¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! —Salmo 43:5
Si vives en el Planeta Tierra, entonces en algún nivel, has sido víctima de la injusticia. Sabes lo vulnerable e indefensa que te hace sentir. Yo ciertamente lo he sentido. También sé lo difícil que es encontrar esperanza cuando nos han ofendido.
En el Salmo 43, el salmista estaba en el exilio, sufriendo injusticia de manos de hombres impíos. Aún así, su oración nos apunta a la Verdadera Esperanza. Deja que estas verdades se adhieran a tu corazón.
- Puedo clamar a Dios; No estoy sola (Sal 43:1).
- Puedo derramar mi corazón delante Él (Sal 43:2).
- Puedo aferrarme a las promesas de Dios porque mis pérdidas terrenales e injustas me llevan a mi mayor ganancia y gozo, a Dios mismo (Sal 43:3-4).
- Necesito recordarle a mi alma atribulada que mi esperanza está en Dios, y mi rescate y mi salvación provienen de Él (Sal 43:5).
El corazón que pone su esperanza en el lugar equivocado produce ansiedad y confusión. Para encontrar esperanza en un mundo de injusticia, debemos buscar dónde está Cristo, aferrarnos a su Palabra y recordar que todo es cuestión de tiempo. Llegará el día en que toda injusticia será reivindicada y viviremos en una Ciudad gobernada por nuestro Salvador, el Rey Justo. Pon tu esperanza en ese día, pon tu esperanza en ese Rey.
Reflexiona y responde:
Lee el Salmo 43.
- ¿Cuál es tu tendencia cuando algo injusto te sucede o sucede a tu alrededor? ¿Te vuelves a Dios en busca de esperanza, o te diriges a algo o a alguien más?
- ¿Estás hablando activamente verdad a tu alma cuando se siente como si todo estuviera en contra de ti?
Profundiza:
¿Sabías que los Salmos 42 y 43 eran originalmente un solo salmo? Lee ambos y convierte cada versículo en tu oración personal. Aunque te sientas como si te estuvieras ahogando en un mar de injusticia y dolor, tienes mil razones para tener esperanza en Dios. Profundiza al escuchar esta serie de radio, «Cómo lidiar con la depresión y la duda», basada en el Salmo 42 y 43.
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