Gusanos en mi maná

Escrito por Janet Mylin

Mateo 6:33 es un pasaje de la Escritura que se cita a menudo, pero ¿alguna vez has considerado realmente lo que significa?

«Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas».

Sinceramente, hasta hace poco solo había pensado en ese versículo en el contexto del dinero y las posesiones materiales, pero ahora lo veo más bien así: 

Busca lo que Dios está haciendo ahora mismo (primero). 

¿Dónde está Dios obrando bondad en ti ahora mismo? 

Enfócate en esas cosas, y encontrarás que estás completamente equipada y cuidada, sin importar lo que venga mañana.

Lo veo como un hermoso llamado a este momento presente.

Gracia para hoy

Las Escrituras nos dicen que nos centremos en el día de hoy. Dios nos da todo lo que necesitamos personalmente para el día de hoy. Tenemos gracia, misericordia y sustento para el día de hoy. 

Uno de los ejemplos más claros de esto en la Biblia es el maná. En caso de que no estés familiarizada con los eventos que siguieron al éxodo, después de que los israelitas fueron liberados de Egipto, vagaron por el desierto durante décadas. Necesitaban comida, y Dios les dio maná. Números 11:7-9 nos dice que el maná caía cada noche cuando el rocío descendía sobre la tierra. Se podía hornear, hervir y freír, casi como una especie de panqueque sobrenatural. 

Además, los israelitas recibieron instrucciones específicas de Dios sobre el maná:

1. El maná los esperaría cada mañana. 
2. Debían recoger solo lo que necesitaran para su familia para ese día. 
3. El maná que les sobrara no duraría hasta el día siguiente. 
4. Debían confiar en que cada mañana Dios les proporcionaría una vez más lo que necesitarían para ese día. 
5. En el día anterior a su día de descanso (sábado), Dios proveyó una porción doble para que no tuvieran que recoger el maná el sábado. 
6. Cualquier maná que fuera desperdiciado o recogido innecesariamente, se pudriría y produciría gusanos.

¿Esto fue claro? Cada vez que intentaran recoger para un día en el futuro, se pudriría y se llenaría de gusanos. Este era un ejemplo tangible de lo que sucede cuando no confiamos en la fidelidad de Dios. 

Gusanos.

Cuando recogemos frenética e innecesariamente para el futuro, se revela nuestra falta de confianza en la fidelidad de Dios. Y eso es un asunto serio. 

Esperanza para el mañana

El maná no es el único lugar donde aparece este concepto de la fuerza y la renovación diarias de Dios. Veamos Lamentaciones 3:16-24. Estamos familiarizadas con la parte de «grande es tu fidelidad», pero mira todo el dolor desesperado y la desesperanza que sale de la boca del autor antes de eso.

Ha quebrado con guijarro mis dientes,

Ha hecho que me revuelque en el polvo.

Y mi alma ha sido privada de la paz,

He olvidado la felicidad.

Digo, pues: «Se me acabaron las fuerzas,

Y mi esperanza que venía del Señor».

Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar,

Del ajenjo y de la amargura.

Ciertamente mi alma lo recuerda

Y se abate mi alma dentro de mí.

Esto traigo a mi corazón,

Por esto tengo esperanza:

Que las misericordias del Señor jamás terminan,

Pues nunca fallan Sus bondades;

Son nuevas cada mañana;

¡Grande es Tu fidelidad!

«El Señor es mi porción», dice mi alma,

«Por tanto en Él espero».

¿Ves el punto de inflexión en este pasaje? Para ayudarte, lo puse en negrita. El salmista tomó la decisión de traer a su mente la verdad sobre Dios, produciendo esperanza.

Amada hermana en Cristo, la verdad es que tenemos suficiente gracia y misericordia y sustento para el día de hoy. Para este momento. Cuando estamos caminando en temor acerca de lo que podría suceder, es como si estuviéramos frenéticamente recogiendo para los días venideros. Creemos que estamos almacenando seguridad, pero en realidad sólo estamos almacenando gusanos.

Señor Dios, gracias por no condenarnos por nuestras formas humanas de pensar. 

Y perdónanos por no confiar en Tu fidelidad para salir a nuestro encuentro, sin importar lo que traiga el futuro.

Haz que suene una alarma en nuestras mentes cuando comencemos a recoger para el mañana 

en lugar de concentrarnos en lo que Tú estás haciendo hoy. 

En Tu santo nombre, amén.