Para las mujeres de aquí y las del último lugar del mundo

Al sur de Chile, está ubicada la Isla Grande de Chiloé; alrededor de ella existen islas más pequeñas, apartadas de las grandes ciudades, lejos del estrés y en un paisaje que encanta. Cerca de la cordillera de los Andes, está la Isla Meulín; preciosa y llena de colores verdes y azules que hacen que cualquiera quede impactado con la belleza de nuestro Gran Pintor y Diseñador.  

En contraste con esa belleza, al caminar por sus campos y callejones se pueden encontrar diferentes hogares. El esposo encargado de proveer de lo necesario para subsistir, las mujeres encargadas del hogar y los niños. Solo que no en todos los hogares es así, existe un gran porcentaje de mujeres solas; viudas, madres solteras o muchas casadas, pero maltratadas psicológicamente por sus esposos alcohólicos, mujeres que aún desconocen la libertad y la verdad de Cristo. Al conversar con ellas, se puede evidenciar la desesperanza, la tristeza y el poco deseo de continuar adelante. La falta de identidad y timidez son las características más destacables, para la mayoría no existen exámenes ginecológicos, y mucho menos controles de salud debido a las largas distancias que deben navegar para llegar a la ciudad más cercana.

El único sustento económico que ellas tienen es la “luga” alga que se debe extraer del mar para venderla y que solo la pueden encontrar en alguna temporada.  Es un trabajo arduo y que requiere mucha fuerza física. También deben extraer las papas de la tierra durante días a pleno sol, pero para ellas no hay posibilidad de conseguir otro trabajo, muchas quedan solas, pues sus esposos deben salir de la isla en busca de sustento para el invierno.

Aunque si bien sus vidas lucen tristes, existe esperanza para ellas; Dios puede traer libertad, plenitud y abundancia por medio de Jesucristo. Las mujeres de Meulín, pueden encontrar sentido a sus vidas en Cristo:

  • Pueden carecer de bienes materiales, pero si lo tienen a Él, la satisfacción será completa:

“El Señor es mi Pastor, nada me falta” Sal. 23:1.

  • Seguridad de salvación y vida eterna:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Jn. 17:3

  • Conocer que sus vidas tienen propósito en Cristo:

“A todos los llamados de mi nombre para Gloria mía los he creado, los formé y los hice” Is.43:7.

“Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por siempre” Ro. 11:36.

Su forma de pensar y de ver el futuro cambiará del lamento al gozo que fortalece cualquier corazón triste y abatido. Es por esto, que hoy quiero alentarte a orar por las mujeres de Meulín. Dios puede traer el consuelo a quien ha perdido un esposo, a quien vive sola, a quien pasa por un periodo menopaúsico, o una depresión; el Dios que las diseñó y creó, puede cambiar la eternidad y el rumbo de estas almas. Te pido que ores por ellas, nuestro Dios tiene el poder para salvar.

Dios está trayendo una búsqueda de Él en las mujeres de todo el mundo, mujeres que amen a Dios, que amen Su Palabra y sean satisfechas en Él por medio de Su Evangelio, pero aún faltan muchas de ellas, que aún no llegan a los pies del Salvador y el tiempo cada vez se hace más corto.  

Te invito a ser parte de este movimiento, de este avivamiento a través de tu oración. Ora con fervor y corazón para que Dios en Su voluntad traiga a más mujeres a Sus pies, dejando atrás toda idolatría y tristeza y abrazando el amor del Salvador y la plenitud de Cristo en sus vidas. ¿Quieres unirte? Pues bien, aquí abajo te escribo la lista de peticiones:

  1. Que el Evangelio de Cristo, pueda obrar en las vidas y corazones de las mujeres que aún no le conocen:

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Ez. 26:36

  1. Para que exista una enseñanza continua de la feminidad a la luz de las Escrituras.

  2. Que Dios supla las necesidades espirituales de las mujeres de Meulín.

  3. Para que nuestro Señor levante a más mujeres dispuestas a llevar el mensaje de Cristo en la Isla

“¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quién les predique?” Ro. 10:14.

  1. Que el Señor fortalezca a las familias y matrimonios de la isla a través de Su Verdad.

En los comentarios, escríbenos para saber que apoyas a estas mujeres en oración. Muchas gracias, ¡Dios bendiga tu corazón que ama las almas!

  

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Sobre el autor

Yesenia Curihual Muñoz

Yesenia Curihual Muñoz, hija de Dios, profesora de profesión, soltera. Desde su niñez participó en actividades dentro de su iglesia, siendo líder en  grupos de jóvenes. Actualmente uno de los mayores deseos de Yesenia es poder llevar el mensaje de … leer más …


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