Durante una conversación con una ex compañera de la facultad, me hizo la pregunta infaltable:
- ¿Trabajas?
- Mi respuesta: «Sí, claro; trabajo en mi casa, soy esposa y madre a tiempo completo»
Esa respuesta casi siempre causa decepción. «¡Qué derroche! Tantos años de estudio para quedarse en la casa.» En esos momentos recuerdo lo agradecida que estoy a Dios por interponerse en mis planes.
Proverbios 21:2 dice «Todo camino del hombre es recto ante sus ojos»
Durante el transcurso de nuestras vidas vamos planificando nuestro futuro; primero estudiaré, segundo me casaré, tercero tendremos la casa propia, recién después de eso buscaremos los hijos y así sucesivamente vamos proyectándonos. Pero por mucho que programemos nuestra vida, no siempre acontece como deseamos. Dios tiene un propósito y ordena todo para llevarlo adelante.
Tal vez como yo, hayas planificado una vida ¿Pero qué si Dios quisiera interponerse y cambiar nuestra dirección?
Muchas veces nos proyectamos con base en nuestros propios deseos y según nuestra prudencia, como dice Proverbios 21:2: Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor sondea[a] los corazones. Nuestro Padre sabe lo que es mejor para nosotros y nos manifiesta su voluntad, Él ordena toda circunstancia para encaminarnos en ella, y cuando nos adentramos en «Su» plan y comenzamos a conocer su diseño, vislumbramos el cuadro casi completo de su obra.
Nunca antes había considerado la maternidad como un área importante en mi vida, de hecho tenía otro objetivo en mente, como desarrollarme profesionalmente, lo que no sabía era que Dios tenía algo mejor reservado para mí y por su gracia quiso intervenir en mis planes y darme la luz para comprender el hermoso ministerio de la maternidad. De alguna manera Él nos encamina en su voluntad y cambia nuestro rumbo, no siempre estamos dispuestas a agradecer cuando interrumpen nuestros esquemas, muchas veces nos comportamos como necias y nos quejamos de las circunstancias, pero si no fuera por la intervención de Dios estaríamos caminando en nuestra propio entendimiento dejando a un lado el rol bíblico que Dios nos ha dado.
Hoy podemos dar gracias a Dios al expresarnos sus propósitos en su Palabra. Cuando toda la sociedad nos dice que la maternidad no es un aspecto importante de la vida, Dios nos dice que es nuestro ministerio en el cual Él quiere que nos deleitemos. Dios quiere que seamos mujeres contracultura y nos está llamando a servirle a Él en la vida hogareña, que nos convirtamos en profesionales del hogar.
Aunque el feminismo quiso sacarnos a muchas de nuestras casas, y llevarnos por la senda de la autosuficiencia y el autodesarrollo, Dios se interpuso y nos regaló un llamado más sublime y más eternal, como es criar hijos para Su gloria.
Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá.- Proverbios 19:21 (NTV)
¿Te unes conmigo en agradecimiento a Dios por el grandioso llamado de la maternidad?
Oración:
Gracias Señor por manifestarnos tu voluntad, tú sabes lo que es bueno para nosotras y nos has dado el privilegio de servirte en nuestros hogares, ayúdanos a amar el ministerio que nos has encomendado. Gracias porque tus caminos son verdaderamente rectos, ordena nuestros pasos. Amen.
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