Por qué no soy feminista

Suelte esta palabra en una habitación llena de mujeres y seguramente usted encenderá una tormenta de fuego: Feminismo.

Superficialmente, el feminismo parece benigno. Si el feminismo fuera simplemente la defensa de los derechos de las mujeres basada en la idea de que somos iguales a los hombres; entonces, si, apoyo la defensa. Mi teología de género viene de Génesis 1:27. «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.»

Desde el primer libro en el primer capítulo de la Biblia, vemos que los hombres y las mujeres fueron creados iguales por Dios, igualmente apreciados por Dios, y receptores de una tarea igual y complementaria de ser portadores de la imagen de Dios. La Biblia es clara, cuando se refiere a nuestro valor para el Creador, los hombres y las mujeres son iguales.

Pero el mensaje del feminismo no se detiene allí. Usted podría estar preguntándose, ¿a quién le importa? Este no es un blog acerca de movimientos social-histórico después de todo. ¿No dejaron las mujeres sus argumentos de quemar sostenes hace un par de décadas atrás?

De hecho... no. El mensaje del feminismo está vivito y coleando, y ya no está relegado a las aulas universitarias liberales y a Washington D.C. Siendo la nieta de una feminista, cada vez estoy más consciente de las maneras en que el mensaje del feminismo se ha filtrado dentro de mi corazón y mente. No soy la única. Una nueva ola de feminismo se está incrementando entre mis contemporáneas y la generación que viene detrás de nosotros.

Como mujeres cristianas, es sabio que consideremos el mensaje del feminismo y lo pasemos por el filtro de la Palabra de Dios cuidadosamente. Yo no tengo todas las respuestas, pero una cosa sé: a raíz de la Biblia, no soy feminista. Y aquí explico el por qué.

El feminismo valora la independencia sobre la dependencia.

Recientemente vi estas promesas en la portada de una popular revista para adolescente...

«Poder de Chicas»

«Vive Tus Sueños»

«Logra una Total Independencia»

«Haz tu Propio Dinero $$»

«¡¡¡Comienza Ahora!!!»

Aunque la independencia financiera es algo bueno, la “independencia total” no es el plan de Dios (especialmente para las chicas de 13 a 16 años a las cuales esta revista apunta). No es el propósito de Dios que seamos unas renegadas quienes viven sin la asistencia y rendición de cuentas que nuestras familias, amigos, e iglesias ofrecen. Aún más que eso, Dios quiere que dependamos de Él, no que tomemos las riendas por nuestra propia cuenta.

Siendo una pequeña niña en un mundo post-feminista, se me enseñó que ser una mujer independiente era un sueño hecho realidad. Pero ¿puedo ser honesta? No me hizo ningún bien el haber sido enseñada que la independencia era mi bien mayor. Ese tipo de pensamiento no me preparó para el matrimonio. No me preparó para ser un miembro colaborador de la Iglesia. No me preparó para depender del Señor.

Proverbios 3:5-6 dice, «Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.»

El Feminismo afirma que es derecho de una mujer hacer, ser, y sentir lo que ella quiera, sin importar la contribuciónde otros. Por causa de esto…

El Feminismo se resiste a la autoridad.

La Biblia es clara en cuanto a que la autoridad es para bien nuestro. Romanos 13:1-7 insiste que todos (hombres y mujeres) se sujeten a las autoridades gobernantes porque toda la autoridad es aprobada por Dios (versículo 1). Primera de Pedro 2:13-25 nos insta a sujetarnos a toda institución humana. ¿Por qué? «Por causa del Señor» (versículo 13). Hebreos 13:17 nos anima a obedecer a nuestras autoridades espirituales con alegría y sin quejarnos. Y finalmente, un pasaje que tiene una tendencia a realmente herir susceptibilidades femeninas, Efesios 5:22-23 insta a las esposas a sujetarse a la autoridad de sus esposos.

Cuando usted estudia la totalidad de la Palabra de Dios, es claro que Él nos manda a honrar y obedecer a nuestras autoridades para nuestro propio bien. Ninguna autoridad está más allá de Su alcance. Nadie tiene más que decir en nuestras vidas que Dios.

Al final, la manera en la que respondemos a nuestras autoridades humanas es una parecida a cómo respondemos a la autoridad de Dios. Si arqueamos nuestra espalda y levantamos nuestros puños ante cualquier persona e institución que infringe nuestros derechos percibidos, probablemente responderemos de la misma manera a Dios cuando Él nos llama a rendirnos a Él.

Uno de los mantras del feminismo es que «el feminismo es la idea radical que las mujeres son personas.» En verdad, el feminismo es la idea radical que las mujeres son dios, capaces de ser sus propias autoridades.

El Feminismo denigra los roles de esposa y madre.

La famosa feminista Gloria Steinem dijo: «Una mujer libre es una que tiene sexo antes del matrimonio y un trabajo después de este.» Si el sexo fuera del pacto matrimonial y el trabajo fuera del hogar son los distintivos de liberación, no cuenten conmigo.

Mientras que el mensaje promocional del feminismo siempre ha sido derechos iguales para hombres y mujeres, un mensaje secundario consistente ha sido que las mujeres necesitan ser más que «solamente» esposas y madres. Esto simplemente no va de acuerdo con la verdad que Dios altamente valora los roles de esposa y madre.

Yo podría gritar desde una tarima todo el día, pero pienso que este punto es mejor dicho con tan solo dos pasajes de las Escrituras.

En Efesios 5:32 Pablo está describiendo el matrimonio cuando dice: «Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.»

El matrimonio es un retrato del Amor de Cristo por su novia. Como esposas, estamos poniendo el misterio del evangelio en exhibición. Ese retrato se empobrece cuando devaluamos el matrimonio.

El Salmo 127:3 dice: «He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.»

Los hijos son una bendición, no una carga. La maternidad es sagrada, no pasada de moda ni anticuada.

El Feminismo no funciona.

Como una mujer joven con un entendimiento superficial de la Palabra de Dios y una constante exposición a los ideales feministas en mi corazón, no lo sabía, pero yo era una feminista. Creía que yo era la capitana de mi propio destino, que la senda hacia la realización era a través de una carrera genial, y que con los hombres era mejor si se evitaban o se controlaban. Pero ¿saben qué? No funcionó.

La independencia me dejó sola… El éxito me dejó adicta… y mi nuevo matrimonio estaba bajo presión y agotado.

Al final, las promesas del feminismo simplemente no fueron válidas. Es un conjunto de creencias cuyo único fin es promover el yo hasta el punto de la idolatría. La adoración a los ídolos nunca satisface nuestras necesidades. Sólo Dios puede hacer eso.

Hay muchas causas las cuales felizmente apoyaría, pero el feminismo simplemente no es una de ellas. El plan de Dios es lo que es mejor para mí como mujer. El mensaje del feminismo es un sustituto barato.

Me gustaría escuchar de ustedes. ¿Cómo les ha impactado el mensaje del feminismo? ¿Cómo piensan que se sostendría ante la lupa de la Palabra de Dios?

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Sobre el autor

Erin Davis

Erin Davis es una autora, bloguera y oradora a la que le encanta ver a mujeres de todas las edades correr hacia el pozo profundo de la Palabra de Dios. Es autora de muchos libros y estudios bíblicos, incluidos Beautiful … leer más …

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