Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará. Salmos 55:22ª
Cada vez que tengo que viajar, sea al exterior o al interior del país, mi hermana Lucía es quien me hace la maleta, debo reconocer que es experta en hacer equipaje, nuestra conversación siempre es la misma cuando estamos escogiendo qué debo llevar.
Siempre quiero llevar más ropas, zapatos y accesorios de los que ella entiende debo colocar en mi equipaje, siendo sincera, siempre coloco algo más, con la excusa de: ‘¡Por si acaso!’ A lo cual ella siempre me responde, ‘es que vas sobrecargada…’
Debo admitir que las veces que no me he llevado de su sabio consejo, sufro las consecuencias de andar con una maleta con muchas cosas, que al final de mi viaje, no utilizo y se convierte en una dura carga.
Analizando nuestras vidas, muchas veces llevamos nuestro corazón muy cargado, con cosas que si somos honestas no son para nada necesarias, muchas hasta son pecaminosas y otras alimentan nuestro ego.
Nuestro equipaje está lleno de sueños rotos, de frustraciones, de cosas que no pudimos cumplir, de resentimientos, iras, celos, de vanidades, de idolatría a la que ponemos otro nombre para que no suene tan duro. Y cuando alguien nos pide que aligeremos esa carga, respondemos con excusas vanas y sin sentido.
Siendo sincera, he cargado con muchas cosas que no necesitaba, que han hecho de mi caminar una tortura, me he aferrado a ciertas actitudes que más que humildad no son otra cosa que orgullo disfrazado, que más que espiritualidad es hipocresía, y que más que oración son quejas antes el Trono de Gracia.
Es momento de venir al Señor en oración, de abrir por entero nuestro corazón ante nuestro Padre Celestial, de llevar al pie de la cruz todo aquello que significa una carga insoportable, y que descansemos en su Gracia.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16
Si tu carga es falta de perdón, perdona; si es ser perdonada pide perdón; si es orgullo, humíllate ante Dios; si es rebeldía, sométete al Señor o a la autoridad a la cual te rehúsas; si es frustración, pídele a Dios gozo y paz; cualquiera que sea aquello que cargas, ¡es momento de venir al Señor en oración!
Comenzamos un nuevo año, y cada día es una maravillosa oportunidad para venir con todo peso a los pies del Maestro, y depositarlo ante Él.
Aspectos prácticos para vaciar tu maleta:
- Venir al Señor en oración y presentar nuestras cargas, si es necesario todos los días, oremos y descansemos en Él.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
- ¡Sé Libre! Depositemos nuestras cargas al Señor y al levantarnos de orar no la volvamos a tomar, no seamos esclavas de lo que Jesús nos hizo libres.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36
- Dejemos los afanes y la ansiedad. Estos pueden ser cargas peligrosas, que nos roban la paz y la concentración en nuestra vida cristiana. Vengamos delante del Señor y roguemos por Su paz en nuestras vidas.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
- Confesemos nuestros pecados. Nuestras iniquidades son cargas pesadas, que no nos permiten vivir en calma, que nos atribulan, que nos persiguen. Confesemos nuestro pecado y aceptemos el perdón de nuestro Dios1
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1ª Juan 1:9
Dios nos permita día a día, evaluar nuestras vidas, deshacernos de cargas innecesarias y vivir ligeras.
Bendiciones en Cristo.
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