¡No te conformes con la envoltura!

¿No es divertido? Cuando te ocurre que después de caminar todos los pasillos de una juguetería y de hacer la interminable fila para envolver un regalo y elegir la cinta perfecta para el lazo...entregas el regalo al niño quien de inmediato se entretiene con la caja o la envoltura…haciendo caso omiso al regalo.

Usualmente nos reímos de este tipo de situaciones. Incluso, a veces celebramos la inocencia de los niños. No quiero dar la impresión de ser pesimista con lo que voy a expresar, pues, solo pretendo ser analítica y consciente de nuestra naturaleza pecaminosa, ya que en realidad pienso que esa actitud denota más que una simple inocencia…Muestra ignorancia del valor y de todo lo que implica un regalo a la vez que pone en evidencia mi interés solamente por aquello que me atrajo.

En síntesis, revela cómo nuestra naturaleza pecaminosa nos quita la atención de lo importante para distraernos con lo superficial.

" Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios ". Mateo 22:29

Aunque en este pasaje Jesús está respondiendo preguntas sobre la resurrección a los saduceos, esa verdad de Mateo 22:29 se extrapola a nuestras vidas de manera general.

Como el niño del relato no apreció lo valioso del regalo; así nos equivocamos por ignorar Su Palabra y no entender el poder de Dios, entreteniéndonos entonces con lo simple. Vemos lo externo de la situación; no entendiendo que nada es tan simple como parece; no entendiendo que Dios es poderoso y que Su Verdad (Su Palabra: la Biblia) permea cada situación en que nos encontramos.

Nos equivocamos porque no escarbamos ese papel de regalo hasta encontrar lo verdaderamente valioso.

No solo "busquemos la mano de Dios en medio de la dificultad"; sino ¡ "…su eterno poder y deidad, [que] se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas" ! (Romanos 1:20)

"… Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón ". Jeremías 29:13

Y si no lo hacemos... (Si no lo haces, Carolina), estaremos equivocadas.