«Por mucho tiempo yo creí la mentira de que los pecados tienen una escala de valor, que hay algunos que son muy fuertes y otros en cambio, no tan malos, y si yo conseguía no practicar los peores, de cierta manera estaría bien. Pero cuán engañado estaba mi corazón al creer que por no cometer ciertos pecados era lo suficientemente buena como para no necesitar un Salvador.» Mary nos cuenta lo que creer esta mentira provocó en su vida y cómo afectó su manera de vivir el hacerlo. No dejes de ver el día de hoy nuestra serie El Poder de la Verdad.
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