Querida iglesia,
Permítanme presentarme. Soy salvada por la gracia de Dios, amada por Jesús, parte del cuerpo de Cristo, y también tengo 30 años y soy soltera. Deseo escribirles desde mi corazón con la esperanza de que se produzcan entre nosotros conversaciones llenas de gracia y verdad sobre la soltería. A continuación les comparto situaciones en las que me he encontrado vistas desde una perspectiva bíblica.
«¿Alguna vez vas a tener un novio?», me preguntó un hermano amable y curioso. Me han hecho variaciones de esta pregunta dentro de los últimos años de mi vida. Y permítanme explicar que este tipo de pregunta implica que he elegido mi estado actual como soltera. Pero no lo he elegido. El Señor ha escogido este estatus para mí. Ahora, algunas han hecho una decisión activa para ser solteras, pero para muchas en mi experiencia, esta es una decisión que no habríamos hecho por nosotras mismas. De hecho, muchas de mis amigas cristianas que son solteras, anhelan casarse. Pero hoy soy llamada a ser soltera y aceptar Su voluntad soberana y es algo que elijo hacer.
En las discusiones que he tenido con hermanos y hermanas piadosos, he llegado a ver que muchos dentro del cuerpo de Cristo no entienden completamente este llamado a la soltería. Oí a alguien decir que es «antinatural» que una mujer o un hombre permanezcan solteros durante largos períodos de tiempo. Pablo, dice todo lo contrario. En su primera carta a los Corintios, Pablo escribe: «Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, uno de una manera y otro de otra. A los solteros y a las viudas digo que es bueno para ellos si se quedan como yo» (7: 7-8). De hecho, Pablo está diciendo que es bueno ser soltero porque significa más tiempo para concentrarse en las cosas del Señor, en lugar de hacerlo en cosas terrenales como preocuparse por un cónyuge. No es que Pablo diga que el matrimonio es malo, porque él está diciendo que el matrimonio y la soltería son buenos regalos. A veces, el Señor llama a los que están en el cuerpo de Cristo a ser solteros o casados por un corto o largo período de tiempo.
En un intento de alentarme, los hermanos y las hermanas bien intencionados, a menudo me dicen que están orando por mi futuro esposo y que no debería preocuparme porque sucederá cuando menos lo espero. Realmente aprecio la preocupación y las oraciones; sin embargo, esto supone que de hecho un día tendré un marido. Pero, no sabemos eso hasta que suceda. Por lo tanto, preferiría que oraran para que crezca como mujer piadosa, porque no sabemos si en realidad un futuro marido existe para mí. Por esta misma razón, también prefiero no orar por mi futuro esposo. En su lugar, prefiero orar para que los jóvenes de mi iglesia crezcan para ser hombres temerosos de Dios y para que los maridos en mi iglesia guíen a sus familias como Cristo guía a la iglesia.
Así que, aunque sé que sus palabras son para animarme, sería más edificante si me preguntan sobre mi relación con Dios y que me señalen en la dirección de la verdad en la Palabra.
Con cariño,
Su Hermana Soltera
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