Hace algunos años tuve la oportunidad de aceptar uno de los tantos llamados que Dios nos hace como parte de Su diseño para las mujeres: animarnos las unas a las otras. Este hermoso llamado que va más allá de simplemente compartir, es traspasar vidas.
En muchos de nuestros corazones Dios ha puesto la necesidad de equiparnos juntas para vivir Su diseño como solteras o casadas, compartir nuestras experiencias de Su fidelidad y soberanía en nuestras vidas e impactar nuestro entorno a la luz de la eternidad. Por eso la importancia de abrazar el llamado de Uno + Uno.
«Un mandamiento nuevo les doy: “que se amen los unos a los otros”; que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros». -Juan 13:34
Todas tenemos dudas acerca de nuestro futuro: ¿Con quién me casaré? ¿Permanecerá mi matrimonio? ¿Cómo educaré a mis hijos? ¿Cómo conseguiré este trabajo? Hablamos mucho sobre esperar en Dios, pero en ocasiones no nos damos cuenta que este es el momento más importante de nuestras vidas y nos negamos el enorme gozo de ser siervas a través de las cuales Dios haga grandes cosas.
Si esa verdad está clara en nuestras vidas y la practicamos diariamente, no tendremos que preocuparnos de «ser la mujer para ese hombre», «conseguir X trabajo», «procurar el éxito en mi matrimonio»; sino que al ser una mujer para Dios, desarrollaremos las virtudes propias de una hija de Dios que serán de bendición, apoyo y ayuda.
Así como Ester se preparó antes de ser reina, la mujer debe prepararse para uno de los llamados más importantes y difíciles en la vida: el matrimonio y la maternidad. Ester tuvo que aprender las costumbres del reino al cual ella pertenecería, las costumbres de la vida en la corte, así como los desafíos espirituales, emocionales e intelectuales.
De esa misma manera, nosotras debemos aprender las costumbres del Reino de los cielos. Estar preparadas espiritual, emocional e intelectualmente; no por sirvientes de la corte en algún templo pagano, sino por Dios mismo, por Su Palabra y por otras mujeres devotas que comenzaron a prepararse antes que nosotras (Col. 3:16).
Te animo a que en tu comunidad, iglesia o entre tus amigas, comiencen un grupo en el que puedan motivarse y equiparse las unas a las otrasa través del apoyo de una red intergeneracional de mujeres, a considerar la soltería y el matrimonio como un tiempo muy especial en el cual nuestro Señor nos quiere guiar a que tengamos un estilo de vida que refleje y comunique el carácter de Cristo en la tierra. No importa cuál sea tu profesión o tu estatus, Dios nos hace el mismo llamado a todas a vivir una vida en santidad y obediencia a pesar del mundo que nos rodea.
Todas tenemos una vivencia qué contar. Este es un tiempo para aprender de Dios y de nosotras mismas, para descubrir quiénes somos en Cristo y para conformarnos más a Él, comprometidas a vivir el presente a la luz de la eternidad.
«Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría». -Salmos 90:12
Para reflexionar:
¿Estás dispuesta a aceptar el llamado Uno + Uno? ¿Qué es lo más difícil de estar contenta en tus actuales circunstancias? ¡Animémonos las unas a las otras!
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