Por Carmen M. Espaillat
A inicios del mes de marzo tuve la oportunidad de visitar la República Argentina por primera vez, en compañía de mi esposo y nuestro hijo.
Muy cerca del centro de la ciudad de Buenos Aires reside nuestra hermana en Cristo, y fiel seguidora de Aviva Nuestros Corazones, Cristina López, con quien entré en contacto a raíz de la publicación de la versión digital del libro “En Busca de Dios” en español. A pesar de que Cristina –de nacionalidad Brasileña- se encontraba en su país natal para el tiempo de mi llegada a Argentina, Dios permitió que nos conociéramos, justo unas horas antes de mi partida.
Nuestro encuentro, llevado a cabo en uno de los lugares más importantes de la hermosa ciudad de Buenos Aires, Puerto Madero, parecía más bien un reencuentro entre dos viejas y queridas amigas. Pienso que así lució a los ojos de nuestros respectivos esposos e hijos que nos acompañaban, pues nuestros rostros no dejaron de sonreír, manifestando de esa manera la alegría que nos producía vernos, hablarnos personalmente y compartir nuestros testimonios. Así es como sucede en el cuerpo de Cristo. Sí, experimentamos lo que dice el Salmo 133:1 “Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía”.
Cristina nos compartió que el programa Aviva Nuestros Corazones ha llegado a su vida en un momento importante. Desde que se casó y se fue a vivir a Argentina, lejos de sus familiares, y donde todo era nuevo para ella; en sus propias palabras: “Ser esposa, madre y ama de casa en un país extranjero se me hace muy difícil, pero el haber descubierto el diseño de Dios para la mujer y ver que la vida que estoy viviendo está dentro de la voluntad del Señor mas allá de lo que dicen o piensan las demás personas, me fue de gran bendición”
Nuestra hermana es licenciada en Ciencias Sociales y nos ha hecho saber que muchas personas -dentro y fuera de la familia -la critican por no tener un empleo fuera de su hogar y han llegado a sugerir que con un trabajo fuera, la economía del hogar seria distinta.
“En Su Gracia, el Señor ha ministrado diariamente a mi corazón, enseñándome a confiar y depender de Él, a orar por la conversión de mi esposo y para que él sea cabeza del hogar y logre suplir nuestras necesidades” expresa Cristina, evidenciando así su comprensión de la Palabra y su fe.
Cristina nos confesó que reconoce que no siempre es fácil vivir el diseño, pero está agradecida de Cristo quien en Su infinita misericordia, viene y sustituye sus incapacidades, llenando su vida y dándole gracia para vivir día a día dentro de Su voluntad.
Damos gracias a Dios por ministrar la vida de Cristina a través de Aviva Nuestros Corazones y por usarla en las traducciones que se han estado haciendo al portugués. Esperamos verla de nuevo en febrero del próximo año, cuando ella visite nuestro país para asistir a la conferencia “Mujer Verdadera” a cargo de Nancy Leigh DeMoss. Dios le conceda su deseo que es nuestro también.
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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