En medio de miles de consejos sobre productividad que parecen inundarnos durante esta época del año, se me quedó grabada una sugerencia de un pastor. Para mantener el impulso en sus objetivos espirituales, entra en su calendario virtual y programa «eventos» con meses de anticipación para recordarse a sí mismo y revisar su progreso. En la invitación del calendario, deja preguntas de reflexión o una nota para él y cuando llega el día, dedica el tiempo previamente reservado para evaluar cómo van las cosas y, si es necesario, hacer ajustes.
Puede que sea demasiado pronto para programar una revisión de «eventos» a estas alturas del año, pero si tienes experiencia con los propósitos de año nuevo, sabrás que nunca es demasiado pronto para desenfocarte. Tal vez hayas comenzado un nuevo y ambicioso plan de lectura bíblica este año y ya has perdido tantos días como los que van en el año. Ahora te preguntas si este cambio de ritmo es la mejor manera de pasar tiempo en la Palabra.
Independientemente de cuáles sean tus objetivos de lectura bíblica para este año, considera este blog como una invitación a evaluarte y esta carta como una nota para ti:
Una carta para el 6 de enero
Querida _______:
¿Reconoces esta sensación? Ocurre casi todos los meses de enero. Te encantan los comienzos: un nuevo año, una nueva estación, un nuevo comienzo, pero cuando esa sensación de «estrenar» empieza a desvanecerse y aparece el aburrimiento, buscas formas de recuperarla.
No eres la única. Las campañas de mercadotecnia quieren hacerte creer que si agregas algo diferente a tu rutina (preferiblemente algo que compres en su sitio web), experimentarás la renovación y el crecimiento personal que tanto anhelas. A pesar de lo que los anuncios de las redes sociales te quieren hacer creer, unos nuevos pares de zapatos no cambiarán tu vida. No necesitas un nuevo diario, ni una agenda diferente, ni un plan específico de lectura bíblica. Necesitas a Jesús.
Es fácil olvidar que un plan de lectura bíblico es una herramienta, pero al igual que comprar una nueva botella de agua con la esperanza de mantenerte hidratada, no te ayuda a menos que realmente bebas el agua que contiene. Aun así, hay algo en un plan bíblico anual que te hace querer abandonar todas las «botellas de agua» metafóricas de las que no pudiste beber el año pasado y probar algo nuevo y saciante. Cuando imprimes un nuevo plan de lectura bíblica, está limpio, sin arrugas ni manchas de tinta en ninguna parte de la página.
Empezar con Génesis 1 el 1 de enero puede parecer lo que necesitas para transformar toda tu vida espiritual, pero el plan en sí no es lo que te cambia, es la Palabra de Dios la que está viva y activa (Heb.4:12), renovando tu vida (Sal. 19:7); enseña, anima y ofrece esperanza (Ro. 15:4) porque da testimonio de Cristo (Lc. 24:44).
¿Recuerdas qué fue lo último que leíste en la Biblia antes de que la emoción del «Año Nuevo» te hiciera abandonar todos los demás planes?
- Tu separador de libros estaba en 1 Timoteo para profundizar en la serie de sermones que tu pastor había estado predicando.
- Subrayaste el Salmo 145 porque Dios te había guiado a meditar en verdades específicas sobre Su carácter a lo largo de una temporada difícil.
- Mientras tu grupo pequeño estudiaba los Evangelios, tu Biblia se abrió en la vida de Cristo y te enamoraste más de Él.
No tienes que olvidarte de los lugares en los que estabas antes simplemente porque haya cambiado el calendario. No es un requisito que sigas el plan de lectura que todo el mundo parece estar haciendo. Puedes seguir consumiendo otros pasajes de las Escrituras a un ritmo más lento. (Y si no has encontrado un método de lectura bíblica que sea sostenible, vale la pena solucionar algunas de las razones por las que tus propósitos de lectura bíblica pueden haberse estancado).
No pierdes nada si decides que un nuevo plan que comienza en Génesis no es adecuado para ti en esta temporada, te perderás si no bebes profundamente de Jesús y de Su Palabra este año.
No te pierdas de la Palabra de Dios este año
¿Y si antes de que acabe enero, hicieras una cita en tu calendario para planear tu lectura bìblica anual? En la invitación, deja una nota para tu yo futuro, quizá con un pasaje como el Salmo 19 como recordatorio de por qué estás leyendo y para reflexionar sobre cómo la Palabra es capaz de refrescar, transformar y renovar tu vida.
«La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo. Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre; los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos; deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino, más dulces que la miel y que el destilar del panal. Además, tu siervo es amonestado por ellos; en guardarlos hay gran recompensa». -Salmos 19:7-11
Digna de confianza, fiable y totalmente justa, radiante y más deseable que el oro, es la Palabra que encontrarás a través de tu tiempo en las Escrituras. Sea cual sea el plan de lectura que sigas, tanto si continúas con uno nuevo como si vuelves al antiguo, que este año te lleve cada vez más profundamente a la satisfactoria presencia de Cristo.
Este año, te invitamos a unirte a cualquiera de los dos retos de lectura bíblica para seguir creciendo juntas: Reto Mujer Verdadera 365 Cronológico o Mujer Verdadera 365 Canónico.
Ambos incluyen devocionales diarios (pódcast) y recursos descargables para facilitar tu lectura a lo largo del año.
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