Las dos voces de la sabiduría

Hola, soy la voz de la sabiduría. He estado aquí por un largo tiempo, y sé cómo son las cosas aquí en el mundo. Si me escuchas, te dirigiré hacia la dirección correcta; en cada paso del camino, te diré que te enfoques en ti. 

Creo que me encontrarás muy motivadora. Utilizo mensajes cómo: «Debes probarte y valorarte a ti misma. Debes sobresalir para que puedas salir adelante».

Sé que quieres ser aceptada y admirada, no excluida ni ignorada. Seguiré recordándote esto y empujándote hacia adelante con metas positivas. Aunque puedo ser negativa también, si esto funciona mejor para ti. Qué tal algo así como: «Deberías avergonzarte de ti misma. ¿Qué pensarán de ti? ¡Mira cómo te quedas atrás!». 

Mantén tus ojos puestos en ti

De cualquier manera, mi meta es mantenerte enfocada en ti. Una de las mejores maneras de hacerlo es manteniendo tu atención en las personas con quienes puedes compararte. 

Con esto en mente, te invitaré a examinar a otras personas y a comparar tu progreso con el de ellas. Por ejemplo, la mujer que vive frente a tu casa, la que tiene el matrimonio perfecto. Frecuentemente te llamaré a asomarte por la ventana para que puedas observar cómo su esposo toma su mano cariñosamente, besa su frente, o cómo bebe limonada con ella en el frente de su casa. Juntas, reflexionaremos cuidadosamente sobre cuánto hubiera durado tu matrimonio si hubieras estado tan delgada y bonita cómo ella. 

Mientras trato de guiarte con mi sabiduría, estas ventanas hacia la vida de otras personas serán motivadores poderosos para ti; tanto las de la vida real, como las virtuales. Las redes sociales también nos abrirán la cortina de millones de ventanas al mismo tiempo, dándonos la oportunidad de ver dentro de las casas y vidas de amigos, familiares, y aun de extraños. Tomaremos nota de cómo sus hijos son exitosos, sus riquezas crecen y sus ministerios prosperan. Y cuando todo esto dé un giro hacia lo peor, secretamente encontraremos placer viéndolo pasar. 

No te dejaré a la deriva 

Mientras navegas y deslizas tus dedos en el teléfono, inspeccionando los progresos de otros y comparándolos con los tuyos, te prometo siempre llevarte al siguiente paso. Si estás a la altura, te mostraré maneras creativas para presumir y llamar la atención sobre tu posición elevada. Y si no, te enseñaré a fingir y a proyectarte, a cubrir lo feo y a exagerar lo bonito. 

Mientras te comparas, prometo que enfocarte en ti misma será tan natural como mirarte en un espejo mientras caminas. Mantendré tu corazón inundado con celos hasta que las raíces de amargura broten y se entrelacen en tu corazón. Créelo, querida. Esto alimentará tu obsesión por un alto estándar para el resto de tu vida, y así tus otras metas perderán su significado. Desde la infancia hasta la vejez, me mantendré encendiendo la ambición del «yo». Te enseñaré de qué se trata llevar la delantera. Te diré qué hacer cuando te quedes atrás. ¡Nunca te dejaré a la deriva! Por el resto de tu vida, te guiaré por el camino que es mejor para ti. Yo soy la sabiduría de este mundo. 

La otra sabiduría 

También yo soy la voz de la sabiduría. Una sabiduría diferente. También llevo aquí un largo tiempo, y sé cómo funcionan las cosas en el reino de los cielos. Si escuchas, te guiaré hacia la dirección correcta de acuerdo a Jesús. Cada paso en el camino, te diré que te enfoques en otros, como Él lo hizo. 

Mi motivación y «pasos a seguir» serán calibrados por el valor de la vida venidera, no por el estándar momentáneo de este mundo. Te recordaré que: «Debes colocarte en último lugar, porque los últimos serán los primeros en el cielo. Y recuerda que cualquiera que se exalta a sí mismo será humillado, así que deja de preocuparte por ir adelante. No trates de aparentar que ya has llegado».

Quieres agradar al Padre, ¿no es así? Quieres escuchar,«bien buen siervo y fiel», ¿verdad? Seguiré recordándote el cielo y empujándote hacia las cosas de arriba; las cuales involucran servir a otros, y no a ti misma.

Al humillarte a ti misma, no tendrás que preocuparte por lo que otros piensan, porque en el reino celestial no habrá vergüenza. Aun aquellos que no tienen estatus podrán ser considerados grandes en la vida venidera. ¿Recuerdas a Jesús? Él se hizo nada. Se despojó a sí mismo en la cruz. Jesús mostró más humildad de la que el mundo ha visto, por lo tanto, Dios lo levantó y le dio un Nombre sobre todo nombre (Filipenses 2:5-9).

Si escuchas la voz de mi sabiduría, te enseñaré a levantar tus ojos más allá del estándar de este mundo y a vivir cómo Jesús vivió; entregando su vida.

Mantén tus ojos en los demás

Tu meta debe ser enfocarte en otros, no en ti misma. No significa que no eres especial ni amada, querida mía. ¡Lo eres! Eres de gran valor a los ojos del Padre, pero tu enfoque en ti misma te alejará de la grandeza del reino, la cual es resaltada por la humildad, el servicio y el considerar a otros. 

La mentalidad de Jesús, libre del yo, es lo que te protegerá de los estándares de este mundo. Si te inclinas hacia la posición de siervo, te dará una nueva perspectiva del mundo. Si te acercas a cada ventana, virtual o real, con un deseo de considerar a otros antes que a ti misma; serás libre de disfrutar la hermosura de sus vidas, y tendrás compasión por su dolor. 

Con tu vista fuera de ti, serás libre de brillar en el mundo con tus dones y enriquecerás la vida de otros. Esto no quiere decir que serás inmune al dolor. El corte afilado de este mundo te quebrará, así como lo hace con todos los demás. En lugar de contribuir con el quebrantamiento de este mundo y sus estándares para enfrentarse a él, a través de mi enseñanza aprenderás cómo traer sanidad y gozo. 

No te dejaré a la deriva

Cuando experimentes pruebas, desilusiones y relaciones rotas, prometo siempre darte los pasos que son libres del yo:

  • Te mostraré cómo tener un corazón puro, sin egoísmo
  • Te enseñaré a amar la paz y la unidad en lugar de considerarte más a ti misma.
  • Te enseñaré a ser amable y considerada, no áspera ni auto protectora.
  • Te guiaré a ser servicial y sensible, no cerrada ni obstinada.
  • Te entrenaré para ser compasiva y generosa, llena de misericordia; estarás lista para dar oportunidad a la reconciliación. 
  • Bajo mi dirección producirás fruto dulce, no amargo. 
  • Te enseñaré cómo ser imparcial, hacia aquellos a quienes el mundo llama «grandes».
  • Te enseñaré a ser genuina y sincera, a no ser hipócrita, a no vanagloriarte ni cubrir la verdad. 

Mientras elijas vivir libre del yo cómo Jesús, nunca te dejaré a la deriva. Por el resto de tu vida, te guiaré por el camino que es bueno y recto delante de Dios, y allí florecerás. Yo soy la sabiduría de lo alto. 

Si tienes celos amargos y una ambición egoísta en tu corazón, no te jactes ni seas desleal a la verdad. Esta no es la sabiduría que viene de lo alto, es terrenal, anti espiritual, demoníaca. 

Donde existen celos y ambición, habrá desorden y prácticas viles. Pero la sabiduría de lo alto es pura, pacífica, amable, abierta a la razón, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera (Santiago 2:14-17).

Amiga, hay dos tipos de sabiduría llamándote, diciendo: «Debes ir por este camino». ¿A cuál escucharás? El enemigo quiere enredarte en el autoenfoque y esclavizarte al valor de un estándar; busca arraigarte en la sabiduría de este mundo. Sin embargo, Jesús quiere restaurar nuestra libertad, esperanza y gozo, arraigándonos en la sabiduría de lo alto. 

Te invitamos a conocer más del tema en el nuevo libro de Shannon: No te compares 

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Sobre el autor

Shannon Popkin

Shannon Popkin es una conferencista y escritora de Grand Rapids, Michigan, quien disfruta combiner su amor por el humor y el contar historias con la pasión por la Palabra de Dios.

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