Las mujeres fuertes son guiadas por verdades bíblicas

Trabajando en el ministerio me encuentro con muchas mujeres que hacen preguntas sobre si algo está permitido o no, si Dios nos permite participar en ciertas cosas de este mundo. Preguntas como: «¿Se permite la cirugía plástica?», «¿debería aceptar este trabajo?» o «¿debería casarme con esta persona?».

Con frecuencia nosotras mismas hacemos preguntas como estas y queremos respuestas claras y concretas. Queremos saber qué piensa Dios sobre estos temas. Sin embargo, cuando vamos a la Biblia esperando encontrar una respuesta clara, a menudo no sabemos cómo se aplica la Biblia a áreas de las que no habla explícitamente.

Hay innumerables cosas con las que nosotras, como mujeres en esta era moderna, nos enfrentamos, y que no están escritas explícitamente en la Biblia. Cosas como redes sociales, televisión, relaciones, entretenimiento y mucho más. Pero el hecho de que estos temas no se mencionen explícitamente en la Biblia no significa que no podamos encontrar en ella las respuestas que buscamos.

Como mujeres cristianas, necesitamos saber cómo aplicar los conceptos bíblicos a todas las áreas de nuestras vidas. Y debemos permitir que nuestra mente, corazón y conciencia sean moldeados por la verdad de Dios más de lo que dicta la sociedad y nuestra cultura. Necesitamos estar firmemente arraigadas en la Palabra para poder distinguir cuándo nuestras mentes y decisiones están guiadas por mentiras y cuándo están guiadas por la verdad. 

Hay innumerables mensajes difundidos por el mundo e incluso por aquellos que dicen estar siguiendo a Jesús. Sin embargo, debemos filtrar estos mensajes con la verdad de Dios. Esto es especialmente importante con respecto a temas que no se mencionan explícitamente en la Biblia. Parece más fácil identificar una mentira cuando sabemos específicamente que va en contra de la Palabra de Dios, como cuando alguien, por ejemplo, afirma que «el sexo antes del matrimonio es bueno». Sabemos que Dios dice específicamente que la intimidad sexual se debe dar dentro del matrimonio (Hebreos 13:14). Pero, ¿qué dice Dios sobre las citas, lo que vemos en la televisión o lo que hacemos con nuestro dinero? Si no estamos en la Palabra de Dios, será más difícil identificar qué es verdad y cuándo estamos siendo engañadas por los mensajes que nos rodean.

Pablo escribió sobre esta misma idea, advirtiendo a los creyentes que no se dejen engañar por mentiras: «Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo» (Colosenses 2:8). Pablo exhortó a los creyentes a estar atentos a las mentiras y el engaño de las personas y los mensajes que nos desvían. No debemos creer todo lo que se nos dice, incluso cuando viene de personas que proclaman seguir a Cristo.

En Hechos 17:11, el autor habla de un grupo de personas que escucharon un mensaje y luego fueron y examinaron las Escrituras para ver si lo que estaban escuchando era verdaderamente de la Palabra de Dios. «...pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así» (Hechos 17:11b). No solamente creyeron lo que les decían, fueron a buscar directamente en las Escrituras para verificar lo que escucharon. Lo mismo con nosotras; deberíamos estar evaluando y examinando los mensajes que estamos escuchando para no caer presa de las mentiras que nos llevan por mal camino. También necesitamos examinar las Escrituras para saber cómo manejar los problemas que surgen en nuestras vidas de una manera bíblica.

Por gracia de Dios, no estamos solas para hacer todo esto. Debido al sacrificio de Jesús en la cruz, ha abierto un camino para que tengamos una relación íntima con Él. Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, Él nos da Su Espíritu en el momento de la salvación. A partir de entonces, tenemos a Dios dentro de nosotras, ayudándonos y guiándonos. Antes de que Jesús dejara a los discípulos para regresar a Su Padre celestial, les dijo que tendrían al Espíritu Santo con ellos. Y les enseñó que el Espíritu Santo los guiaría a toda la verdad, a Su verdad. «Pero cuando Él, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad» (Juan 16:13a).

Así que, estudia Su Palabra, aprende Su verdad y permite que el Espíritu Santo te guíe mientras te sumerges en las Escrituras, de tal manera que no te extravíen con mentiras. Por la gracia de Dios, tienes todo lo que necesitas para tomar decisiones bíblicas que honren a Dios (2 Pedro 1:3).

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Sobre el autor

Alejandra Minton

Salvada por gracia, hija del Rey de reyes, recién casada con Kyle y apasionada por estudiar y enseñar la Palabra de Dios.

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