El chisme, un bocado suave con final amargo

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Génesis 3:1

Así comienza el relato del gran acto de desobediencia de la humanidad. El primer chisme de la historia puso en duda la bondad del Creador ante el hombre y la mujer. El arma que utilizó la Serpiente fue el hablar mal de Dios, haciendo a Adán y Eva creer que Dios les había mentido. Es impresionante la consecuencia fatal que provocó que ellos escucharan y creyeran esta mentira.

El chisme es una de las armas más poderosas que usa el enemigo para destruir amistades, familias, matrimonios, e iglesias. Hermanos en la fe y congregaciones enteras se han dividido por el chisme, frecuentemente vestido de una “buena intención”.

Por esto me gustaría que repasáramos algunos aspectos bíblicos importantes sobre el chisme: su naturaleza, los pecados a su raíz, y cómo podemos evitar caer en esta trampa destructiva para el cuerpo de Cristo.

La Naturaleza del chisme

El libro de Proverbios nos provee una descripción del chisme:

“El hombre perverso levanta contienda,Y el chismoso aparta a los mejores amigos.” Proverbios 16:28

“El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.” Proverbios 11:13

Según la Real Academia Española, el chisme es una noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna. Es del griego schísma, que significa “separación”.

En la Biblia encontramos muchos versos acerca de este tema, muchas advertencias para el chismoso. Proverbios nos dice que el que anda en chismes descubre el secreto, así que claramente el chisme perjudica siempre a alguien más. El chisme siempre produce la separación, como su significado original en el griego. De hecho, el pecado en general logra separarnos de Dios y de las personas.

Para poder luchar en contra del pecado debemos tener conciencia de su gravedad y ser honestos con nuestras debilidades. Somos pecadoras, aunque regeneradas y redimidas en Cristo, y habitamos en un cuerpo con una carne que aún desea hacer el mal (Rom. 7:17-22). El pecado del chisme tiene muchas raíces que debemos buscar erradicar.

Identificando el pecado del chisme en mi vida

Para erradicar un pecado complicado y dañino como el chisme, es necesario identificar las actitudes del corazón que promueven o producen la acción externa del chisme. Veamos algunos de los posibles pecados del corazón:

Orgullo y Soberbia: Al descubrir un secreto o murmurar contra alguien demostramos creer ser mejor que esa persona. Por lo general, una persona chismosa necesita dejar mal a otros para satisfacer su ego y deseo de verse mejor ante los demás.  

“Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.” Salmo 101:5

Juzgar y Criticar: Una persona chismosa normalmente se ve como juez ante el pecado de los demás. Se goza en el mal de otros, y acusa en su propia justicia a su prójimo.

Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.” Santiago 4:11-12

Envidia: El chisme nace en corazones perversos que siempre están codiciando lo que no poseen. Están insatisfechos. El chismoso muchas veces sufre de carencias e intenta llenar estas necesidades dejando en mal a los demás.

Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres” Romanos 1:29-30

Necedad: La Biblia menciona que aquel que participa del chisme es necio en su corazón.

“Los labios del necio traen contienda; Y su boca los azotes llama.  La boca del necio es quebrantamiento para sí,
Y sus labios son lazos para su alma.” Proverbios 18:6-7

Mentiroso y Calumniador: El chismoso se basa en mentiras o exageraciones para captar la atención del que le escucha. Levanta falso testimonio en contra de su prójimo deliberadamente.

“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” Éxodo 20:16

Ocioso: Por lo general las personas chismosas tienen una mente desocupada y ociosa.

“Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.” 1 Timoteo 5:13

No Confiable: El chismoso no es una persona leal ni confiable. Pierde la confianza de los demás.

“El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.” Proverbios 11:13

¿Cómo puedes erradicar el chisme de tu vida?

  1. Reconoce este pecado en tu vida. Tu chisme es un pecado y no agrada a Dios. No te justifiques diciendo que lo haces para ayudar a las personas. Tus palabras que dañan a otros deben ser reconocidos por nombre: chisme y murmuración.
  2. Confiesa a Dios el pecado del chisme. Confesar significa ponerse de acuerdo con alguien. Cuando confiesas a Dios el pecado del chisme, te estás poniendo de acuerdo con Dios en que eres chismosa y que tu chisme atenta contra Dios y contra tu prójimo. Arrepiéntete y apártate.
  3. Evita contar algo negativo sobre alguien cuando esa persona no está presente. Si lo haces, estarás chismeando.
  4. No escuches ningún reporte negativo sobre otra persona. Para que se forme un chisme, se necesita de un receptor (alguien que escuche). No seas parte del chisme. Debemos frenar en amor a la persona que viene a contarnos un chisme. No olvides que peca tanto el que propaga el chisme como el que oye el chisme.
  5. Si hay alguien murmurador que provoca chismes en contra tuya o está dividiendo a un grupo de la iglesia, sigue la pauta establecida en Mateo 18:15-17i. Primero, habla con la persona. Si no hubo una solución, debes acudir a un pastor o líder, quien sabrá cómo guiarlos bíblicamente para poder llegar a una correcta restauración entre ambos.

Busquemos acercarnos al carácter del Maestro día a día. Meditemos en esta enseñanza que nos da el Señor Jesús en Lucas 6:45:

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

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Sobre el autor

Krisia Amey de Acosta

Krisia Amey de Acosta está casada hace 9 años, es madre de una niña de 3 años, deseando vivir bajo el Diseño de Dios para su vida decidió dedicarse a su Hogar y Familia. Tiene el privilegio de ser Esposa … leer más …


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