Lectura bíblica: Lucas 1:46-56
Este pasaje puede ser uno de los más impactantes en los evangelios para una mujer joven. ¿Lo leíste con detenimiento? Quiero pedirte que lo vuelvas a leer, pero antes, recordemos la escena…
Imagínatelo, ella tiene entre 14 y 19 años. Se acaba de enterar (por nada más ni nada menos que un ángel) que va a quedar embarazada a pesar de no haber estado nunca con un hombre. Luego, sabe que su parienta Elisabet está milagrosamente embarazada en su vejez, y llega a visitarla. Elisabet se emociona y empieza a decir profecías llamándole «la madre de mi Señor». Ahora, con todo esto en mente, lee otra vez el canto de María en Lucas 1:46-56.
¿Se te eriza la piel? ¿Cómo es posible que una pobre muchachita judía sin educación pueda hacer declaraciones como estas? Hay varias explicaciones. En primer lugar, si el Espíritu llenó a Elisabet unos momentos antes, es probable que Él también tuvo que ver en este himno de María. Pero, hay otra explicación interesante que provee una gran lección.
María conocía su Biblia. Cada versículo de este pasaje tiene alusiones a pasajes del Antiguo Testamento. No quiero aburrirte ni abrumarte, pero esto puede ser clave para tu vida personal con Dios. Quédate conmigo para verlo:
Los versículos 46, 49, 52 y 53 hacen un eco directo al himno de alabanza de Ana en 1 Samuel 2:1, 2, 4, y 5. Si tienes un momento, lee esta alabanza de Ana. Ella también experimenta un embarazo milagroso, y alaba a Dios por Su santidad, Su poder, y Su misericordia hacia los necesitados y los débiles.
«Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso» (vv. 49), hace referencia a un nombre de Dios que solo se usa una vez en la traducción griega del AT que María habría escuchado. Es de Sofonías 3:17, «Jehová está en medio de ti, poderoso.» Hoy en día, ¡no creo que muchas jóvenes de la edad de María estudien los profetas menores!
«Santo es su nombre» (vv. 49) es una referencia al Salmo 111:9: «Santo y temible es su nombre».
«De generación en generación es su misericordia para los que le temen» (vv. 50). «Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad para los que le temen» (Sal. 103:17).
Pudiéramos seguir nombrando referencias como estas. El punto es que María no sacó estas ideas de la nada. Ella estaba saturada de las Escrituras. Ella amaba a Dios y a su Palabra, antes de llegar a enfrentar una situación difícil e incomprensible que cambiaría su vida para siempre. Es la única explicación a su reacción a tales noticias. Fíjate en su perspectiva:
- Reconoce que nada de lo que está pasando se trata de ella. Es humilde de corazón. Saturarte de la Palabra siempre tiene este efecto anti soberbia (vv. 48 y 52).
- Conoce el carácter de Dios y permite que moldee sus pensamientos y reacciones. «Salvador», «Poderoso», «Misericordioso», «Ayudador». Conocer las Escrituras siempre resulta en conocer más a Dios (vv. 47, 49, 50, 54). Conocer más a Dios siempre resulta en actitudes cambiadas.
- Comprende que el futuro es más importante que su presente. «Desde ahora en adelante…» «De generación en generación...» «…a su descendencia para siempre» (vv. 48, 50, 55). Escuchar y entender las promesas siempre nos ayuda a vivir para la eternidad en lugar de para este mundo presente.
Para María, Jehová era el santo, misericordioso, poderoso Dios del pacto que mandaría a un Salvador. Ella pudo aceptar su rol en este capítulo de la historia porque conocía la Palabra de Dios, y al Dios de la Palabra. A pesar de las circunstancias ilógicas, tú podrás vivir en obediencia y fe, si conoces a Dios y te saturas de su Palabra.
Reflexiona
- ¿Reconoces que la vida no se trata de ti? ¿De qué maneras haces que la Navidad se trate de ti en lugar de que se trate de Dios y de otros?
- ¿Conoces el carácter de Dios de una manera que impacta tus pensamientos y reacciones? ¿Qué puedes hacer para indagar más sobre el carácter de Dios?
- ¿Vives en el presente solamente? ¿Cómo puedes aumentar tu perspectiva de la eternidad para que puedas poner tus dificultades de hoy en una perspectiva correcta?
- ¿Conoces tu Biblia? ¿Qué metas vas a establecer para el siguiente año en cuanto a tu lectura y estudio de la Palabra?
Ora
- Exprésale a Jehová, poderoso y santo, tu deseo de ser llena de un conocimiento correcto de Su carácter y obra para poder adorarle con tus pensamientos y acciones.
- Repite este himno de María en oración sinceramente a Dios.
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