Impregnándoles Su Carácter

 

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; Y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”  

Dt. 6:6-7

Esto versículos presentan lo que Dios espera de los padres, no solo que cuidemos de nuestros niños físicamente, sino, sobre todas las cosas, espiritualmente.

Hay muchas formas de cumplirlo, tales como, tener tiempo devocional personal y familiar con los niños, que nos vean pasando tiempo con el Señor, adorar a Dios durante el día a través de himnos y cantos; que nos observen hablando con Dios en oración….tanto en cosas importantes, como triviales. Que puedan entender desde pequeñitos que Dios no es solo un Dios para cosas grandes, sino un Dios lleno de detalles. Y aun cuando les leamos porciones de la Biblia, que estemos siempre a la caza de los atributos de Dios, no solo los explícitos, sino también aquellos que se puedan inferir, como: “En esta historia vemos que Dios es un Dios tan justo y santo que no tiene nada que ver con el pecado o “Él es un Dios tan misericordioso, que tuvo piedad de X persona o pueblo, etc.”

Repetir y contar a nuestros niños acerca de nuestro gran Dios durante todo el día, incluye aprovechar momentos tan sencillos como un estornudo, no quedándonos solamente en decirles “salud, Dios te bendiga mi amor”, sino enfocarlos en “la sabiduría de Dios al crear un mecanismo en nuestra nariz para expulsar el agua en exceso a través de un estornudo” o comentarios similares.

Igualmente, conducirlos a exaltar a Dios por Sus atributos al observar los fenómenos de la naturaleza como el clima lluvioso mientras les explicamos el ciclo del agua, recordando que Él es el Todopoderoso, el más Sabio, Santo, Justo, Misericordioso, Perdonador, Inmutable, Detallista y que Él es El artista a quien tratamos de imitar.

De esta manera los ayudamos a ver toda la vida a través del carácter de Dios para que tengan  un cuadro mucho más completo de quien es El. Éste será un modo más contundente y concreto que simplemente sentarnos con ellos en el contexto del devocional para hablarles de Dios.

Para lograrlo, primero debemos estar nosotros mismos extasiados con Dios y totalmente impregnados de Él y Su Palabra para transmitir con pasión, la preciosa labor que Él nos encomendó: comunicar a nuestros hijos la historia de la redención, la gran salvación que hizo por Su pueblo. Enseñarles Quien es El, que cumple Sus promesas y lo que espera de nosotros!

Oremos unas por otras que podamos cumplir lo que Dios nos ha confiado para que cuando lleguemos al cielo, el Señor nos pueda recibir, diciendo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” Mateo 25:21.

Para reflexionar: ¿Qué harás o continuarás haciendo para saturar tus pensamientos de Dios y Sus obras?  ¿Qué pudieras compartir hoy con tu familia que les recuerde lo grande y maravilloso que es nuestro Dios?

 

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Sobre el autor

Stefany Michelén de Guillén

Stefany está casada desde hace 9 años y medio y tiene 2 niños: Mia de 6 años y Marco de 5. Siempre ha asistido a la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo, habiendo hecho profesión de fe desde muy pequeña. Es … leer más …


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