Día 13: La Productividad es un granero desordenado
"Sin bueyes el granero está vacío; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan" Proverbios”14:4. RVR1960
Perdón por las continuas referencias al ganado, pero Dios parece tener algo que enseñarnos de las ovejas, graneros y bueyes.
Esta pequeña joya de Proverbios 14:4 tiene mucho que enseñarnos acerca de la hermosura de una vida desordenada. El autor contrapone dos imágenes. La primera es la de un granero sin un buey. En verdad, es un granero limpio. Puedo ver cómo un granero limpio puede tener un cierto atractivo, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de repulsión que tendría si un buey viviera allí (¡qué asco!) Pero los graneros no están destinados a ser limpios. Tienen el propósito de ser utilizados.
La segunda imagen incluye al buey. ¿Cuál es el resultado de tener un buey? Según este pasaje, es abundantes cosechas. ¡Productividad. Utilidad. Fecundidad! Pero ese buey debe ir a algún lugar cuando no está en el campo, y entonces, ¿qué hace al agricultor? ¡Un granero desordenado!
Dos opciones —pequeñas cosechas, un granero limpio; o abundantes cosechas a cambio del desorden que viene con la productividad.
Tener hijos nos desordena la vida. Hace de nuestros horarios un caos. Ensucian nuestros pisos. Hacen que nuestros hogares luzcan descuidados. Pero a cambio de todo ese desorden, los tenemos a ellos. Cuando estamos dispuestas a hacer este intercambio—la vida desordenada de la maternidad, en lugar de la granja limpia sin hijos —obtenemos la promesa de productividad del reino de Dios.
Modo de Hacerlo: Que se desordene.
Advertencia: Tu tipo de personalidad va a influir en este caso.
Hoy deja que tu casa se ensucie. Que esté más desordenada de lo habitual. No recojas. No limpies. No barras. No estoy tratando de volverte loca, pero quiero que hundirte en ese desorden no sea tan crítico como la productividad.
Por la tarde o por la noche, haz de la limpieza una actividad familiar. Pon música divertida, prométele una pequeña recompensa al miembro de la familia que sea más productivo, y convierte ese desorden en orden. De esta manera la casa limpia será el resultado de la productividad que el cuidado maternal ocasiona en tus hijos. Ellos aprenderán el valor de trabajar juntos y mantener las cosas en orden, y mientras tanto se les estará recordando que la productividad significa un granero sucio, un establo limpio seguramente será bueno mientras dure.
Oración de una Madre: Señor, gracias por tomar mi vida desordenada y usarla. Ayúdame a valorar la utilidad de una casa limpia y la productividad de tener todo en orden.
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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