Una actitud de agradecimiento

¿Has leído los titulares de las noticias hoy? Bueno, dependiendo del día y la hora en que los leas es probable que sean diferentes a los que yo vi, pero sin duda es algo que produce ansiedad, miedo, agobio, tristeza u horror. O tal vez lo primero en lo que pensaste esta mañana fue en una situación tensa en tu familia o comunidad, o te preguntaste cómo vas a lidiar con un niño que se porta mal o con un compañero de trabajo que siempre te exaspera.

¿Por qué es tan fácil dejarse llevar por lo negativo a pesar de que también hay cosas positivas?

Al empezar el mes conocido por el agradecimiento, necesitamos un recordatorio de cómo vivir en agradecimiento y que no sean solamente palabras.

El agradecimiento es una de las cosas que Dios menciona que son Su voluntad para nosotras

«den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús». -1 Tesalonicenses 5:18 (NVI)

Desde que aprendimos a hablar, nos enseñaron a decir «por favor y gracias», algunos incluso aprenden el lenguaje de señas para «por favor» y «gracias» antes de hablar. Para la mayoría, se convierte en algo que uno aprende a decir sin pensar. Sin embargo, ¿es esta la voluntad de Dios para nosotros cuando dijo: «Den gracias en toda situación?».

La palabra agradecimiento aparece casi 200 veces en toda la Biblia (en el Antiguo y el Nuevo Testamento). La palabra hebrea Yadah aparece 114 veces en el Antiguo Testamento y significa «extender la mano» y «dar alabanza». «Extender la mano» parece extraño para una definición de agradecimiento. En muchas culturas extender la mano es un saludo o una despedida. Con estas dos definiciones de Yadah, podemos decir que significa extender la mano en alabanza a nuestro Dios. Es como una expresión externa de nuestro agradecimiento interior a Dios; decir gracias antes y después, sea cual sea el contexto o circunstancia en la que nos encontremos.

Puede ser que levantemos las manos en alabanza durante el culto de la iglesia o puede ser que no lo hagamos, puesto que no es necesario que tengas que levantar las manos para agradecer y alabar a Dios; más bien, nuestra postura exterior puede afectar nuestro ser interior. Es un poco difícil fruncir el ceño y ser feliz al mismo tiempo. De cualquier manera, el agradecimiento es una acción. No es solo una cosa pasiva o una palabra sin sentido que decimos.

El pecado de ingratitud

«Es posible que al principio no suene serio, pero considera el delito de plagio. Es tanto un robo como una mentira. Roba a los demás lo que les corresponde y crea la ilusión de que eres más capaz de lo que realmente eres. El pecado es ingratitud cósmica. Te da la ilusión de que tienes la capacidad de conducir y controlar tu vida (hold your life together)» (Timothy Keller, Los cantos de Jesús).

Esa cita de Timothy Keller sobre el pecado de la ingratitud me sorprendió. Cuando no damos gracias, es como atribuirnos el mérito que sólo Dios merece.

Tal vez estás en una situación complicada o en una temporada de tu vida en la que es difícil dar gracias. Es posible que estés orando por algo más que paciencia en esta temporada de festividades, es decir, tolerancia (paciencia y un poco más). La tolerancia es una postura de gracia y agradecimiento. Es un escudo para evitar que la frustración o el dolor se incrusten.

«La tolerancia no es una meta moral que debes alcanzar, sino un regalo redentor de la cruz del Señor Jesucristo. Él soportó ataques mentales, espirituales y físicos sin pecado, de modo que cuando seas atacado, tengas toda la gracia que necesitas para responder con amor paciente y gracia indulgente». -Paul David Tripp

Gozo, Gravoso, Gratitud

Debemos vivir días sencillos y normales llenos de alegría con asombro y agradecimiento. Entonces, ¿cómo hacemos el agradecimiento una acción tanto esta temporada como durante todo el año? De vez en cuando me gusta hacer un examen a mí misma de Gozo, Gravoso, Gratitud. Me ayuda a ver el panorama más amplio del carácter y las promesas de Dios, que simplemente enfocarme en los encabezados de la vida cotidiana.

  • Gozo: Nombra algo que esté yendo bien en tu vida o que te haya traído gozo últimamente.
  • Gravoso: Nombra algo que esté siendo difícil o frustrante. No debemos ignorar estas cosas, nómbralas y preséntalas en petición ante Dios.
  • Gratitud: Sé específica. Nombra algo que Dios te ha estado enseñando o ha hecho por ti últimamente. Podría ser tan simple como agradecer por Su promesa de nunca dejarte ni desampararte, a pesar de que las amistades lo hayan hecho. Esto nos ayuda a convertir nuestra vacilación de ser agradecidas en confianza en Cristo.

Aún si Dios «nunca hiciera» algo más por nosotras, Jesús tomó la ira divina por nosotras, y eso es más que suficiente. ¡Por eso estamos agradecidas hoy, mañana y siempre! Y porque podemos vivir nuestro día a día con una esperanza que no tendríamos sin Él.

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Sobre el autor

Nicole Njoroge

Nicole reside en el norte de Indiana con su esposo Sam. Ella ama la aventura, especialmente la aventura infinita de conocer a Dios a través de Cristo en Su Palabra. Actualmente es la Gerente de contenido digital en español y … leer más …


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