¡Sé lo que estás pensando!

Tengo una de esas caras. Tú sabes...la que muestra todo lo que pienso. Mis amigos pueden decir si estoy o no de acuerdo con algo o si estoy tratando de enmascarar mi sorpresa o decepción. Siempre he sido mala ocultando lo que pienso. Por eso hace algunos años, decidí que si mis pensamientos y actitudes se mostraban tan claramente, en lugar de tratar de poner la cara perfecta, ¡necesitaba purificar mi corazón!

“Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”. (Mateo 5:8).

Este versículo contiene una maravillosa promesa. Me motiva a perseguir la pureza. Si la pureza se tratara simplemente de “cotejar la casilla” en la medida en que reviso mis acciones diarias, sería mucho más fácil:

a) Hice mi devocional
b) Preparé el desayuno para mi familia
c) Envié una tarjeta a mi amigo enfermo
d) Hice galletas para el estudio bíblico de jóvenes

La pureza del corazón va más profundo que mis simples acciones diarias – debe dirigirlas, pero tristemente es posible realizar muchas actividades “buenas” con la motivación equivocada. ¿Recuerdas las palabras de Jesús a los fariseos en Lucas 11:39?

“Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de maldad”.

¡Guao! Unas declaraciones bastante directas. Me pregunto ¿cómo verá Él mi “limpieza de vaso y plato?”

Hace unos años, hice un estudio sobre la pureza del corazón y surgieron varias preguntas para evaluar mis motivaciones. Como sabes, podemos estar realizando actividades súper espectaculares, impresionantes, súper espirituales...pero si nuestros motivos son impuros, ninguna de ellas sirve para nada.

Consideremos algunas de estas preguntas de auto-evaluación para ayudarnos a examinar nuestros motivos:

• ¿Estaría haciendo ____________ [llena el espacio en blanco] si nadie notara mis esfuerzos?

• ¿Son mis amigos, personas que pueden ayudarme u ofrecerme algún beneficio o servicio a mi vida?

• ¿Mi única motivación en mi trabajo es la remuneración monetaria?

• ¿Trato a mis compañeros de trabajo tan bien como lo hago con aquellos que pueden ayudarme a progresar?

• ¿Muestro respeto y amabilidad a aquellos que no pueden recompensarme?

• ¿Incluyen mis pensamientos, ideas que manipulan las circunstancias para mi propio beneficio?

• ¿Trato de brindar una mejor apariencia no conforme con la realidad?

• ¿Escondo algunas cosas a mi esposo?

• ¿Trato mejor a mi familia cuando estoy frente a los demás?

• ¿Donaría dinero a los ministerios aunque no pudiera deducirlo de mis impuestos?

• ¿Sirvo en algunas posiciones debido al renombre que me dan?

• ¿Viviría mi vida de manera diferente si nadie me estuviera viendo?

Considera hacer tu propia lista o quizás quieras hacernos algunas sugerencias por esta vía. Siéntete libre de añadir algunos puntos a esta lista o de compartir cualquier cosa que Dios te haya mostrado sobre acciones impuras.

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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com

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Sobre el autor

Mary Kassian

Mary Kassian es una autora galardonada, oradora de renombre internacional y profesora distinguida en el Seminario Bautista del Sur en Louisville, Kentucky. Ha publicado varios libros, estudios bíblicos y videos. ¡En casa en Alberta, Canadá, Mary mira muchos deportes! Sus … leer más …


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