Día 14: Afila tus flechas
“Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas. No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales "-Salmo 127:3 - 5 (NVI)
Este pasaje del Salmo 127 es un pozo muy, muy profundo. Como madres, seamos sabias para sumergir nuestros baldes allí y establecer la verdad. El mensaje clave es que los niños son una bendición. Vamos a desempacar esa pequeña joya mañana. Pero hoy, nos centraremos en la analogía de la flecha y a continuación veremos cómo aplicarla usando nuestra familia como campo misionero.
Este pasaje describe a los niños como flechas. Pero no flechas dejadas sin usar dentro de una aljaba o flechas brillantes y sin uso dentro de una vitrina. No. Este pasaje dice que nuestros hijos son como saetas en mano de un guerrero. Ellos deberán ser formados en la batalla y utilizados en contra de nuestro enemigo.
Jim Elliot lo explicó de esta manera: "Los niños son flechas en una aljaba y han de ser entrenados como misioneros y disparados al diablo."
El propósito de criar niños que sigan a Cristo no es que puedas alinearlos como evidencia de tu buen manejo. El objetivo es educar niños que eventualmente sean peligrosos para el enemigo y defiendan la causa de Cristo.
Ese "filo" requiere que busques saber cómo Dios ha dotado y equipado de manera única a tus hijos para que colaboren con Dios y hagan crecer Su reino. Tu trabajo es más importante que criar niños que sepan usar el baño, pararse bien en la fila, y tener buenas calificaciones en la escuela. Estás llamada a una tarea mucho más grande, la de equipar a tus hijos para que sean utilizados por Dios para llevar a cabo Sus propósitos.
Modo de Hacerlo: Pídele Visión.
Comienza orando para que Dios te muestre los dones espirituales que Él ha dado a tus hijos, la manera en que Él planea crearles pasión por el ministerio, y buscar la forma de animarlos a hacerlo.
Oración de una Madre: Padre, gracias por darme la tarea de formar a mis hijos para que sean usados por Ti. Por favor, muéstrame los dones únicos que le has dado a cada uno de ellos para que te sirvan. Ayúdame a alimentar su pasión por Ti y por el servicio de Tu reino.
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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