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Recientemente hice el estudio bíblico de Beth Moore sobre Daniel. Si recuerdas, en Daniel 1:1-2, Nabucodonosor, rey de Babilonia, sitió Jerusalén. Yo no sabía que cien años antes, el rey Ezequías cometió un grave error que pudo haber precipitado este evento.

Puedes leer la historia complete en Isaías 39:1-8. En resumen, lo que ocurrió fue que Ezequias, rey de Jerusalén estaba gravemente enfermo y Dios lo sanó.  Por eso, Merodac-Baladan (si buscas un nombre para tu bebé ¡no creo que éste haya sido tomado!), hijo de Baladán, rey de Babilonia, supo que había estado enfermo y se había recuperado, y le envió cartas y un regalo a Ezequías. ¿Cómo respondió Ezequías? ¡Cayó en la trampa!

Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara (Isaías 39:2)

Entonces Beth pregunta cómo podríamos estar abriendo nuestros tesoros a Satanás como hizo Ezequías con Merodac-Baladan. Esa noche escribí en mi diario:

"Mis “paredes” están derribadas; mi “puerta” está abierta. Estoy permitiendo a mi nuevo “enamoramiento” mirar todos mis tesoros y tomarlos si los quiere. No suena tan malo porque él es cristiano –y muy puro respecto a eso. Pero está consumiendo mi corazón y robando mis afectos que deberían ser para Dios”

¿Lo notaste? No estaba vistiendo de manera inmodesta como había hecho en el pasado. Me atraía un hombre cristiano, puro. ¿Qué hay de malo en eso?

Como decía Juan Calvino “regularmente lo malo en nuestro deseos no se refiere a lo que queremos, sino que lo queremos demasiado”. Pensaba en él constantemente mucho más de lo que pensaba en Dios. Le pedí perdón a Dios, y le dije:

 “¿Puedes darme límites tangibles? No quiero cerrar mi corazón contra él; sino fortalecerlo contra Satanás, por amor a Ti. Te pertenezco. Necesito que me permitas cómo lucen esos límites, cómo eso afecta mi chateo en Google, Facebook, las actividades, las conversaciones…”

Los detalles de tu historia pueden ser diferentes a la mía, y los límites pueden diferir. Sin embargo, al igual que yo, sé que tienes un corazón engañoso (Jer. 17:9) y un enemigo que quiere destruirlo (Juan 10:10).

¿De cuáles “pequeñas” maneras estás dándole la bienvenida al enemigo en tu vida? Pídele a Dios que te muestre si hay pequeñas grietas o puertas completamente abiertas. Después de todo, eres templo de Dios, ¡reservada exclusivamente para El! Eres hermosa y preciada para El. Te ha comprado y le perteneces. No compartas tus tesoros con el enemigo.

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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com

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Sobre el autor

Paula Hendricks Marsteller

Paula Hendricks Marsteller

Paula se graduó del Instituto Bíblico Moody en 2005 con una licenciatura en Comunicación Impresa. Dos semanas más tarde, ella comenzó a trabajar en Revive Our Hearts, donde actualmente se desempeña como Directora de Redacción y Editorial. Su … leer más …


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