si Él puede traer vida a las cosas muertas, si Él puede llamar a la existencia seres de los que jamás se había escuchado o existían antes, si Él puede deleitarse en pasar tiempo conmigo cada día y convencerme en que quiere continuar esto para siempre- todas estas cosas que he visto a Él obrar en y para mí y en y para otros-no tengo duda en lo más mínimo de que no existe cosa alguna que sea demasiado difícil para Él.
Me encantaría escuchar de Ti. ¿Qué te motiva a orar? ¿Y cómo está Dios cambiando la forma en la que piensas de Él e interactúas con Él en oración?
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