Señor, ten misericordia

Ciertamente estamos en los días donde nos encontramos gritando «¡Señor ten misericordia!» Nada más observa el estado de nuestro planeta, plagado de inmoralidad, corrupción y anarquía.

Mira las Iglesias, algunas están dando sus espaldas a las palabras Santas de Dios para abrazar filosofías impías y pensamientos mundanos. Mira también el estado en el que se encuentran nuestras familias. Muchas están rotas y heridas por decisiones pecaminosas.

Pero más que todo, es importante no pasar por alto el estado de nuestros corazones. ¿Sentimos nuestra propia necesidad de las lluvias misericordiosas del avivamiento?

Muchos cristianos hoy en día están siendo engañados por el pecado (Jeremías 17:9-10) y son apáticos hacia las cosas de Dios. Somos fácilmente distraídas por las cosas de «pequeñas consecuencias», olvidando la realidad de la eternidad, y no obedecemos tampoco de manera individual el mandato claro de Dios; de ir por el mundo predicando el evangelio de Cristo.

Si tan solo nos percatáramos de cuánto necesitamos misericordia; y no solo de manera personal, sino también de manera física y como nación. Dios está listo para darnos Su misericordia enriquecida, pero ¿le clamaremos por ella?

La misericordia es el corazón de Dios

La misericordia está enraizada en el corazón de Dios. Él muestra su porción de misericordia cada día a cada uno de sus hijos. Pero no debemos tomar Su paciencia por sentado.

Dios ofreció la oportunidad de que la humanidad se arrepintiera por 120 años antes que el diluvio viniera y destruyera absolutamente todo; excepto la familia de Noé (Génesis 6:3). Él ofreció a los malvados Cananitas (personas que conocían sobre la liberación de Israel del faraón) cuarenta años para que se arrepintieran antes que fueran destruidos (con la excepción de Rahab y aquellos en su casa). ¡Dios también dio 40 días a la ciudad pecadora de Nínive para que se arrepintiera, y lo hicieron!

«Solo puedo imaginar que durante esos días, mientras los Israelitas estaban marchando alrededor de Jericó, Dios estaba anhelando en Su corazón que las personas de Jericó hicieran lo mismo que hizo Rahab y se arrepintieran,» dijo Nancy DeMoss Wolgemuth, «pero se rehusaron».

Dios continúa cada día dando oportunidades para que las personas se arrepientan. Él es «lento para la ira» (Sal. 103:8-9), pero como escribió David Hocking en La Misericordia de Dios,«Hay un juicio que debemos compadecer, al menos que volteemos hacia la misericordia de Dios… no presumas de su misericordia.»

El mayor acto de misericordia de Dios es en la persona de Jesús, Quien cargó con nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz (1 Pedro 2:24). Las misericordias del Padre hacia los creyentes son nuevas cada mañana cuando Él muestra compasión y perdón (Sal. 103: 10-14)

¿Quién necesita misericordia?

Todos necesitamos misericordia. La misericordia de Dios no solo revela quién es Él, sino también habla de cuánto la necesitamos desesperadamente. Dios tiene piedad de Sus hijos quienes aún están lidiando con la tentación y se alejan de Su presencia protectora. Su misericordia se manifiesta de muchas formas.

David Mathis, citó en su artículo «Ten piedad de mí: cuatro destellos dentro del corazón de Dios» que Moisés, David, Jeremías y Pablo vieron la misericordia de Dios de formas diferentes. 

  • Moisés vio la misericordia de Dios (Éxodo 33:19). Cuando Moisés le pidió a Dios que le mostrara Su gloria, Dios reveló Su bondad en su gracia y misericordia para perdonar. Pero Él también habló sobre Su juicio y la rendición de cuentas (Éxodo 34:6-7) de las personas. «La ira es la respuesta justa pero no es Su corazón,» dijo Mathis. «La justicia es el tallo; la misericordia es la flor.»
  • «David cayó bajo la misericordia de Dios» (Salmo 51:1) mientras exclamaba en su confesión.
  • «Jeremías lloró por misericordia»(Lamentaciones 3) durante el cautiverio de Babilonia con un corazón desesperado pero esperanzado.
  • «Pablo se maravilló de Su misericordia» (Romanos 9:16) como describió a un «Dios que tiene misericordia».

Podemos encontrar muchos ejemplos de misericordia en la Biblia. Estuvo la misericordia de Dios hacia dos reyes: Salomón de buena voluntad aunque a la vez terco; y David pecador pero penitente. Dios mostró Su misericordia a un Israel lleno de murmuraciones (Éxodo 16:12) y un Israel en cautiverio (Salmo 106:44-46). El otorgar misericordia a una mujer adúltera (Juan 8:6-11) y a un apóstol quien fue un asesino en las cruzadas en contra de la Cristiandad (Hechos 7:54-58, 9:5). Pablo fue movido por la misericordia, él la enaltece en cada una de las cartas que escribió a las iglesias. 

Los compañeros de la misericordia

La misericordia se combina con otros atributos de Dios, por ejemplo, misericordia y amor. Es por el inquebrantable amor de Dios que Sus misericordias nunca acaban. Su misericordia está arraigada a Su amor por nosotros (Salmo 86:5). En amor, Su misericordia es abundante hacia nosotros (Efesios 2:4-5). Mientras Su santidad requiere castigo por el pecado y todos merecemos este castigo. El Padre extiende Su misericordia completa en amor en la cruz donde Jesús fue crucificado. Su misericordia triunfa sobre el juicio.

En el Señor, la misericordia y la verdad se conectan. Ellas están entrelazadas en la cabeza de Dios. Salmos 85:10 dice, «La misericordia y la verdad se han encontrado, La justicia y la paz se han besado.» Este salmo, escrito por un hombre que deseaba avivamiento y restauración para Israel, empezó a alabar, pero luego le rogó a Dios por más gracia y misericordia. El salmista sabía que la verdad requería justicia, pero el también profeso que la abundante misericordia de Dios trae paz. Proverbios 3:3-4 dice: «Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad» La combinación asegura que no descendamos a las zanjas del legalismo o de una vida indecisa.

En la salvación, podemos ver misericordia y gracia. En Su misericordia, Dios, perdona el pecado y abstiene el juicio severo que merecemos (Salmo 51:1-2). Él también derrama bendiciones inmerecidas sobre los pecadores que se acercan a Él. Esta gracia incluye amabilidad, compasión y el regalo de Su favor inmerecido. Dios no nos debe nada bueno, sin embargo, Él elige derramar Su gracia. Tanto la misericordia como la gracia se encuentran al pie de la cruz, en el sacrificio de Cristo. Donde el pecado abunda pero la gracia sobreabundó (Romanos 5:20). Como escribió David Hocking, «Nunca ha existido un momento donde vengas al Señor y Él deje de ser misericordioso».

Finalmente, existe una conexión entre misericordia y arrepentimiento. La misericordia es un regalo de Dios para un corazón arrepentido. No es por nuestra bondad, pero porque Dios eligió extender Su misericordia hacia nosotros. Él no está titubeando; Él está listo para perdonar (Salmo 86:5).

Frutos de misericordia

¿Cuál es el fruto de la misericordia de Dios en la vida del creyente? Más abajo detallo por lo menos siete bendiciones.

  1. Perdón todos los días. Dios continúa perdonando a Sus hijos por Su misericordia en la cruz. Él ha removido toda transgresión de nosotros (Salmo 103:11-12) 
  2. Provisión para Sus hijos. Dios provee «beneficios» a Sus hijos por Su misericordia - Salmos 103.
  3. Peticiones en el Trono. Por la gracia de Dios, podemos acercarnos al trono de Dios confiadamente a diario y proclamar «acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia»(Hebreos 4:16)
  4. Presentación de nuestros cuerpos. Romanos 12:1-2 nos da ese privilegio de, «a cuentas de la misericordia de Dios», presentemos nuestros cuerpos santos, como sacrificio vivo a Dios y permitirle que nos transforme y nos use.
  5. Compasión por los demás. Dios nos guía, a Sus hijos, a tener compasión y mostrar misericordia a otros, perdonándolos completamente, porque nosotros hemos sido perdonados abundantemente (Lucas 6:36). Erin Davis, citó en «Ten Misericordia» que los cristianos deben orar, «Jesús, ¿quién soy yo para no mostrar misericordia también?» Ella también dice, «¡Podríamos empezar a mostrar misericordia empezando por nuestra casa!»
  6. Planes para el ministerio. La misericordia está en el corazón de Dios, para sus planes futuros y para las generaciones que le temen (Salmo 103:15-19). Podemos descansar en la verdad que los cielos reinan y elegir cooperar con Dios en el trabajo que Él, en Su misericordia, planea para nosotros hacer (Efesios 2:10)
  7. Alabanzas de gratitud. Nunca dejaremos de alabar a Jesús, nuestro misericordioso y fiel Sumo Sacerdote (Hebreos 2:15-17) Jonathan Edwards dijo, «Nuestro trabajo es darle al mundo una opinión correcta acerca de Dios». Una forma de hacer eso es: a través de nuestra alabanza y agradecimiento por las muchas misericordias de nuestro Señor. Su misericordia es rica y abundante. Proclame a todos- quizás en una canción: «Cantaré las misericordias del Señor para siempre».
1David Hocking, "The Mercy Of God," Blue Letter Bible, https://www.blueletterbible.org/Comm/hocking_david/attributes/attributes13.cfm.

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Sobre el autor

Dawn Wilson

Dawn Wilson y su esposo Bob viven en el sur de California. Tienen dos hijos casados y tres nietas. Dawn ayuda a Nancy DeMoss Wolgemuth con la investigación y trabaja con varios departamentos en Revive Our Hearts. Es la fundadora … leer más …


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