¡Gracias Dios por llamarme!

Escrito por Vilma Mata de Méndez.

Éste es un buen momento para dar gracias a Dios por los privilegios del llamado y propósito en nuestras vidas: por la etapa que estamos viviendo en lugares diferentes y los hijos lejos del hogar.

Recuerdos de mi infancia vienen a mi mente; la casa de la abuela, olor a comida deliciosa, a café recién colado, a frutas de verano, risas y juegos con mis primas; me hacen desear o soñar con tener familia. Con sentarnos en torno a una mesa hermosa, bien presentada y decorada, bien servida, llena de conversación, con niños corriendo, riendo, hablando; hermanos, hijos y padres, era mi idea de reuniones familiares semanales y días de fiesta. Y así comencé a comprar vajillas, manteles; el Señor nos llenó con 10 años de muchas celebraciones, viajes por carretera con nuestros hijos. Hoy nos encontramos con pocas o escasas reuniones familiares.

Agradecida por esta etapa en mi vida:

Dos hijas casadas, nos han sumado dos hijos más; y un hijo en la universidad, mientras nosotros estamos viviendo no solo en diferentes estados, sino también en diferentes países y continentes, hablando diferentes idiomas; ahora somos bilingües, biculturales, globales …no hay comidas familiares juntos a menudo, pero sí hay conversaciones telefónicas, chats, textos, fotos, videos, oraciones juntos (por los matrimonios, los trabajos; por salud, provisión, dirección). Hay una celebración y expectación en cada reunión.

Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; no hay nada que añadirle
y no hay nada que quitarle; Dios ha obrado así para que delante de Él teman los hombres. Eclesiastés 3:14

Es buen momento para darle gracias por Su propósito en nuestra historia:

Estamos bien en el camino del deber donde el Señor nos ha colocado y puesto. Dios nos ha hecho un llamado especial que es un privilegio: Fortalecer la iglesia por medio de entrenar consejeros:  

…fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Hechos 14:22

No hemos dejado mucho en comparación a lo que hemos ganado:

He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos? …Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Mateo 19:27,29

Agradecida de que el Señor redirige nuestro llamado. No estamos retirados, sino re-guiados:

Nos encamina hacia otra dirección. Hay cambios, etapas, y temporadas diferentes constantemente, hoy estamos en una etapa en transición. (Mateo19:22)

¿Por qué Le agradezco el viajar a diferentes lugares?

Le agradezco por los hijos espirituales, muchos hijos, más familia, la familia en Cristo es la real familia, es universal, somos un cuerpo, cuando llega la pregunta: ¿Por qué debo ir? La respuesta es amor por Cristo, Su Obra, Su llamado, las almas, el gozo de adorar junto a otros, de ser testigo en primera fila de ver crecer y ver a otros transformados. El privilegio de recibir espiritualmente de otros con diferentes dones.

Agradecida por lo que Él me ha enseñado:

He aprendido que mis hijos son prestados; ellos tienen un llamado y propósito diferente. Es mi deseo y oración que encuentren y respondan a ese llamado también. Hogar no es un lugar, es un Nombre JESÚS.

Agradecida a Dios por disfrutar cada microsegundo, segundo, minuto de los días en que estamos reunidos, como familia. Le agradezco por Sus promesas y misericordias para con nosotros. Estamos listos a hacer un reencuentro tres veces al año. ¡Gracias Dios por el privilegio de saber que así es como estamos en el camino y el centro de Tu voluntad! Estamos mejor de lo que merecemos en el camino del deber, donde el Señor nos ha colocado y puesto. 

Agradecida por el costo del llamado: La soledad

todos me abandonaron… Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los gentiles oyeran… A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. – 2ª Timoteo 4:16-18

Los constantes viajes no permiten echar raíces permanentes, con respecto a amistades, se dificulta estrechar lazos, el contacto es escaso y esporádico, pasajero y no tan profundo. Extraño sentarme a la mesa con amigas, hermanas, compañeras, a estudiar las Escrituras de una manera secuencial, permanente. Extraño las relaciones.

Agradecida por los cambios: lugares, clima, idioma, horarios, mi cama, el jet lag,

Todo es minúsculo en comparación con la ganancia que es ver a Cristo cumplir cabalmente la proclamación del mensaje a través nuestro y que la mayoría sea entrenado y equipado; y oigan el mensaje, de dónde hay esperanza: Dios no se ha dado por vencido contigo.

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