«Esto no terminará bien y no tomará mucho tiempo». Ese es el ídolo al que he pasado los últimos tres años adorando.
Un médico susurró esas palabras en una sala de exámenes médicos después de diagnosticar a mi maravillosa madre con la enfermedad de Alzheimer. No me di cuenta en ese momento, pero me aferré con todas mis fuerzas a esas últimas cuatro palabras: «No tomará mucho tiempo…». El viaje a través de la demencia es un túnel oscuro, pero estaba segura de que sería un túnel corto y puse mi esperanza en eso.
Ahora, después de varios años, la mamá que adoro se está yendo y el viaje es mucho más largo (y más difícil) de lo que jamás podría haber anticipado en el momento del diagnóstico. Humanamente hablando, no puedo ver la luz al final de este túnel. Y aquí, en la oscuridad, estoy aprendiendo una buena y dura lección: soy una cuerda en el arco del Señor.
Cuando el túnel es largo
Nuestra familia hizo un viaje a la playa este verano. El viaje desde nuestra granja del medio oeste hasta la costa incluyó una excursión a través de un largo túnel subterráneo. Mis cuatro hijos gritaron de alegría cuando entramos y el paisaje pasó de ser brillante y soleado a ser negro como la noche. Pero alrededor de dos tercios del camino, mi pequeño comenzó a preocuparse: «¿Cuánto tiempo más, mamá?», preguntó. Aproximadamente en ese momento, la salida del túnel apareció a la vista como un círculo de esperanza que se acercaba y agrandaba, y pronto salimos a cielos azules y un sol reconfortante.
¿Hay un paralelo con tu vida?
- ¿Llegaste al matrimonio llena de esperanza de amor e intimidad para toda la vida, pero, en cambio has experimentado varios años «oscuros» de dolor y frustración, y te preguntas cuándo volverá a brillar la luz en su relación?
- ¿Todavía te sientes inquieta por la pandemia y te preguntas si alguna vez volverás a ver la luz de la normalidad?
- ¿Tienes un diagnóstico médico difícil y te preguntas cuánto tiempo pasará hasta que tu cuerpo salga del túnel del dolor y la enfermedad?
¿Hay algunos hasta cuándo en tu corazón hoy?
- ¿Hasta cuándo recibirás algo por lo que has estado orando?
- ¿Hasta cuándo dará Dios alivio?
- ¿Hasta cuándo tu corazón herido será sanado?
- ¿Hasta cuándo se restablecerá esa relación?
- ¿Hasta cuándo serás libre de un patrón de pecado?
Mientras consideras los hasta cuándo de tu vida, toma tu Biblia y ve al Salmo 13. Escucha atentamente los versículos del 1–4 (énfasis añadido).
«¿Hasta cuándo, oh Señor? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás de mí Tu rostro?
¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma,
Teniendo pesar en mi corazón todo el día?
¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?
Considera y respóndeme, oh Señor, Dios mío;
Ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte;
No sea que mi enemigo diga: «Lo he vencido»;
Y mis adversarios se regocijen cuando yo sea sacudido».
Estas palabras fueron escritas por David. Revelan una pregunta que todo corazón humano es propenso a hacer: «¿Hasta cuándo?».
¿Has notado que Dios rara vez responde nuestra pregunta de hasta cuándo con información sobre el tiempo? Nunca he conocido a un alma que supiera exactamente cuántos días, semanas, meses o añosdebía esperar hasta ver a Dios actuar. Pero a través de Su Palabra y por Su carácter, podemos saber la respuesta: solo el tiempo suficiente.
Soy una cuerda en el arco del Señor
Imagina un gran objetivo. Imagina círculos concéntricos rojos con una diana en el centro. Cuando se trata de un largo sufrimiento, ¿cuál es el objetivo que Dios tiene en mente? Mira Isaías 43:1–2:
«Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob,
Y el que te formó, oh Israel:
“No temas, porque Yo te he redimido,
Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.
Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo,
Y si por los ríos, no te cubrirán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
Ni la llama te abrasará”».
Dios está hablando a la nación de Israel aquí, describiendo una temporada de prueba al estirarlos más allá de sus límites como la cuerda del arco.
«Cuando pases por las aguas» . . . Él estira.
«Y si por los ríos». . . Él estira.
«Cuando pases por el fuego» . . . Él estira.
Dios permitió que los israelitas fueran estirados en la prueba. Dios permite que nosotras lo seamos también. ¿Por qué? No te pierdas el versículo 7 (énfasis añadido):
«A todo el que es llamado por Mi nombre
y a quien he creado para Mi gloria,
A quien he formado y a quien he hecho».
¿Cuál es el blanco? La gloria de Dios.
¿Por qué Dios permite el sufrimiento y las luchas? Para llevarse la gloria. ¿Cuánto tiempo va a durar? Lo que sea necesario para asegurarse de que solo Él se lleve la gloria. Nuestra tendencia humana es pensar que nos rescatamos a nosotras mismas. Nosotras encontramos la solución. Nosotras hicimos que algo sucediera. Nosotras movilizamos nuestras tropas. En la prueba a menudo aprendemos (o recordamos) nuestra total dependencia de Él. Él recibe la gloria porque sólo Él es digno.
Piensa de nuevo en tus: hasta cuándo. ¿Podrías resistir ser estirada más allá de tus límites por el resto de tu vida para glorificar a Cristo? ¿Podrías vivir más tiempo sin tus hasta cuándo si los vieras como una corona que estás poniendo sobre la cabeza de Cristo?
Eres una cuerda en el arco del Señor.Te estirará hacia atrás exactamente el tiempo que sea necesario para dar en el objetivo. Su objetivo. Puedes estar segura; no te estirará ni un segundo más.
Un gemido más profundo
Hay un gemido más profundo en el corazón de cada seguidor de Cristo. Va más allá de nuestro anhelo de ser libres del sufrimiento temporal. Es el hasta cuándo que más preguntan nuestros corazones. ¿Hasta cuándo regresará Jesús por nosotros? Toda la tierra suspira a medida que el arco de Su línea de tiempo redentora se aleja más y más, y hay momentos en los que sentimos que nos vamos a romper mientras esperamos. En esos momentos, la Palabra de Dios nos llama a recordar, soy una cuerda en el arco del Señor.
Dios tiene el objetivo en mente y, en el mejor momento, liberará los ejércitos del cielo y vendrá por nosotros. Toda rodilla se doblará. Toda lengua confesará. Y veremos al Señor en toda su gloria. En cada momento de prueba tenemos la esperanza de que Dios está moviendo el arco. Él está tirando hacia atrás en la creación. Su objetivo es la redención de la humanidad, para Su gloria.
Regresemos al Salmo 13. Esta vez léelo con ojos nuevos, buscando el punto de inflexión. Deja que las palabras de David se conviertan en tu verdadera esperanza mientras enfrentas una prueba mucho más larga de lo que deseas. «Pero yo en Tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en Tu salvación».
«Cantaré al Señor porque me ha llenado de bienes». En otras palabras, soy una cuerda en el arco del Señor.
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