Día 22: El sacrificio de niños
“Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré " Génesis 22:2 NVI
La historia de Ana tiene mucho que enseñarnos como madre. Además de demostrar gratitud, incluso en circunstancias difíciles a costa de sacrificar a su hijo a vivir en el templo, Ana aprendió pronto la lección que Dios está constantemente enseñándome. Mis hijos no son míos. Solo me los dan para tenerlos por un momento fugaz, con la esperanza de que van a pasar toda la vida sirviéndole a Él. Él es el verdadero Dador de la vida, y el Único capaz de formarlos a Su imagen.
El tema del sacrificio de niños está escrito en la Biblia.
Abraham recibió la orden de sacrificar a su hijo tan esperado, al igual que Ana. Pero para Abraham lo que estaba en juego era mucho más grande. Él no tuvo simplemente la tarea de permitir que su hijo viviera en otro lugar, luchó con la realidad de entregar su vida en el altar. Como padres, no podemos imaginar siquiera la idea de tal acto, pero Abraham podía porque: a) su fe era lo suficientemente grande como para estar seguro de que Dios cumpliría Sus promesas, y b) sabía que Isaac nunca le fue dado para que se aferrara a él.
En Hebreos 11:17 - 19 leemos esta pequeña joya:
“Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. " RV
Abraham estaba dispuesto a obedecer a Dios en el sacrificio de su amado hijo porque esperaba que Dios levantara Isaac de entre los muertos. Esto puede no parecer un gran problema para nosotros, porque de la historia de Lázaro y Jesús conocemos sobre el poder de Dios para levantar de los muertos, pero Abraham no tenía estas historias. Sólo sabía que Dios cumple Sus promesas, y por lo tanto, si iba a sacrificar a su hijo de la promesa, entonces Dios debería traerlo de vuelta a la vida.
Dios no te pide hoy sacrificar físicamente a tus hijos, pero te pide rendirte y reconocer que en última instancia, son Sus hijos y que sólo los tienes en préstamo.
Modo de Hacerlo: Hoy lee sobre el sacrificio de Isaac en Génesis 22.
Oración de una madre: Padre, gracias por confiarme estos niños por un tiempo. Te agradezco que en última instancia, sean tus hijos, y ruego que estén contigo por toda la eternidad. Ayúdame a sostenerlos con las manos abiertas y obedecer rápidamente cuando me pidas que entregue el control de sus vidas como madre.
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