Recuerda, ¡Dios siempre está presente!

Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas,

porque yo soy Dios, y no hay otro;

yo soy Dios, y no hay ninguno como yo,

que declaro el fin desde el principio

y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho.

Yo digo: «Mi propósito será establecido,

y todo lo que quiero realizaré». –Isaías 46:9-10 (énfasis añadido)

Sirvo en Aviva Nuestros Corazones en el equipo de media y una de mis responsabilidades (¡que, por cierto, me encanta!) consiste en responder los mensajes que nos envían por Facebook e Instagram. Me conmueve ver la cantidad de hermanas y jóvenes que han escrito pidiendo recursos para escuchar o leer porque se sienten solas, sienten que Dios las ha olvidado, que Dios está lejano o que no escucha sus oraciones. ¿Te has sentido así? Yo si…

Este año, mientras esperaba que llegara la fecha para un acontecimiento muy especial (mi boda), una pandemia global apareció en nuestras vidas. Como sabes, ha durado más de lo esperado, y a causa de eso tuvimos que posponer la boda 2 veces… todo era muy incierto. En el proceso de espera me llegué a sentir desanimada y en ocasiones frustrada. Cualquier decisión que tomábamos era como querer sentarnos en una silla de 2 patas que debería ser de 4, realmente así me sentía. Sin embargo, en este proceso, el Señor amorosamente me enseño que ciertamente Él estaba en control, proveyendo a mi vida los nutrientes que de Él necesitaba.

Mientras esto pasaba, estaba haciendo el reto de lectura Bíblica Mujer Verdadera 365 y en ese entonces estábamos leyendo los salmos. Mi corazón el día de hoy está sumamente agradecido, pues, aunque ante mis ojos la situación era incierta, el Señor sabía exactamente lo que estaba pasando y usó su Palabra para hablar a mi corazón.

Este tiempo me enseñó muchísimo de Su providencia y de cómo Él ciertamente está al tanto de cada detalle, continuamente fui recordada de lo que Él decía de sí mismo a través del profeta Isaías: «Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.» – Isaías 46:10

Hay 3 verdades en específico que el Señor arraigó a mi mente y corazón en este tiempo, las cuales no solo me han dado paz de saber que Él ha estado presente en esta etapa de mi vida, sino creer la realidad de que en cada día de mi vida (pasado, presente y futuro) Él siempre está presente y sabe exactamente lo que hace, y porqué lo hace, por difícil o confuso que parezca, Él tiene cuidado. 

Hoy quiero recordar estas 3 verdades contigo:

Todo cuanto el Señor quiere, lo hace

Porque yo sé que el Señor es grande,

y que nuestro Señor está sobre todos los dioses.

Todo cuanto el Señor quiere, lo hace,

en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. –Salmos 135:5-6

Creo que como cristianas sabemos que tenemos que dejar TODO en las manos del Señor. Pero, ¿te ha sucedido algo que parece increíblemente difícil y te hace pensar que Dios se descuidó un poquito y por eso estás en esa situación? Yo he estado ahí…

En un momento así, el Señor me recordó que Él es un Dios grande, y que Él está sobre todos los dioses, todo lo que Él quiere que suceda en mi vida, lo va a hacer y yo voy a estar bien si estoy en Él. Por difícil que parezca y por más que crea que Él se ha olvidado de mí, no es así. Él tiene un plan, y como lo he entregado TODO en las manos de ese Dios grande, entonces puedo descansar en que Él será fiel en preservarme y hacerme entender que todo es para gloria de Su Nombre.

Nuestra vida está en las manos de aquel que nos creó

Pero yo, oh Señor, en ti confío;

digo: Tú eres mi Dios.

En tu mano están mis años –Salmos 31:14-15a

¡Esta verdad fue liberadora! Como seres humanos tenemos una tendencia a querer controlar todo lo que sucede en nuestra vida. Personalmente tengo esa tendencia a querer asegurar mi futuro. Cuando estaba planeando mi boda y futuro hogar eso se intensificó. Quería tener todo bajo control. 

El Señor usó la pandemia para mostrarme que, aunque como cristiana decía que confiaba en Él, en realidad no vivía esta afirmación. Aprendí en este tiempo de incertidumbre lo que significa confiar en Dios, el impacto que debe causar en mi vida decir «Tú eres mi Dios» y también aprendí que por más que quisiera controlar las circunstancias, en realidad cada segundo de mi vida está en las manos de aquel que me creo, pude finalmente afirmar como el Salmista: «en tu mano están mis años».

¿Te encuentras en una situación así? Te invito a hacer esta pequeña oración:

Señor, examíname y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, muéstrame si hay en mí un camino incorrecto y guíame por el camino eterno (Salmos 139:23-24). Permíteme afirmar con todo mi ser que mi confianza está en ti, que tú eres mi Dios. Señor, en tu mano están mis años por venir. En tus manos está mi vida. ¡Amén!

Ante cualquier circunstancia Dios te sostiene

Por el Señor son ordenados los pasos del hombre,

y el Señor se deleita en su camino.

Cuando caiga, no quedará derribado,

porque el Señor sostiene su mano. –Salmos 37:23-24

Hermana, ciertamente habrá momentos de desaliento en tu vida. No todo es perfecto debido a que vivimos en un mundo caído. Sin embargo, el Señor ha prometido estar con sus hijos. Si estás en un momento estable de tu vida en este momento, aprovecha para estudiar la Palabra y grabar las verdades Bíblicas en tu corazón. Llegarán momentos que no sean tan ideales y es ahí cuando deberás poner en práctica lo que aprendiste.

Recuerda en esos momentos lo que el Salmista afirma; cada etapa de tu vida es ordenada por Dios, se vea como se vea el Señor tu Dios se deleita en tu camino. Si caes en el proceso puedes estar segura de que no quedarás derribada, porque tu Dios te está sosteniendo de la mano.

Así como el tiempo de incertidumbre en cuanto a mi boda sucedió, ha habido muchos otros momentos difíciles en mi vida que han acontecido (puedes ver otro de ellos en mi testimonio). Sin embargo, el Señor me ha recordado algo que quiero recordar contigo hoy, ¡Dios siempre está presente! 

Escribe esta verdad en un papel o en un lugar donde lo puedas ver siempre, y escribe también los salmos que mencionamos arriba, esto con el fin de poder recordar esto cuando tu razón te quiera hacer creer que Dios no está presente. Yo escribí el Salmo 135:6 en un papelito y lo pegué detrás de mi teléfono, veía este salmo cada vez que quería tomar el control sobre alguna situación… y entonces el salmo 94:19 se hacía realidad en mi vida pues cuando mis inquietudes se multiplicaban, sus consuelos deleitaban mi alma. ¡La Palabra de Dios es eficaz!

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Sobre el autor

Débora Cázares de Rivera

Débora es originaria de Coahuila, México, pero actualmente reside en Nuevo Mexico, junto a su esposo Jordan Rivera y sus dos hijos.

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