Al estudiar el libro de Rut he aprendido cómo en diferentes circunstancias de nuestras vidas actuamos como estas mujeres. Veamos un poquito de cada una de ellas:
Noemí:
“Aconteció que en los días en que gobernaban los jueces, hubo hambre en el país. Y un hombre de Belén de Judá fue a residir en los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos”. Rut 1:1
Al llegar un tiempo de hambruna en Belén, Elimelec y Noemí tomaron una decisión por vista. Decidieron mudarse a Moab, un lugar donde les estaba prohibido vivir. Deuteronomio 23:3-6.
Ellos solo estaban pensando en lo material y no en las implicaciones espirituales que esta mudanza implicaría para ellos y para sus hijos. Muchos se quedaron en Belén y Dios los visitó a Su tiempo con abundancia.
¿Qué tomamos en cuenta al tratar de resolver las situaciones que Dios ha traído a nuestras vidas?
¿Vemos a Dios y tratamos de ser fiel a Su Palabra? ¿O simplemente consultamos nuestros bolsillos?
¿Y qué podemos decir del consejo que más adelante Noemí le dio a Orfa y a Rut? ¿Estaba ella viendo que la felicidad de estas jóvenes residía en conseguir esposo, comida y seguridad? ¿No vio ella que al enviarla a su pueblo y a sus dioses éstas irían a una condenación eterna?
“Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá. Y Noemí dijo a sus dos nueras: Id, volveos cada una a la casa de vuestra madre. Que el Señor tenga misericordia de vosotras como vosotras la habéis tenido con los muertos y conmigo. Que el Señor os conceda que halléis descanso, cada una en la casa de su marido. Entonces las besó, y ellas alzaron sus voces y lloraron”. Rut 1:7-9
“Entonces Noemí dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada”. Rut 1:15
¿Adónde guiamos a las más jóvenes, a mirar lo terrenal o lo espiritual?
Orfa:
Al casarse con Quelión nos imaginamos que aceptó al Dios de su esposo y al igual que Rut se expuso a las enseñanzas de Noemí. Pero, ¿qué pasó con su fe?
¿Cómo actuamos nosotras en el momento de la prueba? ¿Abandonamos nuestras convicciones como lo hizo Orfa? ¿Racionalizamos nuestra fe? ¿Actuamos con “prudencia”?
Rut:
Ella brilla como una joya preciosa en toda esta historia. Después de escuchar el consejo de Noemí para que se volviera a su pueblo, ella toma una decisión transcendental de unirse al pueblo de Dios.
“Pero Rut dijo: No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el Señor conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa. Al ver Noemí que Rut estaba decidida a ir con ella, no le insistió más”. Rut 1:16-18
Vemos de manera progresiva la obra de Dios en el corazón de Rut. Ella provenía de un país pagano, pero abrazó la fe verdadera y al tomar una decisión no consultó su bolsillo, sino que se comprometió con seguir al Dios verdadero, cuidar de Noemí y permanecer con ella, a pesar de la situación tan difícil que le esperaba.
Podemos ver en ella una fe genuina, obediencia, sacrificio, esfuerzo, fidelidad y todas las demás manifestaciones de la gracia que Dios obra en aquellos que le temen.
El Señor nos ayude a ejercitar nuestra fe en toda circunstancia, como lo hizo Rut, puestos los ojos en Jesús.
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