Renuncia y Persigue

Cada final de año miramos hacia atrás y recordamos 365 días de bondades, dificultades y momentos de mucho aprendizaje. Luego nos planteamos metas y deseos para un nuevo año, partiendo de aquellas cosas que deseamos alcanzar y al hacer esto, quiero dejarte dos palabras claves, para que reflexionemos en ellas:

  1. RENUNCIA: Este año que pasó, Dios ha seguido enseñándome a renunciar a mis intereses poniendo en prioridad la obediencia a Él y a aceptar Su voluntad. Probablemente vienen a tu mente muchos momentos donde tuviste que dejar a un lado tus deseos y con humildad aceptar la voluntad de Dios. Sé que es difícil renunciar a nuestro yo, pero no retengas nada que se oponga a seguir la voluntad de Dios en tu vida, descansar en Él y en Sus promesas trae mayor paz y bendición.

¿Sabes cómo aplicarlo en tus metas y en tu día a día?

  • Sé intencional: Toma la decisión de hablar de Cristo con aquellos que están en tu entorno, memoriza Su Palabra y Sus promesas, aparta un momento del día para estudiar la Palabra, busca a tus amigas para estudiar un libro o un texto de la Biblia, ten tiempos de oración específicos, etc.

  • Sirve: Cristo nos dice en Su Palabra que Él vino a este mundo a servir y no a ser servido, dando su vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). Él es nuestro ejemplo, dando Su tiempo, y fuerzas en la expansión del reino. ¿y Tú? ¿De qué formas mostrarás misericordia y servirás a otros en tu iglesia, en tu casa, en tu trabajo, en tu entorno? ¿Sirves en algún ministerio en tu iglesia? Te dejo algunas ideas de cómo puedes hacerlo: Ofrécete a cuidar los niños pequeños de una hermana de la iglesia, prepara una comida para tu familia o para alguna familia en necesidad, reúne a un grupo de amigos para hacer una obra de misericordia a alguna familia de la iglesia o ir a un orfanato, involúcrate en algún ministerio de tu iglesia que tenga necesidad de personas, ayuda a limpiar la iglesia después de los cultos, etc.

Seguir el llamado de nuestro Señor como Rey de nuestras vidas conlleva menguar a nosotras mismas para que CRISTO tome total control. Esto significa depositar nuestros deseos, debilidades, y planes sometiéndolos a la voluntad de Dios reconociendo que Él es el Hacedor de todas las cosas y que fuera de Él nada podemos hacer.  

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan 15:5

  1. PERSIGUE: Tienes por delante un trayecto de 365 días. Un día a la vez, es el lema de muchos, pero en mi caso siempre viene a mi mente Salmos 46:10 que dice: “Estad quietos y sabed que Yo soy Dios”. Recordar la quietud a la que el Señor nos llama a través de las palabras del salmista, no significa estar inmóvil sino estar en calma, reflexionar y traer a nuestro corazón la Palabra de Dios, discernir Su voluntad en cada meta que me proponga y reconocer a Dios como el Guía que va al timón y nos ayudará a caminar entre obstáculos y tropiezos trayendo sostén, fortaleza, paz y esperanza. Por tal razón, te animo a perseguir Su voluntad para tu vida, considerando:

  • Nuestro Padre Celestial será tu motor de arranque.

  • Busca Su sabiduría pidiendo consejo a tus padres, pastores y mentores.

  • Determina buscar Su voluntad en oración, intencional y diaria.

Este próximo año, renunciemos a nosotras mismas y persigamos junto a Cristo, Su voluntad en nuestro caminar. Considera cada día como un aprendizaje y atesora cada detalle como una oportunidad para agradecer a Dios por Sus bondades en cada paso que das. Jim Elliot una vez dijo: “No es tonto perder aquello que no puedes retener para ganar aquello que no puedes perder.”

Finalmente, no pongas tiempo, ni limitaciones a aquello que Dios orquestará y entretejerá en tu vida. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.  Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.” Salmos 55:8-11

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Sobre el autor

Natalie Mariel Castillo Franco

Natalie está casada con Jordano y juntos tienen a Elena, el milagro que Dios les entregó. Ellos están comprometidos en ser una familia que glorifique el nombre de Dios.

Natalie ha abrazado el diseño de Dios en su vida, en … leer más …


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